sábado, 25 de enero de 2014

Una carta de despedida



~°~°~ La situación para Kim Ah Ri y Zelo cambiaría rotundamente.

El momento para que ambos se dieran cuenta de sus sentimientos había llegado. En el pasado su amor hubiese sido algo irreal, algo que jamás existiría, sin embargo las cosas no siempre son como las creemos. El tiempo y el destino suelen jugar con nosotros.

Un beso… una simple presión de labios que AhRi utilizo como escapatoria, pero que al contrario de eso le envió a la trampa más letal y poderosa de la que no podrá escapar… `el amor´.

Quizás ninguno de los dos se imaginaría que aquel pequeño acto daría el tirón final que ataría con mayor fuerza el hilo rojo que ya les tenía unidos… predestinados. Que algo tan bello como el amor surgiera entre cosas tan sucias y ruines.

Algo difícil de creer pero si aquel sentimiento no se le llama amor, tal vez no exista otra palabra que llene ese extraño sentimiento.

La gran detective Kim Ah Ri se había enamorado de una sombra que trato de alcanzar durante meses. Y recién se daba cuenta que la necesidad de encontrarle estaba por encima de aquella investigación que le había encomendado YoungJae. Ella necesitaba encontrarlo porque sin querer se había enamorado de él.

La única verdad alrededor de la conexión que existía entre los dos. Aun cuando Kim Ah Ri no tenía la mínima idea de que sus sentimientos eran correspondidos.

Aquel niño tan inteligente que pudo llevarle a varias trampas y cuidarla al mismo tiempo. Aquel niño que jamás permitiría que la persona que ama termine lastimada.


Pero las cosas ya no serán las mismas y todo dará un giro inesperado.
Las verdades ya no podrán seguir ocultas ~°~°~


---- -- ---- -- ---- -- ---- -- ---- --

Narra Kim Ah Ri

Era pasado de la 1 am […] El camino a mi hogar iba de lo más normal hasta que en uno de los altos un carro se atravesó enfrente de mí. El lugar no era muy concurrido así que no había nadie más alrededor.

De aquel auto con vidrios polarizados bajo un hombre de cabellera castaña y uno de cabellera rubia, ambos con máscaras como la de Zelo. Mi ventanal iba abajo y no tuve tiempo de subirlo. En un intento de protegerme trate de tomar la bolsa que se encontraba en el asiento de copiloto. Dentro de ella traía un arma por si aquellos hombres me atacaban.

A tales horas de la noche. Con dos hombres que evitan tu paso y visten como delincuentes lo único que puedes esperar es que quieran robarte, violarte o matarte. Mi caso fue distinto.

El hombre de cabellera rubia se recargo en mi puerta y seguido de ello se quitó la máscara. Se trataba del mismo chico que condujo la noche que hirieron a Zelo, `Himchan´.

Me examino unos momentos mientras el otro chico supervisaba que todo estuviera bajo su control. Luego me dedico una pequeña sonrisa y me dio un sobre. El subió al auto mientras el otro chico se acercó a mí, ocupando el lugar en el que Himchan había estado.

De igual manera me miro y luego me brindo una sonrisa. Este chico me reconforto de manera extraña. Su sonrisa era muy pura. Me quede observando como siguió el mismo camino que su hyung al automóvil, lo encendieron y arrancaron.

Quede demasiado aturdida como para reaccionar rápidamente. Trate de seguirlos aun sin ver el contenido del sobre que metí de manera desesperada a mi bolso. Daban demasiadas vueltas para tratar de perderme pero siempre estaba detrás de ellos. Todo iba bien hasta un alto en el centro de Seúl me detuvo. Un lugar donde siempre hay actividad automovilística.

`Maldito alto´ pensé ya que debido a ello les pedí. Seguí rodeando el lugar hasta que realmente no supe a donde más seguir mi camino. Retome una carretera para llegar a mi hogar. Tome mi bolso y subí a mi departamento. Entre y me dirigí inmediatamente a mi cama.

Observe el techo y luego mi bolso. Recordé que dentro de él estaba aquel pequeño sobre que me había dado Himchan y el otro chico que por lo poco que recordaba se llamaba JongUp. Tome el sobre en mis manos aún recostada en esa enorme cama.

Lo abrí y lo primero que encontré fue una tarjeta como la que en el pasado había recibido YoungJae como advertencia. La gire y me encontré con un escrito a mano que a pesar de ser corto, su contenido significaba demasiado para mí.

>> Zelo está estable.
… Gracias por tu ayuda <<

Aquel mensaje me lleno de felicidad. Si todavía no era el momento indicado para que me reuniera con él, al menos sabía que estaba vivo. Que aún existía la probabilidad de encontrarnos en el futuro.

También me quede impactada. Aquel mensaje estaba firmado bajo el nombre de Bang Yong Guk. Es difícil comprender el porqué del mensaje pero me sentía extrañamente agradecida con él. Ahora mismo estaba experimentando un poco de amabilidad de una de las personas más repudiadas y temidas del país.

Tome el sobre para poder meter el mensaje de Bang cuando me encontré con otro papel dentro. Se trataba de una carta.

“Tantas cosas has hecho por atrapárteme y sé que no te darás por vencida” Fue lo primero que vi del mensaje y lo que hizo a mi corazón latir con mayor fuerza, quizás él sabía que aquella carta era de Zelo. Luego continúe leyendo.

>> Primero quiero pedirte perdón.

Mi vista estaba tan borrosa por la sed de venganza que en un principio no me importo a quienes debía pasar para llevarla a cabo.
Perdón por tomarte como una de esas personas.

También te pido perdón por las tantas veces que me burle de ti.
Que te lleve a esas trampas que yo mismo estructuré haciéndote perder tu tiempo.

Y también… lo más difícil de decir, pero el motivo principal de mi carta…

(Creo que te decepcionarás un poco de tu trabajo)

Has hecho de todo un poco para atraparme sin darte cuenta que desde hace mucho tiempo me tienes en tus manos y hasta terminar de leer esta carta te darás cuenta del porqué.

Caí en tu trampa más letal y no creo poder escapar algún día.
Deje de verte como la detective que venía detrás de mí, que quería encarcelarme.
Sin querer poco a poco te fuiste convirtiendo en la figura de una mujer que lucha por lo que desea, aun en la adversidad.
Te fuiste convirtiendo en una mujer.

La mujer más hermosa que haya visto en mi vida.

No es el medio correcto pero gracias a mis hyungs puedo despedirme de ti. Puedo decirte lo que ha estado ocurriendo en mi corazón desde hace tiempo.

Por extraño e irreal que parezca…

Cuando estaba en peligro mi vida, solo tuve tiempo de confesar todo esto a mis hyungs.
Solo tuve tiempo de pensar en ti. De dar a conocer mis sentimientos.

Si te lo digo ahora es porque en el futuro no sabrás de mí.
Me desvaneceré y simplemente parecerá que no existí.
El destino y mis hyungs han decidido que es lo mejor y lo aceptaré.

Pero eso no aleja la pequeña esperanza de mi corazón.
AhRi, por favor, en un futuro… después de la vida…. O en la siguiente… encontrémonos de nuevo.

Si nos encontramos de nuevo prometo hacer todo lo que este en mis manos para enamorarte y procurarte. Para que podamos hacer una vida juntos.

Espero esta carta sea un `Hasta luego mi querida AhRi´

“Te ama Zelo” <<


Cada una de esas líneas movió mi interior. Sin querer las lágrimas ya habían marcado su recorrido por mis mejillas. Nunca me hubiese imaginado que el amor que sentía fuera correspondido.

Como niña pequeña me abrace a mis piernas y aquella carta. Yo quería encontrarme con él en esta vida. Yo quería encontrarlo… ver más de cerca lo que es el amor.

Inundada entre el llanto y mis pensamientos no supe en que momento me quede dormida.

La mañana ya había llegado y yo luchaba por abrir mis ojos pero la luz solar que se colaba por las cortinas me lastimaba. Busque con mi mano el celular que ya resultaba ser molesto por su tono. Una vez que le encontré contesté sin siquiera ver quien me llamaba.

--- ¿Dónde estás?... Te tengo buenas noticias –Del otro lado Khiara estaba gritando como loca. La verdad es que mi cabeza dolía demasiado y qué decir de mis ojos. Aún con los esfuerzos que realizaba solo pude verificar la hora para cerrarlos de nuevo. La luz ya no era molesta, sin embargo me ardían demasiado y si mi intuición no era mala estaban hinchados.

--- ¿Y qué puede ser tan bueno para hablarme a las 8am? –Contesté con mi voz un poco ronca. Odio que en las mañanas suene tan extraña.

--- Creo que alguien estaba durmiendo –Contesto riendo aún más fuerte –Y se trata de mi departamento. Después de todos los arreglos que mi padre y el señor Yoo han mandado hacer, hoy estará listo. Quiero que me acompañes

--- Nena… estoy en mi casa. No me siento muy bien, ¿podríamos ir otro día? –Conteste un poco desganada mientras me dirigía al baño. Me pose enfrente del espejo y poco falto para que gritara. Tenía los ojos demasiado hinchados por llorar la noche pasada.

--- ¿No te sientes bien?... bien, vamos para tu departamento. Nos vemos en un rato. –Seguido de ello colgó. Ni siquiera me dio tiempo de preguntarle nada o al menos enterarme con quien estaba. Preferí mandarle un mensaje para que no viniera.

No tenía ánimos de nada así que fui directo a acostarme. La noche pasada ni siquiera había entrado completamente a mi cama. Tome las sabanas y cuando me disponía a dormir nuevamente, de entre ellas sentí un muy doblado papel.
Me abracé a él y las lágrimas caprichosas querían salir nuevamente. Enamorarme de alguien que ni siquiera conozco bien y llorar por él… ¿Estaré loca?

Me quedé acostada unos diez minutos más. Tenía muchas cosas que pensar, pero otra llamada entrante me interrumpió.
Se trataba de un número desconocido por lo que me llene de la esperanza de que fuera él. Había dicho que una carta no era suficiente. Quizás una llamada podría serlo para él.

Como una adolescente me puse nerviosa, a tal grado que mis manos comenzaron a sudar y apenas tuve tiempo de contestar.

--- Ho-hola –Contesté tartamudeando debido a los nervios, me sentía como una tonta chica.
--- ¿Detective Kim Ah Ri? –Contestó la otra persona. Di un respiro de desilusión. -¿Se encuentra bien?
--- Sí, claro… ¿A qué debo el honor de su llamada Detective Park? –Tenía que dejar de ser tan patética. Tenía 23 años y estaba actuando como una tonta. Me levante aun con desgano de la cama colocando la pequeña carta en mi buro y saliendo rumbo a la cocina por un café.
--- El mismo. Solo quería avisarle que los documentos ya están listos. -¿Documentos? Pensé. –Los he enviado a su oficina en la mañana así que no tardarán en llegarle. Espero puedan servirle de algo… no fue nada fácil conseguir esos rostros –Por fin comprendí de lo que hablaba. Hace algunos días le había pedido ayuda para encontrar a Zelo, más específicamente una fotografía. –Suerte y ojalá lo más pronto posible se deshaga de ese dolor de cabeza. Estaremos en contacto.

La llamada apenas termino corrí al cuarto. Tome la carta y mi bolso. Necesitaba ver inmediatamente aquellos documentos… tal vez sería lo único que necesitaba para encontrarle.

Estaba consciente que le estaba poniendo en un peligro eminente por todo, pero después sabría cómo manejar las cosas. Lo importante en esos momentos era reunirme con él, decirle que correspondía a sus sentimientos y esperar que pasara lo mejor.

Zelo se había despedido de mí, lo que significaba que pronto se marcharía del país. Tenía el tiempo encima y lo peor de todo es que desconocía cuánto. Llame a la oficina y pedí que me trajeran los documentos. Un compañero accedió así que preferí tomar el tiempo de viaje para checar la información que ya tenía.
Utilicé la mesa de la sala para apoyarme. Había demasiados documentos así que tuve que poner algunos en el piso. Era un completo caos y ni quiera había tomado un baño. Me estaba estresando demasiado y el timbre de mi departamento era como la cereza el pastel.

Del otro lado estaban tocando con bastante ansiedad por lo que tuve que ir a abrir.

--- Siento haber tardado tanto pero pase por algunos medicamentos. No sabía que es lo que tenías así que traje lo más indispensable… ¿Te sientes muy mal? –Khiara ya estaba fuera de mi departamento y no paraba de hablar y tocar mi frente para verificar como estaba. Por un momento pensé que era molesta su presencia. Quería encontrar a Zelo y ese era un contratiempo.

--- Estoy bien –Trate de evitar su paso por más tiempo y convencerla de que me encontraba bien pero en vez de ello la abrace y como una niña pequeña comencé a llorar.
--- ¿Qué pasa?... ¿Quieres ir al hospital?... –No podía contestar, solo podía estar abrazada a ella –Unnie…
--- Lo siento nena… -Dije tratando de calmarme. –Es difícil para mí. –Ella retrocedió un poco y fue hasta ese momento que note a dos chicos en el pasillo, quienes eran expectantes de mi momento de debilidad.

**********
Narra Zelo

Una de las noches más difíciles de mi vida fue aquella. Perdí en conocimiento de un momento a otro pero me estaba aferrando a la vida. A ver por una última vez a las personas que más quiero.

Abrí mis ojos nuevamente, aferrándome a las palabras de mis hyungs. Moví mi cabeza de un lado a otro mirando sus rostros hasta toparme nuevamente con el cuerpo de AhRi al lado mío, en aquella camilla.

Me era difícil pronunciar las palabras y en cada uno de mis intentos trataban de callarme. Sin embargo, mis palabras serían la única forma de defender a AhRi en aquella situación. Bang se posó al lado mío y me tomo con gran fuerza de la mano.

--- Déjenla… por favor –Mis palabras eran pequeños susurros. Afortunadamente YongGuk pudo percibirlas. Al igual que a AhRi, me miro con gran furia y a pesar de lo doloroso trate de mostrarme firme ante lo que había dicho.

--- ¿Por qué? –Le escuché decir. Parecía como si se encontrara a kilómetros de distancia.

--- Lo siento Hyung –Contesté. Mi cuerpo seguía sintiendo un poco de dolor por lo que mi otro Hyung trato de sedarme. Me negué. Si moría necesitaba decirle todo a mis Hyung. Pedirles perdón y confesarles el amor que había nacido en mi interior.

--- Tengo que sedarte. Una bala sigue estando dentro de ti y será difícil sacarla. No lo soportarás sin el sedante –Me habló mi Hyung. Pero nuevamente me negué.

--- Pero si me sedas… tal vez jamás pueda decirles nada –Todos seguían en ese lugar así que tuve la oportunidad de ver sus rostros descompuestos. Yo mismo estaba declarando mi muerte.

---- Ya no hables pequeño. Te tienes que salvar, tienes que hacerlo Zelo. –Bang me tomo con mayor fuerza y los demás hicieron lo mismo. Quería aferrarme a la vida por ellos, por la persona que se encontraba en la otra camilla.

--- Hyung… Déjalas ir. A ella y a Khiara, por favor. –Todos simplemente me tomaron con mayor fuerza, aunque note un cambio en sus miradas.

--- No es momento de hablar de esto. Te sedara y cuando te recuperes por completo hablaremos. –La postura de Bang era muy rígida pero no podía quedarme así.

--- Necesitas escucharme –Volví a hablar pero poco a poco sentía como si mi alma se fuese saliendo de mi cuerpo. –Khiara es una buena chica, quiero que mi Hyung y ustedes no le hagan daño –Por fin llame la atención de todos, sobre todo la del futuro médico.

--- No sigas. –Dijo Himchan al notar que Bang se estaba alterando un poco. Todo se quedó silencio por unos momentos. Aproveche aquello para tomar las fuerzas necesarias y seguir hablando.

--- ¿Y esta chica?... ¿Por qué a ella? Ella ayudo a YoungJae y ha estado buscándonos desde hace tiempo. Ella es causante de lo mucho que hemos sufrido en los últimos meses. ¿Qué razón tienes para pedirme que la deje? –La calma y el coraje que debía sentir Bang eran demasiados para hablarme de aquella forma. Para que las lágrimas crecieran poco a poco en sus ojos.


--- Es difícil… sabes… yo… - Era difícil decir cómo me sentía, sin embargo las palabras flueron.

“La observo, desde hace mucho.
La odio, porque es de otro.
La protejo, aunque no vaya con mi naturaleza.
La deseo, algo totalmente prohibido para mí.

La amo, simple y llanamente, la amo...”


Aun con aquellas palabras que salieron de mi corazón, los demás debieron sentirse traicionados. No era para poco. Siendo objetivo estaba haciéndoles lo peor, quizás algo más doloroso de lo que hizo YoungJae. Yo… la persona que protegieron desde que era pequeño les estaba dando la espalda para proteger a la persona que amaba.

--- No digas estupideces. Dime… ¿estás loco? –Contesto Bang.

--- Bang, tranquilo. –Himchan trataba de calmarlo pero no podía.

--- Pienso matarla –Aquellas palabras me llenaron de un miedo inmenso. Mi Hyung nunca había hablado de matar a alguien. Tenía miedo de que lo intentara y que yo no pudiera hacer nada.

--- No lo harás. –No había notado que tenía algunos cables en mi cuerpo y que uno de ellos monitoreaba mi pulso hasta que comenzó a hacer mucho ruido. Ya no soportaba más estar en ese lugar. Ya no sabía cómo aferrarme a la vida. Lo único que podía hacer era pedir perdón y proteger a KimAhRi.

--- Zelo tranquilízate. –Me gritaba mi Hyung quien ya se encontraba monitoreándome y alejando a todos los demás de mí para hacer su trabajo como médico.

--- Mi última voluntad es que no la dañen. –Apenas mencione aquello todo el caos que se estaba armando se calmó. Mi vista se estaba volviendo borrosa nuevamente así que solo pude decir `Perdón´ y `Los amo´.

--- -- --
Jamás creí que pasaría de esa madrugada.

Tal vez no podía dejar tantas cosas en este mundo por lo que desperté. Recuerdo que no podía abrir los ojos. Los cables que conectaban los aparatos, el suero y la sangre a mi cuerpo provocaban demasiado dolor en mí. Cuando abrí mis ojos noté una tenue luz proveniente de una lámpara.

Me encontraba demasiado descolocado por lo que intenté pararme de aquel lugar. Algo inútil. El dolor y los vendajes en mi cuerpo me lo impidieron.

Lo único que pudo tranquilizarme fue ver el cuerpo de Himchan. Debió haber estado en aquel lugar por mucho tiempo ya que no se veía muy bien. Su aspecto lucia como el de una madre que ha pasado en vela muchos días por cuidar a su pequeño.

Con los pocos movimientos que podía realizar le acaricie el rostro y quite algunos mechones de sus ojos. Su posición entre aquella silla y mi camilla se veía muy incómoda. A pesar de lo que dije él se encontraba cuidándome. Me sentía bendecido por todo el amor que me brindaba.

No sabía cuánto tiempo llevaba despierto, solo sentí cuando me tomo la mano. Me abrazo y comenzó a llorar al igual que yo. Parecíamos unos tontos pero no importaba. La felicidad de volver a verle era demasiada y deseaba ver a los demás.

Después de que estuvo unos momentos conmigo salió corriendo de aquella habitación la cual me dispuse a examinar. Desde hace mucho tiempo que no me encontraba con los hyungs en este lugar por lo que tampoco sabía mucho de lo que habían hecho.

Aquello que parecía ser la habitación de un hospital debió ser una de esas cosas.

Al poco tiempo de haber salido una persona de la habitación, ya estaban tres hyungs más. El mediano de todos venía con su bata blanca. Mientras el checaba algunos mi pulso y mis reflejos los demás solo observaban cada uno de esos movimientos. También comenzó a hacerme algunas preguntar que creí absurdamente obvias.

Seguido de ese chequeo rápido, un `Todo está bien´ basto para que todos se abalanzaran sobre mí.

--- ¡Hey, tranquilos! Tenemos un hombrecito muy fuerte pero no se aprovechen de ello –Dijo mi Hyung de blanco para que todos se alejaran de mí. No es como si quisiera que dejaran de hacerlo pero en verdad que me había dolido. Seguro por la felicidad de verme bien habían olvidado mis heridas y que estaba entre algunos cables.

--- Te falta un año para obtener tu título y ya nos prohíbes cosas como ésta. Serás un Doctor muy malo. No iré a consulta contigo –JongUp se burlaba un poco de él. Todo parecía estar bien. Todos seguían actuando de lo más normal frente a mí. Bueno, a excepción de una persona.

Himchan, JongUp y el `Doc´ se la pasaron dándome mimos y palabras de aliento. Todo para levantarme el ánimo y poder recuperarme lo más pronto posible. Y lo mejor de eso es que nadie tomaba el tema de Kim Ah Ri. Todo podría sentirse como nuestro pequeño y cálido ambiente familiar si no fuese porque Bang no se acercaba a mí.

--- Hyung… -Hable queriendo llamar su atención pero termine recibiendo la de todos. Lo único que se escuchaba en la habitación era el molesto sonido de uno de los aparatos y las respiraciones agitadas de todos los demás.

--- ¿Hyung?... ¿así es como nos llamas después de traicionarnos? –Dio en tono frio provocando que mi corazón realmente doliera.

---- Ya estuvimos hablando toda la semana pasada -Contesto Himchan. –Ya lo habías aceptado. Lo prometiste.

---- ¿Semana pasada? –No entendía cómo podían hablar de una semana anterior. En esos momentos, aún creía que apenas y había confesado todos y cada uno de mis sentimientos pero estaba equivocada.

--- Vamos demasiado pronto y apenas te vas recuperando. Deberíamos dejar las cosas aquí –Dijeron todos mis hyungs enfrentando un poco a Bang y a Himchan que negaba con la cabeza.

--- No entiendo… quiero saber de qué hablan. –Volví a hablar. Quería que me contestaran todo. Sentía que me había perdido de muchas cosas.

--- Es mejor que lo sepa todo. –A pesar de que los demás negaron un poco les miro y luego a mí. Al final nadie se interpuso a sus palabras -Estuviste inconsciente por una semana. Creíamos que no despertarías ya que entraste en un coma. Según este pequeño doctorcito fue debido a toda la sangre que perdiste y el arduo esfuerzo que realizaste para hablar de todo aquello.

--- ¿Una semana?... y Ahri… ¿ella está bien?

--- Ven de lo que hablo. Él solo está pensando en esa chica. –Mi comentario molesto mucho a Bang pero no pude evitar pensar en ella.

--- La ama -Contesto Himchan en mi defensa. -Él encontró algo que nosotros no hemos podido ¿Qué hay de malo en ello?

--- Que se enamoró de una detective. La misma que ayudo a YoungJae para meternos en la cárcel. Y que le está ayudando nuevamente. ¿Eso les parece poco? –Los demás ya no pudieron hablar más. En cierto modo tenía la razón, yo estaba enamorado de ella, pero ella de mí… quizás no.

--- Lo sé y lo siento. No es algo que haya buscado –Contesté a punto de llorar. Sentía que con ese amor estaba traicionando a mis hyungs. Toda la protección que me habían brindado desde pequeño cuando no tenía a donde ir. Me sentía pésimo por darles la espalda a los únicos seres que han velado por mí.

--- Te iras del país y no puedes negarte. Los papeles están listos así que te iras en una semana – La imagen que me daba Bang era muy distinta a lo que él era. Ahora se mostraba frio e indiferente conmigo a pesar de que siempre había sido todo lo contrario. –En ese viaje tal vez descubras que lo que sientes por esa chica no es amor.

Dicho aquello salió. Me quede con los demás hyungs quienes me prometieron que hablarían con él y le convencerían pero ha pasado una semana de ello y aún no veo ningún resultado.

Mi recuperación va demasiado lenta y la única persona que he hablado es con JongUp. Es como si fuera él único que me comprende y además se ha convirtido en mi psicólogo.

Todos los días ha venido a checarme y a limpiar mis heridas. Aunque no quiera hablarme sobre Kim Ah Ri, siempre me decía que hablar de aquello me bajaba los ánimos y que por ello mismo no puedo recupérame como es debido. Hoy me cambio las vendas por gasas. Solo tengo dos días.

El tiempo parecía dejar de existir… tenía tantas cosas en mi interior y JongUp pocas veces estaba conmigo. Estaba entrando en depresión que sumada con mi mala alimentación me estaba afectando demasiado.

--- He hablado con Himchan. –No noté en que momento ambos habían llegado. –Mientras tú te has propuesto preocuparnos a sobre manera y hundirte, nosotros hemos hablado con Bang.

--- No pudimos evitar que te envié a otro país. –Prosiguió Himchan. –Pero estarás con tu Hyung en Estados Unidos. Como has pedido, no dañaremos a Khiara ni a Kim Ah Ri. Bang… él la está pasando un poco mal, pero te ama.

--- ¿Entonces por qué me separa de AhRi? –Traté de darles la espalda. Quería llorar.

--- No estamos seguros si ella te corresponde y además es demasiado peligroso. Ninguno de nosotros queremos verte lastimado. –Himchan se sentó a un lado de mí mientras me mostraba un mensaje de Bang. –Lo ha enviado a KimAhRi.

--- Puedo confiar en que no le harán daño, ¿cierto? –De alguna manera no estaba confiando demasiado.
Ellos no dijeron nada. Por un momento pensé que me estaban ocultando algo pero la verdadera razón para que no hablaran fue la persona que se encontraba en la puerta.

--- No soy tan inhumano para hacerle daño. Una personita habló conmigo… a pesar de que me daño igual que tú, ahora comprendo que dos de mis pequeños se han enamorado.

--- ¿De qué hablas? –Preguntó Himchan.

--- Habló de dejar esta estúpida misión. Seguir con nuestras vidas. –Bang se acercó a mí. Todos estábamos en mi habitación. La personita de la que hablaba venía detrás de él. –Dejaré que se despidan pero todavía deben cuidar su espalda y la nuestra. Debemos cuidarnos como la familia que somos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Déjanos saber tu opinión...