NARRA MATI
Un molesto timbre me despertó. Cállate. Vamos sólo cinco
minutos más. Casi rogaba para que dejara de sonar y me dejara en paz. Sólo
cinco minutos más, me dije y lo apagué de un golpe, me di la vuelta, me arropé
nuevamente y seguí durmiendo.
Será mejor me levante de una buena vez o llegaré tarde al
ensayo- Me dije a mi misma y con pereza voltee a ver el reloj que se encontraba
a un lado de mi cama, sobre el buró de madera. 10 de la mañana. ¡QUE! Se me
había hecho tarde, demasiado tarde. Me levanté de un solo salto, de vestí y
lavé rápidamente, Recogí mi cabello en una coleta, tomè mi bolso y mis cosas y
salí corriendo. En ocasiones como esta, era tan conveniente vivir relativamente
cerca de mi trabajo.
Hice un tiempo record y llegué a la empresa en sólo cinco
minutos. Aunque seguramente no me salvaría de alguna sanción…
Entré en la sala de prácticas donde ya resonaba la música.
Al abrir la puerta, todos los presentes voltearon a verme. Hice una leve
reverencia.
---Lamento el retraso. – Dije con la respiración
entrecortada. El coreógrafo se veía bastante enojado, se cruzó de brazos con
gesto molesto, eso no era bueno, nada bueno. Sung Ah sonrió, como burlándose de
mi. Los miembros de Big Bang me veían con expresión neutral, excepto Seungri,
él me sonreía, como si intentar hacerme saber que todo estaba bien. Eso me dio
un poco de confianza, después de todo con quien me sentiría más apenada era con
él, puesto que siendo mi compañero, tendría que haber ensayado solo y
desperdiciado algo de su valioso tiempo. Dirigí la mirada hacia un lado y la
poca confianza que había logrado acumular hasta ese momento, se esfumó. Kim Nam
se encontraba junto a Seungri. Me habían remplazado.
---Sabes que en esta empresa tenemos tolerancia cero a la
impuntualidad. – Dijo el coreógrafo al fin de un momento.
---Si lo sé, lo lamento mucho, le prometo que no volverá a
suceder.
---Mati, eres una gran bailarina pero me veré en la
necesidad de removerte de la coreografía principal. Lo siento. Son las reglas. Preséntate
mañana a las nueve para el ensayo de la coreografía de apoyo. – Dijo el
coreógrafo. Vi como Sung Ah y Kim Nam simularon aplaudir en silencio y tenían
en su cara una odiosa sonrisa. Quería golpearlas, pero en el fondo sabia que
esto no era nada más que mi culpa. Sentía coraje y tristeza también, estaba tan
cerca de cumplir mi sueño y ahora lo veía todo derrumbarse frente a mis ojos,
tal como si se tratara de castillos de arena sometidos al poder destructivo de
una ola.´
---Espera hyung, no puedes quitarla de la coreografía
principal. – Dijo Seungri de pronto, provocando que todos volteáramos a verlo
con expectación.
---No es que yo lo desee, pero son las reglas. La
impuntualidad es considerada una falta grave, lo lamento mucho Mati. – Dijo el
coreógrafo.
---¿Pero que no se supone que debemos hacer todo lo posible
para que el concierto sea perfecto? – Replicó el maknae. – Y eso incluye también
el tener a las mejores bailarinas de la empresa.
---Lo sé, por eso he seleccionado cuidadosamente a cada una
de ellas, Kim Nam es una muy buena bailarina. – Dijo el instructor señalando
con un gesto de cabeza, a la chica que estaba al lado del maknae.
---Si, pero no es tan buena como Mati. – Ante eso, el
coreógrafo no tuvo nada que argumentar. Kim Nam miró con enojo a Seungri,
apuesto a que se sentía humillada. – Además, falta menos de un mes para el
concierto y es muy poco tiempo para que una bailarina nueva se aprenda toda la coreografía
que hemos montado hasta ahora. Necesitaría dedicarle mucho tiempo para estar al
nivel, y ese es tiempo que no tenemos.
---Son las reglas, no hay nada que yo pueda hacer. –
Contestó el coreógrafo.
---No digo que no reciba una sanción, pero estoy seguro que
podemos posponerla, por el momento lo más importante es sacar adelante el concierto.
---Hyung, Ri tiene razón, deja que la chica se quede. Después
arreglaremos lo de la sanción. – Intervino Ji Yong.
---Eso es verdad, además Kim Nam está aún por debajo de
nuestro nivel. – Dijo He Neul, una de las bailarinas y compañera de Taeyang. No
podría decir que era mi amiga, pero a decir verdad nos llevábamos bien, casi
todas, excepto Sung Ah y Kim Nam.
---Váyanse al diablo, no voy a rogarles. – Dijo Kim Nam
furiosa, al pasar junto a mí, me empujó y al salir azotó la puerta.
---Bien, en ese caso creo que no tenemos opción. – Dijo el
coreógrafo. – Pero aún hay una sanción
que debes cumplir Mati, que no se repita, tuviste suerte esta vez.
---No pasará, se lo aseguro. – Después de decir esto, me
integre rápido y reanudamos el ensayo.
Estuvimos practicando por alrededor de ocho horas continuas.
Tomábamos pequeños descansos que no eran lo suficientemente largos como para
poder recuperarnos del todo. Todos los presentes estábamos exhaustos.
---Bien chicos, hemos terminado. Nos vemos mañana aquí a la
misma hora, que descansen. – Al fin el coreógrafo dio la tan esperada
despedida. Tomé mis cosas rápidamente y salí de la sala de prácticas, me dirigí
a las duchas y me di un refrescante baño. Me sentía mucho mejor aunque el
cansancio aún estaba presente. Sólo quería llegar pronto a mi casa y dormir
hasta el día siguiente.
Empezaba a anochecer. Caminé hasta la salida, dispuesta a
irme a mi casa. Entonces sentí mi brazo siendo atrapado por una mano. Me di la
vuelta, encontrándome con Sung Ah y Kim Nam.
---No tan rápido zorrita. – Dijo Sung Ah mientras ambas me
empujaban a un lugar más apartado.
---¡Suéltame! – Dije zafándome. - ¿Qué quieren?
---¿Te lo dije o no Kim Nam? Estas chicas solo buscan un
hombre al que puedan engatusar para sacarle el mayor provecho. – Dijo Sung Ah,
como si yo no estuviera ahí.
---Me largo. –Dije y empecé a caminar, pero antes de que
llegara demasiado lejos, Kim Nam me empujo de vuelta a mi posición original.
Rayos, sí que me dolió.
---¿Te crees superior a nosotras sólo porque eres la zorrita
de Seungri? – Preguntó Kim Nam encarándome.
---¡¿Qué?! – Sentía mi sangre hervir dentro de mi cuerpo. –
Hazte a un lado. –Dije empujando a Sung Ah hacia un lado, pero por desgracia
para mí, era más alta y se recuperó pronto, volviendo a empujarme contra la
pared.
---Las personas como tú, me revuelven el estómago. Quitándonos
oportunidades a quienes realmente las merecemos. – Dijo Kim Nam, y fue todo lo
que soporté.
---No es mi culpa que no sepas bailar. ¿Acaso creías que
ella te iba a ayudar a entrar, que estarías en la coreografía principal solo
por ella? – Dije señalando con un gesto a Sung Ah. – Abre los ojos estúpida, si
fuera realmente tu amiga te hubiera defendido allá adentro, no aquí donde no le
traerá consecuencias. Sólo está contigo para que ella se vea aún mejor. Junto a
ella, pareces un mono amaestrado. Ella por el contrario, puede lucirse a costa
tuya. – Kim Nam se quedó callada, como era de suponerse Sung Ah intento
desmentirme.
---Eso no es verdad Kim Nam, si no te defendí allá adentro,
fue porque …bueno porque no quería que…ya sabes lo mucho que me costó entrar…no
quería… - Me estaba divirtiendo ver los desesperada que estaba Sung Ah
intentando encontrar alguna excusa válida. – Hablaremos de esto después, lo
importante aquí es que esta zorra te quito tu puesto, ¿Recuerdas? ¿Te quedaras así,
como si nada?
Ambas se preparaban para atacarme, mientras yo buscaba una
forma de escapar. Si además de lo sucedido durante la mañana se enteraban que
había tenido una pelea, estaba segura que ahora si me despedirían.
---¿Algún problema chicas? – Dijo un chico. Seungri. Kim Nam
y Sung Ah se voltearon a ver y se fueron, no sin antes mirarme con odio puro. -
¿Estás bien?
---Sí, gracias.
---¿Te acosan? – Preguntó preocupado, o al menos eso
parecía.
---No, bueno, no les tengo miedo. Dudo mucho que fueran
capaces de hacerme algo, son solo amenazas. Pero no puedo tener una pelea
ahora, no después de lo que paso hoy. – Confesé.
---¿Quieres que hable con el CEO?
---No creo que sea necesario, dudo que sigan molestándome.
No es algo que les convenga a ellas tampoco.
---Si así lo quieres, está bien.
---Gracias una vez más, por todo. Nos veremos mañana. – Dije
y empecé a caminar pero él me detuvo.
---Te invito a cenar. – Dijo pasando un brazo sobre mis
hombros.
---¿Qué? – No entendía lo que pasaba, tal vez era una broma.
---Vamos, no comiste nada en todo el día, podrías sufrir un
colapso. – No supe que contestar y él debió ver la confusión en mi rostro. – No
lo malinterpretes, Es sólo que si enfermas me traerá muchos problemas y no
quiero eso… Somos compañeros en esto así que debemos cuidarnos entre nosotros
¿No lo crees?
---Supongo… - Fue lo único que fui capaz de responder.
---¿Entonces? – Preguntó volteando a verme. MI celular comenzó
a sonar, lo saqué de mi bolso. “Cena <3 8:00 PM” Lo había olvidado por
completo. Había quedado de verme en un restaurant con Min Hyuk para cenar. Desde
la conferencia, no lo había visto y realmente lo extrañaba. Al parecer había
encontrado una manera de salir y entrar de la casa sin ser visto por los fans.
---Lo siento, ya tengo planes, pero tal vez en otra ocasión…
---Vamos, estoy seguro que puedes posponer tu compromiso, pronto ya no tendremos tiempo
para nada. Así que aprovechemos que hoy estamos libres. – Su sonrisa…su sonrisa
me dejaba sin palabras… de una manera muy distinta a la que me pasaba con él,
con Min Hyuk.
---Me encantaría, de verdad…pero es un compromiso muy
importante y…
---Me lo debes. Y no te estoy cobrando ni obligando mucho
menos, pero sería genial poder pasar un momento agradable junto, además así
podríamos conocernos mejor. – Había dicho que estaba en deuda con él, y era
verdad. Me había ayudado tanto y nunca se lo había pagado.
---Está bien. – Dije al cabo de algunos segundos de
pensarlo. – Pero no tardaremos ¿cierto?
---Te llevaré a tu casa, cuando así lo quieras. – Dijo
volviendo a sonreírme. Cargó mi bolso y mientras yo entraba en su auto, por
razones desconocidas aun para mí, apagué mi celular.
No entendía que es lo que sucedía conmigo. Sabía que estaba
dejando plantado a Min, sabía que el cargo de conciencia seria alto, que me
sentiría tan mal después, pero aun así no hacía nada para evitarlo. Era como si
no tuviera voluntad propia, y otra persona estuviera decidiendo por mí en
aquellos momentos.
Después de un rato, llegamos a un elegante restaurant.
Seungri me ayudó a bajar y entramos.
Nos guiaron a una mesa para dos, había muchas parejas a
nuestro alrededor y eso en cierta manera, me hacía sentir tan incómoda y culpable
también. Una chica se acercó a nuestra mesa y tomó nuestra orden.
---Parece un restaurant para parejas. – Dije con la
intención de romper el hielo, y así aligerar un poco mi conciencia.
---Lo es, lo lamento pero es la única clase de lugares a los
que puedo asistir sin ser descubierto y que se arme un alboroto. Las personas
están tan concentradas en su pareja que pocas veces se dan cuenta de quien está
en la mesa de al lado. Si te sientes incomoda, podemos ir a algún otro lugar.
---No, está bien, es sólo que… tenía curiosidad. – El sólo
hecho de imaginarme, escapando de algún disturbio ocasionado por fans, o aun
peor, si algún paparazzi llegará a tomarnos fotos…sería mi ruina, pensar en
cómo se sentiría Min… Lo que estaba haciendo no era correcto, porque si fuera
algo que no trajera daños, no me sentiría así de culpable.
---Así que eres de México… - Dijo Seungri, sacándome de mis
pensamientos.
---Si. – Respondí secamente, la culpabilidad que sentía en
esos momentos ocupaba gran parte mi mente, dejando las ganas de hablar y
socializar en segundo plano.
---Cuéntame cómo es. – Contestó el chico sentado frente a mí.
Traté de dar una buena respuesta, pero con suerte llegaba más allá de las
oraciones cortas. Sin embargo, él no se daba por vencido y seguía preguntándome
cosas y haciendo que cada vez hablara más, entablando así una agradable
conversación. Incluso me hacía reír.
Poco a poco me fui relajando, hasta casi olvidarme por
completo de mi cargo de conciencia. Terminamos de cenar y me llevó a mi casa,
Me costaba admitirlo, pero a pesar de todo, había pasado un momento muy
agradable.
Entré en la casa y me dirigí a mi habitación. Estaba tan
cansada que me aventé sobre la cama, entonces algo lastimó mi espalda. Me
levanté desconcertada y vi mi celular sobre la cama, se había salido de mi
bolso. Respiré profundo y lo prendí.
45 llamadas perdidas, 14 mensajes de texto. ¡¿Qué?! Todos y
cada uno de ellos, eran de Min Hyuk.
La culpa volvió a mí, como un látigo decidido a torturarme.
¿Cómo pudiste hacerle esto a Min Hyuk? Me recriminaba a mí misma.
Decidí llamarlo, era lo único que podía hacer por el
momento.
Contestó al primer timbrazo. Tomándome por sorpresa.
---Mati ¿Dónde estás? ¿Estás bien? – Por Dios, su voz se
escuchaba tan preocupada. Mientras yo reía, él había estado preocupado por mí.
Nunca merecería recibir su perdón.
---Min, cariño, tranquilo. Estoy bien. – Trate de mantenerme
calmada y hacer que mi voz sonara lo más natural posible. - ¿Esperaste mucho?
---No tanto… ¿Qué fue lo que paso? – Estaba en todo el
derecho de reclamarme, pero su voz no tenía ese tono, era más bien de
preocupación.
---Tuvimos ensayo hasta muy tarde, estaba tan cansada que al
llegar a casa me quedé totalmente dormida, lo siento. - ¿Por qué estaba
mintiéndole? ¿Por qué si salir a cenar con Seungri era algo tan inocente como
parecía, se lo ocultaba a mi novio?
---Pensé que te había pasado algo, estaba tan preocupado. De
hecho iba para tu casa.
---De verdad lo siento tanto, mi celular estaba en silencio
y no sabía en donde lo había dejado.
---Entiendo. ¿Quieres que valla a tu casa?
---Amor es media hora de camino. Es tarde, ve a descansar.
Nos veremos después. – La sola idea de imaginármelo viajando por más de 30
minutos para verme, después de lo que le hice esa tarde, me hacía sentir como
la basura misma.
---De acuerdo, te llamaré mañana. Que descanses.
---Gracias… Min Hyuk…
---¿Si?
---Te quiero. – Dije al borde de las lágrimas, no merecía
estar con alguien como él.
---Yo también. – Respondió él al otro lado de la línea. Después
de eso, colgamos.
Me acurruqué entre las cobijas intentan do dormir, pero no podía. A pesar de
estar cansada, no lograba conciliar el sueño. Daba vueltas en la cama. Me
sentía triste y enojada conmigo mismo. ¿En qué momento decidí que era mejor ir
a cenar con un casi desconocido a cumplir una promesa al chico que se suponía
amaba?
Para mi suerte, mi cuerpo no resistió mucho tiempo más y al
fin pude dormir.
Cuando desperté, el reloj marcaba las seis de la mañana.
Afuera aún seguía oscuro. Tomé impulso y salí de la cama, por muy culpable que
me sintiera, nada iba a solucionarse si no hacía algo para que así sucediera.
Me di un baño y salí rumbo a la empresa con una idea clara
en mi mente. Le había hecho daño a Min Hyuk, y pese a que afortunadamente, él
no lo sabía, yo sí, así que ahora arreglaría todo este desastre.
Entré en la sala de prácticas, como aún era temprano, no
había nadie más. Encendí las luces y me puse a estirar un poco, no paso mucho
tiempo para que la puerta se abriera provocando que volteara a ver al chico que
en ese momento iba entrando con dos cafés en las manos.
---Valla, sí que llegaste temprano. – Dijo Seungri al
momento en que me ofrecía uno de los cafés. – No sé si te guste el americano,
pero no había capuchino.
---Está bien. – Dije mientras tomaba la bebida que me era
ofrecida. Bien Mati, esta es tu oportunidad. - ¿Puedo hablar contigo?
---Por supuesto. – Contestó el maknae con una sonrisa.
Diablos ¿Y ahora que se suponía que le dijera.
---Sabes, me divertí mucho ayer. Y la verdad es que eres un
chico encantador. – Lo mejor en momentos como este era dejar las cosas bien
claras. – Pero hay algo que debes saber.
---Sólo dilo. – Bien, aquí vamos.
---La verdad es que en estos momentos estoy en una relación
y…lo amo. – Ya, lo dije. Seungri primero se quedó callado, después se pasó la
mano por el cabello con gesto despreocupado. Después volteó a verme, y
sonriendo dijo:
---Lo sé.
---¿Lo sabes? – Pregunté confundida.
---Claro, bueno, una chica tan bonita y talentosa no creía
que estuviera libre.
---No entiendo, si lo sabias… ¿Qué significó todo esto? ¿Lo
de defenderme y la cena de ayer? ¿Esto? – Levanté el vaso de café.
---Sólo quería ser amable. Bueno, no me gusta que maltraten
a las personas, y lo que esas chicas te hacían… Además me pareces alguien
agradable, simplemente quería conocerte más, eso es todo.
---Así que sólo era eso. – Sentía un gran alivio. Si Seungri
no tenía otros sentimientos por mí, esto facilitaba mi situación.
---Mira, sé que desde mis escándalos todo el mundo piensa
que soy un pervertido… que solo voy tras el sexo. Pero no soy así, bueno lo que
pasó en Japón, fue un error, un descuido, pero eso no significa que todo el
tiempo sea así.
---Lo siento, yo…de verdad no quise hacerte sentir así. Es
sólo que me parecía extraño, bueno no es común que las personas hagan cosas
amables por otras, sin esperar nada a cambio, y especial cuando apenas las
conocen.
---Lo sé, aunque si te sientes incómoda conmigo, puedo
hablar con el coreógrafo para que intercambiemos. Tal vez se sentirías más
cómoda bailando con alguno de mis hyungs…
---No, no es necesario. Ahora que ya hemos aclarado las
cosas no será necesario. Aunque jamás me sentí incomoda contigo, eres alguien
realmente agradable Seungri. –Dije con una sonrisa.
---Claro que lo soy, se le llama Carisma natural. – Entonces
comenzó a reír, y me contagió a mi también.
La puerta se abrió y Sung Ah entró, me lazó una mirada
asesina y se fue a estirar a una esquina. Seungri seguía hablando y riendo, tal
como si esa odiosa chica no estuviera ahí. Ignorando su presencia. Al poco
tiempo, los demás fueron llegando y el ensayo dio inicio.
Ya pasaron dos semanas desde el día de la conferencia, desde
entonces no había podido hablar con Emily y tampoco había visto a Min Hyuk.
Eran días muy ocupados, en donde prácticamente vivía en la empresa. Ensayábamos
desde muy temprano, hasta muy tarde por la noche y llegaba a mi casa tan
cansada que lo único que deseaba era poder tirarme sobre la cama, después de
eso no había poder humano que pudiera despertarme, al menos no hasta el día
siguiente.
Las cosas en la empresa cada día iban mejor y mejor. Después
de haber hablado con Seungri estaba más cómoda y eso se reflejaba en nuestro
desempeño también, descubrí que era un chico muy divertido. Sung Ah ya no se metía conmigo y creo que la
razón principal era que su fiel compañera, Kim Nam había renunciado después de
la humillación sufrida en plena sala de prácticas. Alguien dijo un día que se
había ido a otra empresa, menos conocida.
Un día nos dejaron Salir antes, al día siguiente igual. Poco
a poco los tiempos de ensayo se habían reducido por encima de la mitad,
dejándome tiempo libre, que si bien no era demasiado, después de las semanas
anteriores tan ajetreadas, me sabia a gloria.
Pese a que mi mente se mantenía ocupada la mayoría del
tiempo, no podía evitar pensar en cuanto extrañaba a mi novio, a mi amiga…
Decidí llamar a Emily un día, tal vez ahora que comenzaba a tener un poco más
de tiempo libre y que los tiempos para los ensayos se habían reducido a la
mitad, podría visitarlos.
--- Mati por dios, te creía perdida en guerra ¿Dónde te has
metido mujer? – Dijo Emily cuando al fin atendió el teléfono.
---Ensayando, ensayando mucho.
---No te vuelvas a desaparecer así, te extraño. Han sucedido
muchas cosas… - De pronto el alegre tono que tenía al contestar el teléfono se
desvaneció dando lugar a un dejo de tristeza que se percibía en su voz.
---¿Todo bien?
---Emmm… no tan bien como quisiera… pero – Lo sabía, la
conocía, algo no andaba bien y presentía que tenía algo que ver con Jung Shin y
lo que había dicho en la conferencia. Sabía que Emily resultaría afectada por
esta mentira.
---¿Quieres contármelo? - Pregunté
---No por teléfono, es complicado.
---Ummm, veré con Min Hyuk si puedo visitarlos un día de
estos. Emily prométeme que sabrás defenderte y cuidarte.
---¿Defenderme? – Preguntó ella confundida.
---De Jung Shin, no permitas que te maltrate, que vuelva con
sus estúpidos jueguitos. Es tiempo de que madure, no puedes dejar que te siga
maltratando – El que Jung Shin se hubiera comportado de forma tan infantil con
nosotras, sobre todo con Emily, me exasperaba demasiado.
---Oh no, Mati las cosas ya no son como antes, bueno él no
es el mismo.
---Bueno, sólo digo que mantengas los ojos bien abiertos y
que cualquier idiotez que ese chico intente, me lo digas. Yo si soy capaz de
golpearlo. – Del otro lado de la línea Emily estalló en carcajadas. – No
entiendo que es tan gracioso. – Dije intentando que mi voz sonara seria.
---Nada, es sólo que te imagine, con tu uno cincuenta que
levantas del piso, intentando golpear a Jung Shin, con sus inalcanzables uno noventa.
– Y de nuevo comenzó a reír.
---Hey, es uno cincuenta y tres. Además que sea pequeña no
impedirá que lo golpeé si se atreve a hacerte algo.
---Gracias Mati, eres la mejor. Pero no creo que vaya a ser
necesario. Las cosas han cambiado demasiado desde que te fuiste.
---¿Entonces me dirás que no estás triste por lo que dijo
Jung Shin en la conferencia?
---No… bueno si… es complicado. No se cómo explicarlo… - Y
de pronto su voz volvió a tener un semblante triste y melancólico.
---Bueno, iré en esta semana para que podamos hablar. Y ya
sabes, si Jung Shin te hace algo, me lo dices, así podré llevar un banquito
conmigo. Jajajaaja
---Jaja Esta bien, nos veremos pronto entonces. Cuídate.
---Bye. – Colgué el teléfono.
Los siguientes días hablé con Min Hyuk. NO sé cómo lo hizo
pero al final, arregló todo para que un viernes fuera a visitarlos. Estaba más
que contenta.
Por fin el día había llegado. Por fortuna el ensayo pasó rápido y salimos un
poco más temprano de lo normal. Me di un baño rápido y tomé mis cosas. Salí a
esperar que algún taxi pasara para que me llevara a la casa de los chicos. Min
Hyuk me había dado la dirección para usar la puerta trasera. Según me dijo
muchos de los fans seguían acampando afuera, ahora ya no se sabía cuál era la
razón. Algunos estaban ahí para apoyar a Yong Hwa, otros para oponerse a la
“relación” de Jung Shin y Emily y algunos más sólo eran saesangs.
Caminaba distraída por la calle, no tardaría mucho en
anochecer. De pronto vi a un chico
recargado en un poste de luz, usaba una gorra y unos lentes de sol, su rostro
estaba totalmente cubierto, sumado a la creciente obscuridad en que la ciudad
poco a poco se iba sumergiendo era prácticamente imposible reconocerlo. Aun así
se me hacía conocido, esa silueta, esa complexión… tal vez sólo se parece a
alguien. Me dije a mi misma y seguí mi camino, al pasar junto a él, sentí mi
brazo siendo atrapado.
Desconcertada, volteé hacia él y estaba a punto de reclamarle,
cuando sonrió con coquetería. Esa sonrisa…
---No te reconocí. – Dije al mismo tiempo en que rodeaba su
cuerpo en un abrazo y besaba sus labios.
---Olvidas lo bueno que soy actuando. – Contestó con
presunción. Sonreí nuevamente.
---No sabía que vendrías por mí. – Dije aun sonriendo.
---Una sorpresa.
---Dios, te extrañé tanto. – Dije abrazándolo nuevamente.
---Y yo a ti. – Contestó Min Hyuk volviendo a besarme. – Vamos,
no quiero tener problemas con los paparazzi.
Caminamos un buen tramo de calle hasta llegar a un callejón,
en donde Min había dejado estacionado su auto. El viaje a su casa se tornó
bastante agradable. Tuvimos tiempo suficiente para ponernos al tanto de lo que
había pasado en nuestras vidas. Porque a pesar de hablar por teléfono casi
diario, no se comparaba a hablar cara a cara.
Cuando estábamos a una esquina para llegar, dio la vuelta y
rodeó la cuadra. Se estacionó frente en una calle descuidada.
---Aquí es. – Dijo señalando una reja de metal.
--- Pensé que sería… diferente. – Min Hyuk salió del auto y
me abrió la puerta.
---Lo sé, esta descuidado, lo arreglaremos después. Por
ahora estoy tan feliz que tengamos un lugar para poder salir sin problemas. –
Contestó sonriendo.
Abrimos la reja y Min Hyuk estacionó su auto dentro del
terreno, cerramos con candado y entramos en la casa.
---Wow, se siente como si hubieran pasado años desde que me
fui de aquí. – Comenté. Min Hyuk rodeó mi cintura con su brazo y sonrió.
---Vamos, Emily debe estar esperándote.
Tal y como lo dijo, Emily estaba en la sala, en cuanto abrí
la puerta corrió a abrazarme.
---¿Por qué tardaron tanto? Estaba comenzando a preocuparme.
– Dijo Emily.
---Tranquila, ya estamos aquí. – Contestó Min Hyuk. Y
después dirigiéndose a mí, agregó : Llevaré esto a tu habitación.
---¿Cómo? ¿Te quedarás aquí más días? – Preguntó mi amiga al
ver mi pequeña maleta.
---Creo que olvide mencionarlo. – Respondí con una sonrisa.
– Bueno en el trabajo me dieron unas pequeñas vacaciones, así que decidí
aprovechar esta oportunidad para pasar tiempo con ustedes.
---¡Genial! Así podrás ponerme al tanto de todo lo que ha
sucedido. – Dijo Emily emocionada. – Te quedarás en tu antigua habitación
¿Cierto? Creo que tendremos que limpiar un poco, la hemos estado usando como
bodega.
Tal y cómo lo dijo Emily. Min Hyuk, mi amiga y yo pasamos gran parte de
la tarde, limpiando la recámara. Por suerte la cama y dos muebles aún seguían
ahí. No necesitaba más, después de todo, sólo me quedaría tres días. Cuando
terminamos, comimos algo.
Sólo hasta ese momento me encontré con Jung Shin, a pesar de
que Emily había dicho que las cosas ya no eran como antes, me costaba mucho
creerlo. Sin mencionar el cierto rencor que sentía hacia él por lo que hizo en
el pasado.
Al parecer yo tampoco le caía precisamente bien, estaba
atenta a cualquier movimiento que hiciera, no iba a permitir que siguiera
haciendo daño a mi amiga.
---¿Tampoco ha hablado contigo? – Le preguntó Emily a Jung
Shin en determinado momento durante la comida.
---No, desde la conferencia, todo se ha vuelto muy extraño.
– Entonces entendí que hablan de Jong Hyun.
---¿Pasa algo con Jong Hyun? – Pregunté más para Emily, que
para Jung Shin.
---No ha vuelto a casa en días y tampoco contesta su
celular. – Para mi sorpresa fue Jung Shin quien me respondió. Luego
dirigiéndose a Emily dijo: - Estoy seguro que está bien, tal vez sólo necesite
pensar. Dale tiempo, ya se le pasará.
---Estoy comenzando a preocuparme en verdad ¿No crees que
deberíamos buscarlo? – Preguntó Emily.
---No, por ahora sólo dejémoslo en paz. Es lo que necesita.
- ¿Qué tanto pudieron haber cambiado las
cosas para que Jung Shin, el mismo chico que apenas meses atrás nos había hecho
la vida imposible, ahora diera palabras para confortar a Emily? Estaba
confundida, al parecer mi amiga tenía razón y el maknae había cambiado, pero me
mantendría alerta, esto podría ser parte del cualquiera que fuera el plan que
tuviera.
Después de comer, recogimos la mesa. Emily y yo salimos al
jardín y por fin pudimos hablar. Me lo contó todo, lo que sucedió en la
conferencia una vez que me fui, la reacción de Jong Hyun y lo que había
sucedido entre ellos. Se veía realmente mal, confundida, preocupada y temerosa,
intente ayudarla aunque tampoco era mucho lo que podía hacer.
---¿Lo amas? – Le pregunté en un intento de ayudarla a aclarar
su mente y sus sentimientos.
---No como él espera. – Contestó con expresión triste. – Tú
lo sabes, lo importante que es para mí, lo mucho que lo quiero. Pero no puedo
corresponder a sus sentimientos, no quiero lastimarlo.
---¿Tiene esto algo que ver con Jung Shin?
---¿Qué? … No. – Se apresuró a contestar. – Es sólo que en
estos momentos no creo estar en condiciones de tener una relación sentimental.
Todo lo que ha pasado en los últimos meses… Lo único que quiero ahora, es que
todo esto acabe. Que Yong Hwa despierte, y que todo vuelva a ser como antes.
---Tranquila. Todo se arreglará, te lo aseguro. Respecto a
Jong Hyun, creo que lo mejor es que hables con él. No está bien que haya esta
clase de malentendidos entre ustedes. Merece una explicación.
---Lo sé, he estado intentado contactarlo y no aparece, es
como si se lo hubiera comido la tierra. Estoy comenzando a desesperarme.
---Jung Shin lo dijo, él estará bien. No es ningún niño y
sabe cuidarse. Así que ya no te preocupes más. Estoy segura que cuando menos lo
esperes, él entrará por esa puerta y entonces podrán hablar tranquilamente.
---Hay otro asunto… a veces sólo quisiera irme de aquí. Es
decir, ya no soy necesaria, cuido a Yong Hwa un promedio de cuatro horas al día.
Su madre y el doctor Choi se hacen cargo de él todo el tiempo. Y lo que paso
ahora con Jong Hyun… siento como si ya no tuviera ningún sentido seguir aquí.
---¿De verdad quieres regresar a México? – Pregunté
---MI madre llamó hace unos días. El cumpleaños de mi
hermana es en una semanas.
---El cumpleaños de tu heramana…
---No sé qué hacer. –Dijo al mismo tiempo en que se
levantaba de la banquita en que estábamos sentadas. – Sabes lo importante que
es para mí, y… aquí ya no hay nada que yo pueda hacer.
---Entonces hazlo, no hay razón para quedarte en un lugar en
el que no te sientes cómoda. – Emily volteó a verme sorprendida. – Por mucho
que quiera pedirte que te quedes, si ya no te sientes bien aquí y deseas
regresar, te apoyaré.
---No puedo hacerlo. No puedo irme y dejar aquí a Yong Hwa
como si lo que le hubiera pasado no tuviera nada que ver conmigo. Jong Hyun,
Jung Shin, Min Hyuk, Sun Hee… todos confiaron en mí. – Volvió a sentarse en la
banca con pesadez.
---¿Entonces qué es lo que quieres hacer? – Pregunté intentado
ayudarla a encontrar una solución.
---Escapar… sólo por un momento, olvidarme de todo. No tengo
el valor ni la desfachatez para abandonarlos así como así. Es egoísta, pero
quiero un momento para mí.
---Creo que es momento que pienses en ti, por un momento al
menos. Estoy segura de que lo entenderán.
---¿Pero qué hago? No puedo irme así como así y dejar todo
botado, abandonarlos, no soy capaz.
---No permanentemente.
---¿ Qué? – Preguntó Emily confundida.
---Podrías regresar. Así podrías despejar tu mente, visitar
a tu familia y además regresar para cuidar de Yong Hwa. No creo que ellos
tengan problemas con eso.
---Tienes razón ¿Cómo no se me ocurrió antes? Es perfecto.
Gracias Mati. – Dijo ella al mismo tiempo en que me abrazaba.
---De nada, para eso estamos ¿No? – Contesté sonriendo.
Los siguientes dos días pasaron demasiado rápido para mi
gusto. Cuando caí en la cuenta, ya debía regresar. El último día me despedí de
Emily y de Sun Hee. Min Hyuk me llevó a cenar y después a mi casa. Por la noche
llamé a Emily, me dijo que ya había hablado con Jung Shin y que le había dicho
que no había ningún problema en que mi amiga regresara a México por un par de
semanas. Parecía como si el maknae fuera alguien totalmente diferente, estaba
confundida. Bueno, al menos parecía que estaba ayudando a Emily.
La mañana siguiente me levanté con la energía repuesta,
había descansado y además pasado momentos realmente agradables, me daban las
fuerzas para continuar con los pesados ensayos. Ese día, practicamos hasta las
ocho de la noche, pero nos dijeron que aún no podíamos irnos, que esperáramos.
Así lo hicimos y a los pocos minutos entró en CEO en la sala
de prácticas, era la primera vez que lo veía, desde que entré a trabajar en la
empresa, generalmente sólo trataba con los miembros de Big Bang o con los instructores
y coreógrafos, pero estaba ahí para dar un aviso importante.
---Buenas noches chicos, antes que nada quiero felicitarlos,
han hecho un estupendo trabajo. Lograron tener listas las coreografías aún
antes del tiempo establecido. Eso es bastante impresionante y por lo mismo he
decidido darles unas merecidas vacaciones. El estreno del nuevo álbum será en tres
semanas y como bien saben, dos días después iniciaremos las promociones, además
de un par de conciertos que ya tenemos agendados. Necesito que estén
descansados y que regresen con toda la energía. Voy a darles dos semanas de
vacaciones y regresaran una antes de que inicien las promociones para dar los
últimos ensayos. Sus vacaciones iniciaran a partir de este fin de semana.
Descansen y recuperen fuerzas. Nos veremos dentro de dos semanas. – Después de
decir esto salió. El festejo colectivo daba cuenta de lo emocionados que
estábamos por tener al menos unos cuantos días libres y de descanso.
---Bien chicos, ya lo escucharon, preséntense mañana para
arreglar los últimos detalles y podrán tener unos días libres. – Dijo el instructor.
Recogí mis cosas y Salí. Estas vacaciones eran caídas del cielo, sinceramente también
extrañaba a mi familia, a mi país. Hablaba a menudo con mis padres y con mi
hermano, pero no era lo mismo. Ellos sabían que me había ido a Corea a trabajar
como bailarina, sabían lo bien que me había ido; mi hermano incluso sabia de
Min Hyuk. La verdad era bastante afortunada de poder contar con su apoyo. Ahora
podría ir a México con Emily y regresar a tiempo para los últimos ensayos. Parecía
cosa del destino.
Me quedaba pocos días para organizar todo. Suzy se quedaría
en la casa, pues a ella no le habían dado vacaciones. Llamé a mis padres para
ponerlo al tanto de que iría a visitarlos, se pusieron muy contentos, después
de todo, hacía más de seis meses que no nos veíamos. Después llamé a Min Hyuk
para contarle, insistió en que quería acompañarme pero considere que aún no era
tiempo para que conociera a mi familia. También llamé a Emily para que nos
fuéramos juntas, compramos los boletos y acordamos una fecha para el viaje.
Sin embargo, y no siendo todo tan perfecto, tuve que
quedarme dos días más ayudando al Instructor en el diseño de nuevas coreografía,
esto como parte de mi sanción. Así que cuando al fin terminamos, estaba más que
entusiasmada por el viaje.
Por fin el día llegó, me despedí de Suzy y tomé un taxi para
llegar a la casa de los chicos. Min Hyuk ya me esperaba en la puerta trasera,
se ofreció a llevarnos al aeropuerto. Cuando entré en la casa, Emily aún no tenía
listas sus maletas, a decir verdad se veía algo ausente. Supuse que sería
porque el día anterior tuvo que asistir a un programa para una entrevista
acerca de su falsa relación con Jung Shin. Emily no acostumbraba mentir, tenía
un cierto odio por las mentiras y que ahora tuviera que decir una de esa
magnitud, seguramente la puso mal.
La ayudé a hacer su maleta y salimos rumbo al aeropuerto. Me
despedí de Min Hyuk por décima vez, nos ayudó a bajar las maletas y se fue. Era
mejor de esa manera, no era buena con las despedidas.
Alcancé a Emily cerca de la sala de espera, compramos algo
de comer y cuando estábamos punto de
abordar el avión, recibió una llamada.
No entendía nada de lo que sucedía, se veía alterada,
preocupada, nerviosa, el color huyó de su rostro. Parecía como si fuera a
colapsar de un momento a otro. Al preguntarle que sucedía, solo obtuve una
respuesta corta.
---Yong Hwa. – Dijo ella con voz temblorosa.
NARRA EMILY
Sentía todo a mi alrededor dando vueltas. Mi cabeza era un
torbellino de ideas, todas ellas me aterrorizaban. Escenarios espeluznantes
aparecían en mi mente. Mati me ayudó a sentarme en una banca cercana, trataba
de tranquilizarme, pero también ella estaba bastante alterada.
---¿Qué pasa? Emily, responde. – Pero yo no podía articular
palabra. Tomó el celular de entre mis manos intentando saber que era lo que sucedía.
---La batería murió. – Pude decirle al fin.
---¿Qué está pasando? – Dijo ella devolviéndome el celular.
---Jong Hyun llamó, dijo que algo había pasado con Yong Hwa.
– Traté de explicarme lo mejor que pude.
----¿Qué? ¿Despertó? – Preguntó Mati. A pesar de que
desearía que esa fuera la razón para que Jong Hyun me hubiera llamado, algo en
mi me decía que no era así. La frase “Él no está bien” retumbaba en mi cabeza. Sin
mencionar ese presentimiento que había tenido hace algunos días y que me
alertaba que algo no andaba del todo bien.
---No lo sé… tal vez – Mentí, lo que menos quería era
alterar a Mati también. - El
celular se apagó antes de que pudiera preguntar algo más.
---¿Deberíamos regresar? – Preguntó mi amiga. En ese momento
uno de los guardias se acercó a nosotras.
---¿Señoritas van a abordar? El avión está a punto de
despegar. – Preguntó.
---No, lo siento. ¿Dónde podemos recoger nuestro equipaje? –
Contestó Mati, dándose cuenta que yo aún estaba demasiado alterada para
hacerlo.
---Lo siento, el avión con el equipaje ya despejó. Hará una
escala en Los Ángeles. Pueden recoger su equipaje allá.
---No puede ser – Exclamó Mati con pesadez. - ¿Si no lo
recogemos, lo guardarán?
---No, lo lamento, no contamos con servicio de paquetería. Podrían
enviar las maletas de regreso, pero el proceso tardaría un mes más o menos, y
necesitan que alguien de confianza valla a firmar el reenvío. – Contestó el guardia. Todas nuestras
pertenencias estaban en esas maletas, ropa, celular, computadoras, todo. No
podíamos darnos el lujo de perder esas maletas.
---¿Qué hacemos? – Mati volteó a verme.
---Ve primero, te alcanzaré después.
---¿Qué? No lo haré. ¿Y si realmente paso algo malo con Yong
Hwa?
---Bueno no se solucionará perdiendo nuestras maletas
tampoco.
---Señoritas, ¿Van a abordar o no? – Preguntó el guardia con
tono impaciente. Entonces contesté Si, al mismo tiempo en que Mati decía No.
---¿Puede darnos dos minutos? Por favor. – Dije con tono
suplicante. El guardia se apiadó de nosotras, hablo con el piloto para que
esperara un par de minutos para despegar, y después de eso se alejó. – Vamos
Mati, por favor. Necesito volver y averiguar qué es lo que sucedió.
---Por eso, regresemos. Si algo paso, tengo que estar con
Min Hyuk, apoyarlo.
---No podemos darnos el lujo de perder nuestro equipaje. –
Repliqué. Creí que había comenzado a convencerla. – Además no creo que nada
realmente haya sucedido, tal vez simplemente movió la mano y creen que
despertará. Si fuera algo grave, ya nos habríamos enterado ¿No lo crees? Las
malas noticias viajan rápido. O quizás despertó.
---Pero y si algo malo pasó en realidad.
---Esperemos que no sea así. Por favor, necesito que recojas
el equipaje, te alcanzaré en el próximo vuelo que salga, son sólo unas cuantas
horas de diferencia. Además cuando sepa que es lo que está pasando, te enviaré
un mensaje y podrás verlo cuando recuperes tu celular. – Aun se notaba
indecisa, pero poco a poco la iba convenciendo.
---¿Prometes avisarme cualquier cosa que suceda?
---Claro, lo prometo. Iré a la casa, averiguaré que sucedió
y te mandaré el mensaje. Después vendré al aeropuerto y tomaré el siguiente
vuelo. Te apuesto a que no es nada grave.
---Está bien. – Dijo después de algunos segundos de
pensarlo. – Por favor dile a Min Hyuk que lo quiero. Trataré de volver antes. –
Tomó su bolso de la silla donde lo había dejado.
---No será necesario, ya lo verás. Jong Hyun tiende a
exagerar. – Mentí. Mati me abrazó y entró en el andén para abordar el avión.
Volteó a verme por última vez y le sonreí tratando de darle la confianza y
seguridad que en ese momento ni yo sentía.
Después de eso, y cuando me di cuenta que ya no podía verme.
Salí corriendo del aeropuerto. Rogaba para conseguir un taxi rápido y que no
tuviera que esperar mucho. Estaba de suerte pues pasó uno desocupado, le hice
señales y se detuvo. Me subí y le di la dirección de la casa de los chicos.
Sin embargo le pedí que me bajara una cuadra antes, pague y volví
a correr. Decidí que era más seguro usar la puerta trasera. No tenía las llaves
pero tal vez Min Hyuk hubiera olvidado cerrar la puerta y podría entrar sin
problemas.
Al cabo de algunos minutos corriendo llegué enfrente de
aquella alta reja metálica.
---Por favor, que no esté cerrado. – Dije para mí misma,
pero una enorme cadena y un candado echaron por tierra mis ilusiones de entrar
sin problemas en la casa. - ¿Y ahora qué hago?- De pronto pequeñas gotas de
lluvia comenzaron a caer sobre mi cabeza, con la gran cantidad de cosas que tenía
en mente ni siquiera me había dado cuenta de las señales en el cielo que
presagiaban una tormenta.
Pero entonces pensé, si llovía tal vez los fans enfrente a
la puerta principal se irían a su casa y entonces podría tocar el timbre para
que alguien saliera a abrirme. Volví a rodear la casa, e tapé la cabeza con la
capucha de mi sudadera y con la bufanda gran parte del rostro.
Me asomé con cuidado esperando que ya no estuvieran los
fans. Pero lo único que vi, es como sacaban paraguas, impermeables y algunos
usaban sus casa de campaña para cubrirse de la lluvia. Estaban más preparados
que yo.
Regresé a la puerta trasera e intenté abrirla, aun sabiendo
que mis posibilidades eran nulas, no tenía la fuerza suficiente para romper esa
gruesa cadena, ni en sueños.
Podría ir a algún centro comercial y comprar una batería o
un cargador y llamar a alguno de los chicos para enterarme que es lo que estaba
pasando. Saqué mi cartera de mi bolso, sólo tenía poco dinero ni siquiera era
el suficiente para pagar un taxi. La lluvia incrementó como la cerecita en el
pastel. Comenzaba a hacerse una especie de lodo bajo mis pies. Pronto
anochecería también y tenía que moverme rápido.
Necesitaba entrar a la casa o me resfriaría, sin mencionar
que si algo malo le había pasado a Yong Hwa y me llamaron es porque me
necesitaban. Tal vez el doctor Choi había tenido alguna emergencia en el
hospital y ahora no sabían cómo cuidar de Yong. O el peor de los escenarios y
aquel en el que ni siquiera quería pensar: había empeorado su situación….
Desesperada, miré a mí alrededor, intentando encontrar algo
que pudiera ayudarme. No encontraba nada, hasta que mi mirada se topó justo con
mi obstáculo. La reja era alta, al igual que las paredes, pero tenía pequeños
decorados que podría usar con escalones para llegar a la cima y poder saltar hacía
el interior. Sin embargo también estaba el peligro de las imponentes puntas de
metal en la cima de la reja. Pero no tenía otra opción.
Comencé a subir, cuando
estaba a la mitad, empecé a dudar, tal vez no era una buena idea, cuando estaba
abajo lo parecía. Pero ya había llegado hasta ahí, así que seguí subiendo. Me
sostenía con fuerza pues el lodo y la lluvia podían hacerme resbalar en
cualquier momento. Cuando llegué a la cima, me sujeté fuertemente y pasé la
pierna izquierda sobre la cerca, apoye mi pie en la primer adorno que mi pie
encontró. Con cuidado me sujeté firmemente y comencé a pasar la otra pierna.
Pero de pronto sentí como mi pie izquierdo resbalaba sobre el metal, perdí el
equilibrio. Como un acto reflejo intenté sujetarme nuevamente a la reja. Lo
siguiente que sentí fue la afilada punta de metal rasgando la tela de mi
pantalón y antes de que pudiera hacer algo para evitarlo la piel de mi pierna
fue lastimada por aquel pico metálico.
Sin pensarlo dos veces,
me solté para evitar que mi pierna se cortara aún más. Sólo hasta entonces me
di cuenta que estaba cayendo casi tres metros, por lo que puse los brazos hacia
atrás, en un intento por protegerme. Al caer escuché un crash y sentí un enorme
dolor en mi muñeca, incluso opacó el dolor de mi pierna.
Me quedé algunos segundos inmóvil, intentado deshacerme del dolor.
Me quedé algunos segundos inmóvil, intentado deshacerme del dolor.
Me enderecé como pude y comprobé el estado de mis heridas. Mi
muñeca izquierda dolía muchísimo, Pero al parecer sólo la tenía lastimada, sin
fracturas. Mi pierna era otro asunto. Mi pantalón tenía una fisura de treinta
centímetros por encima de la rodilla. Aparte con cuidado los trozos de tela.
Una cortada del mismo tamaño que se exhibía descaradamente sobre la piel de mi
pierna sangraba sin parar. El corte era profundo. Con mi mano derecha me quité la
bufanda y como pude la amarré a mi pierna, como un torniquete improvisado. AL menos
detendría la hemorragia. Aunque estaba segura que necesitaría recibir
puntadas. Metí con mucho cuidado mi
muñeca en el bolsillo de mi sudadera en un intento por inmovilizarla. El auto
de Min Hyuk estaba estacionado en ese terreno. Si la puerta que daba a la casa
estuviera cerrada, tocaría el claxon. Caminé con dificultad hasta la puerta
oxidada y al empujarla esta cedió con facilidad. Al menos esta no estaba
cerrada.
Entré y la cerré tras de mí. Atravesé el patio y entré a la
casa por la puerta de la cocina. Las luces estaban apagadas, y mi imaginación seguí
torturándome ¿Y si llegué demasiado tarde?
Con miedo salí al comedor. No había señales de vida. Al pasar
frente a la sala me encontré con Min Hyuk y Jung Shin viendo una película. No entendía
que demonios pasaba. ¿Por qué ellos estaban tan tranquilos como si nada? Jung
Shin notó mi presencia.
---Emily ¿Qué haces aquí? – Después vio el estado en el que
me encontraba, totalmente mojada, mi pantalón manchado de sangre y una bufanda
amarrada torpemente en mi herida. Se levantó preocupado. - ¿Qué fue lo que
pasó?
---¿Dónde está Mati? – Preguntó Min Hyuk ansioso.
Posiblemente creyó que algo había pasado en el aeropuerto.
---Ella está bien, está en un avión hacia México. – Contesté
---Creí que estarías con ella, que irías a México. ¿Qué fue
lo que pasó? – Preguntó Jung Shin ansioso.
- ¿Dónde está Yong Hwa? – En lugar de responder, pregunté lo
que estaba matándome
---En su habitación. Emily necesitamos llevarte a un hospital.
– Dijo Jung Shin.
---¿Él está bien? – Pregunté confundida.
---Sí, la señora Jung y el doctor Choi están con él. –
Contestó aún más confundido. Necesitaba comprobarlo por mí misma. Caminé hasta
su habitación y estaba a punto de abrir la puerta, cuando alguien me abrazó por
detrás.
---Volviste. – Totalmente desconcertada me zafé y lo encaré.
---¿Qué demonios está pasando Jong Hyun? Dijiste que Yong Hwa
no estaba bien, pero… Jung Shin dice que todo está normal. – Su rostro me lo
dijo, me había mentido. Evadía mi mirada. – Me mentiste, yo… - No encontraba
las palabras para expresar como me sentía. La rabia me invadía.
---No es lo que crees, sabía que si te decía que Yong estaba
mal, regresarías.
---Y me engañaste, para que volviera… ¿Por qué? – Sin darme
cuenta el tono de mi voz se había elevado. Jung Shin y Min Hyuk se acercaron a nosotros.
La puerta frente a mí se abrió. El doctor Choi salió a ver que sucedía. Y en
ese momento lo vi. Seguía recostado en su cama, Yong Hwa estaba tal y como cuando
me fui. El sonido de los beeps rítmicos me indicaba que él estaba realmente
bien. Me sentía aliviada, pero pronto pasó al darme cuenta que Jong Hyun me
había engañado.
---Creí que estarías en un avión hacia México justo en estos
momentos. – Comentó el doctor Choi. Pero en esos momentos no estaba para dar
explicaciones. Sentía tanto enfado y decepción.
---Contéstame Jong Hyun ¿Por qué lo hiciste? – Casi estaba
gritando.
---Emily, hay que llevarte a un hospital, después arreglaran
sus asuntos. – Dijo Jung Shin. Pero no podía pensar en algo más que en todo el
enojo que sentía.
---Primero me evitas y luego haces estas estúpidas bromas
¡¿Qué demonios pasa contigo?! – Le dije con furia a Jong Hyun.
---Déjame explicarme… - Contestó él. Los demás sólo nos veían
sorprendidos.
---¿Qué vas a explicarme? ¿Qué usaste la condición de tu
amigo para torturarme?.
---Chicos, creo que será mejor que hablen en privado. – Dijo
el doctor Choi.
---Primero hay que llevarla a un hospital. – Contestó Jung
Shin.
---Me engañaste, eres un demente.– Dije secamente. Pero Jong
Hyun ignorando totalmente lo que había dicho, tomó mi mano y me condujo a una
habitación en la que nunca antes había entrado. Casi todos sus instrumentos
estaban ahí. La batería de Min Hyuk, algunas de las guitarras de Jong Hyun y
las de Yong Hwa. Los bajos de Jung Shin. Además de un teclado y varias bocinas
y micrófonos. Supuse que sería el lugar donde ensayaban.
Jong Hyun se arrodilló frente a mí.
---Déjame ver tu herida. – pese a su petición, di un par de
pasos hacia atrás.
---¿Ahora quieres arreglar lo que tú mismo provocaste? – Dije
sarcástica. Él se puso de pie. - ¿Tienes la mínima idea de lo preocupada que
estaba? Creí que Yong Hwa incluso había muerto. – Lágrimas de rabia y a la vez
de tristeza al recordar todo lo sucedido apenas unas horas antes rodaron por
mis mejillas.
---No era mi intensión que esto te sucediera. No me dejaste
otra opción, no contestabas tu teléfono y no quería que te fueras sin al menos
hablar antes. – Contestó
---Nada de esto habría sucedido si no me evitarás. Si
estuvieras aquí podría haberte dicho: “Hey ¿Qué tal? Me voy a México por dos
semanas” Pero ni siquiera quisiste escucharme. Eres tan egoísta que sólo te
interesaste en ti, sin preocuparte si quiera por lo que yo estuviera sintiendo.
Lo preocupada que estaba por ti no te interesó. Así que no me vengas ahora con
que es mi culpa.
---Por eso quería arreglar las cosas, hablar contigo antes de
que te fueras. Pedirte perdón.
---¿Y para eso usaste a tu amigo en coma?
---Sabía que era la única manera en que te quedarías, si
creías que algo le había pasado.
--- Al parecer ni siquiera tienes la decencia de respetar la
condición de Yong Hwa. –Ambos estábamos muy molestos y decíamos cosas que no sentíamos
ni tampoco pensábamos.
---Habría sido diferente si Jung Shin fuera quien te pidiera
que te quedarás ¿Cierto? – Me quedé viéndolo totalmente confundida, después de
un momento se acercó lentamente a mí.
---¿Qué tiene que ver Jung Shin aquí?
---No me importa si es con él con quien quieres estar, sólo
no puedo dejar que te vayas.
---Estoy harta que todos crean que cada cosa que hago tiene
que ver con él.
---¿Me lo negarás? ¿Me negarás que estás enamorada de él?
Sólo así puedo entender que hayas soportado todo lo que te hizo, que aceptarás
decir que tienes una relación con él… que…que me rechazarás.
---Así que de eso se trata. Como no correspondo tus
sentimientos, me castigas así. Haciéndome creer que le ha pasado algo a Yong
Hwa. – Su semblante cambió y su rostro que antes mostraba tristeza ahora
reflejaba enojo.
---No puedo entenderte, primero abandonas todo así como así;
tal como si en esto no tuvieras algo de responsabilidad, y después vienes
corriendo cuando crees que algo le ha pasado.
---¿Crees que fue fácil para mí? ¿Crees que no sé qué esto también
es mi culpa? Porque si hubiera sido más lista, no le hubiera provocada estar
posado en esa cama. – Las lágrimas seguían cayendo.
---No, Emily…yo no… no es eso lo que quise decir. – Quiso
acercarse a mí, pero lo rechacé.
---Pero lo hiciste. – Mi cabeza comenzó a doler, tal vez por
las heridas, tal vez por la discusión y los miles de sentimientos que tenía en
ese momento. – No planeé nada hasta saber que él estaría en buenas manos. Que
habría alguien capaz de cuidar de él. – Sentía todo dar vueltas, necesitaba
recostarme, me sentía débil y como si mis piernas no tuvieran la fuerza
suficiente para soportar el peso de mi cuerpo. – Durante siete meses he estado
aquí, cuidando de él. Por un momento, sólo por un momento quería pensar en mí.
Pero parece que eso ya es razón suficiente para que parezca una desobligada
ante tus ojos. – Después de decir eso, me di la vuelta, dispuesta a salir.
Caminaba con dificultad pues además de mi pierna herida sentía como si fuera a
desmayarme de un momento a otro. Escuchaba la voz de Jong Hyun, a lo lejos, ni
siquiera podía identificar claramente sus palabras. Casi al llegar a la puerta,
perdí la conciencia. Me desmayé, sólo recuerdo un enorme dolor pues mi cuerpo
había golpeado contra el piso, haciendo aún más dolorosas mis heridas.
Lo siguiente que recuerdo es escuchar la voz de Jong Hyun,
lejana, no hablaba conmigo, sino con alguien más. Mi cuerpo ya no estaba en el
piso, alguien estaba cargándome. Poco a poco, estaba despertando.
---¿Qué fue lo que le hiciste? – Preguntó alguien más. Después
de algunos segundos identifiqué esa voz como la de Jung Shin. Mis párpados se
sentían pesados aún, pero iba dándome cuenta de lo que pasaba a mi alrededor.
---Se desmayó. – Contestó Jong Hyun, ahora su voz ya no se
escuchaba tan lejana, a decir verdad, se escuchaba bastante cerca de mí.
Entonces me di cuenta que quien estaba cargándome era él.
---Recuéstala en el sillón. – Dijo alguien más. Tardé varios
segundos hasta al fin poder decir que se trataba del doctor Choi. De repente
sentía algo suave bajo mi cuerpo, el sillón.
---Te dije que primero la lleváramos al hospital. – Escuché
la voz de Jung Shin, recriminando a Jong Hyun. Alguien se arrodilló frente a
sillón y desató la bufanda de mi pierna.
---Necesitará puntadas. Y una trasfusión, ha perdido mucha
sangre – Dijo el doctor Choi. Siguió evaluando mi condición, sacó mi brazo del bolsillo
de mi sudadera. Inspeccionó mi muñeca, provocando que gritara de dolor.– Su muñeca sólo está lastimada. No tengo nada
aquí preparado para atenderla, tendremos que llevarla al hospital.
---Min Hyuk, trae las llaves de la puerta trasera. Jung Shin saca
la camioneta, las llaves están en mi cama. – Escuché decir a Jong Hyun. Además
de dos personas que subían las escaleras prácticamente corriendo.
Después de eso, alguien vendo mi pierna. Y después alguien
más me tomaba en brazos. Poco a poco pude abrir los ojos. Atravesamos la sala,
el comedor, la cocina. Salimos al patio, la lluvia había incrementado de intensidad.
---Jong Hyun. – Dije levemente.
---Aquí estoy, tranquila. – Respondió y después gritó. – ¡Min
Hyuk, date prisa!
---Bájame. – Le contesté
---Necesitamos llevarte al hospital. Te pondrás bien. – Me
dijo y una vez más gritó en dirección a la casa. - ¡Min Hyuk! – Tanto Min Hyuk
como Jung Shin, pasaron corriendo junto a nosotros.
---Puedo caminar. – Repuse. A decir verdad no sabía porque
estaba actuando así, lo único que era cierto es que en ese momento me sentía
enojada y dolida. Jong Hyun dudo algunos segundos, pero me bajo. Me puse de pie
como pude. Ignorando el punzante dolor en mi pierna. Me sentía débil aún. Él se
dio cuenta y rodeó mi cintura con su brazo, ayudándome a caminar.
---No, suéltame. – Le dije. En retrospectiva, estaba actuando
como una idiota pero aún estaba furiosa.
---Ya casi llegamos, tranquila. – Contestó sin soltarme aún.
---Dije que me soltarás. – Contesté al mismo tiempo en que
empujaba su brazo. Él intentó agarrarme de nuevo, sólo provocando más mi injustificada
rabia. - ¡No me toques!
---Emily… - Intentó acercarse a mí una vez más.
---¡Aléjate! Me mentiste. No quiero verte. – Él se quedó parado sin
entender mi reacción. Comencé a caminar hacia la puerta oxidada.
Mi pierna dolía, valla que dolía. Sin mencionar mi muñeca que
a pesar de tratar de mantenerla inmóvil, fracasaba en el intento y con cada
paso que daba me lastimaba más. Sentía mi vista nublada y mi cuerpo débil.
Me detuve un par de segundos intentando detener los mareos
que no me dejaban seguir mi camino. Pero eso no sucedió. Cerré fuertemente los
ojos, pero tampoco funcionaba. Sentía como si el piso se moviera bajo mis pies
amenazando con derribarme en cualquier momento.
Abrí los ojos, vi a alguien caminando hacia mí. Di tres pasos
más y fue todo lo que soporté. Aquella persona ahora corría hacia donde yo
estaba. Sentí mi cuerpo desvanecerse sin
que pudiera hacer nada para evitarlo. Ni siquiera era capaz de hacer que mis
manos, o al menos mi mano sana, minimizara el impacto.
A diferencia de mi desmayo apenas minutos atrás, en esta
ocasión un par de brazos, detuvieron mi caída. Lo último que recuerdo es un par
de brazos, levantándome nuevamente. Después de eso perdí la conciencia. Todo se
volvió negro.