Estaba sentada en la sala, intentaba calmarme. Repasaba en
mi mente lo que debía decir, repasaba las preguntas exactas que harían que Min
Hyuk inconscientemente me revelara sus verdaderos sentimientos hacia Mati. Le
había pedido a ella que se fuera a su cuarto, para que Min Hyuk me respondiera
con sinceridad. Preguntarle directamente habría sido un gran error, así que
había ideado todas estas preguntas que de una u otra forma iban a terminar por
descubrirlo. Entonces escuché como se abría la puerta de la entrada. El momento
había llegado, tomé una revista que estaba en
la mesa, tratando de parecer lo más despreocupada que podía. Me senté en
un sillón y me puse a ojearla distraídamente. Entonces Min Hyuk entró en la
sala.
---Emily, ¿Has visto a Mati? – Levanté la mirada. Entonces
pensé que tal vez ya no iba a ser necesario hacer las preguntas. Se veía
diferente, estaba muy arreglado, tenía un peinado diferente al que traía cuando
salió de la casa y además olía a loción, tal vez demasiado. Así que ir a
comprar cosas, ¿eh? , claro.
---No, no la he visto, creo que salió. Y tu ¿Adónde vas tan
arreglado? Digo si se puede saber. – Era el momento de la verdad.
---¿Arreglado? No, así visto siempre – Dijo el con una
sonrisa. Mentiroso – Voy ir a comprar unas cosas que necesito.
---¿De verdad? ¿Quieres que te acompañe? – Cada pregunta
estaba confirmando mis sospechas.
---No es necesario, ya le pedí a Mati que me acompañe,
¿Crees que tarde mucho?
---Tal vez si, si quieres te acompaño yo. Así podrás hacer
tus compras rápido – Si él no veía a Mati mas que como una amiga, le daría
igual si lo acompañaba yo en lugar de ella. Lo que dijera ahora me daría la
respuesta.
---Ahh! Me…me encantaría Emily pero… pero – Noté como se
puso nervioso, desesperado trataba de buscar una buena excusa. Si tan solo
supiera que ya lo había descubierto – Pero ya quede con Mati, y se molestaría
si de repente llega y yo ya no estoy.
---Como tú quieras Min Hyuk, pero no sé si ella tarde. ¿La
esperaras hasta que venga?
---Bueno, no… no tengo porque ir hoy, puedo ir mañana.- El
ya me había dado todas las respuestas que necesitaba.
---Ok, voy a buscarla si esta por aquí. – Dicho esto me
levante y caminé hacia la salida. Me dirigí hacia el cuarto de Mati. A Min Hyuk en verdad debía gustarle Mati, de otra
manera, porque sería capaz de esperar a alguien por mucho tiempo o incluso
cancelar sus planes de ese dia, solo por ella. Si a eso le sumábamos el
repentino cambio de look y todo eso. Estaba segura que esta “Salida” era una
cita. MI plan había funcionado. Entre en el cuarto de Mati, ella estaba sentada
en la cama, se veía nerviosa.
---¿Y, que te dijo? ¿Le gusto? – Me preguntó ella apenas
hube cerrado la puerta.
---Tranquila, te va a dar un ataque.
---Emily, dime lo que te dijo. – Se veía realmente ansiosa
por saber la verdad.
---Que disfrutes tu cita – Dicho esto, la empujé hasta la
sala en donde Min Hyuk estaba esperando, no se lo iba a decir, si lo hacía
posiblemente la pondría más nerviosa. Además tenía un presentimiento bueno
sobre esta cita, tal vez y Min Hyuk se le declarara. Era cruel que no le dijera
nada, lo sabía, pero si mi presentimiento era cierto, no quería arruinarles el
momento. Cuando llegamos a la sala, Mati me volteó a ver entre confundida y
molesta. – La encontré – le dije dirigiéndome a Min Hyuk – Ya, vallase, que se
diviertan. Adiós.
Ambos voltearon a verse confundidos. Finalmente Min Hyuk
dijo:
---Podemos irnos ya, Mati.
---Ehh! Sí, claro … Cuando llegue vamos a tener una linda
conversación Emily, solo espéralo. – Ella volteó a verme con una mirada
amenazante y se fue con Min Hyuk. En parte me daba miedo que Mati llegara a enojarse
conmigo por no haberle dicho la verdad, pero también es cierto que estaba muy
feliz que ella hubiera encontrado a alguien tan bueno como lo era Min Hyuk.
Al menos todo había salido como esperaba, Ahora solo faltaba
que se declaran sus sentimientos. Estaba pensando en todo esto cuando Sun Hee
fue a la sala y me dijo:
---Oye, tengo que salir a arreglar unos asuntos en mi casa.
Por favor ayuda a Kim Su con la comida y todo eso.
---Claro, no te preocupes.
---Espero no tardarme, por cierto, cuando pase por el cuarto
de Jung Shin, lo escuche toser. No sé si podrías darle un antigripal o algo así.
Seguramente se enfermó por caminar en la lluvia.
---Sí, está bien, más de rato iré a verlo. Que te valla
bien.
---Adiós. – Dicho esto, Sun Hee salió por la puerta
principal.
Me fui a la cocina para ayudar con los últimos detalles de
la comida.
---Hola Kim Su, ¿Te ayudo en algo? – Durante este tiempo me
había llegado a llevar realmente bien con ella.
---Hola Emily, mmm! Pues ya acabe, mejor si quieres avisarle
que ya vengan a comer.
---Creo que solamente vamos a comer nosotras dos, todos
salieron y Jung Shin está encerrado en su cuarto.
---¿Y la chica? ¿Cómo se llama? – Dijo la amable cocinera, tratando
de recordar.
---Ahh! Katia, cierto, me había olvidado de ella.
---No te culpo, esa niña no habla, desde que llego no ha
dicho ni una sola palabra.
---No sé, tal vez no hable el idioma – desde que llegó solo
la había escuchado hablar en inglés
---No, la otra vez, la escuche hablar coreano con la madre
de Yong Hwa. ¿Sabes que es también muy raro?
---¿Qué? – pregunte llena de curiosidad.
---No es muy raro que ella no salga del cuarto de Yong Hwa
para nada. ¿En verdad es necesario estar con él siempre?
---No necesariamente, no sé, tal vez es muy dedicada a su
trabajo. Yo si me llegaba a cansar un poco, por eso salía al jardín o a la
sala. Siento que en parte, el también necesita espacio.
---Por eso lo digo, esa chica es muy rara.
---No juzgues Kim Su, no antes de conocerla bien. Bueno voy
a llamarles. – En verdad me molestaba que juzgaran a las personas sin antes
conocerlas.
Fui al cuarto de Yong Hwa y toqué a la puerta. Katia salió a
abrirme, entonces noté que tenía un poco de lápiz labial batido en el labio
superior.
---Tienes lápiz labial
aquí - Le dije, entonces ella se llevó la mano a la boca. Así es que si podía
entenderme, si hablaba coreano. Todo este tiempo solo estuvo evitando hablar
con nosotros.
---Amm! Estaba… estaba comiendo una manzana – La noté
nerviosa, aunque en ese momento no le di mucha importancia.
---Solo venía a avisarte que ya está la comida.
---Gracias, en un momento voy – Entonces pude ver a Yong
Hwa, al menos su silueta. Realmente extrañaba hablarle, verlo cada día. No
había pasado mucho tiempo, pero lo extrañaba.
---¿Se te ofrece algo más? – preguntó Katia al ver que no me
iba. Tal vez fue una locura, pero en ese momento realmente quería verlo, ver
que estuviera bien.
---¿Puedo pasar a verlo, solo un momento? – Pregunté, aun
sabiendo la posible respuesta.
---Claro que no, creí haber sido muy clara contigo. Nunca volverás
a estar cerca él – No era Katia la que hablaba sino la madre de Yong Hwa. No
supe en que momento había llegado, pero estaba ahí. Y me miraba enojada.
---Omoni, has venido. – Dijo Katia, al ver a la señora. Ella
solamente le sonrió y después se dirigió hacia mí.
---Entiende esto de una buena vez, niña tu nunca, jamás ,
vas a estar junto a mi hijo nuevamente, ¿Entiendes? – Dicho esto, entró a la
habitación seguida de Katia. Entonces me di cuenta que la señora no venía sola,
sino que también estaba el doctor que siempre venía a revisar el estado de
salud de Yong Hwa.
---Emily, ¿Cómo has estado? – Preguntó con una gran sonrisa.
---Bien, ¿Y usted? Ha sido un tiempo sin verlo Doctor Choi.
---Si es verdad, por cierto, me entere que ya no eres la
enfermera del joven.
---Así es, una larga historia. No lo detengo más, nos veremos
pronto.
Después de decir esto, el doctor entro a hacerle la revisión
de rutina a Yong Hwa. Decidí antes de comer ir a llevarle el antigripal a Jung
Shin, por suerte encontré varios medicamentos en el botiquín. Tome unas
tabletas y un jarabe. Fui al cuarto de Jung Shin, le dejaría las medicinas y me
iría, realmente no quería tratar con él. Desde el momento en que subí las
escaleras pude oírlos toser. Seguramente se enfermó por caminar bajo la lluvia.
Al llegar a su cuarto toque la puerta. No obtenía respuesta,
solamente su incesante tos.
---Jung Shin, soy yo, Emily. Abre – Esperé un rato, pero no abría
la puerta, ni tampoco decía nada.
---Por favor abre. Te traigo medicinas, abre por favor – Tal
vez no abría porque estaba molesto conmigo por todo lo que le había dicho ayer.
---Escucha, tal vez… tal vez ayer me sobrepase un poco, lo
siento. Pero en verdad Necesito que abras. Toma las medicinas y me iré. – No obtenía
respuesta del otro lado de la puerta, solo tocia una y otra vez. Comenzaba a desesperarme. Me recargue
levemente en la puerta y la manija se movió, la puerta no tenía llave.
---Jung Shin, voy a entrar ¿Esta bien? Te dejo las medicinas
y me voy – esperé un momento, tal vez saliera a decirme que ni intentara entrar
o algo así. Pero no fue así, él solo seguía tosiendo. Me decidí y abrí la
puerta
Jung Shin estaba acostado de lado, dando la espalda hacia la
puerta. Noté que estaba temblando, entonces me pude dar cuenta que tenía puesta
la misma ropa que traía ayer. Le día la vuelta a la cama, para verlo de frente,
parecía que estaba dormido. Temblaba mucho y sudaba. Llevé una mano hacia su
ropa, esta estaba totalmente húmeda, al igual que la cama. El no dejaba de
toser, pero parecía estar bajo un sueño profundo. Toqué su frente, estaba
ardiendo en fiebre y sudaba mucho.
---Jung Shin, Jung Shin, despierta, necesitas cambiarte y
tomarte las medicinas. – Lo movía en un intento por despertarlo, abrió los ojos
durante un breve momento, me miró. Y después los volvió a cerrar – Por favor despierta Jung Shin, ¿Qué hago? ¿Qué
hago? – volví a moverlo, pero esta vez no abrió los ojos. De nuevo toque su
frente, su temperatura estaba elevándose, temblaba, sudaba, no sabía qué hacer.
El pánico se apodero de mí, bloqueándome por unos segundos,
el miedo de que algo le pasara me dejo en shock, sin saber cómo debía actuar
para evitar que algo más le sucediera.
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