domingo, 3 de mayo de 2015

Capítulo 35 Enamorada




Como una niña pequeña asustada, me coloqué detrás de Jong Hyun. No podía dejar de pensar en que esto definitivamente no para nada una buena idea. Él llamó a la puerta y esperamos durante lo que me pareció una eternidad. Ningún ruido se escuchaba del otro lado de la puerta.
---Creo que no esta, mejor nos vamos. – Me apresuré a decir pero antes de que pudiera hacer algo más, la puerta frente a nosotros se abrió repentinamente. Enseguida regrese a mi posición inicial, detrás de Jong Hyun.
---Jong Hyun. – Sun Hee no se escuchaba molesta en absoluto. Su tono de voz denotaba  sorpresa. 
---¿Cómo has estado? – Contestó él con una leve inclinación de cabeza.
---¿Qué haces aquí? – Pero su reacción  no era para nada lo que esperaba, estando detrás de Jong Hyun no podía verla, pero aun así su voz no era de enojo, había un rastro de sorpresa y vergüenza. Entonces entendí que quizá no estaba reaccionando como esperaba porque aún no me había visto.
---Venimos a hablar contigo. – Respondió Jong Hyun.
---¿venimos? –Preguntó confundida. Titubeante di un paso para salir de la protección que representaba Jong Hyun. Sun Hee me miró a los ojos y supe entonces de todo el enojo y rencor que hasta ese momento no había aparentado.
---¿Podemos pasar? – Preguntó Jong Hyun, quizá sintiendo la tensión que en ese momento inundaba el lugar. Sun Hee se mostró indecisa por un par de segundos, pero entonces se dio la vuelta y entró en su apartamento, indicándonos que podíamos pasar. El departamento era acogedor y he de reconocer que era como el sueño de toda chica. A pesar de que no era muy grande, estaba bien decorado y limpio, muy limpio. Todo organizado exactamente donde debería ir. Sun Hee se sentó en uno de los sillones y nos indicó que hiciéramos lo mismo en el sillón que estaba enfrente.
---¿De qué quieren hablar? – Preguntó Sun Hee en tono serio y frio. Me recordaba tanto a la chica que era cuando llegue aquí.
---Bien. – Dijo Jong Hyun y tomando una bocanada de aire comenzó a hablar. – Quiero disculparme contigo por lo que paso en el hotel, yo jamás quise lastimarte y aunque estaba bajo mucha tensión, esa no era ninguna excusa para tratarte como lo hice, no lo merecías. En verdad me siento muy apenado. Y si, sé que quizá no quieras volver a casa, pero aun así el que me pudieras perdonar sería de gran ayuda para mí.
---Yo… no sé qué decir. – Confesó Sun Hee – Te perdono Jong Hyun, no es como si pudiera estar molesta contigo mucho tiempo, además, reconozco que yo también tuve algo de culpa.
---Hablando de eso, hay algo más que quiero pedirte. Por favor, discúlpate tu también con Emily. – Mierda.
---Está bien. – Le susurré a Jong Hyun, esto no saldría bien.
---¿Qué? – Contestó ella. Esto era tan malo para ella como lo era para mí.
---En el hotel, dijiste cosas de Emily que no eran ciertas y creo que también le debes una disculpa. - ¿Demonios Jong Hyun, porque nos haces algo así? Vi a Sun Hee enrojecer. Pasaron algunos segundos de completo silencio. Parecía que Sun Hee no se disculparía, y estaba bien con ello en tanto Jong Hyun no insistiera. El ambiente no podría estar más tenso. Entonces escuchamos la puerta del departamento abrirse y mentalmente agradecí a quien quiera que haya sido y que con su llegada nos ofrecía un escape ante el momento tan incómodo.
---Tía. – Sun Hee se levantó y caminó a la puerta
---Te compré pescado para que prepares una sopa. – Una señora de unos cuarenta años entró en la cocina llevando consigo varias bolsas de plástico. Sólo hasta que las colocó sobre la encimera de la cocina, se dio cuenta de nuestra presencia. – Oh lo siento, no sabía que tenías visitas.- Dijo dirigiéndose a Sun Hee, después se acercó a nosotros y nos saludó. – Soy la tía de Sun Hee, en verdad lo lamento, no sabía que tendría visitas.
---En realidad llegamos de improviso – Confesó Jong Hyun.
---Jong Hyun que gusto verte, hacía mucho que no sabía de ti. ¿Has estado bien? – Al parecer ya se conocían.
---Si, he estado muy bien. Vine a arreglar un asunto con Sun Hee.
---Ah, ya veo. ¿Y ella es? – Dijo la señora volteando a verme.
---Oh lo siento, ella es Emily, también trabaja con nosotros.
---Entiendo. Bueno ¿Se quedarán a cenar no es así?
---A decir verdad tía, ellos llevan algo de prisa. – Se apresuró a intervenir Sun Hee.
---No seas maleducada Sun Hee, apuesto a que ni siquiera  les has preguntado. – Después se dirigió a nosotros: - Por favor quédense a cenar, mi sobrina no tiene muchas visitas o vida social en estos días, y creo que le vendría realmente bien tener algo de compañía, y sinceramente a mi también. – Jong Hyun me miró en espera de mi opinión al respecto. No era una situación demasiado cómoda para mí y a pesar de que tan solo unos minutos atrás hubiera agradecido a los dioses por esta oportunidad para escapar, la tía de Sun Hee trasmitía una calidez muy difícil de describir, por lo cual me sentiría como una de verdad muy mala persona si rechazara su oferta. Por otro lado, aun no se habían solucionado las cosas completamente con Sun Hee. Asentí.
---Bien, supongo que no hará daño quedarnos un momento más. – Contestó Jong Hyun.
---Genial, entonces comenzaré a preparar la cena. – Después de decir esto la tía de Sun Hee entró en la cocina, su sobrina la siguió. Pero Jong Hyun y yo no queríamos solo quedarnos ahí sentados. Así que preguntamos si podíamos ayudar en algo. – En realidad si, necesito un par de cosas de la tienda.
---Está bien tía, la tienda de aquí cerca ya cerró así que tendré que ir hasta la otra. Iré yo. – Contestó Sun Hee.
---No voy a dejarte ir sola, a esta hora se reúnen los vagos del edificio de al lado.
---Podemos acompañarla. – Intervino Jong Hyun.
---Oh, eso me dejaría más tranquila. – Contestó sonriendo la señora.
---Vamos. – Dijo Sun Hee de mala gana.
---En realidad creo que seria mejor si los esperara aquí, soy muy lenta con la muleta. – Dije.
---¿Estás segura? – Preguntó Jong Hyun.
---Sí, estaré bien. Además quizá pueda ayudar un poco aquí. Anda.
---Está bien, ya volvemos. – Dijo él antes de irse.
---Es un gran chico ¿Verdad? – Dijo la tía de Sun Hee apenas se hubiera cerrado la puerta.
---Lo es. – Contesté sonriendo.
---¿Y  hace cuanto que trabajas con ellos?
---Casi siete meses. – Contesté mientras comenzaba a picar la cebolla.
---¿También eres asistente?
---En realidad soy enfermera, estoy al cuidado de Yong Hwa.
---Oh claro, escuché sobre eso. Pobre chico ¿Cómo sigue él?
---Está… estable.
---Espero que se recupere pronto. ¿Sabes? Sun Hee se puso realmente mal cuando pasó todo esto. Es decir, las pocas veces que pude hablar con ella después del accidente se notaba apagada y triste. Y puedo entender el porque, no sé si te lo habrá dicho, pero ellos son algo así como su familia. Bueno… además de mí.
---A decir verdad ya lo sabia, cuando llegué aquí me lo dejó claro.
---Lo imaginé. Ella, los presume siempre.
---¿Puedo hacerle una pregunta?
---Por supuesto.
---Dijo que… ellos y usted eran lo único que le quedaba. ¿Ella no tiene otros familiares? – La señora se quedó callada durante algunos segundos y me cuestioné si después de todo fue buena idea preguntar.
---Los padres de Sun Hee murieron en un accidente de auto cuando ella tenía nueve años.
---Lo siento, yo no lo sabía.
---Está bien, ellos están en un mejor lugar ahora. Bueno, sus abuelos maternos, mis padres, también murieron hace algunos años. Sólo éramos yo y su padre. Además sus abuelos maternos jamás aprobaron la relación de los padres de Sun Hee así que cuando ella nació ni siquiera quisieron conocerla… Así que, sólo me tiene a mí; yo nunca me casé ni tuve hijos así que también es ella lo único que me queda. Por eso es que cuando conoció a Yong Hwa se hicieron amigos en seguida, él es un gran chico también.  Es fácil llegar a quererlo y yo lo considero como un sobrino más, también a los otros chicos.
---Sé exactamente de lo que habla. – Contesté sonriendo.
---Además tú y Jong Hyun hacen una muy linda pareja.
---Oh no, él y yo solo somos amigos, sólo eso.
----¿Lo dices en serio? 

---Por supuesto

---Bueno, no quise insinuar que mintieras o algo así es sólo que… puedo sentir la química que hay entre dos personas- La mayoría de la gente ve una pareja feliz en el parque y piensan que están enamorados pero yo sé que no es así, sé que no son felices, sé que no están juntos porque se amen realmente. De la misma manera siento cuando dos personas se quieren más que como amigos ¿Sabes? Aunque digan públicamente que son sólo amigos, sé que no es así. Por eso asumí que tú y él eran una pareja, lejos de las apariencias, no lo dije porque vinieron hasta aquí juntos sino porque siento entre ustedes un amor muy grande. – Me quede callada sin saber que decir. Me miraba en espera de una respuesta. – Por favor no creas que es una locura, en este mundo existen personas que han sido bendecidas con poderes que no todos comprenden. Sólo por favor no piensen que estoy mintiendo porque no es así.

---Nunca pensaría eso. – Contesté francamente. ¿Qué otra prueba necesitaba para creer lo que decía que esos horribles presentimientos que yo misma tenía? ¿Cómo no creer en algo cuando yo misma era la prueba viviente de eso? – Le creo.
---La mayoría de la gente cree que estoy loca, pero te aseguro que no es así. Algunas personas como yo podemos sentir cosas que otros no y eso no debería ser tomado como un castigo, es un don que solo pocos poseemos. – Inevitablemente recordé lo que me había dicho la adivina en aquella ocasión. – Bueno, tengo que ir por algo de pollo que tengo en mi casa.
---¿No vive aquí? – Pregunté sorprendida.
---Oh no, Aquí vive sólo Sun Hee, yo vivo en el departamento de al lado. No tardaré. ¿Te importaría comenzar a freír esas verduras?
---Para nada.
---Está bien, ya regreso. – Después de decir eso salió así que puse una sartén con suficiente aceite y esperé a que se calentara lo suficiente. Después tomé el tazón con las verduras y vertí el contenido en la sartén, pero lo hice demasiado rápido y cuando estas cayeron salpicaron aceite caliente sobre mis brazos.
---Demonios. – Eso realmente había dolido. ¿Por qué estaba lastimándome tanto estos días? Apagué la estufa y vi mis brazos, las quemaduras ardían muchísimo. Pero no era nada grave. Valla suerte la mía justo cuando acababan de quitarme el yeso de la muñeca me quemaba los brazos. Bien hecho Emily, bien hecho. Mojé mis brazos con agua fría en el fregadero pero el ardor no se calmaba. Decidí comenzar a buscar un botiquín, Sun Hee seguramente tendría alguno o un ungüento también me serviría. Busqué en las repisas de la sala pero no había nada. Entré en el baño, pero obtuve los mismos resultados. Me debatía entre entrar a buscar a las habitaciones o no, mi primer pensamiento fue que era una muy mala idea en realidad. Pero el ardor de mis brazos me recordó que tenía que encontrar un botiquín o algo parecido que pudiera calmar el ardor. Quizá Sun Hee lo comprendería. Decidí darme prisa.
Abrí la puerta y su cuarto era justo como lo imaginaba, todo estaba impecable y perfectamente acomodado. Localicé el botiquín sobre el ropero. Me puse de puntitas intentado alcanzarlo, pero la altura era demasiado, incluso para mí, Un esfuerzo más y logré tomar el aza del botiquín, lo jalé sin pensarlo dos veces ¡Oh, gran error! Me olvidé por completo de la caja sobre la que se encontraba el botiquín. Al jalarlo, la caja también cayó, golpeándome en la cabeza y esparciendo su contenido por todos lados. ¡Maldición! Me sobé la cabeza y me pregunté si habría algún día en que no saliera lastimada. Nunca había sido precisamente ágil pero los últimos días mi torpeza estaba llegando a limites simplemente ridículos. ¿Qué es lo que me estaba pasando? Suspiré y me dispuse a recoger todo el desorden que había provocado. Como pude me senté en el suelo y coloque el botiquín junto a mí, comencé a juntar los papeles y a meterlos nuevamente en la caja. Pero entonces algo llamo mi atención, saqué lo que ya había metido en la caja y lo puse todo frente a mí. Eran decenas quizá cientos de fotografías, todas de la misma persona. Retratos, fotografías oficiales, selfies, con amigos, comiendo, durmiendo. Parecía el botín de un acosador y me asustaba la idea de que así fuera. Era como si hubiera invertido demasiado tiempo reuniendo todo eso. Algunas fotografías recordaba haberlas visto antes pero otras habían sido capturadas sorpresivamente. No sólo eso, había además varios sobres. Casi todos estaban sellados aunque todos tenían el mismo destinatario. Encontré uno abierto y la curiosidad se apoderó de mí. Si, es verdad no sabía escribir ni leer el coreano pero había muchas partes en Inglés y ciertamente no me fue necesario entender lo demás. Entonces lo comprendí todo, pero claro ¿Cómo había podido ser tan tonta? Flashazos de los últimos meses pasaban frente a mi. Sun Hee había dedicado tanto tiempo a reunir todas esas fotografías, a escribir todas esas cartas, lo cual sólo me dejaba claro cuanto lo amaba a él.

Jong Hyun.

---¿Pero qué crees que estás haciendo?- Asustada voltee a ver a la persona que en ese momento iba entrando. Había una mueca de molestia en su rostro pero pronto cambio por una de horror en cuanto vio las fotografías regadas por todos lados y más aún cuando notó la carta que aun tenia entre mis manos. Si, esto no pintaba nada bien.
---Yo… no era mi intención. – Comencé a disculparme.
---Cállate, veo que eres peor de lo que pensaba… - Comenzó a gritar y justo cuando iba comenzar a decirme más cosas escuchamos la puerta del departamento abrirse y alguien entrar a la cocina.
---¿Sun Hee? – Dijo Jong Hyun desde la sala. La mirada de la chica se llenó de miedo y con desesperación comenzó a meter las fotos y cartas dentro de la caja. Lo menos que podía hacer era ayudarla así que eso hice ante la mirada llena de odio de ella. Justo cuando puso la tapa sobre la caja Jong Hyun golpeó la puerta de la habitación - ¿Sun Hee estás aquí?
---Sí, ya salgo. – Contestó mientras me fulminaba con la mirada. Tomó la caja entre sus manos y abrió la puerta de la habitación.
---Emily ¿Estas bien? – Había preocupación en su rostro cuando me vio ahí sentada en el piso. Después miró a Sun Hee de manera suspicaz, intentando descubrir si es que ella me había lastimado. Después de todo, él había visto que Sun Hee estaba a solas conmigo y yo estaba en el suelo, además para nadie era secreto que yo no era precisamente la persona favorita de Sun Hee. La chica se dio cuenta de lo que Jong Hyun pensaba, sonrió de manera irónica y salió, llevándose la caja con ella. Él se acercó a mí y se agachó para quedar a mi altura. - ¿Te hizo algo? – Preguntó en un susurro.
---No, no para nada.  Me quemé mientras freía unas verduras y vine a buscar el botiquín. – Contesté al tiempo el que le enseñaba mis brazos.
---¿Te duele mucho? – Preguntó preocupado, se sentó en el suelo y abrió el botiquín.
---Sólo arde. – Contesté. Destapó el ungüento y puso en mis brazos, después los vendó, aun cuando le dije que no era necesario. Cuando hubo terminado comenzó a guardar todo nuevamente.
---Siento que ahora no puedo dejarte sola nunca más, eso si quiero que permanezcas sana y salva. – Reí ante su comentario.
---Realmente no sé lo que me está pasando. Día con día me vuelvo más torpe. – Puso en botiquín sobre la cama y me ayudo a ponerme en pie. Por suerte mis manos no resultaron heridas o tomar la muleta habría sido toda una tortura. Salimos de la habitación. Sun Hee estaba en la cocina terminado de hacer lo que yo no pude. Evite mirarla a los ojos no sabía cómo sentirme respecto a lo que acababa de descubrir.
---Creo que será mejor que nos vallamos, Emily se lastimó los brazos y será mejor que el doctor Choi revise que no sea nada más grave. – Dijo Jong Hyun dirigiéndose a Sun Hee.
---Si, como sea. – Contestó ella, había un dejo de molestia y desdén en su voz. Desde un principio sabía que esto era una muy mala idea. Pero ya que yo lo había arruinado, debía al menos intentar solucionarlo.
---¿Por qué no te quedas Jong Hyun? Yo estoy bien, las quemaduras solo arden un poco, apuesto a que ni siquiera dejaran cicatriz. Además, la tía de Sun Hee se esforzó mucho en cocinar esto, sería un desperdicio irte así. Sinceramente yo me siento algo cansada y creo que debería ir a tomar mis medicinas. Pero me gustaría que tú te quedaras. – Dije.
---¿Y dejarte ir sola?
---No te preocupes, podemos llamar un taxi. – Respondí. – Además me parece que tú y Sun Hee aún no llegan a un acuerdo. – Esto último lo agregué en voz baja aunque no lo creí necesario puesto que Sun Hee estaba o fingía estar concentrada en su trabajo casi ignorándonos por completo. Noté la duda en el rostro de Jong Hyun. – Estaré bien, no tienes nada de qué preocuparte. Confía en mí.
---Está bien. – Dijo no muy convencido. – Sun Hee acompañaré a Emily a la salida, ya regreso.
---Ajá. – Contestó ella sin siquiera voltear a mirarnos. Mientras el elevador llegaba al primer piso Jong Hyun llamó a un taxi y esperamos alrededor de diez minutos a que llegara.
---Llámame en cuanto llegues. – Dijo él.
---Claro. Dile a la tía de Sun Hee que fue realmente agradable hablar con ella. – él asintió y yo me subí al taxi. Jong Hyun le dio la dirección y le pagó. Después de eso, el conductor arrancó.
Seguía pensando en lo que había visto en casa de Sun Hee y en cómo es que jamás me di cuenta de ello. Es decir había tenido bastantes pistas a la vista y aun así ni siquiera lo había imaginado, Pensaba que el cariño que decía sentir por los chicos era un cariño de amigos o incluso de hermanos. Ahora que sabía que ella en realidad estaba enamorada de Jong Hyun no sabía que pensar al respecto. Y si, sé que era algo en lo que debía entrometerme pero no dejaba de sentir una cierta responsabilidad y la sensación de que debía hacer algo… pero ¿Para qué? ¿Hacer que Jong Hyun se diera cuenta de que Sun Hee lo amaba en secreto? ¿Evitar que alguna vez lo descubriera? ¿Unirlos? ¿Separarlos? Además debo confesar que sentía una gran preocupación, si, sabía perfectamente que ella era muy distinta a Katia pero no podría evitar recordar lo que es capaz de hacer una chica cuando está obsesionada. Tonterías, Sun Hee no es igual a Katia y tampoco está obsesionada con Jong Hyun ¿O sí? ¿Y las fotos? ¿Y las cartas? Pero es normal ¿No? Toda chica lo ha hecho al menos una vez en su vida; escribir cartas para el chico que le gusta y que estas jamás sean entregadas, tomar fotos… Además, si ella realmente estuviera obsesionada con Jong Hyun no se hubiera alejado; al igual que Katia, habría hecho todo por quedarse.
---Hemos llegado. – Anunció el conductor y al levantar la vista vi la casa frente a nosotros. El largo viaje se había hecho cortísimo, estaba tan ensimismada en mis pensamientos que ni siquiera me había dado cuenta. Le agradecí al conductor y me bajé.
Como sea, Jong Hyun se había quedado hablando con Sun Hee y si se solucionaban las cosas y llegaban a un acuerdo, entonces quizá ella volviera y si eso pasaba entonces ellos tendrían que resolver sus propios asuntos. Si ella decía confesarle sus sentimientos u ocultarlos por siempre no era algo que me involucrara.
---Correcto, no es mi asunto, así que no me entrometeré. – Dije para mí misma mientras abría la puerta.
---¿Que no es tu asunto? – Preguntó él con curiosidad. ¿En qué momento había aparecido?
---Dios, me asustaste. – intenté recuperar el aliento.
---Responde. – Dijo con el ceño fruncido, se veía un poco molesto.
---Es algo que no me incumbe, y a ti tampoco, así que déjalo por la paz ¿Quieres? – Inevitablemente su mal humor me contagió.
---¿Por qué saliste? - ¿Por qué estaba molesto? ¿Acaso el que hubiera salido sin avisarle era motivo para que estuviera tan enojado? Entendí que molestándome con él no lograría nada y además me seguía sintiendo culpable por lo que había pasado hace días atrás y la manera cortante en la que lo trate.
---¿Por qué te interesa Jung Shin? – Contesté de manera tranquila. Él suspiró y me alivio el ver que sus facciones se relajaban un poco.
---Ya te lo dije, estamos juntos en esto y debemos cuidarnos. – Aun sentí un rastro de enojo en su voz pero sentía que pronto desaparecería.
---Lo lamento de verdad, estos últimos días no te he tratado nada bien y no lo mereces después de todo lo que has hecho por mí. Así que si estás molesto por eso, realmente lo siento.– Comencé a explicar pero entonces algo muy raro sucedió. Jung Shin me tomó por los hombros y me abrazó. Simplemente me quedé aturdida.- Jung Shin…
---Shhh, quédate quieta. Nos están tomando fotos.
---¿Qué?
---El tipo en el coche negro. – Contestó en un susurro. – No voltees tan rápido o se dará cuenta que lo hemos visto. – Obedecí y giré mi cabeza despacio como si fuera un movimiento natural. Era verdad, había un tipo en un coche negro, del otro lado de la calle, también vi la cámara de alta resolución. Jung Shin seguía abrazándome.
---¿Que hacemos ahora? – No sabía si el que los paparazzis hubieran comenzado a seguirnos era algo bueno o no.
---Será mejor que entremos. – Estuve de acuerdo. Él me ayudó a entrar, dándome su brazo para  apoyarme.
---¿Esto es malo? – Pregunté una vez que hubiéramos entrado y cerrado la puerta. Cruzamos el patio frontal a paso lento.
---No por ahora, sólo debemos ser más… cuidadosos. El que comiencen a seguirnos así puede ser bueno para dar credibilidad a nuestra mentira, por otro lado, si descubren otras cosas, como que estas saliendo con Jong Hyun a solas, podría afectarnos.
---Sólo lo acompañé a buscar a Sun Hee. – Contesté.
---No estoy reclamándote, tú lo dijiste, me mantendré en mis límites, sólo te pido que no les des evidencia para descubrirnos. Si quieren convertirse en pareja o no, es su asunto.
---Él y yo no estamos juntos de esa manera, así que no hay nada que descubrir,
---Realmente no es algo que me interese ¿cierto? Lo que hagas o dejes de hacer con él no me importa. Sólo no hagas que quedé frente a todos como el estúpido al que su novia engaño con su amigo. No me involucraré en tu vida así que como mínimo te pido protejas mi imagen. – Su tono no era molesto, pero tampoco era el habitual.
---Muy bien, ya te pedí perdón ¿Qué más quieres? Dije que lo sentía, te traté mal cuando tu solo intentabas cuidarme. Y por última vez, entre Jong Hyun y yo no hay nada así que tu imagen esta totalmente a salvo. – Entré en la casa antes que él. ¿Pero cuál era su problema? Intentaba ser amable con él y disculparme y él se comportaba así de hostil conmigo. Simplemente no lo entendía. Me dirigí al cuarto de Yong Hwa a hacer un chequeo nocturno. Cerré la puerta tras de mí. Encendí las luces y comencé con mi trabajo. Todo parecía normal. Él conservaba una expresión de paz en su rostro, pero la vivacidad tan propia de él poco a poco se iba extinguiendo conforme los días pasaban. Cuando llegue aquí por primera vez, podía ver en su rostro que estaba luchando incansablemente, por despertar, por recuperarse. Ahora sólo parecía estarse acostumbrando a su situación. Parecía como si se estuviera dando por vencido poco a poco, y no había idea en el mundo que me aterrara más que esa.– Vamos chico, debes recuperarte pronto, tus amigos y tu familia y tus fans te necesitan, despierto, alegre, activo, como has sido siempre. – Le dije mientras comenzaba a tomar su pulso. Le di mi mano también y como ya se había vuelto una costumbre, la apretó. Escuché la puerta abrirse tras de mí y no hubo necesidad de voltear para saber de quien se trataba.
---Ella tiene razón Yong Hwa, necesitas despertar ya. – Dijo Jung Shin, al mismo tiempo en que se sentaba en la silla al lado de la cama. – Las fans están muy preocupadas por ti y nosotros te extrañamos… además no puedo irme si tú sigues en este estado. – Yong Hwa apretó un poco más fuerte mi mano.
---¿Irte? ¿De qué estás hablando? – Pregunté sorprendida.
---Estoy hablando de que hay una gran posibilidad de que deje CNBLUE.
---No lo dices en serio. – Una leve sonrisa cruzó sus labios y por un segundo me sentí aliviada al pensar que estaba bromeando, pero al ver su mirada me di cuenta que no era así.
---Es solo una posibilidad, pero aun así no puedo irme mientras Yong Hwa siga en coma… así que supongo que tendrás que soportarme por un tiempo más.
---¿Los demás lo saben?
---No, tú y Yong Hwa son los primeros a los que se los digo.
---¿Por qué me lo dices?
---Porque por ahora, eres la única persona a la que puedo decirle esto sin que me obligue a quedarme, como lo harían ellos. Si la situación empeora, necesitaré irme, aunque no lo quiera.
---¿Porque?... ¿Es por mí? – Pregunté temerosa. Para mi sorpresa, él comenzó a reír.
---No todo lo malo que pasa en este mundo es tu culpa Emily. A veces, las osas simplemente tienen que pasar porque así es como funcionan. – Hizo una breve pausa – Hoy vino a verme mi padre, él… no está bien de salud y me pidió regresar para hacerme cargo del negocio familiar. Tenemos una pequeña empresa ¿sabes? – Hizo una pausa durante un par de segundos - Antes del accidente de Yong Hwa, trabajaba, conciertos, modelajes, actuaciones… la FNC me pagaba una buena cantidad por todo mi trabajo. No era nada extravagante pero podía mantenerme a mí mismo y además mandar una parte a mis padres para apoyarlos con los gastos. Ahora que estamos inactivos, la compañía sólo nos paga lo necesario para mantener esta casa, y para mantenerme a mí mismo he casi acabado con todos mis ahorros. Mi contrato termina en un par de semanas y sinceramente no sé si la compañía quiera renovarlo, y aunque así fuera, mi padre no está de acuerdo en que siga aquí. Es decir, puedo entender el porqué,  sólo estoy gastando, sin ganar nada de dinero y, si me voy al menos podré ayudar a mis padres. Como te dije no es nada seguro aun, pero lo he estado pensando. – Su tono era tan triste. – Hace un momento no estaba molesto contigo, estoy molesto conmigo porque no puedo encontrar otra solución, no quiero irme, ellos se han convertido en mi familia, esto es mi sueño, para el que luché toda mi vida. Y ahora se va, sólo así. Es tan triste. – Ni siquiera me había dado cuenta que aún estaba sosteniendo  la mano de Yong Hwa hasta que sentí un apretón seguido de un descanso, para después volver a sentir un segundo apretón..
---Creo que, Yong Hwa no quiere que te vallas. – Dije sin saber demasiado sobre cómo interpretar las señales del chico, o si siquiera debía hacerlo. Jung Shin sonrió.
---No lo haré por ahora hermano, debo esperar a que despiertes para que me lleves a ese lugar de sushi en Japón ¿Recuerdas? Dijiste que era el mejor en todo el mundo y debo probarlo para creerlo. No creas que se me ha olvidado. – Era obvio que Jung Shin trataba de hacer todo esto menos difícil pero escuchaba la tristeza y desesperación en su voz. – Es sólo una posibilidad, Emily. – Dijo mirándome a los ojos.
---Creo que deberías hablarlo con los demás… - Sugerí
---No, no, no quiero preocupar a nadie en vano. Lo pensaré detalladamente, además ahora lo importante es la recuperación de Hyung. Así que te pido que por ahora lo mantengas en secreto.
---No diré nada. – Contesté, él sonrió, pero una vez más noté cuanto se estaba esforzando por parecer tranquilo con un decisión que lo estaba lastimando tanto. Solté al fin la mano de Yong Hwa. Jung Shin comenzó a hablar con él, le contaba lo último que había pasado en la casa, le dijo mil razones por las cual tenía que despertar e intentaba que sus palabras de alguna manera trasmitieran algo de paz al líder. Aparentaba ser el chico alegre y juguetón que yo sólo había visto en videos, pero sabía que de ninguna manera era el mismo. ¿Pero qué pasaría si se iba de CNBLUE? ¿Podrían ser capaces de superar esa pérdida? ¿Podría ser capaz él de seguir con su vida después de que sueño le hubiera sido arrebatado de esa manera?
Oh, Yong Hwa por favor despierta, te necesitan.
CNBLUE necesita a su líder.
Jung Shin te necesita para poder mantenerse justo como es, para mantener su sueño intacto, Él no quiere irse.
Yong Hwa, yo te necesito porque no quiero que él se vaya.