lunes, 14 de julio de 2014

Capítulo 33: Ritual



---Si soy yo ¿Quién habla? – Su voz se escuchaba diferente, más madura.  ¿Hacia exactamente cuánto tiempo que no hablaba con él? Mati me hablaba de él, pero desde que se fue a la universidad, dejé de tener contacto con él.

---Umm…Hola, soy Emily.

---Hey, ¿Cómo has estado? Tiempo sin saber de ti. – A pesar del notable cambio en su voz, aún podía distinguir al adolescente siempre alegre que conocí. Parecía  que su carácter no había cambiado demasiado.

---Bien, si lo sé ha pasado realmente mucho tiempo. – La mirada preocupada de Min Hyuk me recordó la razón por la que había llamado en primer lugar. - ¿Puedes pasarme a Mati por favor?

---Ella no está, acompañó a Rebeca a dejar unas cosas a Guadalajara. La muy tonta confundió los celulares, se llevó el mío y dejó el suyo. A decir verdad no sabía si contestar, pero como eras muy insistente…

---Si lo siento, es sólo que la deje en el aeropuerto y pues no supe de ella y me preocupe.

---Creo que llegan hoy, le diré que te marque en cuanto llegue ¿De acuerdo?

---Está bien, gracias.

---Entonces… supongo que nos veremos luego, porque piensas regresar. ¿ O te quedaras siempre con los chinos? – Reí ante su comentario y Min Hyuk me miró confundido.

---Claro que regresaré, sólo necesito arreglar unas cosas aquí. – Respondí al mismo tiempo en que le hacía señas a Min Hyuk que ya comenzaba a desesperarse.

---Bien, pues cuando regreses no olvides venir a visitarnos, incluso pareciera como si te hubieras olvidado de que alguna vez fuimos amigos.

---Por supuesto que no, es sólo que no puedo ir y venir tan fácil.

---Está bien… entonces nos veremos luego, y espero tener noticias de ti pronto. Promete que al menos llamarás de vez en cuando.

---Lo prometo, bye.

---Adiós. – Después de eso colgué.

---¿Qué pasó, Ella está bien? – Preguntó Min Hyuk con ansiedad. – ¿Con quién hablabas? ¿Que te dijo?

---Hey chico, debes calmarte. – Contesté. – Ella está bien, está en su casa con su familia, llegó con bien.

---Entonces -porque no me avisó-

---Bueno, porque justo ahora no está en su casa… ammm salió a un viaje corto con su mamá y se olvidó de su teléfono.

---Entonces, quien me contestó.

---Fue Diego, su hermano. Creo que Mati se equivocó de celulares y se llevó el de él y dejó el de ella.

---Diego… - Intentó repetir el nombre con dificultad.

---Min Hyuk ¿Sabías que ella tenía un hermano? – Pregunté.

---Sí, lo mencionó un par de veces. Pero siempre que lo describía creí que era un adolecente, alguien menor que ella. El chico que me contestó para nada tenía la voz de un adolescente.

---Si, bueno creo que es comprensible la confusión. Diego es algo… ¿como decirlo? Infantil. Es mayor que Mati por cinco años, pero es de esas personas que parece que en realidad fueran un niño disfrazado de adulto. Es divertido y juguetón, muy soñador y ama los videojuegos, de hecho trabaja para una compañía de videojuegos, o algo así.

---Parece que lo conoces muy bien. – Observó Jung Shin.

---Si, supongo. Se retrasó un par de años, así que cuando Mati y yo entramos a la secundaria, los tres íbamos en la misma escuela. Nos hicimos amigos. Es alguien muy dulce también, aunque cuando se enojaba realmente daba miedo.

---¿Era un matón? – Preguntó Min Hyuk interesado.

---No, es alguien muy tranquilo. Pero cuando se metían con su hermana… él realmente la quiere mucho, y creo que por eso la cuidaba tanto. También era algo celoso.  Dicen que una vez le fracturó las piernas a un chico con el que Mati salía. – Vi  a Min Hyuk palidecer. – Si alguien la trataba mal o le hacía daño, realmente se enojaba. Creo que es porque siempre la ha visto como su hermanita pequeña, es muy sobreprotector.

---Ahhh – Min Hyuk se había quedado prácticamente paralizado.

---Así que cuando lo conozcas, sé correcto y sobretodo demuestra que tratas bien a su hermana. Porque si no es así, realmente te irá mal. - Compartí una sonrisa cómplice con Jung Shin. Tal vez, quizá estaba exagerando un poco la historia. El teléfono de Min Hyuk comenzó a sonar, número desconocido. Se lo entregué y salió de la habitación antes de contestar, cerró la puerta.

---¿Te han dicho que eres realmente malvada? – Dijo Jung Shin sonriendo.

---No lo soy, es la verdad. Bueno, quizá la exageré un poco, pero lo que sí es verdad es que Diego realmente protege mucho a su hermana. – Sonreí.

---¿Y tú? ¿También tienes algún hermano mayor del que deba preocuparme?

---¿Perdón?

---Sí, bueno supongo que en algún momento tu familia se enterará de que supuestamente estamos es una relación ¿No?

---Preferiría que no fuera así. – Contesté

---Oye, es verdad que no soy el más guapo, pero eso realmente fue hiriente. – Dijo con tranquilidad.

---No me malinterpretes. Es sólo que… esto es sólo una mentira que durará seis meses… ¿Qué caso tienen involucrar a nuestras familias en esto? Les hará pensar que es una relación duradera, cuando la verdad sólo es una farsa que durará unos pocos meses.

---Existen relaciones que duran mucho menos que eso.

---Ya, pero no es algo que creo le interese saber a mi familia.

---¿Quién eres Emily? – Preguntó poniendo los codos sobre las rodillas y mirándome fijamente.

---¿A qué te refirieres?

---Me doy cuenta que no sabemos nada de ti, salvo tu nombre, que eres enfermera y que definitivamente no eras de las que se saltaban la reja para escapar del colegio. – Dijo en tono burlón. – No sabemos cómo es tu familia, o cuál es tu historia, ni siquiera sabemos si tienes antecedente penales. – Obviamente estaba jugando, aunque noté que lo hacía para que no interpretará sus preguntas como una descortesía.

Mi historia… ni siquiera sabía por dónde empezar, era complicada. Fácilmente pude haberle dicho que estaba demasiado cansada o incluso decirle que eso no era de su incumbencia y definitivamente me dejaría en paz. Pero había algo… no sabía si era él o la situación o tal vez la confidencialidad implícita en el hecho que una vez que todo acabara jamás nos volveríamos a ver. No lo sé. Pero había algo que me decía que podía contárselo, todo de mí. Que podía confiar en aquel chico de ojos cafés.

---¿Qué quieres saber? – Respondí con un suspiro.

---¿Cómo es tu familia? ¿Tienes hermanos, hermanas, sobrinos, hijos? – Preguntó sonriendo, sus bromas, un intento por aligerar el ambiente y quitarle el estatuto de seriedad a la narración que estaba a punto de realizar.

---Ok, ammm… Soy hija de padres divorciados, a los que desde que tengo doce no los veo mucho. Es extraño, pero es asi. Tengo una hermana, cuatro años menor que yo, se llama Ana. Tampoco la veo mucho desde que empecé a estudiar la universidad, y bueno cuando terminé y regresé, ella se fue a un internado en el extranjero. Es realmente inteligente y buena con los idiomas, le va bien y estoy orgullosa de ella. Pero ya sólo nos vemos en vacaciones.

---Cuando pediste permiso para regresar a México, dijiste que ibas a ver a tu familia… - Dijo Jung Shin.

---Extraño ¿No? Apuesto a que cuando me oíste decir eso pensaste que iría a pasar navidad y año nuevo en un hogar acogedor con una familia unida, que habría un montón de gente esperando por mí.  Pero no, no es así. Pero no me malinterpretes, no mentí. Realmente quería pasar tiempo con mi familia, estas fechas son muy importantes para mí.

---Había querido preguntarte esto hace mucho… ¿Por qué en estas fechas? Estuviste casi siete meses aquí y ni una sola vez pediste regresar… pero ahora de pronto, querías apresurarte y arreglar todo para estar allá en estas fechas.
---Quería estar ahí para el ritual. – Jung Shin me miró sorprendido. Así que comencé a explicar. – No es nada malo, no es algo de brujería ni nada de eso, es sólo el nombre que le puse a una vieja tradición que tenemos en mi familia.

---¿De qué trata el ritual? – Preguntó Jung Shin

---Es una largar historia en realidad.

---Tenemos tiempo ¿No? – Podría haber elegido no decírselo, no contarle nada, estaba segura que lo entendería; pero sentía que a él podría confiarle todo. Era una extraña y desconcertante situación, ni siquiera a algunos de mis amigos más cercanos les había dicho esto. No era una persona muy sociable, mis ideas y sentimientos sólo los compartía con los más cercanos. ¿Había alguna razón lógica por la que yo le contara al chico que meses atrás se había propuesto hacerme la vida imposible, todos esos recuerdos, aun aquellos más dolorosos? ¿Había alguna explicación? De ser así, que alguien me la diera por favor. Porque a pesar de cualquier razón, estaba confiando mi doloroso pasado al mismo chico en que meses atrás no habría confiado ni siquiera la cosa más insignificante.

---Verás mi madre es una mujer muy inteligente y con mucha hambre de éxito y de ser la mejor, en la escuela era siempre la que sacaba mejores calificaciones, se graduó de la universidad con honores. Después conoció a mi papá y se casaron. Cuando mi madre se embarazó de mí, tuvo que dejarlo todo, su trabajo, sus sueños, todo.  Pero seguía conservando las esperanzas de volver algún día. Después llegó mi hermana y las cosas se complicaron para ella. Tener que quedarse en casa a cuidar de dos niñas y ser una simple ama de casa, no era lo ideal para ella, tenía muchos sueños y ganas de éxito aun, es algo fuerte decirlo, pero mi hermana y yo nos convertimos en una carga para ella. Sé que nos amaba, lo demostraba. Jamás nos trató mal en ningún sentido. Pero cuando pasas tanto tiempo en una vida que no es lo que deseas, puede llegar a ser algo frustrante. En fin, Después de pensarlo y hablarlo mucho, decidió cambiar papeles con mi padre y mientras él nos cuidaba, ella salía a trabajar y convertirse en la mujer empresaria y exitosa que siempre deseo. Todo parecía ir perfecto, recuerdo que mi papá no era el mejor cuidándonos, pero se esmeraba en ello. Pero él también tenía sueños ¿Sabes? Siempre quiso convertirse en fotógrafo y viajar a los mejores escenarios y paisajes del mundo, capturar lo mejor del planeta en su cámara. Así que cuando uno de sus amigos le consiguió una oportunidad como asistente de uno de los fotógrafos más importantes y famosos… rayos, no recuerdo su nombre, bueno, el punto es que tomo el empleo sin dudarlo.

---¿Qué pasó entonces contigo y tu hermana?


---Ninguno estaba dispuesto a sacrificar su sueño. No los culpo, me alegra que hayan logrado lo que siempre soñaron, estoy realmente orgullosa ya que se convirtieran en lo que siempre soñaron. Pero creo que tuvieron hijos demasiado pronto y se olvidaron que además de ellos, también estábamos nosotras ahí. Hicieron lo que era más fácil, contrataron niñeras. Tenía once años entonces. A mi padre sólo lo veía dos o tres días al mes, cuando pasaba por la cuidad en uno de sus tantos viajes. Y mi madre, bueno a ella sólo la veía por las noches, aunque también era común que saliera a juntas  viajes de negocios. Así que mi hermana y yo prácticamente nos quedamos solas, criadas por docenas de niñeras, que iban y venían. Ahora imagina, si a nosotros nos veían poco, ellos prácticamente eran dos desconocidos. Como era de esperarse, ellos decidieron que lo mejor era divorciarse, nunca discutieron ni nada parecido, pero si ya no se veían, ¿Qué caso tenía seguir juntos? Mi madre se quedó con la custodia y nos mudamos de ciudad. Mi hermana entonces tenía seis, estaba a punto de cumplir siete, una semana después de que mis padres decidieran separarse. Además, casi era navidad. Entonces, por el bien de la niña, por dos semanas, fingieron que nada había pasado. Pidieron vacaciones, y pasaban con nosotras todo el día, intentando recuperar el tiempo perdido, actuaron como si nada jamás hubiera sucedido, como si de pronto nos convirtiéramos en una familia unida, modelo, de revista. Fueron las mejores dos semanas de mi niñez. Sentía que todo sería como antes, que todo estaría bien, que nunca volveríamos a estar solas. Una vez que pasó el cumpleaños de mi hermana, la navidad y esas festividades. Todo volvió a la normalidad. Papás a su trabajo, y nosotras con las niñeras. Sin embargo, al año siguiente se repitió, y al siguiente igual. Muchos niños esperan la navidad para recibir regalos, yo lo esperaba para vivir mis dos semanas de fantasía. Ansiaba más por el cumpleaños de mi hermana que por el mío propio. Es mi ritual. Debes pensar que soy patética. Hice todo esto, sólo para vivir una mentira. – Dije mientras un par de lágrimas caprichosas rodaban por mis mejillas.

---Para nada.

---Ahora que mi hermana y yo somos mayores, ya no actúan tanto. Ya no fingen como si se amarán, porque saben que Ana y yo estamos completamente enteradas de su situación. Sin embargo, sigue siendo especial para mí, Mis padres realmente se esfuerzan por compensarnos. A pesar de todo, los amo. Y poder estar con ellos y con mi hermana durante dos semanas enteras es… simplemente maravilloso. Es por eso que quería regresar justo en estas fechas. Yo… realmente nunca le había contado esto a nadie, salvo a Mati. Gracias de verdad, por escucharme. – Jung Shin sonrió, después se levantó y me abrazó.

---Gracias a ti, por confiar en mí, Ahora debes descansar, en un par de horas traeré tus medicinas. – Dijo saliendo de la habitación.

¿Qué es lo que acaba de pasar?




Una semana ha  pasado desde que me dieron de alta del hospital. El doctor Choi viene diario a revisarme y a cambiar las vendas de mi pierna que ahora ya casi ha cicatrizado por completo, dijo que en un par de días más ya podré caminar sin las muletas.  Logré por fin hablar con Mati, se la estaba pasando bien con su familia y me alegraba de ello, cuando se enteró de mi accidente quiso regresar de inmediato pero se lo prohibí terminantemente. Min Hyuk también habló con ella. Se molestó un poco conmigo por exagerar un poco respecto a Diego, pero se le pasó en cuanto le prometí prepararle algo de comida mexicana en cuanto me pusiera mejor Todos me han cuidado, en especial Jung Shin, realmente parece un enfermero pagado.

Y aunque le estoy agradecida por todas sus atenciones, llega a resultar un tanto sofocante. Quisiera salir al patio, caminar, incluso correr, ir al jardín, respirar aire fresco, pero como ha estado lloviendo y haciendo mucho frio, él me lo impide y dice que si sigo así jamás me recuperaré. Me he decidido a soportarlo sólo un poco más, después de todo, sé que no lo hace con mala intención.

Después de la plática que tuvimos aquel día le tengo más confianza. Jamás pensé que pudiera llegar a ese nivel de confidencialidad con alguien que prácticamente acababa de conocer. Así que he decidido seguir así y no llevarle la contraria. Si seguimos así, creo que la mentira resultará más creíble, si somos amigos en la realidad, podremos fingir que somos algo más en la fantasía. A propósito, Min Hyuk me contó que los fans afuera de la casa al fin se habían ido, supongo que la gente se llega a cansar de todo. Sin embargo en la red es otra cosa, ahora que tengo un montón de tiempo libre, me he puesto a investigar un poco, incluso crearon un grupo Anti-Emily. En otra época quizá me hubiera provocado alguna reacción, pero ahora sólo me resulta irrelevante, valla no debería ser normal acostumbrarse a ser odiada y sin embargo parece que ahora lo estoy haciendo.

He visitado a Yong Hwa en un par de ocasiones, suerte que su habitación queda a unos cuantos metros de la mía, si viviera en la parte de arriba estoy bastante segura que Jung Shin me lo hubiera prohibido. Casi puedo escuchar su voz:

 EMILY, NO PUEDES SUBIR ESCALERAS, ¿ES QUE ACASO NO TE QUIERES RECUPERAR NUNCA? SOY LA AUTORIDAD AQUÍ, ASI QUE SI NO ES NO. DEBES OBEDECERME, PORQUE SÉ LO QUE ES MEJOR PARA TI, BLAH, BLAH, BLAH.

Yong Hwa sigue estable, sus padres se mudaron también para estar siempre aquí. El doctor Choi les enseño como cuidar de él lo mejor posible y también yo los asesoro en lo que puedo. La señora Jung aún se muestra distante conmigo, pero al menos me permite visitar a su hijo. Siempre que lo visitó hablo con él y tomo su mano entre las mías, siempre la aprieta. No se lo he dicho a nadie, no quiero que comiencen a tener falsas esperanzas, pese a que estas empiecen a crecer con hierba salvaje, dentro de mí.

Líder, despierta pronto por favor.

Las cosas parecen fluir, siguiendo su curso, encajando y acomodándose poco a poco, como piezas de un enorme rompecabezas. Sólo hay algo que me inquieta, mejor dicho alguien. Intenté suprimir mis sentimientos y preocupación durante tanto tiempo que ahora me resulta imposible seguirlo haciendo.

Durante todo este tiempo jamás pregunté por Jong Hyun, y los demás jamás lo mencionaban, al menos no delante mío. Era una situación surrealista en donde el nombre de Jong Hyun parecía haber desaparecido de repente de las mentes y los labios de todos, incluidos los míos. Fingía desinterés mientras que por dentro sentí ese vacío que había dejado él, necesitaba de él, sus palabras reconfortantes, su forma de siempre hacerme sentir mejor, su sonrisa…

¿Dónde estás?

¿Estás odiándome, justo ahora?

¿Estás bien?

Estaba cansándome de este falso desinterés. Estaba temerosa de que me odiara, estaba temerosa de enfrentar mis errores y la forma en que lo traté, pero no podía seguir así. Por lo que me decidí y empecé a preguntar por él. Sin embargo cada vez que estaba a punto de hacerlo Jung Shin cambiaba el tema de repente y Min Hyuk no sabía nada de su paradero. Los demás tampoco, o no querían decírmelo. Veía que escondían algo en sus miradas.

Sun Hee también había desaparecido de repente, al parecer ni siquiera había avisado que iba a dejar el trabajo, llamaron a la agencia y confirmaron que había ido a renunciar, pero directamente a la compañía y no con los chicos, no había vuelto a la casa y había mandado a un par de chicas y una señora para que recogieran sus cosas. No había dado explicaciones al respecto, sólo se había ido.

La noche del día siete, estaba dormida y desperté de repente. Otra vez esa sensación. Esa horrible sensación de saber que algo malo sucedería. Sólo una persona venía a mi mente,

No de nuevo no, por favor.

Desperté agitada y sudando, esta vez no había sido tan intenso y en mi sueño no veía nada claramente, sólo eran borrones y manchas, que se convertían en pesadilla si estaban acompañadas de esa sensación

¿Y si? ¿Y si qué…?

Jong Hyun estés donde estés, por favor… dime que estás bien.

Miré el reloj en la mesita de noche, las doce y media. Tomé un poco de agua e intenté dormir de nuevo, intento fallido. Necesitaba aire fresco. Tenía ganas de ir a la azotea, pretender que Jong Hyun estaría ahí para mí y para decirme que todo iría bien, para calmarme con sus palabras y hacerme sentir esa tranquilidad que sólo él podía darme.

Tomé una manta delgada, me envolví en ella y me levanté para ir a la azotea. Supuse que Jung Shin estaría durmiendo en ese momento así que no podría impedírmelo. Tomé la muleta y abriendo la puerta teniendo buen cuidado de no hacer ruido me escabullí fuera, Subí las escaleras despacio. Hasta llegar a mí destino.

Las luces estaban apagadas, sin embargo la luz de luna era magnifica e iluminaba todo, además, le otorgaba un aspecto aún más hermoso al cielo estrellado. Comencé a recorrer la pared buscando el interruptor de luz, entonces sentí algo más. Otra mano, fría como el hielo. Volteé, la silueta de un hombre situada frente a mí.

Solté un gritó y torpemente intenté regresar por donde había venido, entonces él rodeó mi cintura con un brazo y tapó mi boca con la otra mano.

---Tranquila, soy yo. – Respondió y quitando la mano de mi boca, encendió las luces. No lo dudé ni un segundo y lo abracé con desesperación.

---Estás aquí, estás bien. Creí que algo te había pasado, por favor, nunca vuelvas a irte de aquí, Promete, Jong Hyun, promete que jamás te voltearás a ir así. Moriría si algo llegara a pasarte. – El me miraba completamente confundido ante mi reacción. – En verdad lamento todo lo que te dije, Perdóname. En realidad estaba muy enojada y no pensé lo que dije. Todo era una mentira. Fui una tonta, pero de verdad no puedo seguir sin ti.  – Hablaba tan rápido que seguramente ni siquiera estaba pronunciando bien las palabras. Él sólo correspondió mi abrazo.

Suspiró


---¿Qué voy a hacer contigo, eh?