Capítulo 5 – Beautiful Lie
La escena que YoungJae tenía
enfrente le parecía una de las más hermosas que pudiese ver en toda su vida. No
era algo nuevo ver aquel hermoso rostro todos los días y mucho menos era
extraño para él tener esa necesidad de estarle espiando cada mañana. Esperar a
su lado hasta que éste se movía y daba por aviso que despertaría.
Aunque en está ocasión los papeles
estaban invertidos. En esos momentos él era el observado mientras Daehyun era
el acosador que además de mirarle, le daba palmaditas en la espalda. Cuando
finalmente abrió los ojos una pequeña sonrisa le recibió junto con una bandeja
repleta de comida que en un movimiento rápido el mayor tomo de la mesa de al
lado.
--- Buenos días –Dijo YoungJae sin
poder evitar un quejido de dolor. Su cuerpo parecía tan pesado y cada movimiento
le provocaba un poco más de dolor. DaeHyun al observar las expresiones de su
amigo le ayudó a sentarse. En todo momento procurando no lastimarlo más.
--- No creo que sean tan buenos. No
si pudieras verte ahora mismo. –Habló el mayor una vez que ayudó al otro a
sentarse para recibir el desayuno directamente por pequeñas cucharadas en su
boca. DaeHyun se sentía tan responsable de que estuviese así y ver que cada uno
de los movimientos eran tan dolorosos y saber por experiencia propia que no
estaba exagerando, tomaba las porciones de comida como si le estuviese dando de
comer a un niño pequeño.
Ninguno de los dos hablaba pero no
era algo incómodo. Al contrario, era reconfortante que ninguno de los dos tomara
la noche pasada como un tema de conversación. Quizás necesitaban tiempo para
hablar de ello, quizás debían hacerlo en ese preciso momento. No lo
sabían.
No sabían cómo reaccionaría el otro.
Cómo terminaría su plática, sobre todo DaeHyun que temía tanto hablar de su
pasado, pero le era inevitable decírselo a YoungJae.
Parte de ello porque ya sabía
demasiado, además de necesitar desahogarse con alguien más y no había persona
más indicada que la que tenía enfrente de él.
--- Buenos días hyungs -Llegó JongUp cuando YoungJae ya había
terminado con su desayuno. Ambos chicos agradecieron que llegara, ya que
ninguno sabía que decir. Cómo empezar una conversación tan delicada a manera de
no lastimar al otro o ser rechazado.
JongUp tomo unas pastillas para el
dolor de la mesita de al lado y un poco de agua. Espero a que se la hubiese
tomado y salió de la habitación con la bandeja de comida en las manos, dejando
un gran silencio dentro. Ambos chicos se
observaron unos segundos. Era el momento de hablar.
--- Jae –El aludido apenas y pudo
escuchar el pequeño susurro de su compañero –Sobre ayer… gracias –YoungJae no
sabía qué decir y el nerviosismo comenzaba a reinar en ambos jóvenes. DaeHyun
de manera torpe siguió hablando, agradeciéndole una, dos y muchas veces más por
su acto de valentía. De que en esos precisos momentos no le odiará o gritará
como toda la noche tuvo miedo.
Pero todas esas palabras eran
torpes. Pocas veces estaban hiladas y tenían coherencia debido a que no sabía
cómo expresarse. Debido a que tenía miedo de estar arruinando las cosas con su
nueva familia.
--- Dae –Susurro YoungJae mientras
con uno de sus dedos tapaba los labios de su hyung. Aquel toque le dio
descargas eléctricas por todo el cuerpo pero trato de no prestarles la mínima
atención. Lo que necesitaba saber era mucho más importante en esos momentos.
-¿Cuál es tú verdadero pasado?.... –Hubo unos segundos en los que solo los
sollozos de DaeHyun se escuchaban dentro de la habitación- Ayer escuche
bastante pero no creeré nada que no salga de tus labios. Nada.
Aquellas palabras fueron una chispa
de esperanza, comprensión y amor. Todo lo que YoungJae le estaba ofreciendo a
DaeHyun, todo eso es lo que realmente necesitaba.
Sus ojos reaccionaron nuevamente
volviéndose acuosos. Pero esta vez lo hacían con un poco de todos los
sentimientos que YoungJae le estaba brindando. Para sorpresa del mayor, no
tenía ningún tipo de miedo o desconfianza con su amigo.
Tomo un poco de aire para comenzar a
hablar. Él era la persona indicada para hacerlo, después de todo, él no le
señalaría mucho menos se alejaría de él.
La narración por parte del mayor
comenzó con pequeños detalles de cómo conoció a KimJin. La forma en la que éste
se fue ganando su cariño a base de coqueteos y detalles amistosos. Pero también
habló de cómo fueron cambiando las cosas, hasta el punto que se sintió
confundido con sus sentimientos y se enamoró de él.
De una loca, aturdida y ciega
manera.
La historia se veía constantemente pausada. DaeHyun no
encontraba las palabras para que aquella confesión fuera sutil y que no
asustara a YoungJae. Aun así prosiguió contando un poco de como era su
relación.
Hablando del amor y la confianza que existía entre ellos. El
mundo color de rosa que formaron en determinado momento, esa época donde todo
era felicidad. El menor de los dos lograba sentir punzadas de dolor en el pecho
además de celos sobre lo que hablaba.
Pero aquellos dos sentimientos se esfumaron cuando su hyung
comenzó con la parte difícil de la historia.
Jin le llevo a tal grado de dependencia que en determinado
momento le condicionó su compañía, su amor. Estar a su lado significaba dejar a
su familia a un lado. Le hizo creer que eran un estorbo en su relación, que
jamás aceptarían la relación de su hijo con un hombre. La manera de estar juntos sería posible solo
si se alejaba de las personas que podrían separarles.
Amigos, escuela, la academia donde le conoció y su familia.
Debía dejar todo atrás y así lo hizo. Se mudó con Jin sin
decir nada a los demás. Sin que supieran siquiera la razón verdadera por la que
se iba de ese lugar.
Quizás los primeros habían sido lindos. Jin se había
encargado de hacer su pequeño departamento un lugar acogedor y sobre todo, un
lugar donde pudiesen quererse libremente.
La presencia de Jin se había convertido en alguien
indispensable. Él era la droga personal de DaeHyun, la persona que le fue
atrapando cada vez más y más hasta el punto que Dae no podía separarse de él y que
tuviese que entregarle su alma, su cuerpo, su vida para poder satisfacerse con
su sola presencia.
Pero todo mundo inventado termina en cuanto el creado se
cansa de seguir actuando.
KimJin ya no soportaba ser solo de él así que saco su
verdadero ser. Un hombre al cual le gustaba meterse con cuanta cantidad de
hombres o mujeres se le pusiera enfrente.
Infinidad de apuestas que hacía con sus amigos y la forma
tan agresiva de hacer el amor eran puntos más en la lista de cosas que había
cambiado. Todo se fue derrumbando poco a poco. Una noche escuchó cómo hacía más
apuestas, está vez sobre él.
Todo, desde el principio, había sido una apuesta.
Coquetearle, enamorarlo y alejarse de su familia, cada punto que logrará
significaba mucho más dinero ganado. Él era el dinero fácil para Jin.
DaeHyun se llenó de coraje y quiso alejarse cuando se enteró
de aquello, sin embargo, no ocurrió hasta unos dos meses después ya que Jin le
retuvo. Le hizo su prisionero. Le obligo a estar con él a pesar de que Dae se
negaba… aquel lindo lugar se había hecho una enorme cárcel de la que no podía
salir.
Lucho tantas veces por salir pero era imposible. De alguna
manera, Jin siempre andaba en malos negocios y contrataba gente a cuidar ‘de su
amado’. La tarea era fácil, no dejarle escapar de ninguna manera.
YoungJae quería parar con aquella horrible narración.
DaeHyun ya no podía contener el llanto y era lo que más le partía el alma. Exponerlo
a tantos recuerdos tan dolorosos le estaba haciendo odiarse a él mismo.
--- Puedes parar –dijo con un hilo de voz mientras se
acercaba a él y le abrazaba. –Eres muy tonto y masoquista, para.
--- ¿Sabes cómo logré salir de esa maldita cárcel? –Preguntó
entre sollozos mientras se alejaba un poco de él. YoungJae negó con la cabeza y
tomo su rostro entre sus manos.
--- No. Y no quiero que hagas esto más doloroso para ti.
--- De alguna manera siento que debo decirte todo. –DaeHyun
miró a los ojos a su compañero y se aferró a sus manos. –Una noche despidió a
esos hombres. Tendría una fiesta especial con unos tipos y tipas, esa era mi
oportunidad. Todos habían tomado demasiado, no había nadie esperando afuera y
le había tomado un poco de dinero, pero cuando estaba a punto de salir… él me
descubrió. Los golpes que recibiste anoche, en aquel entonces los recibí yo…
pero… nadie le detuvo. Nadie –Dijo mientras bajaba el rostro –Le suplique que
parara, que si me amaba me dejara ir pero eso aumento su irá. Uno de los
vecinos había llamado a la policía por el escándalo de la fiesta… lo que el policía
encontró fue a un hombre casi desfigurado por una golpiza. Yo.
--- Tú…
--- Estuve en el hospital un par de días, lo suficiente para
salir del hospital antes que Jin de la cárcel. Después busque rehacer mi vida,
regresar con mi familia sería algo imposible. Les había abandonado y no creía
que me recibieran… comencé a trabajar y cuando vi la convocatoria de la TS decidí
ir. Jamás creí quedar pero mírame aquí.
Las lágrimas rodaban por los ojos de ambos. El
sentimiento y el dolor se hizo uno solo…
aquellos dos jóvenes estaban uniendo sus corazones aún sin saberlo. Aquel día hicieron el acuerdo que cambiaría
sus vidas.
‘Seguiremos con la mentira hasta que seas capas de arreglar
todo. Cuando puedas reunirte nuevamente con tu familia y amigos. Cuando Jin
desaparezca totalmente de tu vida y seas capaz de decirles a los demás lo que
me has dicho a mí’
‘Estaremos traicionando la confianza de todos’
‘Mentiremos por un tiempo para protegerte. Ésta será nuestra
mentira, nuestro secreto.’