viernes, 23 de octubre de 2015

Capítulo 36: Amuleto de mala suerte





NARRA MIN HYUK
---Debes estar jugando. – Dije totalmente perplejo. Ella rio del otro lado de la línea.
---Por supuesto que no. Lo digo en verdad.
---¿Cuándo exactamente?
---Bueno si te lo digo, ya no sería sorpresa ¿Cierto? – Mati realmente estaba torturándome.
---Mati… necesito saber cuándo, necesito estar preparado.
---¿Preparado? – Comenzó a reír nuevamente – Amor  no se trata de un concierto, un examen  o algo así.
---Aún así, me parece un poco apresurado… Y sobre todo me parece una muy mala idea que no me digas cuando exactamente.
---Tranquilo, estaremos bien. Por cierto, no le digas nada a Emily, él también quiere que sea sorpresa para ella.
---No le diré nada, pero… dime cuando.
---No, y es una suerte que no este allá para ver tu aegyo así que no puedes convencerme. Ahora debo irme aún hay muchas cosas por preparar.
----Está bien, te quiero
---Sabes que yo también ¿cierto? Adiós y recuerda no decir nada.
---Adiós. – Después de eso la llamada se cortó-
¿Y que se supone que podría hacer yo ahora? En cualquier momento podría sonar el timbre y… Ahhh
Por ahora no quedaba nada más que prepararme y esperar que sucediera lo mejor. Debo admitir que estaba emocionado pero también tenía miedo. Así pasaron un par de días.
Un día estaba aburrido así que me decidí ir a la sala y ver televisión un momento para despejar mi mente. Ahí estaban Jong Hyun y Jung Shin  jugando un videojuego. Era la primera vez que los veía convivir así en mucho tiempo, se hacían bromas y reían felizmente. También me integré y de pronto todo se sintió tan real, como si nada hubiera pasado, el ambiente era animado y alegre justo como cuando estábamos a punto de subir al escenario. Y aunque todo se sintió tan real de pronto caímos en cuenta que faltaba algo, por supuesto. Necesitamos la presencia de hyung, su ausencia se sentía y dolía el saber que estaba en ese estado sin que siquiera tuviéramos una mínima pista de cuando reaccionaria. Justo en ese momento Emily salió de la habitación de Yong Hwa cargaba consigo un par de medicinas. Me pregunté si realmente sería apropiado que ella se encargara de hyung considerando que su pierna aun no sanaba y además tenía vendajes en los brazos, aparentaba fortaleza pero no sabía si se sentía así realmente. Solo esperaba que esta situación terminara lo más pronto posible.
NARRA EMILY
Entré en mi habitación y me dejé caer en la cama con desgano. Había tantas cosas que rondaban mi mente. La posible salida de JungShin de CNBLUE, lo que había descubierto de Sun Hee, el no saber si debía preocuparme por eso o no; sumándole claro el hecho de que YongHwa no mejoraba ni un poco, intentaba animarlo de todas las maneras posibles, intentaba borrar de su rostro esa expresión de resignación y tristeza que había adquirido ya hace varios días… ¿Pero cómo podía hacerlo, como podía hacerlo sentir mejor si en esos momentos yo me sentía aún más decaída? Cada día que pasaba, mis fuerzas para continuar se iban esfumando. Debo confesar que en un par de ocasiones pensé en escapar de todo ello, no de la casa, de esta situación.
---Basta ya de esto. – Me dije a mi misma y cerré los ojos intentando que al tomar una pequeña siesta pudiera conseguir un poco de paz interior. No habían pasado ni dos minutos cuando el celular a mi lado comenzó a sonar, contesté aun sin ver quien llamaba.
---Tenemos que hablar.
---¿Sun Hee?
---Jong Hyun habló conmigo aquel día y me ofreció regresar pero antes hay un par de cosas que necesito arreglar contigo.
---Si es por lo que descubrí, olvídalo, no es mi asunto y no diré nada.
---No pienso discutir esto por teléfono. – Su tono era molesto - ¿Puedes salir de la casa?
---No sé porque te empeñas tanto, ya te he dicho que no voy a decir nada. Así que olvídalo.
---No puedo confiar en ti. –Dijo con tono frio. Si quizá esa frase hubiera venido de alguna otra persona, los chicos por ejemplo, definitivamente me había sentido dolida; pero para mí no era secreto que Sun Hee me odiaba, más aun por lo que había descubierto.
---Está bien, ¿Donde? – Pregunte con tedio
---Enviaré la dirección y hora a tu teléfono… y Emily recuerda que si hablas podría afectarte a ti también. – Después de eso colgué, sin decir nada más. Dios, con todo lo que tenía en mente, lo último que deseaba era involucrarme, mientras Sun Hee mantuviera su enamoramiento dentro de los límites de la normalidad y no hiriera a Jong Hyun o alguno de los chicos, podía hacer lo que le viniera en gana. Un mensaje llego a mi teléfono con la dirección de un café no muy lejos de ahí, la hora señalada eran las tres de la tarde.
---Pero si ya son las dos, crees que puedo ir y venir a donde me digas cuando tú lo quieras, Como si no tuviera nada mejor que hacer. – Dije enojada a mi teléfono como si él tuviera la culpa. Me levanté y me preparé para salir. Metí dentro de mi bolsa, mi celular y mi cartera con dinero suficiente para pagar un taxi de ida y otra de venida. Salí de mi cuarto y me dirigí a la salida. Pasé enfrente de la sala, Jong Hyun y Min Hyuk tenían la vista pegada al televisor mientras mataban zombies. Al escucharme, Jung Shin volteó sobre su asiento, me miró perspicaz.
---¿A dónde vas? – Preguntó con curiosidad. Rayos, no había pensado en una buena excusa,
---Emm… voy con el doctor Choi, amm me llamo su asistente… ¡Hyo!... ah… ella me recordó que tenia que ir hoy para la revisión de mi pierna. Así que, no tardo. – Intente escabullirme sin mayor contratiempo pero entonces escuche como Jong Hyun pausaba el videojuego y se levantaba del sillón.
---Vamos, te llevaré. – Dijo mientras tomaba las llaves de la mesita del centro.
---¡NO! – dije instintivamente y hasta después de hacerlo me di cuenta que había sobre reaccionado. Pero la idea de llevar a Jong Hyun conmigo, a ver a Sun Hee, y en donde además hablaríamos sobre él… Po su parte, él se sorprendió ante mi reacción y me miró confundido intentado entender algo de lo que acababa de pasar. Inmediatamente empecé a formular en mi cabeza miles de escusas, finalmente elegí una. – Lo que pasa es que, ayer Jung Shin y yo nos dimos cuenta que hay algunos reporteros siguiéndonos y si me ven saliendo contigo solos de aquí, podrían empezar a pensar cosas raras. Además Jung Shin ya se había ofrecido a llevarme… - Voltee a verlo con un gesto de súplica para que no me desmintiera. Por suerte, decidió ayudarme, aun sin comprender que es lo estaba sucediendo.
---Justo ahora no podemos arriesgarnos hyung, la llevaré yo. – Dijo sonriendo.
---Gracias de todas formas. – Dije a Jong Hyun. Y Salí de la casa con Jung Shin.
Subimos a la auto y condujo durante un rato, no habló ni preguntó nada lo cual agradecí.
---¿Y bien, ahora me dirás a donde vamos en realidad? – Preguntó mientras entraba en el estacionamiento. Volteé a verlo sorprendida.
---¿Cómo es que…? – Intentaba descifrar como supo que mentía. ¿Fui tan obvia acaso? ¿Y si Jong Hyun se dio cuenta? Traté de tranquilizarme pensando que si hubiera sido así, si él hubiera sospechado algo me habría preguntado algo más y no fue así.
---Es sólo que cuando mientes entrelazas tus manos y das más detalles de los necesarios, como por ejemplo el nombre de la asistente del doctor Choi. – Respondió él. Encontró un lugar libre y estacionó el auto.
---Eso no es verdad- Intenté defenderme pero desistí al pensar que quizá tenía razón. Después le entregué el papel con la dirección que SunHee me había dado.
---¿Quieres contarme? – Preguntó después de ver el papel.
---Es complicado, además no sé si es algo que me corresponda en realidad.
---Está bien, sólo quiero que sepas que si se trata de algún problema en que puedo ayudar me gustaría saberlo. – Contestó.
---Me ayudarías quedándote aquí. – Contesté sin atreverme a mirarlo.
---Por supuesto, no pensaba interferir. Te esperaré aquí. – Entonces recargó su asiento al máximo y se acomodó preparándose para tomar una siesta mientras esperaba.
---Lo que quiero decir es que la ayuda que necesito de ti es que te quedes en Seúl, que te quedes en la casa. Que no te vayas – Abrió los ojos y volteó a verme desconcertado, bajé del auto sin darle oportunidad de decir nada más.
Camine un tramo de calle muy corto y entre en el café, localice a Sun Hee al fondo, tomando un americano frio. Camine hacia ella y me sente en la silla frente a ella, la chica ni siquiera me dirigió la mirada o dijo algo.
Ella dejó caer un sobre sobre la mesa.
---¿Qué es esto?
---Ábrelo. – Dijo con tono frio. Así lo hice y me encontré con un par de fotos en donde me veía hablando, riendo e incluso abrazando a Jong Hyun. – Lamento mucho tener que llegar a esto pero tú me obligaste.
---¿Qué intentas? – Pregunté
---La cosa es así, si tú te atreves a decir algo de lo que viste en mi apartamento a Jong Hyun o a alguien más, entregaré estas fotos a la prensa. – Dijo mirándome fijamente, no supe como había conseguido las fotos pero era muy posible que fueron tomadas sin que nos diéramos cuenta.
---¿De verdad planeas afectarlo de esta manera?
 ---No es algo que quisiera hacer, pero si esto mantiene a salvo mi secreto ten por seguro que llegare hasta las últimas consecuencias.
---Dijiste que ellos eran como tu familia ¿Por qué harías algo como esto? ¿Sabes lo que ocasionaría que estas fotos salieran a la luz?
---Ya deberías saberlo… para mí, Jong Hyun nunca fue como los demás, a él  nunca lo consideré como mi hermano. A los hermanos no los puedes amar con la fuerza con la que yo lo amo a él. – Dijo bajando la vista.
---Si realmente lo amaras no harías todo esto.
---¿Crees que es fácil para mí? Viéndolo en secreto todo este tiempo, estando tan cerca de le sin poder decirle todo lo que siento. Lo he querido como nadie lo ha hecho en esta vida, luego llegaste tú y todas mis oportunidades se fueron. No te bastó, engatusar a Jung Shin, también a Jong Hyun y ahora juegas con los sentimientos de ambos, para poder acabar con personas tan viles como tú me tengo que volver vil, y así será.
---No lo harás, no eres mala y eso lo sabes bien. Además en el fondo, sabes que no eres capaz de dañar así a Jong Hyun. – Ella dejó caer otro sobre en la mesa. Saque la fotografía de su interior, En  la imagen aparecíamos Jong Hyun y yo, en el estacionamiento del primer programa de variedades al que habíamos ido, aquel donde por fin puede hablar con el después de tanto, en donde me había besado. El beso había quedado capturado por la cámara furtiva de la chica sentada frene a mí.
---No sabes de lo que soy capaz. Es verdad que amo a Jong Hyun pero si se te ocurre decir algo, el no querrá verme más y será igual que perderlo, entonces tendré que hacerte pagar ¿Entiendes?
---Guárdatelo. – Dije devolviéndole los dos sobres. –No tengo planeado decirle nada, ese es un asunto entre tú y él en el que no tengo que involucrarme.
---Bien, te agradezco tu cooperación.
---No te confundas Sun Hee, no lo hago por ti. Lo hago porque realmente tengo mil cosas más importantes en las que preocuparme que por tu enamoramiento, pero escúchame bien. Si te atreves a lastimar de alguna manera a Jong Hyun entonces si me vas a conocer. Si se te ocurre dañarlo en cualquier manera, no coy a detenerme ante nada.
---¿Por qué te interesa de todos modos?
---Porque a diferencia de ti, yo no podría verlo sufrir, porque a diferencia de ti y tu enfermiza obsesión yo si lo quiero.
---¿Obsesión? ¿Qué puedes saber tú?
---Se sobre acosadoras y obsesionadas que creen que su dolor es motivo suficiente para destruir la vida de quien dicen amar. Y justo ahora, no te encuentro demasiadas diferencias con Katia.
---No tienes derecho a juzgarme si todo esto ha sido tu culpa.
---Es de cobardes culpar a otros por sus acciones. Tú has venido a amenazarme para no hablar de tu secreto usando incluso armas que sabes que en lugar de mí, él sería el mas afectado en esta situación, no piensas en Jung Shin ni en los chicos que aseguras son tu familia. Para mí, no eres más que una saessang que aprovecha sus fotografías tomadas a escondidas para ganar algo a cambio. Por suerte para ti, mi silesio no es tan caro. Así que destruye esas fotos, no diré nada más. Ah y si es que tienes planeado volver a la casa, has el favor de no dirigirme la palabra a menos que sea necesario.
---Descuida no tengo ninguna intención de hablar contigo. –Dijo con una sonrisa irónica. – Y solo para que te quede claro no soy igual a Katia. Y no estoy obsesionada con él, es solo que lo amo demasiado como para pensar tan solo en perderlo, es por eso que he decidido guardarme todo lo que siento para que de esta manera pueda estar cerca de él, al menos como su asistente. Tú no me conoces Emily, no sabes lo que he tenido que hacer para permanecer junto a él, todo lo que he tenido que enfrentar.
---Eso no te da ningún derecho sobre Jong Hyun.
---Lo sé perfectamente, pero tu ni siquiera te atrevas a juzgarme porque realmente no sabes nada sobre mi o lo mucho que he sufrido. Si quieres pensar que soy igual a Katia o cualquier otra cosa que opines sobre mí, adelante. Para mí, tú no eres más que una tipa que se aprovechó de la oportunidad de venir aquí para enamorar a los chicos y después romperles el corazón. Así que no te atrevas a aparentar frente a mí que te  importan mucho porque si fuera así, si los quisieras como yo lo hago, te irías en silencio y dejarías que el tiempo sanara las heridas que les has provocado. Porque justo ahora, Emily, la que más daño les ha hecho has sido tú, jugando con los sentimientos de uno y de otro. Lo que pienso de ti no va a cambiar y cuando regresé a casa espero tengas en consideración todo lo que te he dicho. Sí, yo estoy enamorada de Jong Hyun pero no he hecho nada malo y jamás lo hare.  Así que no te atrevas a decir que tu amor de unos cuantos meses es mayor que el mío que he tenido que manejar yo sola durante tantos años. Ahora me voy primero. – Dicho eso se levantó de la mesa y salió de la cafetería dejando su café a medio terminar y un billete sobre la mesa para pagarlo.
Me quedé unos minutos mirando a nada y pensando en todo lo que esa chica acababa de decir. Cuando el mesero llego a recoger el importe del café y las sobras de este, me levanté para irme. Caminé durante una par de calles poco transitadas hasta que llegue al edificio donde se encontraba el estacionamiento. En ese momento un mensaje llego a mi teléfono. Lo saqué de mi bolsa, era Jung Shin. “Ven arriba”  ¿Arriba? Voltee, y en la azotea del edificio de diez pisos el chico agitaba su brazo indicándome que subiera. ¿Qué pretendía?
Entré al edificio en donde había un par de clínicas dentales y salones de belleza, tomé el ascender y elegí el último piso. Tuvé que subir cinco escalones más para llegar hasta la puerta de la azotea. Una vez que estuve dentro agradecí mentalmente el que Jung Shin me hubiera llamado ahí, el lugar era simplemente hermoso, había jardineras con flores de todos los tipos y colores. Un par de bancas y una vista panorámica de la ciudad. El chico estaba sentado en una de las bancas y sostenía el bajo entre sus manos, tocando una melodía que no pude reconocer, aun no me había visto llegar. Iba a acercarme a él cuando de pronto tuve esa sensación horrible de que algo malo iba a pasar. Tanto me había pasado en los últimos días que estaba un poco acostumbrada a ella, aunque eso claro no le quitara lo tenebroso y angustiante al asunto. Pero esta vez era algo totalmente diferente a las veces anteriores. Descubrí que esa sensación siempre me llegaba cuando estaba cerca de Jong Hyun desde aquel día en que fuimos al programa de variedades. Sin embargo, en todas esas ocasiones jamás sabía que era lo que podría salir mal. Simplemente se quedaba en ese sentimiento que después de algunos eternos segundos desaparecía. En esta ocasión supe exactamente lo que saldría mal, aunque no fue una imagen o una visión, supe que lo que había traído ese sentimiento hasta mi era el que no volvería a ver a Jung Shin jamás, sólo lo supe. Cuando él me conto de la posibilidad de regresar a su casa, me sentí tremendamente triste, pero ahora que sabía que era una realidad deseaba con intensidad que eso fuera solo un sueño. Inmediatamente recordé lo que había dicho sobre la renovación de su contrato y también sobre la posibilidad de dejar CNBLUE. No podría decir que era peor, si saber lo que iba a pasar o no. Sentí mis piernas temblar y mi cabeza girar. La angustia y ansiedad de siempre llego a mí con intensidad. E inclusive comencé a tener un ataque de pánico. No volver a verlo nunca… eso no podía pasar. Él no podía irse, no ahora. ¿Y porque era yo precisamente la que ahora había convertido en realidad esa posibilidad? ¿Y si Sun Hee tenía razón? Desde que había llegado aquí, corrección, desde la primera vez ue los vi, una gran parte de sus problemas habían sido causados por mí y ahora era yo quien sabía que era una realidad el que Jung Shin tuviera que abandonar su sueño para siempre. Parecía como si me hubiera convertido en su amuleto de mala suerte.
Mi vista se nubló por algunos segundos y supe que la razón eran las lágrimas que comenzaban a brotar de mis ojos. Cerré los ojos creyendo que todo era una pesadilla y que pronto despertaría. Sentí los brazos de él guiándome hacia una de las bancas mientras escuchaba su voz a lo lejos. Yo había comenzado a hiperventilar. Escuchaba su voz preocupada diciendo mi nombre una y otra vez y preguntándome que me pasaba, pero no podía responder, solo intentaba lidiar con mi mar de emociones y luchaba por deshacerme de ese sentimiento que se negaba dejar de torturarme. Escuché que sacó su teléfono y marcó a emergencias, fue entonces que al fin abrí los ojos y le hice una seña para que colgara.  
---Emily, ¿me escuchas? – Preguntó angustiado tomándome por los hombros.
---Estoy bien. – Dije respirando aun con dificultad.
---¿Qué paso? ¿Fue por hacerte subir hasta aquí verdad? Estúpido Jung Shin. – Dijo regañándose a si mismo.
---No fue eso… solo… - ¿De qué manera podía explicarle que podía sentir cuando algo malo iba a pasar? ¿Cómo le diría que me había convertido en algo así como un amuleto de mala suerte y que por eso, el dejaría su sueño de lado? Que ahora ya no era más una posibilidad, era una realidad.
---No me gusta nada tu aspecto, llamare al doctor Choi. – Saco su teléfono y marco el número, mientras hablaba con el doctor y le contaba lo que había pasado no dejaba de verme angustiado. Yo estaba luchando para recuperar mi compostura, respiraba profundamente.  Le dijo que me llevaría al hospital donde trabajaba el doctor y que llegaríamos enseguida. Entonces colgó y se sentó a mi lado. – En verdad lo lamento, olvide por completo que con tu pierna herida no puedes hacer esfuerzo, soy tan estúpido.
---No fue por subir aquí Jung Shin… no fue tu culpa.- Contesté hablando aun con dificultad.
---¿Entonces fue Sun Hee? ¿Te hizo algo? – Voltee a verlo totalmente confundida. – No es que te haya seguido… pero la vi salir del mismo café donde entraste tú.
---Necesito que mantengas esto en secreto ¿de acuerdo?.
---Entonces ¿te lastimó? ¿Dónde? – Dijo él mirándome intentando encontrar heridas que no existían.
---Ella no me hizo nada, pero debes mantener en secreto que me reuní con ella… sobretodo de Jong Hyun. – él sólo asintió.
---Está bien, pero ahora debemos ir donde el doctor Choi. – No puse objeción. Si eso ayudaba a tranquilizarlo después del susto que le había dado, estaba bien. Además tenía que ir de todas maneras para que me revisaran la pierna.
Bajamos los escalones y tomamos el ascensor hasta el primer piso. Caminamos al estacionamiento y subimos a la camioneta. Jung Shin no dijo nada más pero podía sentir como se sentía aun culpable. Así que tuve que quitarle ese peso de encima.
---Jung Shin, escúchame. – Dije volteando a verlo – Esto no fue tu culpa, no fue el haber subido los escalones lo que me puso mal. A decir verdad, antes de que comenzara a sentirme mal te agradecí el que me hallas enseñado ese hermoso lugar. Lo que me pasó es muy difícil de explicar y dudo que me entendieras pero se trata de una cuestión personal con la que cargo desde que era una niña y aunque no me guste, está siempre conmigo y he aprendido a sacarle provecho. Pero eso no deja de lado que cada vez que esos pensamientos vienen a mi mente, me sienta angustiada, temerosa y ansiosa. Solo… no fue tu culpa.
---¿Por qué te reuniste con Sun Hee? – El chico seguía buscando explicaciones a lo que había pasado en la azotea casi ignorando por completo mi explicación.
---Ella tampoco me dañó, ya te lo dije es… una cuestión personal.
---Eso lo sé, pero si eso sólo te pasa de vez en cuando, significa entonces que hay un detonador, algo específico que pasó. Quizá un evento… o una discusión.
---Sí, hay un detonante para todo mi malestar, pero no es evento de mi pasado… o mi presente. – él me miraba totalmente confundido, yo sólo bajé la vista, no lo entendería si se lo dijera. Durante el camino al hospital ni él ni yo dijimos nada más.
Cuando finalmente llegamos todos los síntomas que había tenido en la azotea ya habían desaparecido, los temblores, la angustia, el llanto. El doctor Choi ignoró entonces eso y en su lugar, revisó mi pierna. Me dijo que finalmente me quitaría las vendas y dejaría de usar muletas. La herida había cicatrizado ya y no había riesgo que se abriera nuevamente, aunque claro que no debía hacer esfuerzos. Respecto a las quemaduras de mis brazos, dijo que solo me recetaría una pomada para evitar el ardor, pero fuera de eso, no tendría consecuencias importantes. Dijo algunas cosas más pero sinceramente mi mente estaba tan dispersa que no lo escuché todo.
El viaje de regreso a casa fue totalmente silencioso. No era que estuviéramos molestos o incómodos, era que simplemente no teníamos nada que decir, cada uno iba demasiado concentrado en sus pensamientos. Cuando llegamos a la casa ya estaba atardeciendo. Antes de bajar del auto Jung Shin me detuvo.
---Emily si alguna vez te vuelves a sentir igual que hoy, si tu malestar regresa, puedes llamarme. Intentaré ayudarte y no haré preguntas. Así que al menos déjame saber si puedo ayudarte en algo. Porque estaré ahí para ti siempre que lo necesites.
---Gracias, lo haré. – Contesté con una sonrisa desganada y un nudo en la garganta. Sabia que pronto él dejaría de estar ahí cuando lo necesitara y no precisamente porque él así lo deseara, sino porque por cuestiones del destino, se vería obligado a dejar de lado todo lo que le había costado tanto esfuerzo construir en todos esos años. Entramos en la casa y mi único deseo era llegar hasta mi habitación y poder llorar sin que él tuviera que ver ese espectáculo. Al pasar frente a ventanal que daba hacia el jardín vi a alguien ahí afuera.
¿Min Hyuk? El chico estaba sentado en la banquita debajo del gran roble del jardín. Él no estaba sólo, a su lado estaba una chica que no logre identificar. Solo podía ver su espalda, llevaba un vestido corto de color pastel con estampado en flores, y un sombrero pequeño de color negro. El cabello lo tenía a la altura de los hombros y de un color castaño claro. Pude haber pasado de largo pero algo me hizo  detenerme, parecían estar hablando animadamente, Min Hyuk incluso reía. Entonces ella ladeó la cabeza  lo besó en los labios. ¿Pero qué demonios estaba pasando? ¿Min Hyuk estaba engañando a Mati? Sentí mi sangre hervir. Nunca pensé que fuera capaz de hacerle algo así. Definitivamente iba a escucharme, esto no se iba quedar así.
Jung Shin notó como de repente me enfurecí y siguió mi mirada intentando comprender, entonces también lo vio. Comencé a caminar hacia ese maldito chico que sería golpeado. Jung Shin me tomó del brazo.
---Estoy seguro que hay una buena explicación para esto. – Dijo él.
---No intentes justificarlo, lo voy a golpear y después haré que pague por esto, no puedo creer que se haya atrevido a hacerle esto a Mati. – Me solté de su agarre y seguí caminando.
Al pasar por enfrente a la sala un cojín grande pasó volando justo enfrente de mí. Me detuve en seco. El cojín terminó en el piso a unos dos metros de donde estaba parada.
---¿Qué? – Volteé molesta hacia la sala y en ese momento un cojín más pequeño y blando se estampó en mi cara para después caer a mis pies. Fue entonces que pude ver al responsable de aquel ataque. Sentado en el sillón y riendo como idiota.
---Es bueno volver a verte… Mily. – Dijo como si nada.
---¿Estas bien? – Preguntó Jung Shin angustiado acercándose a mí rápidamente y revisando que no me hubiera hecho daño. El atacante se levantó del sillón y caminó hacia mí. Jung Shin volteó a verlo enfurecido. – Se puede saber quién eres y que demonios pasa contigo. – él se limitó a verlo extrañado, pues no hablaba coreano y después lo ignoró.
---Tanto tiempo sin verte, realmente te extrañé. – Dijo al mismo tiempo en que me daba un estrujante abrazo de oso y me levantaba algunos centímetros del piso. – Hey, creíste que por venir al otro lado del mundo, te ibas a deshacer de mí.
---No… puedo respirar. – Dije intentado que me soltara pues en verdad el aire comenzaba a faltarme, debido a su enorme estatura y musculatura pocas veces se daba cuenta de cuánto daño podía hacerle a la gente su efusividad. Aunque esto lo dije en español, Jung Shin notó mi cara de auxilio e intentó intervenir, pero fue en vano. Aunque eran más o menos de la misma estatura, Jung Shin era más delgado. – Vamos… suéltame para que pueda respirar. – Dije una vez más.
---Diego, por Dios suéltala que vas a matarla. – Dijo una voz femenina en español. El chico al fin obedeció a su hermana y me dejo libre. Me costó un par de segundo recuperar el aliento.
---Mati…- Logre articular después de unos segundos. En seguida se acercó a abrazarme aunque agradecí que no tuviera la fuerza de su hermano, no había soportado otro abrazo así. - ¿Por qué no me dijiste que llegarías hoy?
---Bueno queríamos que fuera sorpresa.
---Y lo fue ¿cierto? – dijo Diego riendo. Min Hyuk y Jung Shin nos veian confundidos pues hablábamos en español.
---Definitivamente. – Dije con un sonrisa. – Ah, Jung Shin, él es Diego, el hermano mayor de Mati. – Le explique en coreano. Él solo lo vio con recelo e hizo una pequeña reverencia.
---Estas tan cambiada, pensé incluso que eras otra chica. Ese estilo te queda tan bien.– Confesé a Mati. – Y pensé que Min Hyuk te estaba engañando.
---Gracias, ya me hacia falta un cambio de look. Pero si él llegara a hacerme algo así, no seguiría vivo. – Contestó riendo. Min Hyuk solo sonrió sin saber lo que hablábamos.
---Eso tenlo por seguro. – Agregó Diego
---A decir verdad, estaba a punto de salir al jardín para golpearlo. – Confesé. Los tres reímos ante la mirada confundida de Jung Shin y Min Hyuk. - ¿Se quedaran hoy aquí cierto?
---Ah no lo se, la verdad es que recién llegamos del aeropuerto venimos aquí y sinceramente creo que sería demasiado cansado hacer el viaje de regreso a la casa.- Dijo Mati y después le preguntó a Min Hyuk en coreano. – Amor, ¿no hay problema si nos quedamos aquí esta noche, cierto?
---Sabes que puedes quedarte aquí el tiempo que quieras. – Contestó él y le dio un beso en la frente. Verlos juntos era algo completamente diferente, parecía como si estando juntos se complementaran, y el brillo en sus miradas y sus estúpidas sonrisas no desaparecían de sus rostros. Gracias a la llegada de Mati y Diego y a su plática sin sentido pude reír un poco recordando viejos tiempos y al mismo tiempo olvidarme del trago amargo que había pasado en la tarde. Cuando estábamos cenando llegó Jong Hyun. Lo presenté con Diego y pese a que lo saludo cortésmente noté que tanto él como Jung Shin mantenían una postura un tanto defensiva hacia él. Quizá era porque no lo conocían y el chico tampoco hizo demasiados méritos para hacerse su amigo. Solo hablaba conmigo y con Mati en español y le intentaba decir algunas cosas a Min Hyuk en inglés. Fuera de eso, ignoró a los demás.
---¿Y porque estás aquí? – Pregunté a Diego.
---Me rogó que lo trajera porque dijo que tenía muchas ganas de verte. – Contestó Mati, bromeando. Le hice un gesto y Diego le dio un codazo.
---En realidad, vine a una convención de videojuegos y realidad virtual. La empresa para la que trabajo me envió para cerrar un par de negocios. Estaré aquí por tres semanas. Además no iba a dejar venir sola a mi hermanita, también quería conocer al chico del que tanto habla y advertirle que si la daña no dudaré en hacerlo sufrir.
---No creo que eso alguna vez suceda. – Contesté riendo.
---También te trajimos tus maletas. – Dijo Mati.
---Emily, veo que ya no usas la muleta. – Dijo Jong Hyun de repente llamando mi atención. No había hablado hasta ese momento.
---Ah sí, hoy fui con Jung Shin a ver al doctor Choi. – Contesté en coreano.
---¿Y cómo está tu familia Mily? – Interrumpió Diego.
---Ah, están muy bien gracias por preguntar. Bueno a decir verdad hace mucho que no los veo pero hace poco hable con mi madre y…
---¿Y que fue lo que te dijo el doctor Choi, tu pierna sanó completamente? – Me interrumpió de repente Jong Hyun.
---Si, dijo que no tardará en cicatrizar y solo quedara una marca.
---Eso es genial y…
---¿Y Anna como esta? – Pregunto Diego, interrumpiendo una vez más. Jong Hyun le lanzó una mirada molesta. ¿Qué demonios estaba pasando? Voltee hacia donde estaban Mati y Min Hyuk para pedir ayuda pero ellos solo sonrieron y se dispusieron a disfrutar del espectáculo. Yo me encontraba en una encrucijada intentado contestar a ambos e intentado manejar los dos idiomas al mismo tiempo.
---Ella esta estudiado en la universidad, le va bien por lo que sé, la verd…
---¿Emily, recuerdas si cerré con llave el portón del jardín? – Esta vez fue Jung Shin quien interrumpió y supe entonces que esto se trataba de una batalla en la que los tres chicos intentaban tomar el control de la conversación y no quedar excluidos de ella. No encontraba otro motivo por el cual estuvieran haciendo eso.
---¿En serio Jung Shin? ¿Fue lo único que se te ocurrió? – Dijo Mati en coreano mientras reía Su novio la rodeó con un brazo y besando su mejilla le indicó que callara y dejara que eso continuara, al parecer estaban disfrutándolo bastante. Intente nuevamente obtener ayuda de su parte, mi amiga solo se encogió de hombros con una sonrisa.
---Estabas hablándome sobre tu hermana… - Dijo Diego. Atrayendo mi atención nuevamente.
---Bueno, está estudiando relaciones internacionales y acaba de terminar el primer semestre de la carrera…
---Emily – Volvió a interrumpir Jong Hyun. ¿Por qué estaban comportándose de esta manera? Diego puso los ojos en blanco y dirigiéndose a él dijo:
---i’m sorry, but we are talking. Why be so rude? – Ahora el inglès se habia vuelto la unica manera en que podríamos comunicarnos todos.
---I’m not rude but I need talk with her so if you don’t care… - Contestó Jong Hyun con tono firme
---You are so meddlesome. You can´t interrupt us like this. – Note que Diego se estaba enojando.
---And you can`t come to our house and hit Emily. – Intervino Jung Shin y lo maldije con la Mirada por sacar ese incidente en un momento tan inoportuno como este
---What?! – Exclamó Jong Hyun y le dedico una Mirada asesina a Diego, quien se adelantó un poco en su asiento. Así que decidí intervenir para intentar calmar las cosas.
---He was just playing
---But, he hit you?. – Me preguntó, no pude negarlo así que solo baje la Mirada. - I can`t believe it.
---You dont know how we play.
---I know that you hit her
---With a cushion, it`s not big deal Jong Hyun. – Intenté una vez más. Min Hyuk y Mati se dieron cuenta que era el momento para intervenir o esto se nos iría de las manos.
---Jong Hyun tranquilízate, asi juegan ellos desde que eran niños. Es algo así como su vieja costumbre. – Explico Mati a Jong Hyun en coreano, pero este nunca dejo de mirar de esa forma tan agresiva a Diego. El ambiente estaba demasiado tenso. – Hubo una vez que Emily le lanzo un florero a Diego y lo tuvimos a llevar a urgencias a escondidas de nuestros padres. – Dijo Mati como intentando aligerar e ambiente. Rio nerviosamente. Intenté mantener la seriedad del asunto, en verdad lo intenté pero recordar esa anécdota me provocó un ataque de risa. Los presentes me veían extrañados de que pudiera reír en una situación como esa. Segundos después Mati y después Min Hyuk se unieron a mí. Jong Hyun me miró sin entender demasiado que era tan gracioso. Se levantó de su silla haciendo mucho ruido y salió del comedor sin decir más. Jung Shin también se levantó y se fue.
---¿De qué se ríen? – Preguntó Diego, dejando de lado su posición a la defensiva y volviendo a su sonrisa infantil de siempre.
---De la vez que te descalabre con un florero. – Contesté sin parar de reír.
---Lo mejor fue cuando tuvimos que llevarlo a urgencias, por suerte nuestros padres no estuvieron todo ese fin de semana o hubiéramos estado en problemas. – Agregó Mati aun riendo.
---Aún tengo la cicatriz, la llamo Mily.- Dijo Diego levantándose un poco el cabello de unos cinco centímetros arriba del final de la frente. Una pequeña línea rosácea se marcaba levemente.
--- La cosa es que pensé que lo atraparías en el aire, tanto que presumías de tus reflejos…
---Mis reflejos son perfectos, el que tú seas una desquiciada lanzadora de floreros es un asunto aparte. – Dijo él riendo.
Min Hyuk y Mati se fueron a ver una película y yo me quede otro rato más hablando con su hermano y recordando viejos tiempos. Volver a ver a mis viejos amigos me estaba resultando un método infalible para combatir todo el estrés acumulado. Reí como hacia muchísimo tiempo que no lo hacía.
---Tu amigo es algo… intenso. -  Dijo Diego
---Bueno, tú no fuiste tan amable tampoco. – contesté riendo.
---Eich, lo defiendes solo porque es tu novio. De otra manera, estoy seguro que te habrías puesto de mi lado.
---¿Mi novio?
---Sí, Mati me dijo que era tu novio. Es un tanto celoso y posesivo ¿no te parece? – Entonces caí en la cuenta, su hermana le habría dicho que Jung Shin era mi novio porque esa era la verdad que todas las personas externas a nosotros conocía. Pero Diego había confundido a Jung Shin con Jong Hyun.
---Ah pero mi novio es Jung Shin, no Jong Hyun. – Dije aclarando el asunto.
---¿Entonces tu novio no es el que me quería golpear hace rato?
---No, es el chico con quien llegue más temprano
---¿Y entonces porque el otro se puso tan intenso?
---Es algo sobreprotector.
---Bueno, prometi nunca criticar tus decisiones por mas estúpidas que fueran. Como tu elección de amigos o de novio. – Solo reí ante su comentario.
Cuando finalmente se llegó la hora de dormir. Diego mando a su hermana a dormir conmigo y se instaló en la habitación de Min Hyuk. Era tan celoso con  Mati como lo recordaba.
---Lamento lo de hace un rato. – Dijo Mati apenada una vez que estuvimos solas, - Ya sabes cómo es él.
---Si te dieran un dólar por cada vez que tienes que disculparte por él, seguramente ahora no necesitarías trabajar nunca más en tu vida.
---Loca, pero me siento muy apenada con Jong Hyun, él nos recibe en su casa y mi hermano arma estos espectáculos.
---Tampoco es como si lo haya hecho el solo ¿Sabes? No sucedió con Jong Hyun… y con Jung Shin.
---Ya se, nunca antes había visto a Jong Hyun así de molesto como cuando Jung Shin le dijo que Diego te había aventado el cojín
---Lo sé. – Contesté con una sonrisa desanimada.
---Bueno y ¿de qué me perdí? – Preguntó ella
---No de mucho, como sabes me herí la pierna y la muñeca intentado entrar aquel día, pero ya sané. Fuimos a hablar con Sun Hee para que vuelva a la casa…
---No hablo de eso.
---¿Uh? – Pregunté confundida.
---¿Qué fue lo que pasó que te tiene tan preocupada?
---¿pero cómo sabes que algo me preocupa?
---Por favor… Te conozco desde que éramos niñas. Y se cuándo hay algo que te preocupa. – Razoné un poco y caí en cuenta que ella tenía razón y que además no tenía ninguna razón para ocultárselo ¿Si no podía hablar con ella, entonces a quien podría contárselo?
---¿Recuerdas que cuando era niña a veces tenia presentimientos de que cosas malas pasarían?
---Lo recuerdo
---Pues… hoy por la tarde he tenido uno nuevo y…
---¿Qué es?
---Creo que… CNBLUE va a separarse. – Contesté con un nudo en la garganta. Mati me veía fijamente y entonces comprendió la gravedad de lo que le acaba de decir. Se dejó caer en la cama con pesadez.
---Esto no puede pasar, ¿Qué va a suceder con Yong Hwa y con los chicos?
---No lo se Mati, no lo se. – Contesté con tristeza. Este era por mucho, una de las premoniciones más dolorosas que había tenido en toda mi vida.