sábado, 23 de noviembre de 2013

v) Beautiful Lie



Capítulo 5 – Beautiful Lie


La escena que YoungJae tenía enfrente le parecía una de las más hermosas que pudiese ver en toda su vida. No era algo nuevo ver aquel hermoso rostro todos los días y mucho menos era extraño para él tener esa necesidad de estarle espiando cada mañana. Esperar a su lado hasta que éste se movía y daba por aviso que despertaría.

Aunque en está ocasión los papeles estaban invertidos. En esos momentos él era el observado mientras Daehyun era el acosador que además de mirarle, le daba palmaditas en la espalda. Cuando finalmente abrió los ojos una pequeña sonrisa le recibió junto con una bandeja repleta de comida que en un movimiento rápido el mayor tomo de la mesa de al lado.

--- Buenos días –Dijo YoungJae sin poder evitar un quejido de dolor. Su cuerpo parecía tan pesado y cada movimiento le provocaba un poco más de dolor. DaeHyun al observar las expresiones de su amigo le ayudó a sentarse. En todo momento procurando no lastimarlo más.

--- No creo que sean tan buenos. No si pudieras verte ahora mismo. –Habló el mayor una vez que ayudó al otro a sentarse para recibir el desayuno directamente por pequeñas cucharadas en su boca. DaeHyun se sentía tan responsable de que estuviese así y ver que cada uno de los movimientos eran tan dolorosos y saber por experiencia propia que no estaba exagerando, tomaba las porciones de comida como si le estuviese dando de comer a un niño pequeño.

Ninguno de los dos hablaba pero no era algo incómodo. Al contrario, era reconfortante que ninguno de los dos tomara la noche pasada como un tema de conversación. Quizás necesitaban tiempo para hablar de ello, quizás debían hacerlo en ese preciso momento. No lo sabían. 

No sabían cómo reaccionaría el otro. Cómo terminaría su plática, sobre todo DaeHyun que temía tanto hablar de su pasado, pero le era inevitable decírselo a YoungJae.

Parte de ello porque ya sabía demasiado, además de necesitar desahogarse con alguien más y no había persona más indicada que la que tenía enfrente de él.

--- Buenos días hyungs  -Llegó JongUp cuando YoungJae ya había terminado con su desayuno. Ambos chicos agradecieron que llegara, ya que ninguno sabía que decir. Cómo empezar una conversación tan delicada a manera de no lastimar al otro o ser rechazado.

JongUp tomo unas pastillas para el dolor de la mesita de al lado y un poco de agua. Espero a que se la hubiese tomado y salió de la habitación con la bandeja de comida en las manos, dejando un gran silencio dentro.  Ambos chicos se observaron unos segundos. Era el momento de hablar.

--- Jae –El aludido apenas y pudo escuchar el pequeño susurro de su compañero –Sobre ayer… gracias –YoungJae no sabía qué decir y el nerviosismo comenzaba a reinar en ambos jóvenes. DaeHyun de manera torpe siguió hablando, agradeciéndole una, dos y muchas veces más por su acto de valentía. De que en esos precisos momentos no le odiará o gritará como toda la noche tuvo miedo. 

Pero todas esas palabras eran torpes. Pocas veces estaban hiladas y tenían coherencia debido a que no sabía cómo expresarse. Debido a que tenía miedo de estar arruinando las cosas con su nueva familia.

--- Dae –Susurro YoungJae mientras con uno de sus dedos tapaba los labios de su hyung. Aquel toque le dio descargas eléctricas por todo el cuerpo pero trato de no prestarles la mínima atención. Lo que necesitaba saber era mucho más importante en esos momentos. -¿Cuál es tú verdadero pasado?.... –Hubo unos segundos en los que solo los sollozos de DaeHyun se escuchaban dentro de la habitación- Ayer escuche bastante pero no creeré nada que no salga de tus labios. Nada.

Aquellas palabras fueron una chispa de esperanza, comprensión y amor. Todo lo que YoungJae le estaba ofreciendo a DaeHyun, todo eso es lo que realmente necesitaba.

Sus ojos reaccionaron nuevamente volviéndose acuosos. Pero esta vez lo hacían con un poco de todos los sentimientos que YoungJae le estaba brindando. Para sorpresa del mayor, no tenía ningún tipo de miedo o desconfianza con su amigo.

Tomo un poco de aire para comenzar a hablar. Él era la persona indicada para hacerlo, después de todo, él no le señalaría mucho menos se alejaría de él.

La narración por parte del mayor comenzó con pequeños detalles de cómo conoció a KimJin. La forma en la que éste se fue ganando su cariño a base de coqueteos y detalles amistosos. Pero también habló de cómo fueron cambiando las cosas, hasta el punto que se sintió confundido con sus sentimientos y se enamoró de él.

De una loca, aturdida y ciega manera.

La historia se veía constantemente pausada. DaeHyun no encontraba las palabras para que aquella confesión fuera sutil y que no asustara a YoungJae. Aun así prosiguió contando un poco de como era su relación.

Hablando del amor y la confianza que existía entre ellos. El mundo color de rosa que formaron en determinado momento, esa época donde todo era felicidad. El menor de los dos lograba sentir punzadas de dolor en el pecho además de celos sobre lo que hablaba.

Pero aquellos dos sentimientos se esfumaron cuando su hyung comenzó con la parte difícil de la historia.

Jin le llevo a tal grado de dependencia que en determinado momento le condicionó su compañía, su amor. Estar a su lado significaba dejar a su familia a un lado. Le hizo creer que eran un estorbo en su relación, que jamás aceptarían la relación de su hijo con un hombre.  La manera de estar juntos sería posible solo si se alejaba de las personas que podrían separarles.

Amigos, escuela, la academia donde le conoció y su familia.

Debía dejar todo atrás y así lo hizo. Se mudó con Jin sin decir nada a los demás. Sin que supieran siquiera la razón verdadera por la que se iba de ese lugar.

Quizás los primeros habían sido lindos. Jin se había encargado de hacer su pequeño departamento un lugar acogedor y sobre todo, un lugar donde pudiesen quererse libremente.

La presencia de Jin se había convertido en alguien indispensable. Él era la droga personal de DaeHyun, la persona que le fue atrapando cada vez más y más hasta el punto que Dae no podía separarse de él y que tuviese que entregarle su alma, su cuerpo, su vida para poder satisfacerse con su sola presencia.

Pero todo mundo inventado termina en cuanto el creado se cansa de seguir actuando.

KimJin ya no soportaba ser solo de él así que saco su verdadero ser. Un hombre al cual le gustaba meterse con cuanta cantidad de hombres o mujeres se le pusiera enfrente.

Infinidad de apuestas que hacía con sus amigos y la forma tan agresiva de hacer el amor eran puntos más en la lista de cosas que había cambiado. Todo se fue derrumbando poco a poco. Una noche escuchó cómo hacía más apuestas, está vez sobre él.

Todo, desde el principio, había sido una apuesta. Coquetearle, enamorarlo y alejarse de su familia, cada punto que logrará significaba mucho más dinero ganado. Él era el dinero fácil para Jin.

DaeHyun se llenó de coraje y quiso alejarse cuando se enteró de aquello, sin embargo, no ocurrió hasta unos dos meses después ya que Jin le retuvo. Le hizo su prisionero. Le obligo a estar con él a pesar de que Dae se negaba… aquel lindo lugar se había hecho una enorme cárcel de la que no podía salir.

Lucho tantas veces por salir pero era imposible. De alguna manera, Jin siempre andaba en malos negocios y contrataba gente a cuidar ‘de su amado’. La tarea era fácil, no dejarle escapar de ninguna manera.

YoungJae quería parar con aquella horrible narración. DaeHyun ya no podía contener el llanto y era lo que más le partía el alma. Exponerlo a tantos recuerdos tan dolorosos le estaba haciendo odiarse a él mismo.

--- Puedes parar –dijo con un hilo de voz mientras se acercaba a él y le abrazaba. –Eres muy tonto y masoquista, para.

--- ¿Sabes cómo logré salir de esa maldita cárcel? –Preguntó entre sollozos mientras se alejaba un poco de él. YoungJae negó con la cabeza y tomo su rostro entre sus manos.

--- No. Y no quiero que hagas esto más doloroso para ti.

--- De alguna manera siento que debo decirte todo. –DaeHyun miró a los ojos a su compañero y se aferró a sus manos. –Una noche despidió a esos hombres. Tendría una fiesta especial con unos tipos y tipas, esa era mi oportunidad. Todos habían tomado demasiado, no había nadie esperando afuera y le había tomado un poco de dinero, pero cuando estaba a punto de salir… él me descubrió. Los golpes que recibiste anoche, en aquel entonces los recibí yo… pero… nadie le detuvo. Nadie –Dijo mientras bajaba el rostro –Le suplique que parara, que si me amaba me dejara ir pero eso aumento su irá. Uno de los vecinos había llamado a la policía por el escándalo de la fiesta… lo que el policía encontró fue a un hombre casi desfigurado por una golpiza. Yo.

--- Tú…

--- Estuve en el hospital un par de días, lo suficiente para salir del hospital antes que Jin de la cárcel. Después busque rehacer mi vida, regresar con mi familia sería algo imposible. Les había abandonado y no creía que me recibieran… comencé a trabajar y cuando vi la convocatoria de la TS decidí ir. Jamás creí quedar pero mírame aquí.

Las lágrimas rodaban por los ojos de ambos. El sentimiento  y el dolor se hizo uno solo… aquellos dos jóvenes estaban uniendo sus corazones aún sin saberlo.  Aquel día hicieron el acuerdo que cambiaría sus vidas.

‘Seguiremos con la mentira hasta que seas capas de arreglar todo. Cuando puedas reunirte nuevamente con tu familia y amigos. Cuando Jin desaparezca totalmente de tu vida y seas capaz de decirles a los demás lo que me has dicho a mí’

‘Estaremos traicionando la confianza de todos’  


‘Mentiremos por un tiempo para protegerte. Ésta será nuestra mentira, nuestro secreto.’

lunes, 18 de noviembre de 2013

Capítulo 1



Lentamente me removí en la cama. Un fuerte y persistente ruido me despertó. Aun adormilada busque mi celular. Lo encontré debajo de mi almohada. Me prometí que sería la última vez que ponía un ringtone tan molesto. Me senté en la cama y bostecé. Me estiré y hasta ese momento me di cuenta que él no estaba a mi lado. Volteé a ver por el ventanal, ya debían ser las siete de la mañana. Era raro que se fuera tan temprano al trabajo, además era mi día libre y pensé que se quedaría un rato más conmigo. Abrí el mensaje que estaba esperando ser leído en la pantalla principal de mi celular.

“¡Feliz cumpleaños! Aviento confeti por todos lados :3 Espero te la pases de lo mejor, no te puedo dar tu abrazo ahora mismo, pero te lo daré cuando te vea, que espero sea pronto. No creas que podrás olvidarte de mí tan fácil :D Recuerda pasártelo genial. Iré a verte mañana mismo hacia que más vale y estés en tu casa. Llevaré vino y pastel de chocolate :9 Invite a unas cuantas personas, estaremos ahí como a las ocho. Besos :* ”

¿Cumpleaños? Vi la fecha en mi celular “22 de Agosto” Valla realmente era mi cumpleaños. ¿Cómo podía ser  tan despistada?

---Tchh, ni siquiera por ser mi cumpleaños pudiste quedarte conmigo. – Dije hablándole al lugar vacío en la cama,  junto a mí. Seguramente él tampoco lo recordaba.

El mensaje era de Moon Ji Sun, mi mejor amiga. Ella prefería que la llamáramos Sol, por su nombre Sun. La conocía desde hacía 13 años y en cada cumpleaños era la primera en mandarme un mensaje de felicitación, desde hacía ocho años. Todos los años, sin excepción, a pesar de los problemas que tuvimos en el pasado.


--_--10 Años atrás--_--

---Hija, apúrate o llegaras tarde. – Gritó mi madre desde el primer piso. Acabábamos de entrar a la universidad y esta era la segunda semana de clases. Tomé mi bolso y baje casi corriendo las escaleras. Nuevamente se me había hecho tarde, estaba segura que ya no alcanzaría a llegar a la primera clase.
---Adiós. – Grité al pasar frente a la cocina en donde mi padre, mi madre y mi hermano mayor se encontraban desayunando.
---¿Nos vas a desayunar? – Gritó mi madre cuando ya había cerrado la puerta de la casa. Corrí por la calle para intentar alcanzar el autobús que me llevaría a la escuela. En la calle ya no había mucha gente, supuse que ya todos se habrían ido a sus escuelas o a sus trabajos. Odiaba ser tan impuntual pero era algo que no podía evitar, simplemente sucedía de esa manera. Seguí corriendo, ya me faltaba muy poco para llegar a la parada del autobús, entonces se interpuso en mi camino.
---¡Ahhhh! – Grité cuando dio un salto hacia el frente haciendo que me detuviera enseguida  y provocándome un mini-infarto. - ¡Tonto, me espantaste! – Dije al mismo tiempo en que le daba un ligero golpe en el pecho. Él solo comenzó a reír animadamente.

Yong Hwa, mi mejor amigo desde que tenía memoria. Nos conocimos cuando él se mudó a mi vecindario. Teníamos 5 años. En ese entonces él era un niño muy tímido. Cuando llegó aquí no hablaba con nadie. Todos los niños lo tachaban de raro y en la escuela tenía problemas para relacionarse con los demás. Vivía cerca de mi casa, así que su madre le pidió a la mía que me llevara a jugar con él para que se sintiera más cómodo. Sus padres temían que él se convirtiera en alguien antisocial de por vida. MI madre le hizo caso, recuerdo que me llevaba a jugar con el todos los días. Poco a poco nos fuimos haciendo grandes amigos. Más que eso, para mí él era como un segundo hermano, me daba consejos, me protegía y me hacia reír también.

--- ¿Habrá algún día en que llegues puntual a algún lado? – Dijo sonriéndome.
---¿Qué me dices de ti? También vas retrasado. – Dije comenzando a caminar nuevamente.
---No, hoy entró tarde. – Dijo caminando conmigo.
---Entonces ¿Por qué estás aquí tan temprano? – El levantó una ceja y sonrió de lado. - Ok, temprano para ti.
--- Quería verte antes de la escuela, no pensé que estarías tan atrasada.
---Deja de regañarme, pareces mi papá. Como sea ¿Para qué querías verme? – Él se detuvo por completo.
---No puede ser, lo volviste a olvidar. – Lo volteé a ver confusa pues no sabía de qué era de lo que estaba hablando. – Tu cumpleaños tonta. – Dijo revolviendo mi cabello.
---¿Qué? En verdad ¿Es hoy? – Últimamente ni siquiera sabía bien en qué fecha vivía. Mi mente había estado totalmente ocupada. Aunque a decir verdad, no era nada extraño que olvidara mi cumpleaños.
---Ten. – Dijo Yong Hwa extendiendo una pequeña cajita forrada con un moño.
---Oh, muchas gracias. – Dije mientras tomaba la cajita.
---Felicidades. – Dijo èl abrazándome. – Oh, ¿No es ese tu autobús?
---¿Que? – Volteé a ver justo en el momento en que el autobús estaba arrancando. Suspiré.
---Pudiste haber corrido. – Me regaño Yong Hwa. Lo que decía era verdad, estábamos a unos cuantos metros de la parada y el chofer me hubiera esperado si hubiera corrido.
---Una palabra para ti, resignación.  De todas formas el profesor ya no me iba a dejar entrar así que qué más da.
---Nunca cambiaras. – Dijo acusándome con la mirada.
---Podemos aprovechar esta oportunidad para que me cuentes como te ha ido. Siento que han sido miles de años sin verte. – Desde que salimos de la preparatoria no lo había visto. Eso hacía ya un mes. Él quería convertirse en un cantante famoso, por lo que se metió a una escuela de música. Yo por mi parte, estaba estudiando periodismo en la Universidad. – Así que ¿Cómo te va en tu nueva escuela? – Dije tomándolo del brazo.
---Estoy en camino a cumplir mi sueño, ¿Cómo crees que me siento? – Dijo él con una enorme sonrisa en su rostro.
---Me alegro mucho por ti, en verdad. – Caminamos hasta le escuela y también platicamos, como hacía mucho tiempo que no lo hacíamos. Llegamos a mi escuela y él se fue a la suya, prometió llamarme para salir ese día con motivo de mi cumpleaños.

---Otra vez te dejo el camino ¿Cierto? – Dijo Sol con tono recriminatorio cuando me vio entrar en el salón.
---No…solo paso demasiado temprano, no es mi culpa. – Conteste levantando los hombros.
---¿Qué voy a hacer contigo eh? – Dijo moviendo la cabeza de un lado a otro.
---Tú y Yong Hwa siempre me dicen lo mismo.
---Es porque tenemos razón. ¿Cuándo Lo viste? – Preguntó ella. Yong Hwa y Sol no se llevaban precisamente bien, pero coincidían para regañarme.
---Hoy, me espero para darme esto. – Dije mientras le mostraba la pequeña cajita forrada.
---Tchh, siempre me gana. – Sacó una bolsa de regalo y me abrazó. – Feliz cumpleaños.
---Gracias Sol. – El resto del día pasó normal. Pero ese día salía temprano, lo único que quería era llegar pronto a mi casa y dormir un buen rato. Amaba dormir, y por la noche tendría una fiesta que me organizaron mis amigos. Estaba a punto de irme cuando mi hermano fue a verme al salón.

---No. – Dije en cuanto lo vi llegar.
---¿Qué? Pero si aún no digo nada. – Dijo bajando la cabeza.
---Pero vienes a pedirme algo ¿No? Te conozco bien.
---Sólo esta vez, por favor. – Dijo juntando sus manos. A veces parecía que yo era la mayor y él era un niño pequeño.
---¿Qué quieres? – Dije con un suspiro.
---Eres un amor. – Dijo al mismo tiempo en que me abrazaba efusivamente.
---¡Basta! – Dije zafándome – Y dime que es antes de que me arrepienta.
---¿Puedes llevarte mi maqueta? Hoy quedare a estudiar en la biblioteca hasta tarde. No quiero ir cargándola pues tengo que pedir prestados algunos libros. Por favor,  es el último favor que te pido. – Mi hermano estaba estudiando medicina y le habían pedido hacer un modelo del sistema digestivo.
---Está bien. ¿Dónde está tu maqueta ?
---Ahorita te la traigo. Gracias, en verdad, gracias. – Entonces dio la vuelta para irse, pero lo detuve.
---Hey, tú debes hacerme un favor también. Digo para que estemos a mano ¿No lo crees justo?
--- ¿Un favor? – Pregunto confuso.
---Por favor, ¿Podrías tener una cita con Young Bin? – En cuanto mencione aquel nombre, el se puso tenso. Young Bin era una compañera que estaba perdidamente enamorada de mi hermano. Me enteré una vez que ella dejo su libreta en el salón y unos chicos de mi salón la tiraron mientras jugaban. Al caer, la libreta se abrió y todos pudimos ver los miles de poemas y todos los dibujos que había hecho de mi hermano. Era algo raro, pero ella me caía bien. Después de ese incidente todos los chicos de mi salón le hacían burla. Intente una vez que mi hermano y ella hablaran pero fue un desastre pues ella era muy tímida. Pero yo no me di por vencida, ella era tímida pero era una gran chica, la ayudaría para llegar al corazón de mi tonto hermano. – Por favor. Hazlo por mi ¿Si? ¿Sí?
---No lo sé, lo pensare.
---Gracias en verdad.
---Aún no he dicho que sí.
---Pero dijiste que lo pensarías. Eso es suficiente por ahora. Tráeme la maqueta rápido que ya me quiero ir. – Dije sonriéndole.
---Está bien, ya te la traigo. Ten cuidado con ella, me costó mucho hacerla. – Después de decir eso salió. Regreso al poco tiempo con la maqueta. Vaya que era pesada. La cargue con cuidado para que no le pasara nada.. Como pude cargue mi bolso, los regalos de Yong Hwa y Sol y a parte la maqueta de mi hermano. Estaba cruzando el patio de la escuela cuando mi celular comenzó a sonar. Cargue la maqueta con una sola mano y con la otra, luche con mi bolso para poder tener acceso a aquel aparato plateado que no dejaba de sonar.

Entonces sentí un golpe muy fuerte que me hizo caer de espaldas y soltar la maqueta de mi hermano.
---Auch. – Me queje aun en el suelo. Intente ver que era lo que había provocado ese golpe. Un chico estaba tirado frente a mí. Se sobó su pierna.  
---Lo siento mucho. ¿Te lastimaste? – Preguntó mientras se levantaba del piso y me ayudaba a mí a hacerlo. Se veía apenado, aunque debo reconocer que en ese momento lo único que pensé es ¿Cómo un chico puede ser tan guapo? Me quede algunos segundos admirando su belleza excepcional. Esa disculpa fue la primera vez que él me habló.

--_--EPOCA ACTUAL--_--

Después de leer el mensaje de Sol, verifique que no tuviera ninguna llamada perdida de él. Era temprano, pero él no estaba en la casa. Lo llamaba pero no contestaba. Seguramente lo tendría descargado. Eso le sucedía con más frecuencia de la que quisiera. Salí al balcón a respirar aire fresco. Amaba sentir ese frio matutino. La brisa de una fresca mañana. De pronto un par de manos rodearon mi cintura. Descansó su cabeza en mi hombro. Me dio un beso en la mejilla y dijo:

---Feliz cumpleaños mi amor.




Capítulo 2








                     ---Creí que lo habías olvidado. – Dije mientras tomaba sus manos y me volteaba par quedar viéndonos frente a frente.
---Eso jamás sucederá. Además con una distraída en casa nos basta. – Respondió él al mismo tiempo en que me daba un beso en los labios y me regalaba una de esas sonrisas que tanto amaba.
---Distraída o no, así me amas. – Entrelacé mis manos detrás de su cuello. Él sólo sonrió y me dio un beso más. – Así que… ¿No tienes que ir a trabajar? – Pregunté como quien no quiere la cosa. Mi mayor deseo era que se quedará conmigo, pero últimamente estaba teniendo mucho trabajo. Él era arquitecto y había creado una compañía constructora junto con Eun Gyu,  un amigo de la universidad. Les estaba yendo muy bien y recientemente habían firmado un contrato para construir un condominio, estaban muy felices, poco a poco se estaban abriendo paso en ese mundo, pese a que ambos eran jóvenes y estaban empezando ya habían conseguido importantes contratos y con ellos un mayor prestigio para la empresa. Estaba muy feliz por él, sabía bien que esto representaba un logro profesional para él  Por otro lado, siendo  totalmente egoísta, deseaba que pasáramos más tiempo juntos. Pero eso era algo que jamás dejaría que él supiera, de ser así, era capaz de dejar botado el trabajo para complacerme y eso no era algo justo.
---¿Por qué no me pides que me quede? – Preguntó sonriéndome. Casi como adivinando mis pensamientos.
---Porque tu trabajo es muy importante y además es mi día libre…y mi cumpleaños. Y quedé en verme con Sol en una hora. – Miré mi reloj para hacer más creíble mi mentira. Aunque tuviera que quedarme en casa sola todo el día, prefería eso a que él decidiera faltar al trabajo sólo por mí. En especial ahora que la carga de trabajo era tan fuerte.

---Estás mintiendo. – Pocas eran las veces en que podía evitar que descubriera mis mentiras.
---No, es de verdad. Por cierto tengo que apurarme porque si no se me hará tarde. – Dije al mismo tiempo en que buscaba la ropa que me pondría ese día. Fingía estar muy apurada. – Tú deberías hacer lo mismo, no querrás llegar tarde-
---No iré hoy a la oficina. Ayer me quedé hasta tarde para poder faltar hoy y eso es lo que voy a hacer.  – Dijo mientras se sentaba en la cama.
---¿Pero que no se inauguran el condumio la próxima semana?
---Sí, y por esa razón me quedaré hoy. He trabajado tanto durante las últimas semanas que ya me merezco un descanso ¿No lo crees? Además Eun Gyu irá hoy a supervisar todo. Iremos mañana y el fin de semana para checar todos los detalles y que de esa manera esté listo para el martes.
---Creí que habías dicho que estaban retrasados. Y que tendrían que trabajar el doble para poder terminarlo a tiempo. – Después de esa platica que habíamos tenido hace algunas días y en donde me confeso que estaban demasiado estresados y preocupados frente a una posibilidad de tener que retrasar la entrega de la construcción; me había resignado a no pasar tiempo con él al menos hasta que hubieran  entregado el condominio.

---Y eso fue lo que hicimos en los últimos días, por eso ahora me puedo dar el lujo de tomarme un día de descanso. – No sabía que contestar. Una parte de mi sospechaba, pensé que tal vez estaba mintiéndome, que tal vez aun tuvieran mucho trabajo que hacer pero que decía todo esto para tranquilizarme y para así poder pasar tiempo conmigo. Eso me hacía sentir culpable. Por otro lado estaba una inmensa felicidad, al saber que ahora podríamos pasar más tiempo juntos. Nos quedamos viendo unos segundos, él notó en mi mirada el rastro de incredulidad hacia lo que decía. Entonces se levantó y camino hacia donde yo estaba. Me tomó de la barbilla para que lo mirara a los ojos. – Escucha, no sé porque te empeñas tanto en mandarme al trabajo. Pero lo que digo es verdad, así que deja de preocuparte por eso. Ahora tendremos más tiempo para nosotros, deberías estar contenta por eso.

---Lo estoy, es sólo que…tengo miedo. – Me miraba confundido. – Tengo miedo de que por mi dejes a un lado tu trabajo, tus deberes, lo que te apasiona. En el pasado ya te quitaron eso a lo que deseabas dedicar tu vida, te obligaron a seguir otro camino. Pero ahora has encontrado eso que te apasiona, que te hace feliz, no quiero ser quien te lo quite nuevamente.  – Él se quedó viéndome fijamente algunos segundos. Después comenzó a reír.
---Tu jamás podrías quitarme lo que amo. Porque lo que amo eres tú. Ahora entiendo porque no decías nada, porque no reclamabas por mi demandante trabajo, por mi largas ausencias, tal y como lo hacen las esposas de mis compañeros. – Me rodeo en un cálido abrazo. – Debo admitir que me has quitado un gran peso de encima, creía que no te importaba. Creí que habías dejado de quererme.
---Tonto. – Ni siquiera podía imaginar un posibilidad siquiera, para dejar de amarlo. Y mucho menos si era por su trabajo. Él volvió a reír y se separó de mí.
---Vístete y baja. Te tengo una sorpresa. – Me besó  y caminó hacia la puerta, pero antes de salir volteó a verme – Ahhh y será mejor que llames a Sol para que no te espere. – Sacó su teléfono y después de buscar algo, lo arrojó sobre la cama. Después de eso salió.
Levanté el celular de la cama.

>>>“Buenos días Sol, como sabes mañana es el cumpleaños de Min Ah y quiero pasar el día con ella así que me la robaré por un día. Te la regresaré mañana, gracias”
<<<”Oh claro ^_^ Bien la fiesta se pospondrá. Diviértanse y la cuidas. Bye, nos veremos mañana.”

La razón por la cual él sabía que estaba mintiendo era porque ya se había puesto de acuerdo con Sol para que nos dejara solos. Mi amiga tenía la costumbre de organizarme una fiesta en mi cumpleaños. Ahora entendía porque Sol había mandado un mensaje diciendo que la fiesta seria hasta el día siguiente y no el día exacto de mi cumpleaños como ella acostumbraba.
Dejé el celular en la cama y me di un baño- Me vestí cómodamente, con unos jeans y una blusa de tela ligera pues ya comenzaba a hacer calor, y supuse que durante el día seguiría incrementado la temperatura. Me puse unas sandalias y me recogí el cabello.

Bajé las escaleras para encontrarme con la primera de las sorpresas que recibí ese día.

No recordaba haber sido tan feliz en toda mi vida. Tenía amigos verdaderos, mi familia estaba bien y además lo tenía a él; que con sus besos hacia que me olvidara de todos mis problemas y que con su sonrisa iluminaba mis días.

Pensándolo bien, si había una época en la que era casi tan feliz como en ese momento.


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FLASBACK

10 Años atrás…

Después de chocar con aquel chico, sentía como una parálisis que no me dejaba hablar ni pensar. Pero más que el golpe era el efecto que él provocaba en mí. Debí quedarme mucho tiempo en trance, sólo observándolo, porque en cierto momento el me sacudió delicadamente y me preguntó si estaba bien. Se veía preocupado.

---Sí, estoy bien. – Dije cuando al fin pude volver a hablar.
---¿De verdad? Parece como si estuvieras en shock. Ha sido mi culpa, lo siento, no era mi intención chocar contigo.
---No te preocupes, creo que también tuve algo de culpa. Es que traía demasiadas cosas, es decir la bolsa, los regalos y luego la maqueta…¡La maqueta! – Voltee a ver si el modelo de sistema digestivo de mi hermano había sobrevivido al impacto. Descubrí con tristeza y algo de temor que no era así. La maqueta estaba toda regada, los órganos se habían esparcido por todos lados, parecía la escena de una película Gore. No sabía por dónde comenzar, me arrodillé y comencé a recoger los órganos mientras intentaba torpemente de acomodarlos como según recordaba era su posición original.

---En verdad lo lamento, pero permíteme ayudarte. – Dijo el chico al mismo tiempo en que se arrodillaba junto a mí y me ayudaba a recoger todo el desastre. Por más que intentaba reacomodar todo, no podía. Era como si estuvieran resistiéndose a encajar unos con otros.

Al tercer intento fallido de que el intestino delgado entrara en el pequeño espacio delimitado por el intestino grueso me desesperé. El chico solo me miraba, era obvio que quería ayudarme pero no sabía cómo.

---Va a matarme. – Dije sin poder evitarlo. La idea de ser asesinada por mi hermano a causa de su tarea destruida no era algo que precisamente me interesara discutir con un desconocido.
---¿Porque no llevamos todo esto a la biblioteca? Te ayudaré a reconstruirlo. – Ofreció con una sonrisa. Se veía realmente apenado. Rápidamente examine mis posibilidades. Una, aceptar la ayuda del chico y reconstruir el modelo de mi hermano de tal forma en que él ni siquiera sospechara que está había sido destruida apenas unas horas antes. Dos, tener que soportar sus reclamos durante quien sabe cuándo tiempo. Me incliné por la primera.
Comencé a recoger mis cosas y el chico levanto el modelo junto con las piezas internas de la maqueta recargados en la base de esta. El chico comenzó a caminar hacia la biblioteca.
---Será mejor que nos demos prisa – Mi hermano había dicho que iría a estudiar y tan sólo pensar en la posibilidad de encontrármelo y que él viera el estado irreconocible de su tarea me hacía estremecer.
En la biblioteca había sólo unas cuantas personas. Entramos y pusimos la maqueta destruida sobre una de las mesas más alejadas.

---y bien ¿Por dónde empezamos? – Dijo el chico volteando a verme. La verdad es que ni yo misma lo sabía. Todo era un desastre, no sólo se habían desacomodado las piezas si no que algunas se habían deformado. Comencé a acomodar los órganos uno a uno frente a nosotros. Hice una rápida evaluación de las condiciones en que estaban aquellas piezas. Algunos estaban casi intactos, otros por el contrario estaban tan deformados que era difícil decir con exactitud que órgano representaban en el pasado.
---Creo que primero debemos arreglar estos de aquí. – Dije al mismo tiempo en que señalaba tres piezas. – Después lo juntaremos todo.
---De acuerdo. – Dijo el chico. – En verdad lamento mucho haber destruido tu maqueta. – Debí tener más cuidado.
---Oh, no te preocupes. Yo también venia distraída. Además si no hubiera chocado contigo lo habría hecho contra algo más. Soy demasiado distraída y estas cosas me pasan con más frecuencia de la que desearía.
---A mí me pasa igual. Por cierto, mi nombre es Min Hyuk, Kang Min Hyuk. – Dijo sonriéndome. Poseía un sonrisa tan pura y dulce. Extendió su mano hacia mí.
---Yo soy Sung Min Ah. – Dije al mismo tiempo en que estrechaba su mano.
---Bueno, apurémonos con esto antes de que se haga más tarde.

Estuvimos trabajando en el modelo por alrededor de una hora. Cada vez iba tomando mas forma. Min Hyuk era realmente bueno para arreglarlo, ponía atención aun en los más pequeños detalles. Pedimos un libro de anatomía prestado y comenzamos a armar el rompecabezas que teníamos frente a nosotros. Estar en compañía de Min Hyuk era agradable, además de guapo era un chico dulce y amable. Hablábamos de una cosa y otra y cambiábamos de tema de conversación con frecuencia.

---Aun no me has dicho porque estabas corriendo. – Dije mientras acomodaba el intestino grueso. – No serás un prófugo de la ley ¿O si? – Dije en tono de broma.
---¿Tengo la apariencia de un delincuente?
---No, definitivamente no. – Dije después de observarlo un momento y después comencé a reír.
---Las apariencias engañan. – Posó cara seria, pero pude notar que estaba reprimiendo una risa.
---Vamos, dime.
---Ok, la verdad estaba huyendo de una chica.
---¿Qué clase de delincuente huye de una chica? – Volví a reír y me gané la mirada enfada de la bibliotecaria y varias “!Shhh¡” por parte de los chicos que se encontraban en las mesas cercanas. Había olvidado que estábamos en una biblioteca.
---Uno muy cobarde, en realidad. Además no la conoces, también a ti te daría miedo. – Contestó sonriéndome.
---¿Es tu novia? – Buena técnica Min Ah. Ahora podría saber si él era libre o no.
---¿Te importa?
---Es simple curiosidad, si no me quieres decir está bien. – Comencé a doblar el intestino delgado para acomodarlo en el modelo.

---No es mi novia. Bueno, no por ahora. – Dijo después de un rato de silencio.
---¿Cómo? – Volteé a verlo confundida.
---Es amiga de mi hermana mayor. Y bueno, últimamente mi hermana se está tomando en serio el papel de casamenteras. Se enteró que le gustó a su amiga, siempre me organiza citas con ella y bueno su amiga no me interesa. He tratado de decírselo amablemente pero es muy terca.
--- ¿ Y Por qué no hablas claramente con ambas? Pero habla primero con tu hermana, dile que nos sientes nada por su amiga. Después habla con la chica y pues dile lo que sientes. Creo que en este caso es mejor que seas completamente sincero.
---Sí, claro. Lo dices por que no conoces a mi hermana. Creo que prefiero seguir escondiéndome y huyendo.
---Bueno, en ese caso te deseo mucha suerte en tu futura vida de prófugo Kang Min Hyuk. – Acomodé la última pieza de la maqueta y la levante con cuidado para verla mejor. Parecía como nueva. De pronto comenzó a sonar de nuevo mi celular.

“¿Dónde estás? Te estoy esperando”

Sol. Vi la hora, ya eran las seis de la tarde. El tiempo se había pasado volando. Había quedado de verme con ella a las seis y aun debía ir a mi casa.

---Lo siento, debo irme ya. – Dije mientras recogía mi bolso, los regalos y la maqueta. – Fue un placer conocerte. Ahh, y gracias por ayudarme. – Salí a toda prisa de la biblioteca. No di tiempo a que él dijera más. Simplemente pensaba en lo enfadada que estaría Sol cuando llegara media hora más tarde de lo que habíamos acordado. Cuando estaba por salir el reflejo de la puerta de cristal me mostró a Min Hyuk levantándose rápidamente de su asiento, parecía como si fuera a detenerme, pero sólo se quedó parado mientras yo salía a toda velocidad de la biblioteca.

“¿Te volveré a ver?”




iv) Beautiful Lie



El día había sido demasiado ajetreado. DaeHyun ya se había tranquilizado gracias a aquellas delicadas palmaditas y caricias que estaba recibiendo del menor, quedándose encima del pecho de éste. Los dos vocalistas sin quererlo se quedaron profundamente dormidos, uno al lado del otro en aquella pequeña cama individual.

A pesar de que todo a su alrededor se estaba poniendo de cabeza. En aquella recamara solo se podía sentir paz. 

Himchan que había estado luchando contra Bang para que no dijera todo lo ocurrido a su manager, entro a revisar a aquellos dos. En el primer momento en el que les vio abrazados no pudo evitar sentir ternura. Se quedó observando como aquellos dos estaban en su propio mundo y no queriendo romperlo, solo trato de tomar un poco de esa aura. Después de todo, aquello simplemente le hacía sentirse más ruin. 

Salió un momento percatándose de que el manager y el doctor ya se encontraban en la entrada del departamento. Sin pensarlo dos veces, entró a la habitación y despertó a Daehyun para que se cambiara de cama. No sería nada prudente que les encontraran en aquella situación de la que el mismo DaeHyun quedo impactado. Tanto que por un momento se congelo y por otro momento lograron teñirse de rojo sus mejillas.

DaeHyun apenas se acomodaba cuando Bang Yong Guk entro con aquellos dos hombres. Ambos dirigiendo inmediatamente su mirada al otro cuerpo. El manager inmediatamente llevo al doctor hacia él y se apartó un poco con Bang. Necesitaba que le dieran una explicación de todo aquello. 

Himchan escuchaba detenidamente aquella plática, cualquier momento en el que el líder quisiera decir todo él tendría que evitarlo. 

DaeHyun por su parte quedo detenidamente observando como el doctor se hacía cargo de checar a YoungJae. El menor se despertó y no tardo en quejarse por el dolor por lo que aquel hombre tuvo que darle algunos analgésicos. Terminando con él, fue a donde estaba DaeHyun. Le dio un rápido chequeo y para evitar más problemas después del ataque de pánico que Himchan se encargó de decirle, le dio un sedante. Al menos por esa noche necesitaban descansar. 

El chequeo terminó pero eso no era todo. Pasados algunos días tendrían que ir a revisión mientras que esa noche Himchan tendría que cuidarles durante toda la noche. No podían confiarse demasiado. 

Dejaron a aquellos dos en su habitación y salieron a la sala. Despidieron al médico y hasta ese momento el manager ya no pudo contenerse más. Quería una verdadera explicación. Ahora que ya no estaban enfrente de nadie más podría ser más fácil. 

Bang Yong Guk se veía algo molesto pero Himchan le miró a manera de indicación. El líder quería decir todo lo que estaba pasando pero quizás no era el momento. Primero tendrían que arreglar las cosas entre ellos para después poder hablar con el manager. 

Por el momento inventaron la historia de un asalto diciendo que ambos chicos salieron a la calle. Pretendían ser normales como cualquier otro pero las cosas no fueron bien al final. Mientras iban caminando por la calle, de regreso a casa, unos tipos les acorralaron y a pesar de que ambos chicos lucharon al que dañaron fue a YoungJae. En ese momento Daehyun le trajo pero de la nada comenzó a sentirse mal y tener ese ataque de nervios. 

Lo que menos le gustaba al líder era actuar inmoralmente. Mentir le estaba siendo difícil por lo que solo dio la idea principal. 

Himchan fue el que se encargó de que el manager Kang creyera todo aquello. Y terminada esa fase, tuvieron que lidiar con él ya que quería tomar cartas en el asunto pero no se lo permitieron por obvias razones. Cuando finalmente el manager Kang salió Bang se dirigió a su pequeño estudio. Necesitaba darse un descanso y pensar todo lo que había sucedido.

Por otro lado Himchan fue a ver nuevamente a los dos vocales. Aquellos dos se veían tranquilos. Ambos metidos en sus sueños. 

Un poco más tranquilo se dirigió a donde más deseaba estar en esos momentos. 

Cuando llego las luces ya se encontraban apagadas. Solo sobresalía su pequeña lámpara de noche y aquel cuerpo recostado en su cama. 

Se quedó observándole unos segundos. Pensando en lo que sucedería si Bang le decía todo lo ocurrido al manager Kang sobre YoungJae y DaeHyun. Como lo tomaría. Aunque siendo un tanto objetivo si todo salía bien con aquellos dos, tal vez podría llenarse del valor que necesitaba para hablar con el resto del grupo y el manager. 

Hablar sobre sus sentimientos correspondidos por aquel pequeño. 

Se abrió un poco de espacio en aquella cama individual. Levanto un poco las sabanas para envolverse en ellas y luego envolver en un cálido abrazo a JongUp. Éste último sintió inmediatamente a aquel ser que le abrazaba por la cintura y se aferraba a su espada. Sabía perfectamente lo que debía estar pensando sobre sus hyungs. 

--- ¿Cómo se encuentran? –Dio conservando aquella postura pero haciendo un poco de espacio entre sus cuerpos. 

--- Un poco mejor. YoungJae ha recibido algunos analgésicos para el dolor y DaeHyun un sedante. Ahora mismo ambos están dormidos. –Contestó el mayor rompiendo con esa pequeña distancia mientras abrazaba con mayor fuerza al menor y le daba un pequeño beso en el cuello. 

--- Deberías ir con ellos. –JongUp giro todo su cuerpo. Quedando frente a frente con su pareja. 

--- No están conscientes. En estos momentos no sienten dolor o remordimientos. Quizás tengo un poco de envidia por ello. –Contesto mientras recostaba la cabeza del menor en su pecho –Y yo no podía estar lejos de ti. Tenía la necesidad inmensa de venir contigo lo más pronto posible –Continúo Himchan. Ahora besándole en los labios. Aquella tenue luz le daba una bella imagen del menor quien se dejó llevar por aquellos delicados besos. 

Tomo el rostro del mayor en sus manos. Recorrió sus mejillas, delineo sus felinos ojos y le despeino un poco.

--- ¿Y Bang?... Él… ¿cómo se encuentra? –Pregunto cortando aquellos castos besos. 

--- Un poco alterado. Zelo me ayudo un poco para convencerlo de no hablar con el manager Kang. –Himchan sabía a lo que quería llegar su pequeño pero no estaba preparado para eso. Siguió besando al menor, ahora con un poco más de lujuria recorriendo el cuello del moreno. 

--- Si todo sale bien con ellos… Tú y yo, ya sabes –Dijo JongUp apartando con sus manos a Himchan. Quería verle a los ojos. 

---Si todo sale bien con esos dos será un milagro. Un milagro muy bueno del cual no podemos valernos. Nuestra situación es distinta –Contesto un poco frio. No le gustaba hablar de aquello.

--- ¿Por qué somos una situación distinta? –Preguntó JongUp con un eje de tristeza por perder una vez más la pequeña esperanza de hablar con los demás de su relación con Himchan. De finalmente demostrarse su amor con él. De ser ellos mismos, al menos en el grupo. 

--- Porque esos dos son casi de la misma edad. Tú y yo no. Soy mayor y mis decisiones serán poco cuestionadas, al contrario de las tuyas. –Contesto JongUp saliendo de aquella cálida cama. 

--- JongUp, no estoy de ánimos de pelear. Estoy cansado del viaje y aún más de lo que paso. Sabes que soy como la madre de este grupo… es algo muy cansado y pesado. –Himchan se quedó sentado unos segundos. Sobándose el cuello por el cansancio -¿Acaso no piensas en mí? No empeores mi situación, por favor. –Decía abriéndose nuevamente un espacio en aquella pequeña cama individual. 

--- No eres el único cansado… Yo me estoy cansando –Apenas y podía retener las lágrimas. –Tal vez tengas razón en muchas cosas. Sé que mis decisiones serán muy cuestionadas, que tienes una gran carga con el grupo y que no debería ser un obstáculo más. –JongUp salió de la cama. Fue hacia sus cajones y tomo una sudadera y una cobija. 

--- ¿Qué haces? –Preguntó Himchan ante la acción del menor. 

--- Iré a ver a los hyungs. –Se acercó a la cama donde se encontraba Himchan. Haciendo pensar al mayor que le daría un beso pero no fue así. El menor solo estiro su mano para tomar su móvil. Y después de ajustar un poco la pequeña lamparita salió de la habitación. Ni siquiera dio tiempo para que su pareja asimilara las cosas. 

Cuando el menor ya se encontraba en el pasillo, se recargo en la puerta. 

Fue inevitable que las lágrimas hicieran acto de presencia y que se recriminara mentalmente por amar tanto a Himchan. Aquel chico que la mayoría del tiempo era vanidoso y lleno de complejos por el qué dirán de sus amigos. 

Muchas veces se llegaba a preguntar así mismo cosas como: ¿él realmente me amará? O… ¿Solo seré una forma de escudarse de esta soledad a la que nos orilla la fama?

Quizás estaba siendo un poco injusto al cuestionar los sentimientos del mayor pero cada una de esas acciones por separarle de él enfrente de las cámaras o de sus compañeros y después de cruzar la puerta de su recamara se convirtiera en algo opuesto, le estaba volviendo loco. Pero podría ser injusto cada que pensaba en el mismo como un juguete de Himchan. 

El mayor jamás le había tocado de más. Las caricias juguetonas e íntimas, existían, pero el mayor jamás se había propasado. Nunca había querido tener algo más para no lastimarle. Creía que la forma de tener sexo entre hombre era muy sádico y doloroso. Cosa que no quería que pasara el menor. 

Aun en las situaciones más difíciles cuando creía no aguantar, le daba un pequeño beso en la frente y salía directo al baño de su habitación. Huyendo de la situación. 

Así sus dudas fueron despejadas. En un principio su principal dilema era ¿Amor o pasión? 

Pero aunque fuese pasión, a él no le importaba. El estaría a su lado porque si algo era solido en esa relación era el amor que sentía por ese egocéntrico, vanidoso pero también muy protector ser llamado Kim HimChan. 

--- --- --- 

El mayor por su parte se quedó en aquella cama, inundándose en sus pensamientos y dejarse vencer por el cansancio. En todo momento pensando en JongUp, en lo injusto que podría estar siendo, pero no quería que los demás supieran de su relación. 

No quería que cuando los demás supieran sobre ella, se metieran, que los separaran y mucho menos que JongUp saliera lastimado en todo aquello. 

Él debía tomar el mando de la relación. Quien debía lucir cool y fuerte para que el menor pudiese sentirse protegido y atraído por él. 


Lo triste de aquella situación es que en ocasiones la falta de comunicación y empatía es lo que más nos puede afectar. Cuando no estamos dispuestos a ponernos en el lugar de alguien más o cuando no se dice todo lo que el corazón pide a gritos que el mundo sepa… en esos momentos es cuando más propensos estamos a fracasar en la vida y sobre todo en una relación… 

Sin darse cuenta en que momento Himchan se quedó totalmente dormido. La tenue luz de su lámpara de mesa había sido opacada por la luz del sol que se colaba dentro de su habitación. Tanto esplendor le hizo saber que era demasiado tarde. 

Se removió y salió rápidamente de su cama. Pensaba en todas las cosas que tenía que hacer y sobre todo en las que no hizo, como cuidar de DaeHyun y YoungJae. 

Dispuesto a preparar el desayuno salió al pasillo donde se topó con JongUp quien salía de la habitación de los vocalistas. En sus manos llevaba una bandeja y restos de comida en ella. El mayor noto que su caminar era un poco pesado y solo se dispuso a ver como entraba en la cocina, sin siquiera percatarse de su presencia. 

Espero unos minutos para armarse de valor. Seguramente estaría molesto con él.

Cuando finalmente entro a la cocina noto la presencia de Bang y Zelo. El líder se veía totalmente cansado mientras el maknae estaba simplemente jugando con la comida. 

Por un momento espero recibir una reprimenda por parte del mayor, pero este en vez de ello fue donde estaba JongUp. Tomo la bandeja que tenía el segundo maknae en sus manos repleta de comida y se la ofreció. Sin entender la razón de aquello, simplemente la acepto. 

--- ¿No te dijo que esperaras?... –Dijo el líder tomando un poco de café -¿Ya te sientes mejor? –Himchan seguía sin entender. 

--- Les he dicho que no te sentías bien. Por eso es que cuide de mis hyungs. ¿Deseas desayunar aquí o ir a tu recamara? –Preguntó JongUp a Himchan mientras cruzaban miradas. Hasta ese momento el mayor noto las ojeras el menor y sobre todo un eje de tristeza reflejado en sus ojos. 

--- Tengo que ir atender una llamada –Aviso Bang mientras tomaba su móvil. Salió de la cocina y todos escucharon como estaba excusando lo de la noche pasada hasta que se fue a su pequeño estudio. 

--- Yo iré a ver a los hyungs –Mencionaba JunHong. JongUp al notar que todos habían salido tomo los platos de la mesa y los llevo al fregadero. 

--- Tenemos que hablar –Himchan se puso a un lado del menor tomándole de la barbilla para que le viera a los ojos. Poco duro ese acto. Himchan escucho como la voz de Bang se acercaba cada vez más. Quizás cada uno de los pasos con los que el líder se acercaba valían dos de Himchan alejándose de JongUp quien seguía lavando los trastes. 

--- Tengo que salir unos momentos. Date un baño pequeño –Bang despeino un poco los cabellos del segundo maknae. –Y por favor, si puedes, revisa a Dae y Jae.

--- Claro hyung –Con una sonrisa en los labios JongUp respondió al mayor. Pero Himchan que era expectante de aquello se molestó un poco. Estuvo a punto de decirle algo al menor pero éste salió rápidamente de la cocina. 

--- Tenemos que hablar –Repitió. –Anoche… anoche estaba un poco estresado –continúo. 

--- Tengo que ver a mis hyungs. –Dijo soltándose de la mano de su pareja. No es que no quisiera hablar, pero él mismo estuvo presente cuando Bang fue a ver a YoungJae y éste defendió sin ningún temor a Dae. Le dolía que el mayor no pudiera hacer lo mismo por él. Que quizás no le amara lo suficiente.

Pero para Himchan las cosas eran distintas. Necesitaba que aclararan las cosas, simplemente no quería estar molesto con el menor y mucho menos que le dieran cargas tan pesadas como las que seguramente había estado haciendo en su lugar. 

JongUp se negó nuevamente. Sin querer comenzaron a forcejar y a pesar de la edad, el menor fue el victorioso. Se dirigió a su habitación con el afán de poner el seguro. Lamentablemente fue muy lento. A pesar de que no lo deseaba. Himchan notaría aquellas pequeñas lágrimas que ya resbalaban por sus mejillas. 

--- Está bien, date un baño y después hablarnos. Realmente no te vez bien. –Hablaba Himchan mientras que con toda libertad tomaba de los cajones del menor, ropa. Desde la interior hasta unos cómodos pantalones cortos y una camiseta. 

--- ¿No estoy a tu nivel? –Cuestiono JongUp. Aquello no iba al caso, pero estaba demasiado dolido y lo único que deseaba era que Himchan saliera de la habitación. Que no le viera llorar. Que no escuchara sus sollozos. –Deberías saber que no soy tan atractivo como tú. 

--- Quizás quieras discutir, pero yo no. Eso que dices es algo totalmente falso y que ni siquiera viene al tema. –Himchan volteo hacia JongUp para mirarle frente a frente -¿por qué estás molesto? –Grito Himchan perdiendo la calma mientras aventaba a su pareja en su cama. Pero al toparse con los ojos acuosos de su pareja, al reaccionar sobre su acción, se arrepintió. 

Trato de abrazarlo pero JongUp no se dejó. Nuevamente comenzaron a forcejear. El menor solo luchaba para que no le viera llorar mientras el segundo quería tener contacto con esos ojos que lo cautivaban. Necesitaba verlos para preguntarle lo que ocurría, para que el menor pudiese contestar. 

Pero su lucha fue en vano. A pesar de la diferencia de edad, en cuanto a fuerza se hablaba, JongUp era quien ganaba. 

Sin mucha dificultad logro arrojar a Himchan lejos, hasta el punto en el que cayó al piso. 

--- Necesito que me digas que tienes. –El mayor se recargo en la cama. Tapando su rostro. Se sentía demasiado frustrado. 

--- Me siento cansado. Soy humano, ¿sabes?... también siento cansancio, también me afecta todo lo que está ocurriendo. Puedo ser afectado física y emocionalmente. –Sin decir más tomo su ropa y se dirigió al baño. 

El mayor sin quererlo, sabía que aquello se trataba por lo de Dae y Jae. Por ellos. Por la situación. 

Cuando recupero el aliento se dirigió al baño. Pero su paso fue detenido. La puerta tenía seguro y lo único que podía escuchar era el fuerte sonido del agua cayendo. 

Las cosas ya no estaban del todo bien. El menor nunca había hecho eso, aun cuando apenas se conocían. 

Se quedó unos momentos esperando afuera. Tal vez paso demasiado tiempo y el mayor comenzaba a preocuparse. Ya había pasado demasiado tiempo sin escuchar el agua caer. 

Toco en repetidas ocasiones pero no escuchaba nada del otro lado. 

Estaba dispuesto a salir por las llaves de todas las habitaciones cuando alguien toco la puerta. 

--- Bang quiere que nos reunamos. Los demás ya se encuentran en la sala. ¿Has visto a JongUp? -Zelo miro dentro de la habitación sin mirarlo. Ya le había estado buscando por todas partes. –Hyung –Grito. Detrás de Himchan ya se encontraba el segundo maknae. –Bang quiere que vayamos a la sala. Es por algo importante. 

El mencionado no espero mucho. Salió de la habitación evitando a toda costa quedarse a solas con Himchan. Todo el tiempo espero a que se fuera, pero algo le decía que seguía ahí. Esa era su única escapatoria, por el momento.

El mayor se molestó un poco. Se había preocupado demasiado. Trato de tomar aire antes de salir con los demás. 

--- ¿Y Himchan? –Pregunto Bang cuando los demás llegaron.

--- ¿Qué es tan importante? –Contesto el mencionado. 

---Habrá cambios. Jongup, toma tus cosas. Intercambiarás habitación con Daehyun. –DaeHyun que se encontraba al lado de YoungJae, sin querer, le apretó fuertemente de la mano. Por otro lado Himchan se quedó más que asombrado. Aquello no le parecía buena idea. –Esto es una gran sorpresa para mí. Estoy demasiado impactado… necesito tiempo para asimilarlo. 

A pesar de aquello, JongUp y DaeHyun no se negaron. Fueron los otros dos quienes se reusaron. YoungJae un poco. Quien realmente exagero fue Himchan. Comenzó a decir cosas que ni siquiera eran muy legibles. 

--- Cambiaran de habitación y no hay vuelta atrás. ¿Cuento con ustedes? –Se refirió a Dae y JongUp quienes con un movimiento de cabeza le dieron la razón. 

--- Me reúso –Himchan no podía permitir aquello. Empeoraría las cosas con su pareja. Eso significaría que se verían menos. 

--- A menos que tengas una buena justificación, no cambiaré de idea. –Prosiguió Bang con sus palabras 

--- No te preocupes hyung. Iré por mis cosas. –Contesto JongUp mientras se dirigía a su habitación. 

--- Gracias Jongup. –Bang se sentía demasiado agradecido con él. El apoyo que estaba recibiendo por parte de éste era demasiado. Aun cuando se puso insoportable la noche pasada. 

En menos tiempo del que todos se esperaban, los cambios comenzaron a realizarse. El segundo maknae fue por sus cosas mientras Zelo le ayudaba a Dae con las suyas. El cambió de habitaciones era algo que necesitaba hacerse lo más pronto posible. Necesitaban darle tiempo a Bang aun cuando aquello era una mentira. 

Cuando JongUp estaba a punto de terminar su maleta, el mayor entro algo molesto. 

--- Debiste apoyarme. Bang se ha negado rotundamente a cancelar su loca idea… pon tus cosas en su lugar –Decía mientas tomaba un poco de ropa y la trataba de acomodar en su lugar. 

--- No le hagas las cosas más difíciles. A él, a DaeHyun y a YoungJae. Si esto funciona, tal vez su amor si pueda seguir. 

--- ¿su amor?... -dijo tartamudeando- ¿De qué hablas? –Contesto un poco temeroso. Aquellas palabras no suenan bien en una relación. 

--- Te amo y quero ayudarte en todo lo que necesites. Ser tu apoyo incondicional en cada momento, hacer que cada una de las cargas que llevas sobre ti se hagan más livianas… quiero lo mejor para ti –Dijo JongUp acercándose al mayor. El enojo y todo lo demás quedo en segundo plano. Le abrazo colocando su cabeza en el pecho de éste mientras era correspondido. Un abrazo que en segundos se hizo fuerte. Levanto la cabeza y poniéndose un poco de puntitas le dio un cálido beso en los labios. –Siempre estaré para ti. No lo olvides… Yo te amo. 

Dicho aquello se separó de él. La puerta de la habitación se abrió dando paso a Zelo y DaeHyun quienes entraron notando la cercanía de aquello dos, pero dándole poca importancia. 

Sin embargo, la actitud del mayor cambio radicalmente. Himchan se trató de alejar de JongUp. No quería levantar ningún tipo de sospecha. Prácticamente se alejó de él. Se dirigió a su cama y tomo las sabanas, como si en verdad la estuviese arreglando. 

--- ¿Dónde podemos poner esto? –Pregunto DaeHyun.

---- Queda muy poca ropa, en un rato vengo por ella. Todo este espacio es del que dispones –Dijo señalando el ugar. –Bueno… pues me voy a arreglar esto. Regreso en unos momentos –Se disponía a salir pero algo le detuvo -¿Ya te encuentras mejor?... Anoche parecías tener pesadillas. –basto que su hyung le diera una sonrisa y un sí para que el segundo maknae abandonara la habitación. 


Y aunque Himchan aún no lo sabía, aquello haría que las cosas cambiaran. Es obvio que cuando se está en una relación escondida, se puede salir muy lastimado. 
Aun cuando el amor sea grande. Llagas y heridas son lo que produce y el tiempo solo se encarga de hacerlas más grandes y difíciles de curar cuando se sigue en las sombras. Cuando se tiene miedo de que otras personas se enteren. 

JongUp una vez más era herido. Una vez más se sentía solo e incomprendido. 

Pero el futuro puede deparar muchas cosas. Quizás no sea lo que siempre deseamos pero el destino es tan extraño que juega con nosotros, brindándonos de lo que necesitamos en el momento indicado.