sábado, 11 de enero de 2014

I promise you

Parte I 

Parte II 



Parte III

Parte I



El chico saltó la cerca de alambre sin mucha dificultad. A lo lejos comenzaba a escucharse el sonido de una patrulla. No se preocupó, pues tenía una cómoda ventaja sobre la policía. Aún si los vecinos hubieran sospechado y llamado a la policía, era cuidadoso y no dejaba ningún detalle sin atender que pudiera delatarlo.
Caminó por las calles oscuras, metió las manos en los bolsillos de su chamarra, intentado cubrirse un poco del frío. Después de quince minutos caminando llegó al bar en donde había dejado estacionada su motocicleta. A pesar de ser un barrio peligroso en donde más tardaban en colocar alumbrado público que la gente en robarse los focos, un lugar donde todas las casas tenían protecciones en puertas, ventanas y en donde desarmaban en tiempo record los autos; la ostentosa motocicleta negra estaba tal y como la había dejado, sin un rasguño siquiera, era respetado. Todos sabían lo peligroso que era meterse con alguien como él.
Hizo una seña de despedida al dueño del bar, se subió en su motocicleta y condujo a toda velocidad a su casa.
Estacionó la motocicleta y subió las escaleras hasta su departamento. La luz de la sala seguía encendida.
Abrió la puerta y el hombre sentado en la mesa del comedor se levantó al ver entrar al muchacho.
---Won Sik. – Dijo el hombre de mediana edad.
---¿Qué haces despierto? – Contestó el chico mientras tiraba las llaves en la mesita que había cerca de la entrada.
---Yo, sólo, no tenía sueño. – Contestó el hombre. El chico pasó de largo junto a él y se dirigió a su habitación. Cerró la puerta tras de sí. Casi ignorando la presencia de aquel hombre que tanto odiaba. Se dejó caer en la cama y colocó las manos bajo su cabeza.
Miraba el techo imaginando cómo sería su vida cuando hubiera terminado de pagar la deuda. Jamás volvería a ser el mismo, eso lo sabía muy bien. Sus sueños se habían ido en el mismo momento en que decidió pagar esa deuda que no le correspondía. En el momento en que decidió resolver los problemas de alguien más.
Pero aún quedaba una pequeña luz de esperanza en su corazón. Porque cuando todo acabara, sería libre, al fin. Quería irse lejos de todo, de todos, y comenzar una nueva vida. Dejar atrás su pasado y tratar de ser feliz.
Tratar de recuperar esa paz que hace años no sentía.
---Sólo uno más. – Se dijo a si mismo antes que el cansancio lo venciera.
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El lujoso auto se estacionó enfrente a aquel viejo edificio. El chofer se dio prisa en abrir la puerta trasera. Un hombre de unos cincuenta años bajó con elegancia. Vestía un traje fino y fumaba un puro. Caminó hasta la entrada donde dos hombres de presencia imponente, se hicieron a un lado para dejarlo pasar. Un chico delgado caminaba junto a él, sosteniendo un pesado maletín negro.
Caminaron por un largo pasillo hasta llegar a una elegante oficina. Cualquiera que viera la apariencia exterior tan deteriorada del edificio, no podía imaginar siquiera la elegancia del interior.
El hombre se sentó pesadamente frente a un lujoso escritorio de madera. El chico que lo acompañaba, su asistente, le leía todos los pendientes y deberes de ese día. Una voz femenina a través del interfon, interrumpió la lectura del chico.
---Señor Park, Ravi está aquí. – Una sonrisa amplia se dibujó en el rostro de aquel hombre en cuanto escuchó el recado.
---Excelente, hazlo pasar. – Después de eso, hizo una señal a su asistente para que saliera de la oficina. El chico hizo una reverencia y salió. Pocos segundos después, un joven alto y de mirada dura entró en la oficina. – No te esperaba tan temprano. ¿Cumpliste con lo que te pedí?– Dijo el hombre aun sonriendo.
---Nunca falló. – Se limitó a contestar el joven. Arrojó un collar con un pequeño dije negro que parpadeaba, sobre el elegante escritorio.
---Y por eso es que te doy tantas oportunidades.
---El siguiente – Dijo el joven con voz dura. El hombre se quedó viéndolo algunos segundos, inspeccionando su expresión. Se dio cuenta que el joven hablaba en serio.
---¿Se puede saber porque tan pronto?
---Es el último.
---Lo sé. – Contestó el hombre asintiendo. – Aunque la oferta sigue en pie. Sería un placer si decidieras trabajar en mi humilde empresa. – Había un rastro de sarcasmo en la voz del hombre. Se hecho a reír a causa de su propio chiste.
---Nunca más. –Se limitó a decir el joven.
---Es una lástima, pudimos lograra grandes cosas con mi cerebro y tu…talento. Será difícil remplazarte, pero que se le va a hacer. Un desperdicio. - El hombre usó el interfon para llamar a su secretaria. – Sheyli, cariño ¿Podrías traerme el último…expediente?
Segundos después, una chica con un vestido corto y entallado entró en la oficina. Le entregó un folder al hombre. Al darse la vuelta para irse, su mirada se encontró con la de Ravi. Ella le sonrió y él se limitó a voltear el rostro. Las chicas como ella, le revolvían el estómago. Chicas que usaban su cuerpo para su beneficio, que se vendían al mejor postor, detestaba a ese tipo de chicas.
El hombre le entregó el folder con una odiosa sonrisa en su rostro. El joven le arrebató el folder y salió de ahí sin decir otra palabra. Entre menos tiempo estuviera en aquella repulsiva oficina, mejor para él. Metió el folder dentro de su mochila y partió son un rumbo fijo.
Uno más, sólo uno más. Se repetía a sí mismo.
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Condujo alrededor de una hora para llegar a un parque abandonado, su refugio. Nadie lo molestaba, no había nada que le recordara su miserable vida, era el lugar en donde podia desconectarse de todo y fingir que era un chico normal de 20 años.
Se sentó en una de las banquitas y observó alrededor. Todo se veía tan hermoso, tan pacífico.
La mochila negra descansaba a su lado. La curiosidad no invadió, no es que fuera así siempre, a decir verdad nunca leía los expedientes más allá de la información necesaria, dirección, horarios, nada más. Sentía que si leía más de la cuenta podría llegar a sentir pena al llevar a cabo su misión, tal y como le sucedía con los primeros. En determinado momento decidió convertirlos en objetivos, deshumanizarlos, sólo así podía hacerlo. Pero está vez quería saber, quien sería el último en la lista, aquel que en el momento en que dejara de respirar, lo liberaría.
Sacó el folder de la mochila. De repente una foto cayó del folder, se agachó para recogerla y al darle la vuelta se quedó completamente paralizado.
La fotografía mostraba a una chica joven, sonriendo, estaba sentada en la banca de algún parque. 
El chico abrió el folder totalmente confundido y comenzó a leer la información.

Nombre: Melody Evans
Edad: 24 años

Desesperadamente dio la vuelta a la hoja, buscando algo más, pero no había nada. A parte del nombre y los datos básicos, no había más. ¿Por qué su jefe querría desaparecer a alguien como Melody?
Necesitaba una explicación.
Con los objetivos anteriores nunca necesito de una explicación o cuestionar al menos la decisión de su jefe. La mayoría eran hombres que no podían pagar las deudas, o personas que sabían demasiado, en una ocasión tuvo que encargarse de un policía encubierto que no fue lo suficientemente listo.
¿Pero porque una chica? ¿Por qué una chica como ella? No podía imaginarla como alguien que tuviera algo que ver con los negocios de su jefe, ni siquiera tenía la apariencia de una consumidora. ¿O acaso sería todo parte de una broma?
Necesitaba respuestas. Guardo todo en la mochila y se dirigió hacia aquel edificio que tanto detestaba.
Won Sik jamás se había sentido tan confundido como en esos momentos. Su mayor deseo era que todo fuera solamente un error o una mala broma. Después de lo que le pareció una eternidad, llegó a su destino.
Los hombres que se encontraban custodiando la entrada del edificio, se quedaron viéndolo perplejos pero lo dejaron pasar.
Corrió hasta llegar a la oficina de su jefe, en donde entró impetuosamente. El hombre sentado detrás del escritorio volteó a verlo y una sonrisa sínica atravesó su rostro.
---¿Qué sucede? – Preguntó el hombre con un tono de voz increíblemente tranquilo.
---¿Qué significa esto? – Preguntó Won Sik levantando el folder. Sólo hasta ese momento se dio cuenta de que no estaban solos.
---Ravi, que gusto verte de nuevo. – Habló un chico sentado de espaldas a la puerta y de frente al escritorio. – Volveré después. – Dijo dirigiéndose al hombre sentado frente a él. Después se levantó y se dirigió hacia el chico parado detrás de él. – Espero que nos veamos pronto.
---P.O – Susurró Ravi a manera de saludo.
---Aún tenemos asuntos pendientes. – Contestó P.O con una sonrisa descarada.  Ravi se limitó a dedicarle una mirada de fastidio.
P.O al igual que Ravi eran “cazadores” como su jefe los llamaba. La diferencia es que P.O Había llegado ahí por su propia cuenta, a diferencia de Ravi, él había elegido hacer esto con su vida. No era secreto que no se soportaban. P.O era descuidado e impulsivo, Ravi por otro lado era cuidadoso y no cometía errores. Entre ambos había surgido una rivalidad difícil de sobrellevar. Ravi buscaba mantenerse alejado de las provocaciones, su principal objetivo era poder cumplir con su promesa y largarse de ese lugar para siempre. P.O esperaba sólo el momento perfecto para atacar.


viernes, 10 de enero de 2014

Beautiful Lie vi



Capítulo 6 – Beautiful lie

Habían pasado tres semanas desde el accidente de YoungJae y KimJin. La separación de habitaciones y ese incidente habían traído varios cambios en el grupo y sobre todo en la relación que sostenían unos con otros.

En primer lugar el líder se sentía un tanto traicionado y no sabía qué hacer.  El control del grupo era fundamental pero sentía que se lo quitaban de las manos. El manager Kang ayudó a que no se formara un escándalo y sobre todo trataba que Bang no se sintiera culpable de nada. El manager no sabía la verdad pero tenía sospechas de que le estaban mintiendo por algo más grande. No podía exigir que le dijeran todo y en lugar de ello, esperaría a que ellos mismos se acercaran a él a su debido tiempo.

Cada uno sostenía sus luchas internas. YongGuk, por su parte, no era malo pero le era demasiado difícil hablar con el DaeJae. Debatiéndose por partes iguales a decisiones distintas.

Por un lado deseaba apoyarlos y hacerles ver que no le importaba su sexualidad siempre y cuando fueran felices y supieran separar lo profesional de lo personal.  No era un ogro como pensaba y le reprochaba JongUp para querer separarles, pero si estaba actuando de esa forma tan fría se debía a una sola cosa: ellos mismos.

¿Qué pasaría o que harían si llegaban a enterarse de que sus amigos eran homosexuales y llevaban una relación? A él no le importaba pero los medios les atacarían y lastimarían demasiado.  Luego de eso, pensar que las babys les apoyarían incondicionalmente no era más que una utopía. Estaba seguro que muchas de ellas les verían con cara de asco y aún con el apoyo de algunas otras, no podrían seguir en pie como un grupo. Todo se vendría abajo y lo peor de todo, quizás sus familias también se alejarían de ellos.

Eran tantas cosas en contra que no sabía cómo actuar. No sabía cómo líder que es lo mejor para ellos, su nueva familia y es que de algo estaba seguro, los sueños y las esperanzas con las que llegó cada uno de los integrantes, contándose el mismo, poco a poco se fueron haciendo compartidos.

Dejaron de ser los integrantes para convertirse en ese grupo, hasta convertirse en uno mismo. Si uno de hundía, los otros también lo harían. No se dejarían solos.

Bang se recostó aún más en ese enorme sillón. Durante toda la película que los maknaes habían organizado, no había puesto atención. Su familia ya no era la misma. No sabía todo lo que ocurría, pero era obvio que los que antes fueron como uña y mugre, habían cambiado radicalmente y otros más cada vez se alejaban más del grupo. Caso especial del pequeño Zelo y de Himchan.

La película terminó y con un buenas noches el maknae fue el primero en ir a su habitación. El DaeJae que estaba de extremo a extremo, desde que anunciaron su ‘relación’, también se despidió pero cada uno se fue a su nueva habitación. Sin toparse ni cruzar siquiera la mirada. JongUp se había quedado dormido al lado de él y Himchan había permanecido todo el tiempo en silencio pero no se iba del lugar.

Ya habían pasado unos quince minutos. Tanto tiempo pasó que el televisor ya no mostraba los créditos y ninguno de los presentes se movía de su lugar. JongUp debido a que se quedó dormido por el cansancio, Himchan por esperar al menor y YongGuk, él ni siquiera lo sabía pero quería tener al menor recargado en él por más tiempo. Ese pequeño que se estaba convirtiendo fundamental para su fortaleza.

--- Le llevaré a dormir –Habló finalmente Himchan quien en los últimos días no había tenido buen aspecto. La lejanía con el grupo y el hecho de dejar sus actividades en el hogar no le habían venido para bien. En ningún sentido. Pero aquello sólo era una consecuencia más de la ausencia de su pareja.

--- Te vez cansado –Pronunció Bang. Tomo el rostro de JongUp hasta recostarle en el sofá. Cuidando de que no despertara. Seguido de eso le tomo en brazos y le levantó –Le llevaré yo –Fueron sus últimas palabras.

Y así fue como el mayor llevó a JongUp a su habitación, sin saber que había provocado los celos de Himchan. Y es que el menor estaba haciendo todo lo que el líder le pedía.

Las labores del hogar que abandonó Himchan, ideas para las coreografías del grupo, estar con el todo el tiempo. Apoyándole y aconsejándole en todo lo que podía manteniéndolos, la mayoría de su tiempo, juntos.  JongUp es una persona fácil de querer y aunque YongGuk no quiera aceptarlo, en estos momentos se ha encariñado demasiado, al punto de no querer que les alejen. Que no le quiten su único apoyo. La única persona con la que comienza a sentirse bien.

Pero lo que el segundo maknae hacia tenía otros fines. Uno de ellos era que el líder estuviese menos atareado y formar una buena relación con él para que en determinado momento, con sus consejos, aceptara el DaeJae y le diera una pequeña esperanza de aceptar su relación con Himchan pero las cosas no estaban saliendo como deseaba.

Su pareja estaba demasiado celoso y rencoroso con él, así que sin más, Himchan se fue directo a su habitación para dormir hasta el siguiente día ya que viajarían a Japón.  

YongGuk siguió otro caminó y dejó a JongUp en su cama. Al lado YoungJae les miró, sin embargo, se recostó y no les dirigió la palabra.

--- ¿Himchan? –Preguntó un adormilado JongUp una vez que el líder se alejaba de él. Para desgracia del menor, no se trataba de Himchan quien le había llevado a su habitación y por desgracia del mayor, logró ver que JongUp pediría a Himchan en vez de a él. En algún momento pensó que estaba rompiendo ‘la amistad’ de esos dos pero era obvio que su amigo era demasiado importante para el segundo maknae. La pregunta, ahora, era que tan importante era el pequeño para Himchan.

--- Soy Bang –Contestó el líder mientras se acercaba a él –Mañana antes de salir al aeropuerto quisiera que tú y Himchan prepararan algo de desayunar. Después hablaré con todos ustedes.


--- Claro hyung –Fue lo último que el menor pudo decir aunque en esta ocasión lo hacía con una enorme sonrisa en el rostro. 




La mañana había llegado. JongUp recordó las palabras del líder sí que salió de inmediato de su cama. Hizo los últimos arreglos a su ropa y se dio un baño para ir de inmediato por su hyung.

Llegó a la habitación. Himchan estaba preparando su maleta mientras DaeHyun tomaba un baño. Momento perfecto del que trataría de tomar provecho.

--- Buenos días –Habló de inmediato el menor mientras su hyung seguía en lo suyo. Hubo un largo silencio que el menor no entendía –Bang-hyung dijo que preparáramos el desayuno. Al parecer tiene algo importante que hablar con todos.

---… -El silencio se hizo presente. El menor esperaba por alguna respuesta, pero ésta jamás llegó.

--- ¿Estás bien? –Himchan se limitaba a dejar sus cosas en el lugar correspondiente de su maleta. JongUp no entendía nada, aun así se le acercó y le abrazó por la espalda. Realmente le hacía falta. Lo necesitaba desde hace tres semanas cuando se separaron de habitación. Necesitaba aquellas sesiones de besos aunque fueran a escondidas. Necesitaba dormir a su lado, sentir su calor y sobre todo, sentir que su hyung le protegía, sin embargo, el mayor estaba demasiado molesto para aceptarlo. Tomó las manos del menor para deshacerse del agarre y con un ‘No puedo’ despidió a JongUp de la habitación.

Las lágrimas amenazaban por deslizarse en el rostro del menor pero tenía que ser fuerte. Entró nuevamente a su habitación.

YoungJae le veía llorando nuevamente y a pesar de que JongUp no quisiera decirle nada, él sabía perfectamente que era por Himchan.

--- ¿Qué ha pasado? –Habló el pelinegro pero no obtuvo respuesta. JongUp se aferró a él pero no decía nada. –Tienes que decirme lo que sucede para poder ayudarte. No soy tonto y estas tres semanas me he dado cuenta de cosas que tú no has querido hablar. –El pelirrosa tomó un respiro e intentó deshacerse del nudo que tenía en la garganta.

--- Si tan seguro estás de saber lo que sucede. Lo que he tenido que callar… dame un consejo –Dijo más de manera irónica. Con miedo e ira por lo que le acababa de hacer Himchan.

--- ¿Por qué no decirme? ¿Por qué te aferras a cargar con ese dolor tú solo? –JongUp no pudo contenerse más y se echó a llorar aún más. No era lo que Jae buscaba, sin embargo, si aquello servía para que el menor hablara, estaba bien.

--- Él no ha querido hablar con todos. Pensé que alejándome un poco de él podría ayudarle a aclarar sus sentimientos. A que me buscara, pero no lo hizo. –Dijo entre lloriqueos mientras se sentaba en su cama, enfrente de YoungJae.

--- Tiene miedo –El menor movió la cabeza con un ‘sí’ –Te ayudaré pequeño. En todo lo que pueda, de verdad.

--- ¿Desde cuándo lo sabes? –Preguntó un poco más calmado.

--- La forma en la que le miras… la forma en la que él te mira… la relación que tienen. Estás tres semanas sólo me han servido para confirmar muchas cosas. –Ambos se miraron y sonrieron. Aquel era el comienzo de una muy linda amistad. Su relación se haría más grande y sobre todo, estarían apoyándose el uno al otro, porque ambos tenían dos problemas muy grandes que llevaban por nombre Himchan y DaeHyun.

--- Tengo que hacer el desayuno… -Dijo JongUp mientras se levantaba de su lugar y se encaminaba a la cocina. YoungJae le alcanzó, le abrazó por la espalda y así salieron directo a la cocina ya que de ninguna manera dejaría que el pequeño se hiciera cargo de todo por él mismo.




jueves, 9 de enero de 2014

Una cama






Narra Khiara: 

“¿Cómo pude seguirle hasta este lugar?... ¿Por qué le estoy marcando?” – Después de pensar en ello y lo que estaba sucediendo, recordé lo que nos dijo el profesor de defensa personal… Siempre hay que tener calma para poder pensar bien… Así que este era uno de esos momentos, tenía que calmarme un poco para poder pensar bien en la forma de defenderme, estaba recordando varias de las clases cuando ese hombre comenzó a arrastrarme a un lugar más escondido besándome el cuello. Sentí mucho asco y miedo, así que trate de aplicar de mis clases lo primero que tuviera oportunidad, lástima que este no era un entrenamiento y con un pequeño movimiento en el que no tuve precisión y me equivoque aquel hombre tuvo oportunidad para tomarme con mayor fuerza y hacer que esa navaja que me amenazaba por la espalda ahora estuviera posada sobre mi cuello… 


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Como pude mire a mi alrededor, pero no sabía dónde me encontraba y mucho menos podía ver a personas en el lugar, ese parque definitivamente era poco transitado haciendo que prácticamente estuviera sola con ese hombre detrás de mí; pensé que tratar de hacer algo para zafarme ya sería algo suicida pues hacia momentos lo había intentado, pero no me funcionó en absoluto. Así que en este momento, en esta situación solo podía tener miedo, pues si alguien me estuviese cuidando ya me habría ayudado, tal vez la seguridad que me había puesto Young Jae en estos momentos no sería nada malo, pero si estaba en lo correcto, aquella chica que creía detective seguramente era mi guardaespaldas y posiblemente Young Jae le había hecho que se retirará después de lo que paso en la mañana. 

¿En qué rayos estaba pensando cuando le seguí?... Ahora aquel hombre me tenía amenazada y comenzaba a tocarme, esto era asqueroso y tenía mucho miedo, sentir como tapaba mi boca y guiaba su sucia mano con la navaja por mi cuerpo era algo escalofriante enfatizándolo con el hecho de que estaba haciendo chocar su respiración en mi cuello. Por un momento traté de zafarme nuevamente, pero solo obtuve que encajara un poco la navaja en mi pierna que había estado tocando. Me sentía mal y sucia por causa de ese estúpido hombre a quien sin duda lo que le faltaba en estos momentos eran más manos para poder hacerme sentir peor con sus toqueteos. 

…¿Qué es lo que puedes hacer en estos momentos?... estaba aterrada y cualquier cosa que hiciera por zafarme no estaba sirviendo de nada, era asqueroso sentir como me sujetaba con mayor fuerza y tocarme delineando mi cuerpo con su mano y la navaja así que no pude contenerme más y comencé a llorar, tal vez no estaba haciendo las cosas bien, tal vez necesitaba más fuerza pero no las tenía, me sentía perdida. Por un momento aquel hombre me destapo la boca así que comencé a suplicarle entre pequeños sollozos que me dejará en paz, pero,

… En ese mismo instante sentí como aquel hombre dejo caer la navaja y me soltó de su fuerte agarre. Yo sin más corrí un poco, pero casi inmediatamente caí, traté de levantarme, pero mis piernas no me lo permitieron tal vez era por el miedo que tenía pero no me respondían. Quería correr lo más que pudiera para no ser alcanzada por aquel hombre y mucho menos permitir que me tocara nuevamente. Pero Creo que estaba en un pequeño trance, del cual solo desperté cuando escuche varios golpes.

Y la razón era que aquel hombre estaba tirado en el piso mientras era golpeado por aquel que había perseguido… ¿Cómo me encontraba?.. no lo sé. Pero estar debió ser muy mal porque cuando me vio en el estado en que estaba, aquel chico golpeaba despiadadamente a aquel hombre hasta que finalmente le dejo inconsciente. Yo aún me encontraba en el piso así que me ayudo a levantarme, yo realmente no me resistí así que me abrace a él… esa persona que aun sin conocerme muy bien me había salvado otra vez y quien al mismo tiempo me daba mucha confianza y me hacía sentir protegida. 

Debió ser algo sorpresivo para él pues literalmente no se movió, yo aún seguía sollozando un poco debido al miedo, pero me avergoncé al darme cuenta de mi acción así que trate de separarme de él. Pero antes de ello note como ahora el correspondía a mi abrazo y hasta acariciaba de manera delicada mi nuca peinando mi cabello. 

Me sentía muy bien a pesar de lo extraño que era todo aquello y sobre todo a pesar de lo que había sucedido hasta que me separó de él de una manera muy sorpresiva y de una patada mando lejos la navaja que estaba en el piso. Pronto ambos reaccionamos sobre la situación y como aquel tipo comenzaba a despertar de aquel transe así que él solo atino a tomarme del brazo y salimos huyendo de ese desolado parque, fue una larga carrera así que cuando ya estábamos lo suficientemente lejos nos detuvimos a tomar un poco de aire.

Al parar en ese lugar ya un poco habitado trate de buscar un lugar donde sentarme, estaba agitada e inconscientemente comenzando a temblar al notar que mi ropa estaba desarreglada y con pequeñas cortadas… me sentía muy sucia, ni siquiera podía reaccionar bien así que me deje caer al piso al no encontrar otro lugar mejor. Mi cabeza era un remolino, no entendía como podía haber personas tan desalmadas en este mundo capaces de hacer cosas tan sucias. 

Me senté en el piso apoyando mi cabeza en mis piernas, quería que Young Jae, mi padreo el señor Yoo estuvieras aquí pero aquello parecía algo imposible. Así que entre aquel pequeño llanto que desprendía en esos momentos traté de hacer el ritual de los cinco segundos apretando fuertemente mis ojos y esperando que esto fuera un sueño o algo parecido, pero tal acto fue interrumpido al sentir nuevamente esos brazos sobre mí y al mismo tiempo fui capaz abrir mis ojos y de levantar un poco mi rostro. Dae Hyun me estaba abrazando y acariciando mi cabello mientras de la nada comenzó a cantar algo para mí, podía notar que tenía una hermosa voz y sé que era extraño, pero ese canto a pesar de ser para niños se hizo melodioso para mí haciendo que poco a poco cesara mi llanto. 

--- Dae Hyun: Ven, levántate. –Efectivamente me ayudo a levantarme pero también me tomo del rostro- No hagas ese tipo de cosas y no cierres lo ojos… Lo que paso es difícil, pero nunca hay que dejarnos vencer de esta forma en la que lo estás haciendo así que mantente firme y abre bien los ojos tan grandes que tienes ¿Ok?, mira… 
--- Khiara: Heee? – Cómo era capaz de decirme todo esto aun viendo lo que había sucedido… además… ¿en qué lugar tan extraño me encontraba?, es decir, el hecho de seguirlo sin ninguna razón, que aquel tipo me tomara de esa forma, correr tomada del brazo de este chico, que me abrazará, cantará… que me tomará den rostro de esta forma. No sabía si esto era una pesadilla o un sueño, aquel chico, Dae Hyun, ahora se puso detrás de mí provocando que se apoderará de mi un miedo indescriptible como el que había pasado momentos antes, así que me calmo dándome pequeñas palmaditas en el hombro y me tomo de la cabeza dirigiéndola a distintos lados, no entendía lo que pretendía. 
--- Dae Hyun: ¿Vez? –Seguía sin entender nada, así que negué. 
--- Khiara: ¿Qué es lo que tengo que ver?... Trataba que no saliera otro sollozo en esas palabras y mucho menos que notará que todo esto era tan extraño para mí además del miedo que sentía al verle tomándome de esa forma. 
--- Dae Hyun: Mira- Dijo moviendo mi cabeza hacia una pequeña florería- Ahí hay muchas flores, ¿No son hermosas?
--- Khiara: -Mire el lugar que me indicaba y efectivamente eran muy hermosas- Sí, son muy hermosas… - y después de que me quedara observando aquellas hermosas flores unos momentos más, movió mi cabeza a otro lado
--- Dae Hyun: Ahora ve ese lugar, ese niño con su madre… ¿No es hermoso?
--- Khiara: Sí, es muy hermoso…- La escena del niño y la madre era muy grato, pues la madre cargaba al niño y le daba pequeños besos por todo el rostro lleno de chocolate de aquel pequeño, aunque por un momento recordé a mi madre, aquello era una de las cosas más hermosas que podía ver pero nuevamente movió mi rostro de aquello que observaba y me hacia sonreír
--- Dae Hyun: Ahora ve aquello, Esa joven que habla por teléfono, debe estar hablando con su novio, un familiar o con una amiga; pero te aseguro que es una persona especial por su sonrisa… ¿No crees?
--- Khiara: Realmente debe querer mucho a esa persona, su rostro dibuja una gran felicidad
--- Dae Hyun: Sí, pero debo decir que esa sonrisa que vez en su rostro es menos hermosa que la tuya - Dijo a un costado mío, no supe en que momento me soltó pero lo que decía, me quede viéndole pero él observaba todo lo que estaba alrededor del lugar en el que ahora nos encontrábamos.
--- Khiara: ¿Qué fue todo esto? –Todas esas cosas que me hizo ver eran cosas muy bonitas, pero seguía sin entender que era lo que pretendía con todo aquello.
--- Dae Hyun: No debes cerrar los ojos cuando tengas un problema, hace un momento lo hiciste y sé que si lo hubiera permitido no hubieras visto todo lo hermoso que hay a tu alrededor. Sé que tal vez fue algo extraño para ti lo que hice, pero nunca hay que permitir que aquellas cosas malas que nos invaden por momentos nos nublen la vista para ver todo aquello hermoso que puede existir. Si cierras los ojos posiblemente llegarás a pensar aún más en aquello que te hizo sentir mal. –Me quede pensando en todo aquello y tenía razón, me quede un rato observando muchas otras cosas de alrededor hasta que interrumpió mis pensamientos- Vamos, es tarde y debemos llamar a tu novio para que venga por ti o quedar en algún lugar para que se vean. 
--- Khiara: heee?, espera… mi celular no lo tengo… “Mierda debió caerse” –Dije esto último en español, no podía ser más tonta como para notar que no lo traía.

--- Dae Hyun: ¿De verdad no lo tienes?... ASh ese idiota debió robarlo, pero, oye hay algo que en verdad no entiendo… ¿Qué es lo que hacías en ese lugar?... esta zona es poco habituada… ¿Cómo es que una chica como tú pudo llegar hasta este lugar, sobre todo a ese parque?... Sabes, ese parque es muy peligroso por eso es que pocas personas la transitan y cuando lo hacen es muy rápido o con muchas personas, cosa que tu evidentemente no hiciste. 
--- Khiara: ¡Siento como si me estuvieras regañando y si estaba en ese lugar es porque quería hablar contigo!!…-al notar loe que le dije solo atine a bajar mi mirada y mi tono de voz- así es como llegue a ese lugar, yo te estaba siguiendo... lo siento.
--- Dae Hyun: ¿Acaso eres una acosadora? Mmm.. –se quedó pensando un rato, realmente me preocupara que él pensará que era una acosadora- Bueno tenemos que llevarte a tu casa o hablar con alguien, dame el número de tu novio o tu amiga de hace rato…
Khiara: Esa no era mi amiga y él chico… llamémosle -Pero cada que marcábamos a Young Jae o a mi casa… todos ellos estaban ocupados, nadie contestaba… y no se hacía cada vez más tarde, este lugar se estaba haciendo obscuro muy rápido y eso me preocupaba-. 
--- Dae Hyun: No queda de otra, vamos a mi departamento… Ya está haciéndose tarde y todo se hace más peligroso… o crees que podamos llegar a tu casa?
--- Khiara: Bueno, yo vivo lejos de aquí y como dices que las cosas están en esta zona… no puede ser!
--- Dae Hyun: Entonces vamos a mi departamento
--- Khiara: heee??
--- Dae Hyun: No tengas miedo, al final la acosadora eres tú y debería ser yo quien tenga miedo de estar cerca de ti, no crees? –haciendo un tono sarcástico y riendo por ello, cosa que en verdad me molesto
--- Khiara: ya dije que lo sentía y no soy una acosadora.
--- Dae Hyun: Eso espero, vamos.

¿Cómo rayos pude aceptar esto?... ni yo misma lo sabía, pero comenzamos a caminar un poco más hasta que dentro de un rato nos encontrábamos en un modesto barrio; entramos por una pequeña calle hasta dar con unos cuantos cuartos. Nos paramos enfrente de uno de ellos y seguido de ello entramos. El lugar en sí no era un departamento, de hecho era un cuarto grande y uno más chico (al parecer el baño), en él habían solo las cosas básicas de una casa, una parrilla para cocinar, una mesa, un pequeño closet, una cama y efectivamente el baño era el otro cuartito pequeño… era un lugar muy pequeño, pero tenía todo lo que parecía indispensable para una casa…

--- Dae Hyun: Es un lugar muy modesto te dije que te llevaría a un departamento, pero bueno en vez de ser un departamento es un cuarto no? –Note como bajo la mirada, a mí eso me incomodo, realmente era un lugar pequeño, pero ese era su hogar, su departamento, odiaba que las personas creyeran que yo menospreciaba las cosas de las demás personas y era lo que él estaba haciendo en estos momentos. 
--- Khiara: No puedo negar que es un lugar chico, pero es muy bonito, tienes todo en su lugar, me agrada que un hombre sepa lo que es el orden y la limpieza - dije con una sonrisa a lo que él solo me correspondió con una hermosa sonrisa que jamás había visto-.

Acomodo lo que llevaba en el closet mientras sacaba otras cosas. Seguido de ello me dio indicaciones para que me bañara y me dio algo de su ropa para que me cambiara, no sé en qué cabeza cabía pero realmente al ser prácticamente un desconocido confiaba mucho en él. Seguí observando el lugar mientras el entro al baño a arreglar el agua o algo así fue lo que dijo y ya después de que lo arreglará yo entre al baño que era realmente chico. 

Mientras me bañaba pude notar que tenía unas pequeñas cortadas en mi pierna lo cual me alarmo y me hizo recordar lo que había pasado. Comencé a tallarme frenéticamente el cuerpo, quería quedar limpia de lo que aquel estúpido hombre trato de hacerme. Cuando reaccione que mi piel ya estaba hasta roja fue cuando deje de hacerlo y me cambie con la ropa de aquel chico. Salí del baño y note que en la pequeña mesita ya había algo de comer, me senté en frente de esa mesa y comencé a comer lo que me había preparado mientras él se daba una ducha…. Tardó mucho en salir así que cuando termine de comer di un recorrido por aquella habitación/departamento(? 

Como niña pequeña contaba los pasos que había entre una u otra cosa, camine hacia el closet, el lugar donde tenía toda su comida (notando que la mayoría de ella era enlatada ya que no tenía refrigerador para conservar vegetales u otra cosa mejor comestible), pase nuevamente a la mesa, donde se encontraba la parrilla, todo, hasta que llegue a la cama y me recosté en ella. Pero, como si fuera un enorme rayo cayó sobre mi cabeza el hecho de que… 



¡¡!!SOLO HAY UNA CAMA ¡¡!!

¿Amor o compasión?




Jae Hwan  no entendía nada de lo que sucedía pero tampoco tenía deseos por saberlo.

Tenía esperanza en que los tipos que tenía enfrente le prestarían demasiada atención a la chica de fuerza excepcional y que en determinado momento, cuando estuviesen peleando, le darían la oportunidad necesaria para salir corriendo del lugar.

Quizás las esperanzas depositadas en aquella pelinegra eran demasiadas pero era lo único que tenía a mano. Lo única y vaga oportunidad de librarse de aquella extraña situación.

Observó nuevamente ese delgado cuerpo preguntándose cómo pudo contra el hombre que a él le doblego sin mucho esfuerzo. Cómo podría contra los cuatro hombres que tenían enfrente.

Sintió un poco de lastima y arrepentimiento por querer salir ileso y no pensar en ella. La única persona en esa noche que no le miró con odio. Aquella que no mostraba el mismo afán de posesión. La dueña de esa mirada que emitía algo totalmente distinto…

 ¿Amor o Compasión?

No lo sabía y tampoco podía dar una respuesta lógica ya que no la tenía presente, al menos, en un recuerdo.  No la había visto jamás en su vida.

La chica notó la distracción en la que vivía Ken mientras le miraba. Ese chico… era una pesada condena que le habían puesto enfrente.

Trató de verse feroz y fría ante los pares de ojos posados en ella. No podía mostrar lo que en verdad sentía… a nadie porque eso significaba una perdición más grande que morir en sus manos.

Concentró parte de su poder en un escudo que le protegiera mientras pretendía querer a ese chico más que nadie, de la misma forma ruin que los demás, para impartir miedo en los ángeles y demonios que tenía enfrente. Que notaran su deseo de deshacerse de ellos.

Hubo un intercambio de miradas que mostraban en los presentes su deseo de poseer a Ken.

El odio y las cuentas aún no saldadas tendrían un fin unánime: La muerte. No había más salida que exterminar a aquellos que se les interponían.

Por un lado los ángeles se habían unido para poder pedir ayuda de alguna forma pero aquello no fue posible. La acción quedó en un intento fallido. Estaban incomunicados y sabían a la causante… ‘Circe’  la misma que les miró con superioridad a sabiendas que no podían comunicar al resto que estaba justo enfrente de ellos. Con una sonrisa de lado les hizo saber que ese era su fin.

--- Circe –Habló uno de los demonios que había permanecido en silencio para observarla, para tratar de descifrar todo el poder que poseía y que había provocado la persona detrás de ella. Después de todo destrozó a su amigo, uno de los demonios más poderosos, con sólo un toque que le quitó toda su energía.

--- Has quedado en el ciclo pasado –Pronunció la chica sin ninguna delicadeza con él, pero tratando de no descolocar más a Ken.  –Ahora soy conocida como ‘Ereshkigal’ Aunque puedo permitir que sólo me llames ‘Eresh’ … será el privilegio que te dé por morir está misma noche… nuevamente en mis manos.

--- Dos ángeles y dos demonios contra una excluida. Ya quiero ver lo que puedes hacer contra nosotros –Habló Seung, el líder, asustando a Ken pues aquellos seres estaban hablando como si nada de matarse unos con otros y además de una batalla entre ángeles y demonios. Era una tontería lo que había escuchado y se negaba a creer aún con lo que había visto.

--- Mantente atrás y cualquier cosa no te alejes de mí hasta que termine con todos –Sentenció la chica provocando que el resto riera.

--- Si sabes lo que te conviene –Dong, el demonio tatuado se fue acercando poco a poco con una sonrisa de lado por lo divertido que le era la situación –Corre-Dijo refiriéndose al chico que no hizo más que ponerse detrás de la chica en busca de protección. –Estás del lado equivocado- Comentó finalmente a sabiendas que no podría hacerle pensar de otra forma, no por nada la chica que tenía enfrente se había ganado nombres tan poderosos.

--- Déjense de juegos –Habló finalmente el líder de los ángeles, Min -Este es el último día de uno de nuestros ciclos –Giró su rostro para mirar a su compañero inerte- Morir dos veces en tus manos no es placentero… -Aguardo un momento en silencio para tranquilizar la rabia y el miedo que sentía. Pronunciando, así, con palabras frías y desafiantes -Pero haré mi mayor esfuerzo para que me recuerdes aun cuando haya desaparecido.

Y dicho aquello. En un solo respiro los dos ángeles ya se habían puesto en acción. Lanzaban objetos que encontraban a su paso tratando de golpear a Ken, el punto más frágil de la chica.

JaeHwan, por su parte, puso las manos enfrente, dispuesto a sentir el dolor en su cuerpo pero aquellos objetos jamás llegaron a herirle. Invisible a los ojos de todos, ‘Eresh’ aún mantenía el campo de energía para protegerle de todo.

Los ojos de los ángeles y los demonios se abrieron a sobre manera. Hacer un campo de energía como escudo, aun propio, necesitaba bastante poder… hacerlo para proteger a otra persona era un ‘privilegio’ que sólo los ángeles protectores tenían. Además de ellos, jamás se había visto que alguien lo hiciera.

Y aprovechando la situación de asombro, Eresh atacó. Utilizando los mismos objetos que ellos, provoco un estruendoso sonido y el principio de la pelea contra los ángeles. Ambos agredían cuanto podían a la chica pero nada era certero así que hicieron un cambio de planes lanzando de manera desesperada bolas de energía pura contra Ken, tratando de romper el escudo que éste tenía…  Nada. Simplemente no podían hacer nada.

La única forma de dañarlo era acabando con la chica y eso lo habían analizado los demonios, que en ningún momento apartaron la vista. Tratando de encontrar puntos débiles.

Cuatro contra una y las posibilidades favorecían a la chica.

Eresh se divertía viendo como los ángeles se abalanzaban contra ella. Siguiendo un tonto y absurdo juego por su alta confianza. Lo que jamás pensó era que los demonios atacaran tan abruptamente a Ken haciendo que este retrocediera poco a poco, zafándose del escudo que ella misma le había creado.

En un movimiento rápido daño a ángeles y camino en contra de los demonios. Tomó al líder e igual que con su compañero absorbió su energía mientras lanzaba una bola de energía, revestida de blanco, al otro… juegos mentales… no podía asustar a Ken y enviarle lejos de ella.  La pérdida de su memoria debía favorecerle.

El líder de los ángeles y los demonios, en sus últimos segundos, observaron la acción dando por hecho que Eresh estaba rebasando los límites que los superiores habían planteado.

Para la chica todo había terminado. Todo estaba bien hasta percatarse del líder estaba utilizando su última energía en una bola que iba directo a Jae Hwan y sin pensarlo siquiera un segundo, logró interponerse.

--- Te dije que me recordarías –Fueron sus últimas palabras ya que la chica logro traspasarlo con un tubo.

Ken se quedó atónito. Había entrado en un estado de shock que no le permitió correr y mucho menos percatarse que la chica había sido herida por protegerle.

Un solo golpe del ángel pero aquella energía… aquel poder que utilizó en contra de ella notablemente le había disminuido su fuerza. Notablemente tenía un tipo de hechizo que tenía un solo fin: Matarla.

Eresh cayó de rodillas. Un ángel le había lanzado energía negra… un ángel había realizado hechicería y seguramente no era el único que podía hacer aquello puesto que muchos estaban detrás de ella para exterminarla.

--- No eres la única que ha aumentado sus poderes –Sentenció Seung. La chica giró su rostro sin creerlo… aquel al que había sostenido en sus manos hasta exterminarlo estaba frente a ella, de pie.  –Te has perdido bastantes cosas. –Se agachó hasta su altura y le tomo del rostro quemándola –La hechicería ha servido bastante y es quizás lo único que terminará contigo –formó una risa de lado mientras que Eresh no podía creer nada de lo que sus ojos presenciaban. Su piel… la había quemado… había sentido ese dolor y no podía curarse ella misma.

Reunió fuerzas, se levantó y  giró su cuerpo para mirar como aquel demonio tomaba a Ken quien con miedo y desesperación trataba de liberarse, y así mismo, provocando a Eresh.

Aquel rostro sufriendo era lo peor que podía ver pues avivaba los recuerdos del pasado. La principal razón de no querer ser parte de aquellos seres. De ese mundo. 

--- Quiero verte sufrir cuando él muera –Habló mientras reía y tomaba a Ken por el cuello.

--- No te atrevas –Gritó con desesperación.

Ken por su parte tembló al contacto ardiente de Seung y sin saber el cómo estaba haciendo lo mismo que Eresh minutos atrás. La energía del demonio disminuía en base él la tomaba y se hacía cada vez más fuerte…

Todo sucedió tan rápido que cuando menos lo espero aquel ser ya no estaba en sus manos y el viento era el encargado de desvanecer los pequeños restos de sus manos.

--- ¿Qué he hecho? –Preguntó Jae Hwan a la única persona que podría darle explicaciones pero ésta se dejó desvanecer.

--- Vete –Pronunció la chica. –No podré mantenerlos lejos de ti… Vendrán por ti.

Ken mantuvo la respiración y tomó la mano de la chica entre las suyas. Miró la herida de la chica percatándose que no tendría salvación.

--- Vete. Si te atrapan… no podré hacer nada –Sentenció nuevamente la chica a lo que él le soltó de la mano y salió corriendo del lugar. Dejando a la chica en aquel oscuro y frió lugar, dispuesto a no mirar atrás.