sábado, 25 de enero de 2014

Tiempo



// ‘Miedo’
Aquel sentimiento que perturba tu mente… tu ánimo.
Que provoca desconfianza con lo que está a tu alrededor.
Aquella sensación de angustia por la presencia del peligro.
…¿Real o imaginario?…
De cualquier modo es el recelo a que ocurra algo indeseado.



Narra Khiara 'Madrugada del accidente de Kim Ah Ri'

Tenía días de no sentirme bien. Ni siquiera podía dormir.
Eran las 3:15 am y aún no conciliaba sueño. Tenía extrañas sensaciones. Tenía miedo. Estaba impaciente.

Creí que un poco de agua me ayudaría por lo que me levanté de la cama. Solo las luces del recibidor y de las escaleras estaban encendidas. Todo lo demás era obscuro y silencioso. Baje solo con mi celular en las manos.


Llegue a la cocina, encendí las luces y me dirigí a la nevera. Necesitaba agua fría, la cual en cantidad adecuada y a un ritmo calmado, tomé. Puse el vaso en el fregadero y de manera natural apague las luces y salí de la cocina deseando que en el momento que me recostara pudiera dormir.


Apenas iba a subir las escaleras cuando escuché pasos. Alguien iba subiendo. En un principio pensé en hablar pero algo me lo impidió. Tenía mucho miedo.


Mis pies descalzos me ayudaron para seguir aquellos pasos de manera sigilosa. Aquella silueta desconocida fue directo a mi habitación. La abrió y entró.


Sabía que aquello no era nada bueno así que baje rápidamente las escaleras y entre a uno de los cuartos de servicio. Definitivamente no entraría en mi habitación y mucho menos permitiría que me viera.


Era extraño, a pesar de estar en mi propia casa, me sentía insegura. Marqué a YoungJae y KimAhRi pero ninguno contestó. También intenté hablar con mi padre y el Señor Yoo pero fue inútil. No tenía el número del hotel donde se estaban hospedando y marcar a sus teléfonos celulares era algo en vano. No podían recibir mis llamadas.


Lo peor del caso era que aquel hombre no era bueno, lo intuía. Mi piel aspiraba un aura malvada y no podía hacer mucho. Me encontraba sola en esa inmensa casa.


Me sentía acorralada así que marque a DaeHyun pero tampoco atendió a mi llamada. Solo me quedo esperar tranquilamente, en lo que cabía, dentro de aquel pequeño cuarto. No tardó mucho tiempo cuando escuché las mismas pisadas, ahora bajando las escaleras. Asome la cabeza y observe a un hombre más. Estaba frente a la puerta de la casa, como si buscara algo.


--- ¿Qué haces aquí? –Le escuché decir. Sus pisadas fueron directo a las escaleras así que nuevamente, abrí un poco la puerta para tener visión sobre lo que sucedía afuera–No tenemos permitido entrar –El hombre que había llegado trato de llevarse al otro que había subido a mi habitación, pero éste se soltó.

--- Tenía un poco de sed –Sabía que mentía pero no podía salir para desenmascararlo. –Creí que no habría problema.
--- Pues si lo hay. Si quieres tomar algo, será afuera. –Dicho aquello el hombre le invitó a salir de la casa. Antes de que lo hicieran, su celular comenzó a sonar. El otro hombre se molestó un poco, pero agradecí aquello. Aquella llamada le hizo salir finalmente de la casa.

Cuando ya no les vi corrí hasta mi habitación y puse el seguro. Me envolví en las cobijas e intente dormir. Cosa imposible. Tome mi celular y marque muchas veces más a YoungJae, Kim Ah Ri y DaeHyun. Me sentí desprotegida ya que ninguno contestaba.


Aquel hombre, seguramente, me quería a mí. Lo extraño era que cada uno de sus guardaespaldas fueron muy bien escogidos por el mismo YoungJae. Esto no estaba bien y no podía hacer mucho, si daba incisos de saber algo, seguramente había más de uno y atacarían. Quizás negarían todo y quedaría como una tonta o loca. Quizás era mejor que llegará alguno de mis ángeles guardianes. Ellos sabrían que hacer.


Las horas pasaron y los rayos de sol comenzaban a entrar por mi ventanal cuando mi celular sonó. Era YoungJae por lo que conteste rápidamente. Quería decirle lo que había visto. Quería decírselo a él, que investigara y no hiciera ningún alborote antes de tiempo. No me perdonaría que la policía se involucrara en algo que no era más que parte de mi imaginación o que la empresa del señor Yoo saliera afectada.


--- ¿Estás en casa? –Me preguntó inmediatamente.

--- Sí, Jae… -Trate de hablar pero me interrumpió.
--- Ya he hablado con el chofer. Él te traerá al hospital. Khiara… -Se quedó callado unos momentos – a Kim AhRi la han lastimado. No es nada grave pero supongo que querrás verla.

Quise contestar pero no pude. Recibir una noticia como esa no es nada fácil a pesar de que YoungJae me dijo que estaba bien. No podía estar tranquila. Me olvidé de lo demás y como me indico salí de inmediato al hospital.


Cuando ya me encontraba ahí le vi con el novio de Kim, Sukkie. Ambos estaban arreglando algunas cosas de trabajo por lo que me permití entrar. Ella se encontraba recostada y efectivamente, se encontraba bien.

Tomando en cuenta lo que sucedió en la madrugada y esa noticia. Por primera vez me sentí un poco mejor.


// ‘Soledad’

Un solo sentimiento que puede producir muchos más.

Pesar… nostalgia…
Un sentimiento que te puede hacer caer, callar y alejar.
Siendo el único remedio para salir de sus garras: la comprensión y la búsqueda de compañía de otras personas.
Sentirse protegido y amado en todo momento.



Narra Khiara -- Siguientes dos días del accidente.

Ninguno de los presentes teníamos el poder para retroceder la petición del padre de Kim. Sukkie se mostró muy preocupado pero solo era su novio y no tenía el poder para tomar una decisión como esa. Y qué decir de YoungJae y de mí.

Aunque me pareció muy cobarde de parte de ambos que no tuvieran las agallas de hablar con el señor Kim. Todo debido a que era uno de sus superiores. Sin otra opción y viendo que no tendría el apoyo de ninguno de los dos, traté de hablar con el padre de Kim.


Era una persona muy prepotente. Alguien a quien le gusta hacer y deshacer a su antojo. Alguien quien es capaz de usar su poder para conseguir lo que desea.


No le hice entrar en razón. Que entendiera o importante que era para mi unnie descansar y recibir los cuidados necesarios en el hospital. Solo pensaba en el escándalo que se haría con todos sus subordinados y peor aún, con sus superiores.


Sin otra alternativa fui con el doctor para que me diera los medicamentos e indicaciones necesarias para que le cuidara.

Llegue la habitación de Kim unnie. Afuera se encontraba Choi, el joven y nuevo chofer de la casa.

--- Buenos días… creí que solo estabas a disposición del Señor Yoo –Contesté con el fin de saber la razón, casi obvia, de que estuviese allí.

--- Lo estaba, hasta que recibí una orden directa del joven YoungJae, además con ellos de viaje no tengo trabajo en la casa.
--- ¿Se encuentra en la habitación? –Deseaba que así fuera. La verdad es que los últimos días me sentía demasiado sola. La ausencia de los mayores me estaba afectando a sobremanera.
--- Él se ha ido con otro joven. Me ha pedido que le lleve a donde usted guste ya que tenía asuntos importantes que atender. –Sin contestarle entre en la habitación. No era posible que me hubiese dejado sola.

Dentro de la habitación, Kim ya se había levantado de su camilla. Una de las enfermeras le ayudaba por lo que no había problema. Salimos y Choi nos ayudó a llevar a KimAh Ri hasta su departamento donde finalmente le despedí. Literalmente no necesitaría de sus servicios.


--- Deberías ir a tu casa –Me dijo Kim unnie mientras tomaba el control de su televisor. –Puedo arreglármelas sola.

--- No te creas una superhéroe, fuerte e inmune. Aun necesitas cuidados –Y hablaba muy enserio. Sus heridas no eran graves, afortunadamente, pero su herida necesitaba tiempo y sobre todo cuidados para sanar.
--- No es grave –Prosiguió. Sin hacer caso fui a su nevera. No había que comer así que salí a la tienda.

El lugar era muy cercano así que no demoré mucho en hacer una cena saludable. Le preparé un baño. Limpie y vende sus heridas para después darle sus medicamentos.


El día paso demasiado rápido. Durante la noche la estuve cuidando aún más pues me hablaron de posibles cambios de temperatura. Le di un último medicamento para el dolor, el cual le provoco demasiado sueño.

Y siguiendo sus mismos pasos, tome algunas cobijas y una almohada para convertir uno de sus asientos en mi cama temporal.

Cerré los ojos y por primera vez en los últimos días, pude dormir.

No supe nada hasta el siguiente día cuando YoungJae se encontraba enfrente de mí. Me regaño un poco por haber estado dormida tanto tiempo, aun cuando mi razón de estar en ese lugar, era cuidar a mi unnie.

No creí que tuviese el descaro de estarme diciendo todo aquello. Traté de calmarme un poco y de no decir nada de lo que me arrepintiera.


Ni siquiera le quise decir lo que había visto noche la madrugada anterior. Él y sukkie solo habían pasado a hacer algunas preguntas a Kim, tiempo que aproveche para salir a tomar un poco de aire.


Ese mismo día Kim Ah Ri se mostró como fuera de este mundo. No supe la razón y a decir verdad no quise preguntarle. A pesar de estar cuidando me sentía muy mal, sola.


Anhelaba que llegaran los mayores de sus viajes de negocios. Si ellos no estaban, me sentía muy sola. Sentía que no le preocupaba a nadie… Mis llamadas a YoungJae nunca eran contestadas y eso me frustraba aún más.


¿Cómo poder decirle lo que vi cuando no siento la misma confianza con él?... y Kim, Ella se veía
eor que yo. Ni siquiera sé la razón, ni siquiera sé cómo ayudarla. Y los mayores… les extrañaba. Quería que regresaran.

Las únicas personas con las que creía contar pareciera que no se encontraban disponibles para mí, por una y otra razón. 
 
 
 
// ‘COMPAÑIA’

Compartir nuestras inquietudes.

Compartir nuestros sentimientos.
Compartir nuestro corazón
Pero sobre todo que otra persona nos acepte.
Que haga de nuestro sentir, parte de él.


Porque cuando se tiene una buena compañía, hasta en los peores momentos podrás sentirte bien.

Narra KhiaraDía dos. 8:15 pm

Tomé mi teléfono celular y hablé a la casa. La persona en atenderme fue el ama de llaves quien inmediatamente daría instrucciones precisas para que fueran por mí.
Salí del departamento de Kim, tuve que esperar unos minutos ya que Choi aún no llegaba. Me senté en una pequeña banca disfrutando del frio viento chocar contra de mí. Como si traspasara mis ropas y mi cuerpo hasta llegar a los huesos.
Me agradaba aquella sensación. Me hacía concentrarme totalmente en las reacciones que provoca aquello en mi cuerpo. Dejar de pensar en todo lo que existía alrededor. Simplemente disfrutar… dejarme acariciar por el viento… pensar que mi madre se encontraba a un lado mío protegiéndome. Recordar el último día que me tuvo en sus brazos y lo reconfortante que era.
--- Deberías abrigarte –Escuché a una voz detrás de mí, haciéndome girar lo suficiente para observar su silueta. –El clima comienza a ser frío. Deberías estar en un lugar cálido.
--- ¿Debería? –Contesté mientras se sentaba aun lado de mí- Es muy reconfortante.
--- Eres extraña, ¿sabes?... A la mayoría de las personas les agrada estar en una prenda cálida o ser reconfortadas por el calor de su hogar. –Reí por tal comentario. Tal vez tenía razón y era extraña.
--- Me gusta el frio. –Contesté- Sentir el viento chocar en contra de mí. ¿Eso es ser extraña? –Está vez me giré directo a él. Verle me reconfortaba en cierto modo.
--- No -Dijo directamente –Lo extraño es la seguridad con la que dices que te gusta el frío… aun cuando tu nariz está tan roja como un tomate y estés temblando tal cual una persona con problemas extrapiramidales.
--- Aun más extraño que hayas dicho algo que no entendí. ¿Acaso eres médico? –Contesté defendiéndome entre risas pero a la vez reaccionando sobre lo que el frio comenzaba a provocar en mi cuerpo- Además… ¿Qué haces aquí?
--- Veo que no has hablado con tus padres. Ellos y el ama de llaves me han enviado por ti… -Se colocó enfrente de mí. La luz por fin me permitía ver claramente su rostro, observar la bella sonrisa que me regalaba pero a su vez grandes círculos alrededor de sus ojos que en conjunto con el tono pálido de su piel demostraban cansancio y una mala alimentación. Aquella persona enfrente de mí no parecía ser el Jung Dae Hyun se siempre. Su mirada mostraba un corazón triste. Apagado. –Me tiene a sus órdenes Señorita Khiara. –Esto último lo decía haciendo una reverencia. Como si me tratara de una reina.
Ambos reímos por su acción y después de que aclaró varias de mis dudas y me abrigo, subimos a al coche que le había brindado solo para mi cuidado. El camino se hizo corto entre todo lo que hablábamos y reíamos.
Fue como si ambos hubiésemos pasado por una transformación. Sus ojos comenzaban a tomar un brillo diferente y qué decir de mí. A su lado me sentía reconfortada y segura. Aspiraba confianza y una luz que me llenaba de energía.
Entre a la casa por algo de ropa mientras él me esperaba afuera. Subí rápidamente las escaleras y entre en mi habitación. Tenía en mente la ropa que usaría y sobre todo en que debía llevar algo para abrigarme. Quería regresar a Daehyun su chaqueta ya que el clima había cambiado repentinamente.
Tome algo de ropa rápidamente e iba por una bufanda… pero algo no andaba bien. Mis bufandas al igual que otras ropas estaban regadas en su cajón. Soy algo descuidada pero estaba segura de haber dejado todo en orden cuando me fui. Sin querer tomar mucho cuidado tome una que hiciera juego con mi ropa dispuesta a salir… pero luego opte por regresar y tomar una más.
Baje las escaleras de forma normal hasta que no encontré mi celular por ningún lado. Subí y estaba encima de mi tocador. Pero yo nunca me acerque a éste. Lo tomé tratando de tranquilizar mi ritmo cardiaco por haber subido tan rápido y luego baje inmediatamente. Iba a medio camino cuando me llego un mensaje.

<< Esa bufanda negra no va contigo…

¿Es para ese chico?>>


Esto era suficiente. Alguien estaba en mi casa… alguien me estaba siguiendo. Corrí a la salida donde DaeHyun se encontraba. Sin esperar a que abriera la puerta del copiloto, entré. Tome la bufanda negra que llevaba para él, misma que efectivamente había enredado en mi cuello con el afán de no llevarle en mi mano.

--- Arranca –Dije tomándole por sorpresa. Obedeció a mis órdenes. Durante el trayecto no le dedique ninguna palabra, ni siquiera una mirada. Estaba luchando con mi celular y el buzón de voz de YoungJae. -¿Por qué no contesta? –Grité lo más fuerte que pude. Pedí a DaeHyun que se detuviera y así lo hizo. Baje inmediatamente… sentía como si el aire me faltara.
--- ¿Qué pasa? –Dae trataba de tranquilizarme- ¿Qué paso?... ¿Te hicieron algo?... –Su voz se notaba cada vez más preocupada. –Ojitos –Dijo tomando mi rostro en sus manos. Se sentía tan cálido estar a su lado aun en aquel inmenso frio que provocaba que de su boca saliera un vapor. –Recuerda que estoy aquí.
Y como si aquellas palabras estuvieran llenas de un hechizo, me tranquilice. Busque más de su calidez acercándome a él… pasando mis manos sobre sus hombros y hundiendo mi cabeza en su pecho. Entre lágrimas y palabras sin sentido, desahogue mi miedo, mi tristeza, mi coraje…
Todo gracias a él… todo gracias a aquel abrazo que él correspondió rodeando sus brazos en mi cintura.


// ‘Tranquilidad’

¿Simples palabras?…

¿Un simple abrazo?…
¿Una simple presencia?…
Cosas que pueden ser percibidas como simples pero en realidad no lo son.
Cosas que llevaron el exaltado y temeroso corazón de Khiara a un estado de calma y seguridad.



Narra Khiara -- Día 4. 7:40 pm.

Necesitaba tiempo y espacio. Un lugar apartado donde pensar y aclarar mis ideas. Para liberarme del estrés y de los negativos pensamientos que llegaban mi mente.
DaeHyun accedió a mi petición y en unas cuantas horas pudo conseguir un hermoso lugar. En una playa sencilla de Busan, se encuentra esta pequeña pero acogedora casa con vista al mar. Un lugar donde la tranquilidad se puede sentir en el mismo aire.
Las mentiras que tuvo que inventar a YoungJae y KimAhRi no me remordían la consciencia. Los dos últimos días habían sido estupendos y acogedores. Además el esfuerzo y la paciencia de DaeHyun daban a este lugar un toque especial. Se sentía como un verdadero hogar.
Podía estar tranquila. Mi mente estaba despejada de las bromas que estaba recibiendo y de la actitud que tenía YoungJae conmigo.
El mundo giraba tan despacio como podía. No tenía ninguna preocupación.
DaeHyun consiguió una enfermera que atendiera las heridas de mi unnie. Logró que los mayores creyeran que estaba de viaje con algunas amigas y que nada relacionado con YoungJae atormentara mi mente ni mi corazón.
Él me consentía a su modo. Preparar las comidas del día a su lado, siempre era divertido. Las manchas en nuestras ropas y el desastre en la casa parecían no importar aun cuando después tuviésemos que arreglar todo.
Cuando salía siempre ponía a algún amigo o conocido a mi cargo para que estuviese más segura. Aun sin saber el por qué me había alterado unas noches atrás, no me cuestionaba ni me presionaba, simplemente estaba a mi lado. Pendiente de lo que faltara.
Era extraño pero aquel lugar parecía un auténtico hogar. Un lugar cálido que sirve como fortaleza en contra de los males. Un lugar donde se crea un propio mundo de fantasías.
Su compañía era lo mejor de todo. Él en complemento que con cada una de sus acciones lograba reanimarme, tranquilizarme, reír como loca… y sentirme querida…
Irme de esa casa era dejar el pequeño mundo que creé gracias a él. Esa plenitud y felicidad en mi corazón.
Como a cenicienta, el tiempo de magia se me había agotado. Era el momento de regresar. Dejar los paseos por la playa, por centros comerciales, restaurantes, la sensación del mar y la tranquilidad de ese lugar como un recuerdo que compartiría solamente con Daehyun.
 
 
--- Es hermoso –Le escuché hablar detrás de mí.
--- Tienes razón. –Dije recargándome sobre el barandal. Disfrutando de la bella vista que se proporcionaba desde ese lugar. -¿Cómo es que le encontraste?
--- Esta casa es muy famosa por las personas del lugar. Era de una enamorada pareja… se dice que este era su lugar favorito. Solían ver el mar desde este mismo balcón y disfrutaban de su tiempo juntos. Ellos y su hijo –Dio un suspiro y una mueca de tristeza. Los últimos días habían sido maravillosos pero también había momentos en los que le notaba triste. Observando el mar desde ese balcón.
--- Debió ser hermoso. No encuentro razón para que hayan dejado de venir y que dejaran que extraños la disfrutarán de este modo. Que se involucraran con un lugar tan especial en sus vidas.
--- Murieron… hace unos diez años –Me llene de asombro y tristeza, como si aquello me afectara directamente y él parecía pasar por lo mismo. –Son una leyenda en este lugar, aun cuando tiene tan poco tiempo se han creado varias historias sobre ellos. Su amor y la lucha que enfrenaron. –Me quede observándole y creyendo cada una de sus palabras aun cuando existiera la posibilidad de ser mentiras de la gente. – Me informe bien.
--- Es triste –Dije centrando mi atención nuevamente en el mar.
--- Se amaron demasiado. Un amor como el de ellos fue bendecido… quizás ambos murieron porque no podían estar el uno sin el otro. Además de esa forma cuidarían a su hijo y le brindarían todo lo que necesitara desde el lugar donde estén. –Giro su cuerpo para quedar enfrente de mí.

Con una de sus manos tomo mi mejilla y la acarició. Tomo una bolsa que estaba en el piso y salió de la casa diciendo que teníamos que irnos. Sin pensarlo dos veces tome la bolsa y la puse nuevamente en el piso. Luego le lleve afuera a aquel lugar donde las olas del mar estaban a punto de mojar nuestros pies. Quería que los recuerdos en ese lugar fueran sellados con un deseo que nos uniera.

--- Pidamos un deseo -Dije mientras tomaba su mano.
--- Eso es solo para parejas.
--- Nadie lo ha dictado. -Traté de reanimarlo y sujete con mayor fuerza su mano para que su esfuerzo por zafarse fuera en vano.
--- Sus corazones lo han hecho. Ambos deben albergar con la misma intensidad un solo deseo para que éste pueda ser llevado a dónde quiera que deba llegar. Solo así se cumple el deseo.
--- Entonces pidamos lo mismo. Pidamos que el destino se encargue de mantenernos uno al lado del otro –Traté de recriminarme mentalmente porque lo que dije simplemente era extraño pero antes de que yo misma lo hiciera, él habló.
“No pido deseos que sé que jamás se cumplirán”

Dio media vuelta y se fue. Una parte de mí agradeció que rompiera ese lazo que yo misma estaba creando, pero por el extremo me sentía mal. Mi corazón dejaba un espacio vacío en él.

Con cada paso que DaeHyun daba, sentía que se llevaba lo ocurrido en este lugar. Aquellas emociones y momentos que compartimos.
 
 
// ‘Conociendo’
El tiempo es el encargado de dar las piezas de la vida que debemos unir para formar un rompecabezas de respuestas... La naturaleza de la razón y la relación de las cosas nos deben llevar a la comprensión… Conocer y distinguir las diferencias entre una y otra cosa.
Distinguir lo que es amor, adicción y obsesión.

 

 
 Después de todo el tiempo de conocer a DaeHyun, experimentaba por primera vez incomodidad de estar a su lado. Desde el camino a casa no habíamos hablado y lo que concernía a ambos solo trataba sobre su trabajo de cuidarme.

La buena relación que habíamos tenido se esfumo esa misma noche.

Cinco días. Todos y cada uno de ellos tan cerca y tan lejos de él. Siempre a mi lado y a la vez siempre ausente e inexpresivo.

Quizás eso es lo que me hace sentir aún más extraña. Sé cuál es su trabajo, sobre todo por la ausencia de los mayores y YoungJae, pero siempre intenta estar a mi lado, aun cuando yo no quiera aceptarlo.

Si yo estoy dentro de mi habitación es seguro que él estará en el jardín resguardándome de alguna forma. Si voy a ver a Kim unnie espera en el pasillo. Si salgo a comer o tomar algo, sola o acompañada, él seguro estará en una mesa cercana.

Su afán por cuidarme es exagerado y lo peor es que extrañamente duele.

Duele tanto que me estoy hartando. Cada vez odio más esa estúpida barrera que ha creado entre ambos. Odio que sea tan resistente y que no sepa cómo derrumbarla… que no tenga quién me ayude o quién me comprenda.

Tome mis cosas y baje por las escaleras. Aun no eran las 8pm y él ya esperaba en el auto. Una sola indicación y nuestro destino ya estaba marcado al departamento de Kim Ah Ri.

Porque quizás ella podía ser la persona indicada para hablar. La única que me hablaría con la verdad.

--- Puedes esperar aquí o ir a donde gustes. Te doy el día libre si así lo deseas –Hable después del largo y silencioso viaje. Tome el bolso que estaba a mi lado y baje del auto sin espera su respuesta. Camine deprisa ya que el clima estaba demasiado frío últimamente y deseaba un lugar cálido. Entre por la recepción sin ningún problema y espere por el ascensor. Luego llego él a mi lado y siguiéndome de cerca hasta estar enfrente de la habitación 405 donde toque el timbre.

Espere de la misma manera en la que había sido nuestro andar. En silencio. Sólo tome un pequeño respiro tratando de aliviar la opresión que sentía en mí ser… tratando de olvidar que él se encontraba a mi lado creando incómodos momentos.

--- Hola –Dijo Kim AhRi al otro lado de la puerta. Tenía puesta la pijama y pantuflas, su cabello era desordenado y sus ojos estaban un poco hinchados indicando que ya llevaba un rato dormida.

Se froto un poco los ojos antes de notar la presencia detrás de mí. Reaccionó y despertó totalmente. –Lo si-siento… U-ustedes pueden pasar. Yo… iré a arreglarme un poco. –Parecía demasiado nerviosa por lo que sólo reí un poco y trate de hablar. Cosa que no ocurrió ‘Pasen y tomen asiento’ fue lo último que dijo antes de salir corriendo a su habitación.

Luego de eso DaeHyun entró detrás de mí y haciendo caso a lo que dijo mi unnie, tomo asiento.

--- Sólo quiero ver tus heridas… ¿Puedo pasar? –Pregunte pegada a la puerta de su habitación. No tardó mucho en lo que la abrió y me dejo entrar. Tenía puesta una blusa para dejarme ver sus heridas que cada vez me eran más preocupantes. Debido a que no podía estar tranquila todo el tiempo, estaban tardando demasiado en cicatrizar. –Siento haber llegado en mal momento- Dije mientras le quitaba la venda y se la cambiaba por una limpia.

--- No importa –El tiempo paso y mi trabajo terminó. Aun así espere a que mi unnie saliera del baño, sin ánimos de salir. –Le estás evitando, ¿cierto?... –No recibió respuesta de mi parte. -¿Qué pasa?

--- No lo sé. Creo que he arruinado las cosas. –Con desconcierto se acercó a mí. Ambas recosatadas en su cama y la mirada perdida en el techo pero en distintos pensamientos. -¿Qué pasa cuándo cada vez te es más necesario…. ‘algo’?

--- ¿Algo? –Giro su cuerpo y me miro con incredulidad por lo que solo giré mi rostro -¿Algo cómo…?

--- Se podría decir que lo que tengo es… ‘una adicción’ –Dije más como pregunta que como respuesta. Nuevamente paso el tiempo y todo seguía en silencio.

--- Khiara, nena… No es justo que trates de llamar adicción a algo que poco a poco es necesario para ti. Al menos no es justo cuando la palabra correcta puede ser otra.

¿Otra? Pensé. Gire mi rostro aún sin entender sus palabras pero ella no dijo nada más. Simplemente sembró dudas en mí sin dar ninguna palabra más sobre el tema.

Era claro que ella sabía que me refería a DaeHyun, y por si fuera poco, ella conocía algo que yo no.

Pero… ¿Qué es?
 
 10:40 pm.

--- ¿Te encuentras bien? –Preguntó de repente –Te noto ausente -Volvió a hablar pero seguí sin pronunciar una sola palabra. Soltó un suspiro de frustración. La situación lo era y seguro que lo estaba pasando muy incómodo -Khiara... ¿Pasa algo? ¿Quieres que hable con tus padres o con YoungJae?

--- No -Fue lo único que pude articular antes de que se escuchara uno de mis sollozos. ¿Qué me pasaba? Aun no lo tenía claro y quizás por eso estaba demasiado agobiada. DaeHyun estacionó el auto lo más pronto que pudo y llego a los asientos traseros donde me encontraba.


--- ¿Que pasa ojitos? -Preguntó nuevamente pero ni yo misma tenia respuestas claras. -No puedo hacer nada si no me lo dices...


--- Por favor toma algunos días de descanso. Solo por unos días quiero que te alejes de mí -Encontré su mirada y me mostro algo que jamás había visto en su mirada. ¿Tristeza? No lo sé. Quitó sus brazos de mí y volvió a su posición asintiendo a mi petición. Todo ocurrió tan rápido que apenas y analizaba mis palabras, sin dar una razón obvia, no quise retomar el tema.


Igual que como se estaba haciendo costumbre, ninguno de los dos habló y cuando llegamos a casa, inmediatamente baje del auto sin pronunciar una palabra. Necesitaba estar sola y más aún... Necesitaba descifrar lo que me ocurría con él.


Dar una explicación a las reacciones de mi cuerpo por cada una de sus palabras y acciones en los últimos días. Pero sobre todo, necesitaba hablar con YoungJae... Conocer o rectificar lo que realmente significa para mí.


Hable con el pero no podríamos vernos hasta dentro de dos días. Tiempo necesario para pensar lo que diría a YoungJae y a DaeHyun cuando los tuviese enfrente.


Trate de comentar lo sucedido con DaeHyun y la 'vulnerabilidad' a la que me expondría por mi petición pero no pude. Siendo objetiva eso es lo que pensaría Jae y debido a sus últimos casos de trabajo se notaba que tenía muchas cosas en la cabeza y muchas cosas que hacer. No sería bueno dar un dolor de cabeza más.



Dos semanas del accidente de Kim AhRi.

Esperaba en una cafetería del centro de Seúl ya que YoungJae llamó unos minutos atrás para hablar de 'su pequeño retraso'. Reí cuando pensé que hace días me hubiese molestado bastante por ello, pero dos días sin ningún tipo de comunicación con mis dos pesadillas andantes pude aclarar muchas cosas. Entre ellas, lo tonta que era por molestarme con YoungJae mientas está realizando cosas de trabajo.

Por fin este era el día de hablar sobre lo que sentía por él y que él hablara sobre lo que significaba yo.


Observe la puerta de la cafetería por bastante tiempo. Veía a la gente que entraba y salía del lugar, hasta que me sentí un poco incomoda por ello. Llame a la chica que atendía y pedí un moka.


Cuando le tuve en mis manos mire nuevamente la hora. YoungJae ya llevaba 30 minutos de retraso.


Con celular en mano y habiendo encontrado mis auriculares puse un poco de música. Pero mientras cambiada de una a otra canción mis dedos, casi por instinto, viajaron a la agenda de teléfonos y luego a un nombre en específico.


Aquel nombre que había estado pensando los últimos días, aquel que no solo significaba una pequeña composición de sonidos y palabras. Ese nombre era mucho más. Era la definición exacta de ese rostro, de esa voz, de esos cálidos y acogedores brazos...

Simplemente la definición exacta de él.

De aquel ser que con su solo nombre causaba contracciones en mi estómago.


Aquel ser que quería ver... Con el que deseaba estar de una u otra forma para que viviera los mismos sentimientos que yo.
 
--- ¿Esperaste mucho? - YoungJae habló a mi oído después de haberme quitado uno de mis auriculares.

--- ¿A caso eres detective pero no sabes contar el tiempo? Son las 6:43. No sé si sea mucho o poco... -Reí por su típica cara de preocupación y vergüenza haciéndole entender que no estaba molesta. Que entendía que estaba trabajando.

--- Bien, ¿Y de qué quieres hablar? -Pregunto después de una larga y trivial charla. Al fin y al cabo habíamos estado sin hablar desde hace mucho. Tampoco me había visitado en las dos semanas y media que los mayores llevaban fuera del país y que por lo que ambos sabíamos duraría al menos unos tres días más.

--- De lo que soy para ti -Dije sin ningún rodeo, unos segundos después, fijando mi mirada en él.

--- ¿De lo que eres para mí? –Se veía descolocado. Tomo un sorbo de su americano y evito mi mirada unos segundos más. Luego continuó -¿Por qué tan de repente?... ¿Estás bien?

--- Estoy bien, pero hay muchas cosas que necesito que hablemos para que queden claras. Necesito que me digas que soy para ti, que he sido toda tu vida -Dije esta vez tratando de mirarle a los ojos. Parecía una súplica y quizás no estaba muy lejos de serlo. Para YoungJae la idea de entablar una conversación como ésta podría ser demasiado difícil. Tenía que lograr que dijera de manera clara la verdad. Contuvo unos momentos sin hablar y se entretuvo el bastante tiempo con, nuevamente, con su americano.

--- Khiara, no entiendo a lo que quieres llegar.-Una mirada inquisitoria bastó y resignado habló -Tú eres mi pequeña. La tonta y despistada niña que ha estado a mi lado desde que tengo memoria. Aquella pequeña que lloraba en las noches tratando de que nadie la escuchara y que de alguna u otra forma hacia dormir. Tú eres mucho más que lo que jamás pensé de una niña, de nadie.

YoungJae esbozaba sonrisa tras sonrisa mientras hablaba. Tomo mi mano y la sujeto con gran fuerza. Ahí estaba mi respuesta y siendo sincera, por el momento no deseaba escuchar más así que hice que guardara silencio para continuar hablando yo. Siempre había sido claro lo que significaba para él, no paraba de repetirlo cuando éramos más chicos. Ahora era mi momento de hablar.

--- Sé lo que significo para ti. Siempre lo he sabido... No soy tonta y tú tampoco lo eres. Siempre lo has sabido ¿no? -Tome aún más fuerte su mano.

--- Khiara... No sigas, por favor -Continuó él. -Esto... No quiero que la relación que hemos mantenido desde hace tantos años salga afectada si sigues hablando.

--- Te he amado desde pequeña pero tú siempre lo has sabido... -Trató de pararme pero no pude. Tenía que hablar, tenía que decir todo lo que había guardado desde hace mucho tiempo. Ya no había vuelta atrás porque como si hubiese sido una bomba a la cual su tiempo había terminado, tenía que decir todo. -Aquel niño que siempre estuvo conmigo, que lloraba conmigo y trataba de ser él fuerte para reconfortarme. Al que siempre perseguí con tal de jugar al menos un poco. Tú, la persona que después de mi padre haría cualquier cosa para protegerme, y sobre todo para alejar a los chicos malos. Siempre estuviste conmigo… Apoyándome y cuidándome. Siempre estuviste ahí. ¿Crees que fue fácil darme cuenta que amaba a la persona que en un principio era como mi hermano?... Pase momentos difíciles, pero sobre todo, comencé a idealizarte como el hombre perfecto a pesar de no saber de amor. Todo empezó cuando comenzaste a gustarme, la atracción que sentía por ti cada vez era mayor. El tiempo pasó y me di cuenta que ya no solo era una pequeña atracción. Ya te quería demasiado. Todo paso sin que lo quisiera. Todo. -Tome un respiro al notar como las lágrimas comenzaban a salir de ambos- Después de quererte vino lo más difícil. Hasta el día de ayer comprendí muchas cosas que no podía, o más bien, no quería ver. Ayer me di cuenta que ese sentimiento puro que despertabas en mí se fue descomponiendo porque comenzaste a convertirte en una adicción que poco a poco se fue convirtiendo en una obsesión. He llamado amor, de manera equivocada, a lo que siento por ti y lo siento. Siento que nuestra relación se esté deteriorando porque no te amo como a un hombre pero te quiero de verdad, como algo mucho más. Siento que ese ‘amor’ que sentía por ti y que no podías corresponderme haya causado la distancia entre ambos… pero sobre todo, siento que ese noble sentimiento se haya convertido en algo tan vago y horrible como una obsesión por tenerte conmigo.

YoungJae no podía entender nada de lo que decía, lo notaba en cada una de sus expresiones. Yo estaba impresionada de lo que estaba diciendo. De decir lo que me estaba asfixiando.

--- No necesitas decir todo esto solo por lo que te dije

--- No lo estoy haciendo por ti, ¿No lo entiendes?... YoungJae yo te quiero demasiado. El mismo cariño y lazo que tú vez entre nosotros, por fin lo puedo ver yo. No te puedo amar como siempre hemos creído porque simplemente no es así. Eres y quiero que seas la persona que estará para cuidarme y protegerme siempre porque tú eres parte de mi familia. Tú eres por lazos de amor: mi hermano.

Tome su rostro entre mis manos y le di un pequeño beso en la mejilla. Luego tome mi bolso y deje la paga del café en la mesa.

--- ¿A dónde vas? -Pregunto posicionándose delante de mí.

--- Estaba llamando adicción a algo que poco a poco se hizo necesario para mí, pero encontré la palabra correcta. Se trata de amor. Kim Ah Ri lo sabía mejor que yo misma. Debes tener muchas dudas… creo que debo dejarte para que reacciones y canalices todo lo que te he dicho.

--- ¿De qué hablas Khiara?

--- YoungJae... Tenía miedo de esa palabra porque no eras tú la persona que la provocaba. Él no era la persona que estaba idealizando, pero ya me canse y quiero saber si esa persona me ama como yo a él. Quiero experimentar lo que es estar con alguien a quien quiero. No le diré nada… no te preocupes.

--- Khiara... Estas demasiado extraña. Te llevaré a casa -Me tomo del brazo y me dirigió a su auto. Traté de zafarme pero su agarre no tenía ningún pudor o arrepentimiento de si me hacía daño. Hablé y trate de explicarle que quería ver a alguien pero para ese entonces ya me había despojado del celular.

--- YoungJae, por favor suéltame. Me estás haciendo daño -Dije por última vez pero el siguió su camino. Estaba demasiado descolocado y molesto. Creo que jamás le había visto de esa forma. Un hombre que estaba cerca trato de ayudarme pero le fue inútil. La gente comenzó a acercarse debido al alboroto y muchos chicos trataban de calmar a Jae.

--- No sé de quién hables, pero debes estar loca por todo lo que has dicho.

--- ¿Por qué estas siendo así?

--- Porque... Porque... -Jamás pudo dar una respuesta. Se recargo en el cofre de su coche mientras se calmaba. Las personas comenzaron a irse después de que yo misma se los pedí -No sé porque estoy siendo así.

--- Lo que te he dicho no solo se trata de él. Desde hace mucho que guardaba esos sentimientos, quizás fui demasiado dura pero... Ya no podía más. También, creo que actúe muy precipitada al decirte sobre ‘él’ y que quería hablarle.

--- ¿Quieres ir a pasear a algún lugar? -Pregunto mientras abría la puerta de copiloto, donde segundos después entre.

--- Quiero ir a casa -Fue lo último que dije. Él me llevo y luego se fue. Tome una larga ducha más que nada para pensar. Siempre actuaba de manera arrebatadora, sin pensar mucho. A pesar de que lo había, según yo, hecho.

Salí, me puse la pijama y me disponía a dormir cuando me llego un mensaje.

>>Lo que me has dicho hoy, jamás lo hubiese pensado. Perdón por hacerte sufrir Khiara... Prometo pensar en todo lo que has dicho, no quiero dañarte más, pero no he creído ninguna de tus palabras. Una parte de mí se niega a ello<<


Cerré el mensaje intentando no pensar más en Jae… pero él solo pensar en él me llevo a pensar en la persona que me estaba haciendo conocer realmente el amor.
Aquel ser que quería ver... Con el que deseaba estar. Aquel que deseaba sintiera lo mismo que yo…

‘Jung DaeHyun’
 
 
 
 

Una carta de despedida



~°~°~ La situación para Kim Ah Ri y Zelo cambiaría rotundamente.

El momento para que ambos se dieran cuenta de sus sentimientos había llegado. En el pasado su amor hubiese sido algo irreal, algo que jamás existiría, sin embargo las cosas no siempre son como las creemos. El tiempo y el destino suelen jugar con nosotros.

Un beso… una simple presión de labios que AhRi utilizo como escapatoria, pero que al contrario de eso le envió a la trampa más letal y poderosa de la que no podrá escapar… `el amor´.

Quizás ninguno de los dos se imaginaría que aquel pequeño acto daría el tirón final que ataría con mayor fuerza el hilo rojo que ya les tenía unidos… predestinados. Que algo tan bello como el amor surgiera entre cosas tan sucias y ruines.

Algo difícil de creer pero si aquel sentimiento no se le llama amor, tal vez no exista otra palabra que llene ese extraño sentimiento.

La gran detective Kim Ah Ri se había enamorado de una sombra que trato de alcanzar durante meses. Y recién se daba cuenta que la necesidad de encontrarle estaba por encima de aquella investigación que le había encomendado YoungJae. Ella necesitaba encontrarlo porque sin querer se había enamorado de él.

La única verdad alrededor de la conexión que existía entre los dos. Aun cuando Kim Ah Ri no tenía la mínima idea de que sus sentimientos eran correspondidos.

Aquel niño tan inteligente que pudo llevarle a varias trampas y cuidarla al mismo tiempo. Aquel niño que jamás permitiría que la persona que ama termine lastimada.


Pero las cosas ya no serán las mismas y todo dará un giro inesperado.
Las verdades ya no podrán seguir ocultas ~°~°~


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Narra Kim Ah Ri

Era pasado de la 1 am […] El camino a mi hogar iba de lo más normal hasta que en uno de los altos un carro se atravesó enfrente de mí. El lugar no era muy concurrido así que no había nadie más alrededor.

De aquel auto con vidrios polarizados bajo un hombre de cabellera castaña y uno de cabellera rubia, ambos con máscaras como la de Zelo. Mi ventanal iba abajo y no tuve tiempo de subirlo. En un intento de protegerme trate de tomar la bolsa que se encontraba en el asiento de copiloto. Dentro de ella traía un arma por si aquellos hombres me atacaban.

A tales horas de la noche. Con dos hombres que evitan tu paso y visten como delincuentes lo único que puedes esperar es que quieran robarte, violarte o matarte. Mi caso fue distinto.

El hombre de cabellera rubia se recargo en mi puerta y seguido de ello se quitó la máscara. Se trataba del mismo chico que condujo la noche que hirieron a Zelo, `Himchan´.

Me examino unos momentos mientras el otro chico supervisaba que todo estuviera bajo su control. Luego me dedico una pequeña sonrisa y me dio un sobre. El subió al auto mientras el otro chico se acercó a mí, ocupando el lugar en el que Himchan había estado.

De igual manera me miro y luego me brindo una sonrisa. Este chico me reconforto de manera extraña. Su sonrisa era muy pura. Me quede observando como siguió el mismo camino que su hyung al automóvil, lo encendieron y arrancaron.

Quede demasiado aturdida como para reaccionar rápidamente. Trate de seguirlos aun sin ver el contenido del sobre que metí de manera desesperada a mi bolso. Daban demasiadas vueltas para tratar de perderme pero siempre estaba detrás de ellos. Todo iba bien hasta un alto en el centro de Seúl me detuvo. Un lugar donde siempre hay actividad automovilística.

`Maldito alto´ pensé ya que debido a ello les pedí. Seguí rodeando el lugar hasta que realmente no supe a donde más seguir mi camino. Retome una carretera para llegar a mi hogar. Tome mi bolso y subí a mi departamento. Entre y me dirigí inmediatamente a mi cama.

Observe el techo y luego mi bolso. Recordé que dentro de él estaba aquel pequeño sobre que me había dado Himchan y el otro chico que por lo poco que recordaba se llamaba JongUp. Tome el sobre en mis manos aún recostada en esa enorme cama.

Lo abrí y lo primero que encontré fue una tarjeta como la que en el pasado había recibido YoungJae como advertencia. La gire y me encontré con un escrito a mano que a pesar de ser corto, su contenido significaba demasiado para mí.

>> Zelo está estable.
… Gracias por tu ayuda <<

Aquel mensaje me lleno de felicidad. Si todavía no era el momento indicado para que me reuniera con él, al menos sabía que estaba vivo. Que aún existía la probabilidad de encontrarnos en el futuro.

También me quede impactada. Aquel mensaje estaba firmado bajo el nombre de Bang Yong Guk. Es difícil comprender el porqué del mensaje pero me sentía extrañamente agradecida con él. Ahora mismo estaba experimentando un poco de amabilidad de una de las personas más repudiadas y temidas del país.

Tome el sobre para poder meter el mensaje de Bang cuando me encontré con otro papel dentro. Se trataba de una carta.

“Tantas cosas has hecho por atrapárteme y sé que no te darás por vencida” Fue lo primero que vi del mensaje y lo que hizo a mi corazón latir con mayor fuerza, quizás él sabía que aquella carta era de Zelo. Luego continúe leyendo.

>> Primero quiero pedirte perdón.

Mi vista estaba tan borrosa por la sed de venganza que en un principio no me importo a quienes debía pasar para llevarla a cabo.
Perdón por tomarte como una de esas personas.

También te pido perdón por las tantas veces que me burle de ti.
Que te lleve a esas trampas que yo mismo estructuré haciéndote perder tu tiempo.

Y también… lo más difícil de decir, pero el motivo principal de mi carta…

(Creo que te decepcionarás un poco de tu trabajo)

Has hecho de todo un poco para atraparme sin darte cuenta que desde hace mucho tiempo me tienes en tus manos y hasta terminar de leer esta carta te darás cuenta del porqué.

Caí en tu trampa más letal y no creo poder escapar algún día.
Deje de verte como la detective que venía detrás de mí, que quería encarcelarme.
Sin querer poco a poco te fuiste convirtiendo en la figura de una mujer que lucha por lo que desea, aun en la adversidad.
Te fuiste convirtiendo en una mujer.

La mujer más hermosa que haya visto en mi vida.

No es el medio correcto pero gracias a mis hyungs puedo despedirme de ti. Puedo decirte lo que ha estado ocurriendo en mi corazón desde hace tiempo.

Por extraño e irreal que parezca…

Cuando estaba en peligro mi vida, solo tuve tiempo de confesar todo esto a mis hyungs.
Solo tuve tiempo de pensar en ti. De dar a conocer mis sentimientos.

Si te lo digo ahora es porque en el futuro no sabrás de mí.
Me desvaneceré y simplemente parecerá que no existí.
El destino y mis hyungs han decidido que es lo mejor y lo aceptaré.

Pero eso no aleja la pequeña esperanza de mi corazón.
AhRi, por favor, en un futuro… después de la vida…. O en la siguiente… encontrémonos de nuevo.

Si nos encontramos de nuevo prometo hacer todo lo que este en mis manos para enamorarte y procurarte. Para que podamos hacer una vida juntos.

Espero esta carta sea un `Hasta luego mi querida AhRi´

“Te ama Zelo” <<


Cada una de esas líneas movió mi interior. Sin querer las lágrimas ya habían marcado su recorrido por mis mejillas. Nunca me hubiese imaginado que el amor que sentía fuera correspondido.

Como niña pequeña me abrace a mis piernas y aquella carta. Yo quería encontrarme con él en esta vida. Yo quería encontrarlo… ver más de cerca lo que es el amor.

Inundada entre el llanto y mis pensamientos no supe en que momento me quede dormida.

La mañana ya había llegado y yo luchaba por abrir mis ojos pero la luz solar que se colaba por las cortinas me lastimaba. Busque con mi mano el celular que ya resultaba ser molesto por su tono. Una vez que le encontré contesté sin siquiera ver quien me llamaba.

--- ¿Dónde estás?... Te tengo buenas noticias –Del otro lado Khiara estaba gritando como loca. La verdad es que mi cabeza dolía demasiado y qué decir de mis ojos. Aún con los esfuerzos que realizaba solo pude verificar la hora para cerrarlos de nuevo. La luz ya no era molesta, sin embargo me ardían demasiado y si mi intuición no era mala estaban hinchados.

--- ¿Y qué puede ser tan bueno para hablarme a las 8am? –Contesté con mi voz un poco ronca. Odio que en las mañanas suene tan extraña.

--- Creo que alguien estaba durmiendo –Contesto riendo aún más fuerte –Y se trata de mi departamento. Después de todos los arreglos que mi padre y el señor Yoo han mandado hacer, hoy estará listo. Quiero que me acompañes

--- Nena… estoy en mi casa. No me siento muy bien, ¿podríamos ir otro día? –Conteste un poco desganada mientras me dirigía al baño. Me pose enfrente del espejo y poco falto para que gritara. Tenía los ojos demasiado hinchados por llorar la noche pasada.

--- ¿No te sientes bien?... bien, vamos para tu departamento. Nos vemos en un rato. –Seguido de ello colgó. Ni siquiera me dio tiempo de preguntarle nada o al menos enterarme con quien estaba. Preferí mandarle un mensaje para que no viniera.

No tenía ánimos de nada así que fui directo a acostarme. La noche pasada ni siquiera había entrado completamente a mi cama. Tome las sabanas y cuando me disponía a dormir nuevamente, de entre ellas sentí un muy doblado papel.
Me abracé a él y las lágrimas caprichosas querían salir nuevamente. Enamorarme de alguien que ni siquiera conozco bien y llorar por él… ¿Estaré loca?

Me quedé acostada unos diez minutos más. Tenía muchas cosas que pensar, pero otra llamada entrante me interrumpió.
Se trataba de un número desconocido por lo que me llene de la esperanza de que fuera él. Había dicho que una carta no era suficiente. Quizás una llamada podría serlo para él.

Como una adolescente me puse nerviosa, a tal grado que mis manos comenzaron a sudar y apenas tuve tiempo de contestar.

--- Ho-hola –Contesté tartamudeando debido a los nervios, me sentía como una tonta chica.
--- ¿Detective Kim Ah Ri? –Contestó la otra persona. Di un respiro de desilusión. -¿Se encuentra bien?
--- Sí, claro… ¿A qué debo el honor de su llamada Detective Park? –Tenía que dejar de ser tan patética. Tenía 23 años y estaba actuando como una tonta. Me levante aun con desgano de la cama colocando la pequeña carta en mi buro y saliendo rumbo a la cocina por un café.
--- El mismo. Solo quería avisarle que los documentos ya están listos. -¿Documentos? Pensé. –Los he enviado a su oficina en la mañana así que no tardarán en llegarle. Espero puedan servirle de algo… no fue nada fácil conseguir esos rostros –Por fin comprendí de lo que hablaba. Hace algunos días le había pedido ayuda para encontrar a Zelo, más específicamente una fotografía. –Suerte y ojalá lo más pronto posible se deshaga de ese dolor de cabeza. Estaremos en contacto.

La llamada apenas termino corrí al cuarto. Tome la carta y mi bolso. Necesitaba ver inmediatamente aquellos documentos… tal vez sería lo único que necesitaba para encontrarle.

Estaba consciente que le estaba poniendo en un peligro eminente por todo, pero después sabría cómo manejar las cosas. Lo importante en esos momentos era reunirme con él, decirle que correspondía a sus sentimientos y esperar que pasara lo mejor.

Zelo se había despedido de mí, lo que significaba que pronto se marcharía del país. Tenía el tiempo encima y lo peor de todo es que desconocía cuánto. Llame a la oficina y pedí que me trajeran los documentos. Un compañero accedió así que preferí tomar el tiempo de viaje para checar la información que ya tenía.
Utilicé la mesa de la sala para apoyarme. Había demasiados documentos así que tuve que poner algunos en el piso. Era un completo caos y ni quiera había tomado un baño. Me estaba estresando demasiado y el timbre de mi departamento era como la cereza el pastel.

Del otro lado estaban tocando con bastante ansiedad por lo que tuve que ir a abrir.

--- Siento haber tardado tanto pero pase por algunos medicamentos. No sabía que es lo que tenías así que traje lo más indispensable… ¿Te sientes muy mal? –Khiara ya estaba fuera de mi departamento y no paraba de hablar y tocar mi frente para verificar como estaba. Por un momento pensé que era molesta su presencia. Quería encontrar a Zelo y ese era un contratiempo.

--- Estoy bien –Trate de evitar su paso por más tiempo y convencerla de que me encontraba bien pero en vez de ello la abrace y como una niña pequeña comencé a llorar.
--- ¿Qué pasa?... ¿Quieres ir al hospital?... –No podía contestar, solo podía estar abrazada a ella –Unnie…
--- Lo siento nena… -Dije tratando de calmarme. –Es difícil para mí. –Ella retrocedió un poco y fue hasta ese momento que note a dos chicos en el pasillo, quienes eran expectantes de mi momento de debilidad.

**********
Narra Zelo

Una de las noches más difíciles de mi vida fue aquella. Perdí en conocimiento de un momento a otro pero me estaba aferrando a la vida. A ver por una última vez a las personas que más quiero.

Abrí mis ojos nuevamente, aferrándome a las palabras de mis hyungs. Moví mi cabeza de un lado a otro mirando sus rostros hasta toparme nuevamente con el cuerpo de AhRi al lado mío, en aquella camilla.

Me era difícil pronunciar las palabras y en cada uno de mis intentos trataban de callarme. Sin embargo, mis palabras serían la única forma de defender a AhRi en aquella situación. Bang se posó al lado mío y me tomo con gran fuerza de la mano.

--- Déjenla… por favor –Mis palabras eran pequeños susurros. Afortunadamente YongGuk pudo percibirlas. Al igual que a AhRi, me miro con gran furia y a pesar de lo doloroso trate de mostrarme firme ante lo que había dicho.

--- ¿Por qué? –Le escuché decir. Parecía como si se encontrara a kilómetros de distancia.

--- Lo siento Hyung –Contesté. Mi cuerpo seguía sintiendo un poco de dolor por lo que mi otro Hyung trato de sedarme. Me negué. Si moría necesitaba decirle todo a mis Hyung. Pedirles perdón y confesarles el amor que había nacido en mi interior.

--- Tengo que sedarte. Una bala sigue estando dentro de ti y será difícil sacarla. No lo soportarás sin el sedante –Me habló mi Hyung. Pero nuevamente me negué.

--- Pero si me sedas… tal vez jamás pueda decirles nada –Todos seguían en ese lugar así que tuve la oportunidad de ver sus rostros descompuestos. Yo mismo estaba declarando mi muerte.

---- Ya no hables pequeño. Te tienes que salvar, tienes que hacerlo Zelo. –Bang me tomo con mayor fuerza y los demás hicieron lo mismo. Quería aferrarme a la vida por ellos, por la persona que se encontraba en la otra camilla.

--- Hyung… Déjalas ir. A ella y a Khiara, por favor. –Todos simplemente me tomaron con mayor fuerza, aunque note un cambio en sus miradas.

--- No es momento de hablar de esto. Te sedara y cuando te recuperes por completo hablaremos. –La postura de Bang era muy rígida pero no podía quedarme así.

--- Necesitas escucharme –Volví a hablar pero poco a poco sentía como si mi alma se fuese saliendo de mi cuerpo. –Khiara es una buena chica, quiero que mi Hyung y ustedes no le hagan daño –Por fin llame la atención de todos, sobre todo la del futuro médico.

--- No sigas. –Dijo Himchan al notar que Bang se estaba alterando un poco. Todo se quedó silencio por unos momentos. Aproveche aquello para tomar las fuerzas necesarias y seguir hablando.

--- ¿Y esta chica?... ¿Por qué a ella? Ella ayudo a YoungJae y ha estado buscándonos desde hace tiempo. Ella es causante de lo mucho que hemos sufrido en los últimos meses. ¿Qué razón tienes para pedirme que la deje? –La calma y el coraje que debía sentir Bang eran demasiados para hablarme de aquella forma. Para que las lágrimas crecieran poco a poco en sus ojos.


--- Es difícil… sabes… yo… - Era difícil decir cómo me sentía, sin embargo las palabras flueron.

“La observo, desde hace mucho.
La odio, porque es de otro.
La protejo, aunque no vaya con mi naturaleza.
La deseo, algo totalmente prohibido para mí.

La amo, simple y llanamente, la amo...”


Aun con aquellas palabras que salieron de mi corazón, los demás debieron sentirse traicionados. No era para poco. Siendo objetivo estaba haciéndoles lo peor, quizás algo más doloroso de lo que hizo YoungJae. Yo… la persona que protegieron desde que era pequeño les estaba dando la espalda para proteger a la persona que amaba.

--- No digas estupideces. Dime… ¿estás loco? –Contesto Bang.

--- Bang, tranquilo. –Himchan trataba de calmarlo pero no podía.

--- Pienso matarla –Aquellas palabras me llenaron de un miedo inmenso. Mi Hyung nunca había hablado de matar a alguien. Tenía miedo de que lo intentara y que yo no pudiera hacer nada.

--- No lo harás. –No había notado que tenía algunos cables en mi cuerpo y que uno de ellos monitoreaba mi pulso hasta que comenzó a hacer mucho ruido. Ya no soportaba más estar en ese lugar. Ya no sabía cómo aferrarme a la vida. Lo único que podía hacer era pedir perdón y proteger a KimAhRi.

--- Zelo tranquilízate. –Me gritaba mi Hyung quien ya se encontraba monitoreándome y alejando a todos los demás de mí para hacer su trabajo como médico.

--- Mi última voluntad es que no la dañen. –Apenas mencione aquello todo el caos que se estaba armando se calmó. Mi vista se estaba volviendo borrosa nuevamente así que solo pude decir `Perdón´ y `Los amo´.

--- -- --
Jamás creí que pasaría de esa madrugada.

Tal vez no podía dejar tantas cosas en este mundo por lo que desperté. Recuerdo que no podía abrir los ojos. Los cables que conectaban los aparatos, el suero y la sangre a mi cuerpo provocaban demasiado dolor en mí. Cuando abrí mis ojos noté una tenue luz proveniente de una lámpara.

Me encontraba demasiado descolocado por lo que intenté pararme de aquel lugar. Algo inútil. El dolor y los vendajes en mi cuerpo me lo impidieron.

Lo único que pudo tranquilizarme fue ver el cuerpo de Himchan. Debió haber estado en aquel lugar por mucho tiempo ya que no se veía muy bien. Su aspecto lucia como el de una madre que ha pasado en vela muchos días por cuidar a su pequeño.

Con los pocos movimientos que podía realizar le acaricie el rostro y quite algunos mechones de sus ojos. Su posición entre aquella silla y mi camilla se veía muy incómoda. A pesar de lo que dije él se encontraba cuidándome. Me sentía bendecido por todo el amor que me brindaba.

No sabía cuánto tiempo llevaba despierto, solo sentí cuando me tomo la mano. Me abrazo y comenzó a llorar al igual que yo. Parecíamos unos tontos pero no importaba. La felicidad de volver a verle era demasiada y deseaba ver a los demás.

Después de que estuvo unos momentos conmigo salió corriendo de aquella habitación la cual me dispuse a examinar. Desde hace mucho tiempo que no me encontraba con los hyungs en este lugar por lo que tampoco sabía mucho de lo que habían hecho.

Aquello que parecía ser la habitación de un hospital debió ser una de esas cosas.

Al poco tiempo de haber salido una persona de la habitación, ya estaban tres hyungs más. El mediano de todos venía con su bata blanca. Mientras el checaba algunos mi pulso y mis reflejos los demás solo observaban cada uno de esos movimientos. También comenzó a hacerme algunas preguntar que creí absurdamente obvias.

Seguido de ese chequeo rápido, un `Todo está bien´ basto para que todos se abalanzaran sobre mí.

--- ¡Hey, tranquilos! Tenemos un hombrecito muy fuerte pero no se aprovechen de ello –Dijo mi Hyung de blanco para que todos se alejaran de mí. No es como si quisiera que dejaran de hacerlo pero en verdad que me había dolido. Seguro por la felicidad de verme bien habían olvidado mis heridas y que estaba entre algunos cables.

--- Te falta un año para obtener tu título y ya nos prohíbes cosas como ésta. Serás un Doctor muy malo. No iré a consulta contigo –JongUp se burlaba un poco de él. Todo parecía estar bien. Todos seguían actuando de lo más normal frente a mí. Bueno, a excepción de una persona.

Himchan, JongUp y el `Doc´ se la pasaron dándome mimos y palabras de aliento. Todo para levantarme el ánimo y poder recuperarme lo más pronto posible. Y lo mejor de eso es que nadie tomaba el tema de Kim Ah Ri. Todo podría sentirse como nuestro pequeño y cálido ambiente familiar si no fuese porque Bang no se acercaba a mí.

--- Hyung… -Hable queriendo llamar su atención pero termine recibiendo la de todos. Lo único que se escuchaba en la habitación era el molesto sonido de uno de los aparatos y las respiraciones agitadas de todos los demás.

--- ¿Hyung?... ¿así es como nos llamas después de traicionarnos? –Dio en tono frio provocando que mi corazón realmente doliera.

---- Ya estuvimos hablando toda la semana pasada -Contesto Himchan. –Ya lo habías aceptado. Lo prometiste.

---- ¿Semana pasada? –No entendía cómo podían hablar de una semana anterior. En esos momentos, aún creía que apenas y había confesado todos y cada uno de mis sentimientos pero estaba equivocada.

--- Vamos demasiado pronto y apenas te vas recuperando. Deberíamos dejar las cosas aquí –Dijeron todos mis hyungs enfrentando un poco a Bang y a Himchan que negaba con la cabeza.

--- No entiendo… quiero saber de qué hablan. –Volví a hablar. Quería que me contestaran todo. Sentía que me había perdido de muchas cosas.

--- Es mejor que lo sepa todo. –A pesar de que los demás negaron un poco les miro y luego a mí. Al final nadie se interpuso a sus palabras -Estuviste inconsciente por una semana. Creíamos que no despertarías ya que entraste en un coma. Según este pequeño doctorcito fue debido a toda la sangre que perdiste y el arduo esfuerzo que realizaste para hablar de todo aquello.

--- ¿Una semana?... y Ahri… ¿ella está bien?

--- Ven de lo que hablo. Él solo está pensando en esa chica. –Mi comentario molesto mucho a Bang pero no pude evitar pensar en ella.

--- La ama -Contesto Himchan en mi defensa. -Él encontró algo que nosotros no hemos podido ¿Qué hay de malo en ello?

--- Que se enamoró de una detective. La misma que ayudo a YoungJae para meternos en la cárcel. Y que le está ayudando nuevamente. ¿Eso les parece poco? –Los demás ya no pudieron hablar más. En cierto modo tenía la razón, yo estaba enamorado de ella, pero ella de mí… quizás no.

--- Lo sé y lo siento. No es algo que haya buscado –Contesté a punto de llorar. Sentía que con ese amor estaba traicionando a mis hyungs. Toda la protección que me habían brindado desde pequeño cuando no tenía a donde ir. Me sentía pésimo por darles la espalda a los únicos seres que han velado por mí.

--- Te iras del país y no puedes negarte. Los papeles están listos así que te iras en una semana – La imagen que me daba Bang era muy distinta a lo que él era. Ahora se mostraba frio e indiferente conmigo a pesar de que siempre había sido todo lo contrario. –En ese viaje tal vez descubras que lo que sientes por esa chica no es amor.

Dicho aquello salió. Me quede con los demás hyungs quienes me prometieron que hablarían con él y le convencerían pero ha pasado una semana de ello y aún no veo ningún resultado.

Mi recuperación va demasiado lenta y la única persona que he hablado es con JongUp. Es como si fuera él único que me comprende y además se ha convirtido en mi psicólogo.

Todos los días ha venido a checarme y a limpiar mis heridas. Aunque no quiera hablarme sobre Kim Ah Ri, siempre me decía que hablar de aquello me bajaba los ánimos y que por ello mismo no puedo recupérame como es debido. Hoy me cambio las vendas por gasas. Solo tengo dos días.

El tiempo parecía dejar de existir… tenía tantas cosas en mi interior y JongUp pocas veces estaba conmigo. Estaba entrando en depresión que sumada con mi mala alimentación me estaba afectando demasiado.

--- He hablado con Himchan. –No noté en que momento ambos habían llegado. –Mientras tú te has propuesto preocuparnos a sobre manera y hundirte, nosotros hemos hablado con Bang.

--- No pudimos evitar que te envié a otro país. –Prosiguió Himchan. –Pero estarás con tu Hyung en Estados Unidos. Como has pedido, no dañaremos a Khiara ni a Kim Ah Ri. Bang… él la está pasando un poco mal, pero te ama.

--- ¿Entonces por qué me separa de AhRi? –Traté de darles la espalda. Quería llorar.

--- No estamos seguros si ella te corresponde y además es demasiado peligroso. Ninguno de nosotros queremos verte lastimado. –Himchan se sentó a un lado de mí mientras me mostraba un mensaje de Bang. –Lo ha enviado a KimAhRi.

--- Puedo confiar en que no le harán daño, ¿cierto? –De alguna manera no estaba confiando demasiado.
Ellos no dijeron nada. Por un momento pensé que me estaban ocultando algo pero la verdadera razón para que no hablaran fue la persona que se encontraba en la puerta.

--- No soy tan inhumano para hacerle daño. Una personita habló conmigo… a pesar de que me daño igual que tú, ahora comprendo que dos de mis pequeños se han enamorado.

--- ¿De qué hablas? –Preguntó Himchan.

--- Habló de dejar esta estúpida misión. Seguir con nuestras vidas. –Bang se acercó a mí. Todos estábamos en mi habitación. La personita de la que hablaba venía detrás de él. –Dejaré que se despidan pero todavía deben cuidar su espalda y la nuestra. Debemos cuidarnos como la familia que somos.

Será más fácil no pensar en ti



Narra Kim Ah Ri:


Respire un par de veces y entonces tome con más fuerza mi arma para salir nuevamente, tendría solo unos segundos para atacarlos. Antes de cumplir con esa hazaña, sentí como alguien me empujo fuertemente.

Cerré mis ojos debido al golpe que recibió mi espalda al contacto con el piso al mismo tiempo que sentí como caía sobre mi rostro…. Sangre… la persona que me arrojo lejos… lo hizo para evitar que me dispararan.

Aun descolocada por el golpe abrí poco a poco mis ojos. Encima de mí se encontraba él. Tenía una bala en el hombro izquierdo que si hubiese estado un poco más abajo abría dañado su corazón. Mire sin creer que él se hubiese entrometido, que él se haya sacrificado para que aquella bala no cayera en mí.

Había mucho ruido alrededor y mis pensamientos daban varias vuelta. Ni siquiera note que aquella persona que había tratado de dispararme lanzo otro tiro. Ninguno de nosotros salimos heridos. Él tomo su arma y le disparo en repetidas ocasiones, pero debido a su hombro herido no tenía mucho sostén ni precisión.

Retrocedí un poco cuando él ya se había puesto de pie. Trate de tomar mi arma, pero fui interrumpida por más balas al aire, de las cuales una aterrizo en su costado.

¿Qué era lo que pasaba?, ¿Acaso se interpondría como un escudo humano?... ¿Por qué lo hacía?... ¿Qué podía significar para él para que hiciera esto por mí?.... para que me protegiera aún a costa de él mismo.

Yo sé perfectamente lo doloroso que es sentir que te quemas por un pequeño objeto que se incrusta en tu piel.

Después de que Zelo cayó de rodillas aquel hombre desapareció, al igual que el tiroteo.

--- ¿Por qué lo hiciste? –Dije en una tenue voz. Zelo solo logro dar un fuerte quejido, no entendía porque hacer aquello… por qué defenderme… ¿Acaso no debería estar del lado de la persona que me hirió?

Se arrastró un poco hasta quedar recargado en la puerta de un auto cercano. Bajo aún más su gorro y sujetó con fuerza su máscara. Era obvio que no me permitiría verle el rostro aunque era lo de menos en esos momentos.

A pesar de todo lo que había ideado en el pasado al estar enfrente de él, no sentía la necesidad de tomar mi arma aun cuando estaba a escasos centímetros de mí después de arrodillarme enfrente del cuerpo de Zelo. Pero luego todo cambió. Volví a escuchar más disparos.

Como pude, desgarre mi pantalón de una pierna y ate con fuerza sus dos heridas. Quería al menos atrasar un poco su hemorragia.

Mis acciones no eran medidas. Mi profesión quedó en segundo plano, había algo más importante para mí en estos momentos y era salvarle. Batalle demasiado, la herida de mi brazo seguía sangrando un poco y el dolor iba en aumento.

Estaba por terminar cuando sentí una pistola posada en mi nuca. Zelo seguía un poco consciente de lo que pasaba. Cuando noto que había alguien apuntándome trato de tomar mi arma, pero aquella persona la arrojo lejos.


--- Me has hecho las cosas muy fáciles. Me encantaría saber lo que hará Bang cuando se dé cuenta que he matado a uno de los suyos –El hombre desvió su arma, ahora estaba apuntando a Zelo mientras él no podía ya ni siquiera tener la cabeza hacia esa persona. Ya había mucha sangre en sus ropas, las mías y el piso. No ate lo suficiente debido a esa intromisión.

--- Eres demasiado cobarde.
Dije burlándome de esa persona y tratando de atacarle. Lo único que logré fue recibir un fuerte golpe con la pistola que me abrió el labio y me arrojo lejos. Aquel hombre estaba jugando con el gatillo, entre sí disparaba o no.
“Eres un maldito” dije y enseguida cerré mis ojos. Algo me impedía querer ver cuando le hirieran aún más. No quería ver cuando le mataran. Apreté mis puños y me arroje hacia el hombre. “Demasiado tarde” pensé. Un fuerte sonido por el disparo ya me había ensordecido un poco.

--- Espera que vean que yo te he matado a ti. –Alce mi mirada y note que la persona que había recibido el disparo era ese hombre y no Zelo. A un lado de él se encontraba Bang Yong Guk.

--- Lo siento… Hyung –Estaba totalmente impactada. Estaba sobre un cuerpo con un disparo en la cabeza y lo primero que vi después de esa atrocidad me dolió mucho más. Dicho aquello, Zelo dejó caer su cabeza, ya no tenía fuerza. Bang se abalanzó sobre él. Ni siquiera prestando atención a que yo estaba ahí. De manera desesperada y con un nudo en la garganta comenzó a menear al menor. Su desesperación fue en aumento al notar que éste no reaccionaba. Yo misma me estaba desesperando.

--- ¡Zelo!... Despierta, maldita sea. ¡Por favor Zelo!... abre los ojos. No nos hagas esto. –Bang estaba muy afectado. Gritaba, lloraba con aquel frágil y desangrado cuerpo en sus manos. Ni siquiera podía creer aquello. Zelo estaba `muriendo´ por… ¿salvarme?

No sabía qué hacer. Sentía como si mi alma se estuviese partiendo en dos por ver aquel cuerpo, aún sin rostro, de aquella manera.

Impotente. Así me sentía. El cuerpo de Zelo solo se encontraba en movimiento debido a que Bang le meneaba de un lado a otro esperando que despertara.

Nada me importaba en esos momentos. Yo no quería ver muerto a aquel ser. Extrañamente quería estar en su lugar.

Varias lágrimas se acumularon en mis ojos hasta que éstos ya no pudieron guardarlas más. Como pude lance a Bang lejos de él para poder tomarlo yo en mis brazos. Le recosté de lado y enseguida puse dos de mis dedos en su vena carótida verificando tenue pero aún existente pulso.

Bang no tardó en reaccionar. Me apunto con una pistola en la cabeza, pero ahora mismo no tenía miedo de él ni de esa arma. Todo mi miedo estaba descargado en la idea del cuerpo inerte, sin vida, de Zelo.

--- Si quieres matarme hazlo, pero antes de ello déjame hacer algo para evitar su hemorragia. –Dije lo más dura que pude mirándole a los ojos. Él se quedó totalmente perplejo ante mis palabras, pero después de pasar su mirada en mí y en el menor bajo su arma.

--- Hazlo rápido.

Una vez que dijo aquello trate de quitarle la máscara que traía. Si la dejaba podría causar que se ahogara con su propia sangre la cual era evidente que ya había expulsado en una gran cantidad.
Bang no me lo permitió. Tomo mi mano con fuerza para evitarlo.

Ya habían pasado unos 10 minutos de que recibió aquellos disparos y apenas vi llegar a otro chico. Este también traía una máscara semejante a la de Zelo. Nos miró confundidos, pero luego su mirada se desvió a aquel ser que estaba recibiendo mis pocos conocimientos en primeros auxilios. Sus ojos se mostraron igual que los de nosotros. Llorosos.

Me sentía tan patética de compartir un mismo dolor con aquellos dos delincuentes.

--- Ayúdame a subirle al auto –Dijo Bang a aquel chico que apenas y pudo menear la cabeza en afirmación. –También habla a….

--- Lo haré ahora mismo, pero no hables… está persona es… -Su mirada se llenó de odio hacia mí.

--- Mándale un mensaje. Dile que preparé todo para atenderle, ella… nos está ayudando con Zelo.

Dicho aquello, el joven corrió con un celular en manos. Poco tardo en llegar, pero en vez de dejar que aquel chico le ayudará a Bang yo lo hice. Eso ganaría tiempo para el pequeño.

--- ¿Qué haces? –Dijo Bang cuando subí con Zelo en la parte trasera de aquella camioneta.

--- Ustedes no saben de primeros auxilios. Sube rápido, la policía está cerca y no tenemos mucho tiempo que perder con Zelo. –Ambos chicos se me quedaron viendo extrañados. Era obvio, una detective ayudando a salvarse y además escapar a los criminales que debería poner tras las rejas.
Íbamos saliendo cuando escuchamos varias sirenas de ambulancias y patrullas.

--- ¿Sabes que podrías morir? –Dijo de repente Bang.

--- Desvía hacia la derecha. El tráfico será mayor, pero nunca sospecharan. Las cámaras de seguridad… ¿Las han desactivado? –El chico que manejaba solo comenzó a reír mientras Bang me miro como si quisiera matarme. No me quede atrás y le mire de igual forma así que el desvió su mirada.

--- Sí –Contesto secamente.

--- Entonces no tienen ningún dato sobre ustedes. Su camioneta no es extravagante, así que traten de actuar normal… aunque tampoco estaría mal que aumenten la velocidad un poco. La hemorragia por fin está cediendo, pero…

--- No te entiendo. –Dijo Bang.

--- Yo tampoco. –Contesté, aun cuando sabía exactamente la respuesta. La velocidad del auto aumento para no ser atrapados. Mi forma de actuar era la incorrecta pero no me importaba. Yo seguía luchando por apretar las heridas de Zelo y que la hemorragia cediera aún más. No eran heridas muy profundas, él tenía oportunidad de salvarse.

Solo estaba pensando en Zelo, en que se salvara y eso era lo que me preocupaba aún más. Me estaba metiendo con personas como ellos. Estaba traicionando a mi país, a mis compañeros, a mí misma. Estaba ayudando a unos criminales para salvarse.

Las sirenas dejaron de ser percibidas por nuestros oídos. Lo único que podía ver de Zelo eran sus ojos cerrados. Sentí horribles punzadas en el pecho. Quería llorar, gritar… no quería que él muriera. Si eso pasaba… no sé lo que haría.

…¿Por qué Kim Ah Ri?... por qué te sientes así…


Mire al frente para estar segura de que aquellos dos no estuvieran mirando hacia atrás y siendo de esa forma aproveche. Mi mano estaba totalmente ensangrentada y temblaba. Se estaba acercando cada vez más y más a los cordones que ataban esa máscara a la parte inferior de sus orejas.


Tire de uno de ellos, pero no tenía las agallas suficientes para poder mirar su rostro. Mi miedo era mayor que mi curiosidad.

Luego pensé: Será más fácil si sigues en la obscuridad, si no eres atrapado por mi culpa… porque si no tienes un rostro… Será más fácil no pensar en ti.

Cerré mis ojos y tire un pequeño nudo. Limpie mi mano y tu rostro con una polera que encontré en la parte trasera del auto. Una vez que ambos estábamos limpios toque directamente su rostro. Recorrí sus cejas y sus ojos tratando de imaginarme como eran. Luego baje por su nariz delineándola, sus mejillas y luego mis dedos se fueron moviendo casi inconscientemente a sus labios.

Mi dedo índice trato de dibujarlos recorriéndolos por el contorno y poder darme una imagen mental de ellos. Estaban tan fríos y secos. Quería que dejaran de estar así. Quite mi dedo y me agache un poco.

Uní sus labios con los míos. Los de él estaban tan helados. Quería que mi beso transmitiera un poco de mi vida a él así que comencé a moverlos. Estuve segundos así hasta que reaccione sobre mi acción. Busqué el cordón de la máscara con mi mano y la ate.


Segundos después miré alrededor. Las luminosas calles de Seúl habían desaparecido y fueron sustituidas por unos callejones desolados, con paredes garafateadas y en deterioro además de tener lámparas que relampagueaban y mismas que deduje durarían poco en funcionamiento.

Las puertas delanteras de la camioneta se abrieron. El primero en bajar fue el piloto, del cual seguía sin recordar su nombre, luego bajo Bang Yong Guk.

Estuvieron hablando frente a la camioneta unos momentos. Bang se veía desesperado y si no fuera por el otro chico casi podría apostar que estaría fuera de control, igual que unos minutos atrás.

Sentí que estaban perdiendo el tiempo y era impotente ante ello. No podía decirles nada para que se apresuraran.

Bang por fin reacciono y comenzó a gritar en otro idioma que desconocía, seguramente era la manera de comunicarse con los restantes de su banda sin que los demás supiéramos de lo que hablaba y no pudiéramos hacer mucho ante algún ataque o estrategia que estuvieran planeando.

Al fin abrieron la puerta y nos hicieron bajar… primero tomaron el cuerpo de él, que ya se encontraba casi sin vida. Luego un chico un poco más bajito que los demás me tomo del brazo herido para que bajara. Hizo mucha presión en él y no pude evitar gritar de dolor. Ni siquiera había atendido mis heridas por protegerle a él. Por hacer lo mayor posible para que dejara de sangrar tanto. Por querer que se salvara.

Vi a mucha más gente en aquel lugar. Había mujeres, más adolescente y niños… todos nos miraban expectantes, pero no pude ver más. El chico me tapo los ojos y luego sentí una aguja en el otro brazo.

Era un sedante el cual me dejo sin fuerzas al poco tiempo. Mi cuerpo comenzó a desvanecerse y el chico supo que aquel líquido ya estaba haciendo su trabajo. Después de unos segundos más quito su mano de mis ojos, me recostó en la tierra y sin querer me permitió ver un poco más.

Vi como llegaban más personas al lugar y como otras más entraban a un cuarto, el cual supuse llegaba a una casa subterránea. Tanta gente no podía caber y mucho menos vivir en un cuarto de unos 12 metros cuadrados.

Agradecí por momentos aquel sedante. Mis heridas ya no dolían a pesar de estar ahí.

Me quede viendo a la nada hasta que algo llamo mi atención. Un hombre, un joven… no logré identificar lo que era llegó. Vestía con bata y fue lo que más llamó mi atención…

Ellos… ¿tenían un médico personal?

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A pesar de lo adolorido que se sentía mi cuerpo y lo pesados que estaban mis ojos podía sentir la comodidad de una cama y un repetitivo e igualmente molesto tono. Por fin me sentía consciente de lo que sucedía a mí alrededor.

Me moví un poco e hice mi mayor esfuerzo por abrir mis ojos pero la intensa luz de aquella habitación blanca me lo impidió. Luche un poco más hasta finalmente notar que estaba en una camilla de hospital. Eso daba sentido a su color.

Trate de acomodarme un poco. Mi brazo me dolía bastante, pero mis esfuerzos fueron en vano hasta que Khiara llegó casi corriendo a ayudarme.

--- Unnie… estás bien –Me alegre tanto de verla aunque mi sonrisa duro muy poco. Recordé lo que había pasado. Mi brazo estaba herido y mi pierna se sentía casi igual. Aquello en verdad había pasado.

--- ¿Cómo llegue aquí?... Yo… -Estaba con Zelo, pensé, más no lo dije, no pude decirlo porque noté que Khiara no era la única en esa habitación esperando a que despertara.

--- Tú eres una estúpida –Dijo recriminatoriamente aquel hombre. -¿Acaso no eres detective?... ¿Cómo se te ocurrió atacar sola, poner a personas en peligro?. Haciendo esto solo me demuestras una vez más lo idiota que eres. –Siguió diciendo hasta que Khiara fue y trato de calmarlo.

--- Yo no quería eso. Traté de protegerlos. –Contesté provocando que la irá de él aumentara.

--- Y dime ¿cómo los protegerías si estabas muerta?

--- ¿Tienes que decir cosas tan hirientes?

--- Un detective no puede tener errores como éste. –Khiara se veía muy espantada. Quizás ni siquiera sabía quién era él. Verle provocaba un poco de miedo y enojado era mucho peor.

--- Tú también has cometido errores. –Me defendí -No solo como detective, sino como hombre y como padre. –Esto último lo dije lo más seco que pude. Luego mirándolo directamente a los ojos y acomodándome mejor en aquella camilla proseguí con mis palabras- Si has venido a saber de la misión no obtendrás nada. Ahora mismo solo quiero descansar, sin embargo si te intereso un poco como hija… puedes quedarte un poco más.

--- No me faltes al respeto. Soy tu superior –Contestó mi padre y fue hiriente. Aquello me hizo sentir poco importante para él.

--- Conozco los protocolos y no eres la persona indicada para interrogarme. Esperare a que llegue alguien más, que seguramente será uno de mis compañeros. –Mi padre trato de seguir hablando, pero inmediatamente comencé a entablar una conversación ilógica con Khiara. Mi padre se fue de la habitación y fue hasta ese momento que pude respirar de manera tranquila.



--- ¿Es tú padre? –Me preguntó Khiara una vez que se fue.

--- Sí. Perdón por lo incomodo del momento.

--- Sabes que cuentas conmigo… no sabes lo preocupada que estaba. Hablaron a YoungJae y el me dio la noticia de que estabas aquí. Herida. –Khiara se veía muy preocupada pero aún así no podía decirle nada de lo que había sucedido.

Estuvimos hablando un par de minutos más. Logró darme la información necesaria gracias a que Jae le dijo todo lo que sabía a ella.

Sukkie también estaba preocupado por mí. Khiara me explicó que él y YoungJae fueron a verificar el lugar. Querían saber quién me había lastimado y “secuestrado” por unos momentos. Aunque sería aún más difícil tratar de explicar porque me habían traído a este hospital.

No lo podía creer. Los únicos que pudieron traerme a este lugar fueron Bang y los suyos. La verdad es que yo también creí que me tendrían como reen o me matarían. Yo había provocado lo que le había pasado a Zelo. Creí que me harían pagar pero no fue así.

Estaba confundida sobre su forma de actuar.

Aunque me parecía difícil asimilarlo Bang Yong Guk protegía a los suyos a tal grado de dejarme libre. ¿No pensó que podría hablar?...

Mi cabeza daba vueltas. Si decía lo que había sucedido posiblemente estaría en problemas pero me sería fácil salir de ellos. Pero también recordé el peligro en el que les pondría. Que posiblemente si hablaba ahora mismo harían lo posible por encontrarles.

Estaba segura que Zelo seguía vivo. Si hablaba y ellos tenían que huir eso lo pondría en riesgo.
Mil pensamientos pasaban por mí. Khiara llegó finalmente con la bandeja de comida que deseaba y detrás de ella Sukkie y YoungJae.

Sukkie traía un enorme ramo de flores y YoungJae unos chocolates escondidos. Sabía cuánto los amaba y la manera tan sorprendente de subirme los ánimos.

--- Lo siento cariño –Me dijo Sukkie sofocándome en un fuerte abrazo que me hizo quejarme de dolor. –Oh, Te lastime.

--- No importa. –Dije alejándolo un poco de mí. Ambos chicos acomodaron esos pequeños detalles en una mesita de al lado.

--- Estás muy pálida. Debiste perder mucha sangre –YoungJae me veía con mucha intriga. Como buscando las respuestas que requería en mis acciones. Yo seguía comiendo y de manera natural reí por ello.

--- Supongo. Ni siquiera recuerdo nada… -Khiara y Sukkie se miraron muy preocupados. Algo muy distinto a Jae quien me quiso envolver con más preguntas hasta que mi `Novio´ le detuvo. –Diré todo lo que recuerdo –Iba a mentir, pero creía que era lo mejor –Vi a personas sospechosas corriendo, las seguí y llegue al estacionamiento del centro comercial. Seguí de cerca a la persona y de la nada hubo muchos disparos. Había gente en el lugar así que les ayude. Fui detrás de algunos de ellos, quizás era un pleito entre dos bandas criminales y uno de ellos me disparo. Me senté unos momentos para cubrir mis heridas y cuando finalmente lo había logrado sentí una aguja en mi brazo. Un hombre me sedo. Después de eso no recuerdo nada hasta que Khiara estaba al lado mío.

--- ¿Y por qué traerte al hospital? –pregunto Jae. Fue fácil quitarme a Sukkie ya que lo único que deseaba era que descansara pero mi amigo era totalmente distinto. Para él su trabajo parecía ser lo más importante.

--- Es lo mismo que me pregunto. –Actué como si aquello me estuviera quebrando la cabeza. Como si tenía que recordar algo para poder deducir… al final todos cayeron en mis mentiras. Respiré aliviada.



El caso siguió su proceso los siguientes días. No había mucha información para ellos así que solo dejaron el caso de lado. Como un tiroteo entre dos bandas novatas.

Yo por mi parte ya me encontraba en mi hogar. Las heridas ya estaban sanando y todo gracias a que Khiara estaba al pendiente de mí. Mis remordimientos seguían pero en segundo plano. Quería contactar de alguna manera a Bang y saber cómo se encontraba Zelo, eso era lo primordial para mí así que comencé nuevamente con su búsqueda.

YoungJae inconscientemente me ayudó un poco al brindarme información de otros casos. Finalmente estaba encontrando información más concreta. Esta vez no estaba Zelo para frenarme en su búsqueda.

Era pasado de la 1 am y seguía en la oficina. La mayoría de mis compañeros se habían ido a su casa y los que aún se encontraban ahí estaban durmiendo. Decidí ir a mi departamento, tome las llaves de uno de mis gabinetes y mi auto así como algunos otros documentos sobre Zelo que estudiaría en casa colocándolos en mi bolso.

Me despedí de mis compañeros medio adormilados y fui al estacionamiento. El camino a mi hogar iba de lo más normal hasta que en uno de los altos un carro se atravesó enfrente de mí.

Bajo un hombre de cabellera castaña y uno de cabellera rubia, ambos con máscaras como la de Zelo. Mi ventanal iba abajo y no tuve tiempo de subirlo… []


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Especial Zelo

YoungJae ya se veía más calmado. El tiempo paso y me di cuenta que todo el trabajo se lo había dejado a ella. Eso era algo agradable. Ella era muy inteligente, pero sería más fácil solo ir en contra de uno de ellos.

Junto con mi Hyung esperamos a que pasara un poco de tiempo. Nuestro primer ataque a Khiara no había sido un éxito pero era el primero. Tratamos de atacar por varios frentes. Todo estaba siendo un éxito ya que lo único que se interpondría era AhRi a quien había estado llevando a varias trampas. No podía dejar que me atrapara, eso pondría en peligro a mis hyungs.

Así fue como comenzó una aventura a escondidas de los mayores.

Comenzó como parte del plan. Seguir a Ahri era sencillo. La seguía a todos lados. Su casa, trabajo, visitas a Jae o Khiara y luego salidas con ese tonto detective llamado Jang Geun Suk. Ella no se veía feliz con él pero me molestaba verles juntos.

“Esto no es parte del plan” me repetía en bastantes ocasiones. Yo no podía sentir ningún tipo de empatía con ella y Khiara, sin embargo se estaban convirtiendo en personas especiales para mí. Estábamos utilizando a personas inocentes. Las pocas veces que me toco seguir a Khiara noté que era una chica linda. Le gustaba ayudar a los demás y parecía no tener malos sentimientos por ninguno que se le pusiera enfrente.

Lamentablemente ya era tarde. Estábamos metidos en grandes líos. Quizás Ahri me gustaba… trataba de darle señales para que se alejará de mí así como trataba de dárselas a Khiara.

Fuera del plan con los hyungs se estaba volviendo primordial para mí protegerlas.

Es tonto las muestras de cariño que le daba a Ahri. Cada una de esas rosas y mantenerla a salvo de mis hyungs y de esos otros maleantes. Más de una vez trataron de seguirla y hacerle daño, pero siempre estaba detrás de ella. No permitiría que le hicieran daño así como tampoco deseaba que mis hyungs quitaran eso de mis manos y se metieran en esto. Si ellos lo hacían no se tocarían el corazón. Ellos estaban llenos de rabia por lo que hizo Jae y lo único en lo que pensaban era en la venganza.

La última vez que la vi, cerca de DaeHyun quise morir. También traté de sembrar celos en ella. Celos de que estuviera con Khiara, pero creo que no lo logré. Aun como JunHong no pude. Me sentía frustrado, hasta que una pequeña luz de esperanza se abrió para mí.

Cuando me viste besar a Khiara en la frente. La forma en la que actuaste me hizo sentir al menos un poco importante para ti. No había duda que yo ya te quería aunque tú no. Aunque la gran detective Kim Ah Ri este saliendo con otro chico y nos separe una gran distancia.

Ese día termino. El siguiente me reuniría con los hyungs pero fuimos interrumpidos. Unos tipos que nos aborrecen aparecieron y lo arruinaron todo. Sabíamos que planeaban algo para aniquilarnos así que decidimos atacarlos cuando tuvimos el momento. Estábamos en el centro comercial. Me puse mi mascara y un gorro para ocultar mi rostro y le seguí mientras que Himchan y BangYong Guk hyun que era con quien estaba, iban a apagar cámaras de seguridad y ver que no saliera gente herida.

Himchan evacuo de manera rápida el estacionamiento. Era lógico que aquel tipo se reuniera con los otros en ese lugar. Todo estaba bien, en lo que cabía decir. Había varios tiroteos pero nada que no pudiéramos resolver. Éramos tres contra siete, afortunadamente ellos eran muy lentos y con muy poca preparación.

Todo estaba bien, solo teníamos problemas con dos de ellos hasta que vi a Ahri. Ella estaba en aquel lugar y por lo que note atacándolos. Ellos no eran personas con las que se pudiera jugar. Vi cuando la hirieron así que noqueé a dos chicos y luego fui detrás de ella. La sacaría del lugar pero fui interrumpido.

Vi como uno de esos hombres le iba a disparar. Corrí lo más rápido que pude, caí encima de ella, pero estaba a salvo. Yo por mi parte, sentí un ardor en el hombro. Note que era sangre y que una bala estaba en mi hombro.

Aquello no pararía y lo sabía. Otra bala en mi cuerpo me lo hizo rectificar. Aquel hombre me mataría y yo lo único en lo que pensaba era en Ahri, en que ella se librará de esto. Aquella pistola estaba apuntando a mi cabeza pero jamás sentí ningún otro dolor. Abrí mis ojos y note que estaba mi Hyung. Le pedí perdón por todo… por haber actuado a su espalda por proteger a la persona que quería.

Después de eso ya no supe nada. Mi vista se obscureció y desperté después de algunas transfusiones de sangre. Mis hyungs tenían a Ahri en una camilla a mi lado… no tenía muchas fuerzas.

Les pedí, casi suplique como mi última voluntad que le llevaran a un hospital y la atendieran. Que tampoco le hicieran daño al igual que no quería que dañaran a Khiara. Ellos solo asintieron e inmediatamente volví a perder la razón.