NARRA JONG HYUN
¿Cómo explicar lo que sentí cuando ella acepto continuar con
esta farsa? ¿Traicionado, decepcionado, molesto? No lo sé. Odiaba a Jung Shin
por hacer esto y ponernos a todos en esta situación. La odiaba a ella por
dejarse manipular así. Pero me odiaba más a mí por no poder hacer nada por
evitarlo.
Sobra decir que estaba más que desacuerdo con esto pero
Emily ya había tomado una decisión. Sentía tanto coraje dentro de mí que sentía
que si no Salía de ahí iba a golpear nuevamente a Jung Shin. Tal vez estaba exagerando,
pero esta situación me hacía sentir tan molesto. Caminé hacia la salida del
hotel, entonces escuché a alguien llamarme.
---Jong Hyun, espera por favor. – Dijo Sun Hee quien
prácticamente venía corriendo. - ¿A dónde vas?
---¿ Acaso eso importa? Sólo quiero salir de aquí. - Sinceramente no sabía a donde dirigirme.
Planeaba tomar un taxi y viajar sin rumbo. Para mi mala suerte, no había traído
mi auto conmigo. Parecía tan lógico cuando dejé las llaves en la mesita de mi
recámara, antes de venir al hotel.
Viajar con todos en la camioneta, esto
parecía tan sencillo. Una conferencia que resolvería todos nuestros problemas.
---Creo que…lo mejor es que hables con ellos. No es una
buena idea que te vayas así. – Dijo Sun Hee.
Entonces una idea vino a mi mente, yo no había traído mi auto, pero ella
sí.
---¿Cómo llegaste?
---¿Qué? – Preguntó ella notablemente confundida.
---¿Trajiste tu auto?
---Si. – En ese momento me di cuenta que tenía las llaves en
la mano. – En serio, no es correcto que te vayas sólo así, entra a hablar con
ellos y… - No lo pensé dos veces y le arrebaté las llaves. Sabía que no era lo
correcto, pero en ese momento necesitaba
escapar. Después me disculparía con ella y se lo recompensaría. Comencé a
caminar hacia el estacionamiento. Su coche estaba cerca de la entrada. Creí que
Sun Hee había regresado con los demás, no me di cuenta que estaba siguiéndome
hasta que abrió la puerta del copiloto y se metió en el auto.
---¿Qué haces? – Yo aún no había entrado en el auto. La
chica en el asiento del copiloto, se abrochó el cinturón de seguridad y se
cruzó de brazos. Me miraba desafiante a través del cristal del parabrisas. Abrí
la puerta del piloto. – Sun Hee no estoy jugando. Regresa con los demás. Te
juro que te lo compensaré. Necesito salir, por favor.
---¿Y quién está jugando? No dejaré que salgas solo y menos
en este estado.
---¿A qué te refieres? Estoy completamente bien.
---Jong Hyun por favor, golpeaste a Jung Shin. No eres
agresivo, jamás habías golpeado a alguien y pese a lo mal que te pudieras
llevar con él, nunca te habías comportado así. Es obvio que estás molesto.
---Sun Hee, estoy completamente bien, se cuidarme. Ahora
baja del auto. – La chica volvió a cruzarse de brazos. Era obvio que no me iba
a hacer caso. – Bien, entonces tomaré un taxi. – Después de decir eso, aventé las llaves en el asiento
del piloto y caminé hacia la salida del estacionamiento. Entonces escuché mucho
ruido, muchas voces. Después de quedarme unos segundos sin moverme, pude
observar de donde venía ese ruido, una gran cantidad de personas caminaban
hacia donde yo estaba. Cada vez iban más
rápido. Reporteros. Quedé unos segundos sólo viéndolos acercarse. El sonido de
un claxon, me hizo reaccionar. Debía huir, y pronto. Corrí hasta el auto de Sun
Hee. Ella se había cambiado al asiento del conductor. Mientras encendía el
auto, entré rápidamente en el asiento del copiloto. Logramos escapar.
El silencio prevalecía en aquel auto. Mi mente se encontraba
en otro lado, tal vez si hablaba con Emily lograría que desistiera de a idea de
seguir manteniendo la mentira de Jung Shin. La mentira la había dicho Jung
Shin, aún podríamos decir que sólo lo dijo porque quería atraer la atención.
Aún podía arreglar este asunto, encontrar una solución menos drástica, sólo
necesitaba convencer a Emily…
---¿Qué piensas hacer ahora? – La pregunta de Sun Hee me
sacó de mis pensamientos.
---Yo no lo sé, de lo que si estoy seguro es que voy a
evitar a toda costa que Emily se vea obligada a mentir de esta manera. – Entonces me di cuenta que estaba manejando
hacia la casa, aún no quería ir, quería un momento para pensar. Pasamos junto a
un paradero. – Detente aquí. – Sun Hee
no dijo nada más, se estacionó y bajé a tomar un poco de aire fresco.
---Creo que ya debemos irnos. – Dijo Sun Hee. Había perdido
la noción del tiempo.
---¿Qué hora es?
---Las cuatro y media. – Ya había pasado media hora, ahí sin
pensar en nada en específico, simplemente me había desconectado del mundo por
un rato.
---¿Crees que estoy haciendo lo correcto? – Pregunte desganado,
pese a saber la respuesta más probable que recibiría de Sun Hee. Lo cierto, es
que si algo admiraba de ella era como analizaba todo antes de actuar, era una
de las razones por las que la habíamos contratado en un principio.
---Simplemente deberías dejar que las cosas siguieran su
curso. No busques más problemas.
---¿A qué te refieres?
---SI el decir que Jung Shin y Emily están en una relación
soluciona los problemas con la prensa ¿Por qué no dejar las cosas así? ¿Por qué
complicarlo más?
---Porque esta no es una solución. Sí, es verdad, la prensa
no preguntará por Yong Hwa, pero obligar a Emily a hacer esto… Yo la traje
aquí, era mi obligación protegerla. Ella ya estaba haciendo suficiente con
venir y cuidar de Yong Hwa, no tenía porque hacer esto. No puedo creer que Jung
Shin sea tan egoísta.
---Pues yo no vi que ella se opusiera mucho a la idea.
---Es porque aún se siente culpable, cree que el accidente
en el concierto es su culpa. Además…
---¿Por qué la proteges tanto, eh? ¿No te has puesto a pensar
en que si acepto decir que tiene una relación con Jung Shin es porque siente
algo por él? – No sabía porque pero de repente Sun Hee se notaba molesta. La
verdad es que en los tres años que llevaba trabajando con nosotros, nunca dejaba que sus emociones la
controlaran de esa manera. Siempre se comportaba como alguien racional.
---Eso es imposible. Además es molesto que me digas eso,
cuando sabes bien lo que ella significa para mí. Ella es…
---Es tarde, debemos volver. – Después de decir eso
simplemente caminó al coche y encendió el motor. De camino a casas manejaba más rápido de lo
normal, incluso se pasó varios altos. Decidí no decirle nada, no estaba de
ánimo para seguir discutiendo, sólo abroché fuertemente mi cinturón de seguridad.
Como era de esperarse, llegamos en la mitad del tiempo que normalmente
nos tomaba llegar a casa. Apenas entré escuché como estaban discutiendo cosas
de un contrato que Emily tendría que firmar. Tal vez no estaba actuando correctamente,
pero estaba decidido a hacer lo mejor por ella. SI no podía hacerla desistir de
su idea de seguir mintiendo, al menos lograría que siguiera viviendo aquí, así
podría protegerla.
NARRA EMILY
Me quede algunos segundos más sin saber bien que debía
hacer. Por dentro tenía una batalla interior conmigo misma. Una vocecita me
decía: “Vamos, sólo abre la puerta. Debes enfrentarlo en algún momento”
mientras otra la contradecía diciendo “No lo hagas, te verás estúpida. Sólo
firma el contrato, además él ya te pidió disculpas”.
Decidí mejor no preguntarle nada al respecto. Tan sólo
pensar que yo le gustaba, era algo estúpido. Solté la manija pero cuando estaba
a punto de irme Jung Shin levantó la mirada. Ladeó la cabeza, y me miró con
curiosidad.
“Es ahora o nunca” me dijo esa vocecita dentro de mí. Abrí
la puerta de cristal y caminé hasta donde él se encontraba.
---Tengo algo que preguntarte. – Comenzaba a arrepentirme, debí
simplemente haberme ido.
---Dime. – Dijo Jung Shin, mientras guardaba su bajo en el
estuche que se encontraba a su lado.
---Mati…Mati me llamó…ella está preocupada, no cree que tu
realmente hayas dicho que éramos una pareja, para protegerlos a ellos y a Yong
Hwa. – Mi voz se escuchaba tan rara.
---Y entonces, ¿Por qué otra razón lo haría?
---Ella cree que tú puedes tener… segundas intenciones. - Tal vez estaba siendo una cobarde por culpar
de todo a Mati, pero era la única salida fácil que veía. Lo cierto es que jamás
fui buena para enfrentar a las personas para hablar de temas incómodos.
---¿Segundas intenciones? ¿Cómo cuáles?
---No lo sé, tú dime. ¿Tienes segundas intenciones? – Jung
Shin me miró fijamente y después se levantó de la pequeña banquita.
---Mira, entiendo que Mati no confié en mi…después de todo
lo que les hice pasar, es comprensible. Pero la verdad es que Yong Hwa es
alguien muy importante para mí, así como Min Hyuk, nunca lo había visto tan
feliz como cuando esta con Mati o cuando habla de ella. Debo confesarte que al
principio me sentía muy molesto y celoso tal vez, “¿Por qué él puede ser tan
feliz en medio de esta tragedia?” Pero después comprendí que él no lo eligió, y
que aunque suene algo egoísta, todo lo que pasó sirvió para que encontrara el
amor. Estoy feliz por él. No está mal tratar de ser feliz, aún pese al estado
de Yong. Él también merece ser feliz. Que Katia pudiera publicar los videos no
es culpa de nadie más que mía. Yo fui el estúpido que se olvidó de revisar la
cámara. Imagina como me sentiría si por culpa de mi error Min Hyuk y Mati se
vieran afectados. ¿ Cómo podría vivir con eso? Pese a cómo te trate desde que
llegaste aquí, no soy un monstruo. – Se quedó callado por algunos segundos como
esperando que le respondiera algo. – Está bien si no me crees…
---No, yo te creo… es sólo que quería asegurarme de tus
verdaderas intenciones antes de firmar el contrato mañana.
---En verdad, no soy tan mala persona como para sacar
provecho de esta situación.
---Está bien, lo lamento. Yo no debí desconfiar así de ti. Perdón.
---No importa, pero entonces ¿Firmarás el contrato? –
Empezamos a caminar hacia la casa.
---Sí, al igual que tú, no quisiera que esto afectara la
relación entre Mati y Min Hyuk. Ni mucho menos que despidieran a Mati de su
empleo, no es justo, ella se ha esforzado tanto para llegar hasta aquí.
---Entonces, como tenemos intereses en común, creo que
deberíamos llevarnos mejor de ahora en adelante ¿No lo crees? – Dijo Jung Shin
sonriéndome.
---Tienes razón, de ahora en adelante llevémonos lo mejor
posible.
---¿Es una promesa? – Dijo extendiendo su dedo meñique.
---Es una promesa. – Dije al mismo tiempo en que entrelazaba
mi meñique con el suyo. Tal vez Jung Shin no fuera una tan mala persona después
de todo.
Me desperté como a las doce de la noche, me había ido a dormir
temprano después del día tan agotador. Pero estaba muriéndome de sed, así que
tomé una sudadera y caminé hacia la cocina.
Pero cuando pasé junto a las escaleras algo atrajo mi
atención. En la azotea había una pequeña lámpara y parecía estar encendida.
¿Pero quién podría estar afuera tan tarde? Me decidí ir a investigar. Subí las
escaleras haciendo el menor ruido posible pues las luces de los cuartos estaban
todas apagadas, por lo que supuse que ya todos estarían dormidos. Cuando llegué
a la azotea, vi a un chico de espaldas, recargado sobre el barandal que se encontraba a la
altura del pecho posiblemente para evitar algún accidente.
---¿Jong Hyun? – El volteó hacia atrás y después volvió a
mirar hacia abajo. - ¿Qué estás haciendo aquí? – Entonces me acerqué al
barandal, junto a él.
---Sólo necesitaba aire fresco. –Un ráfaga de aire frio hizo
que me estremeciera. La verdad es que hacia bastante frio. Entonces noté que
Jong Hyun no tenía puesta una chamarra o un suéter al menos. A pesar de eso,
parecía como si el frio no le afectara. – Tus fans. – Dijo señalando con la
cabeza hacia abajo. Me acerque a ver. Un gran número de personas, chicas en su
mayoría, sostenían carteles con símbolos coreanos que no entendía. Aprender a
hablar coreano fue relativamente sencillo, aprender a escribirlo y leerlo sería
otro asunto. Algunos tenían carteles con mi fotografía marcada con una equis
roja. También noté a un grupo de chicas que parecían estar llorando y sostenían
carteles con la foto de Jung Shin. Era obvio que todo esto estaba sucediendo
porque desaprobaban mi “relación” con Jung Shin. Seguí mirando todos esos
carteles hasta que uno en especial llamó mi atención. Tenía colores y parecía que tardaron mucho
tiempo en hacerlo. La chica que lo sostenía se veía molesta.
---¿Ese que dice? – Pregunté a Jong Hyun señalando con el
dedo el cartel de colores.
---Dice Muérete, maldita perra. Jung Shin es mío.
---Oh… - Debía comenzar a acostumbrarme a este tipo de
cosas, era obvio que iban a reaccionar así
- Entonces ¿Ya no estás molesto conmigo? – Pregunté volteando a verlo.
--- Nunca estuve molesto contigo.
---En la conferencia parecía ser que así era.
---No estoy molesto contigo ¿Ok? Estoy molesto conmigo
mismo. Debí encontrar una solución efectiva, para que no te vieras envuelta en
esta estúpida mentira. Debí protegerte.
---¡Ya! Además esto no es tan malo como parece. – Él volteó
a verme y después hacia las personas que se encontraban abajo. – Ok, admito que
me gustaría dejar de recibir el odio colectivo al menos por un día… lo que digo
es que pese a tener que soportar todo esto, los beneficios que conseguiremos
son mayores a los sacrificios. Así que no te culpes de esto, ni culpes a Jung Shin.
El destino simplemente quiso que ocurriera de esta manera.
---Veo que ya estas más que decida a firmar ese contrato
mañana. – Dijo volteando a verme. Posó su mano izquierda sobre el barandal,
entonces note sus nudillos heridos. Cómo si hubiera golpeado a alguien o algo
muy fuertemente.
---¡Por Dios! ¿Qué te sucedió? – Dije mientras tomaba su
mano y la levantaba un poco.
---Nada. – Dijo al mismo tiempo en que se soltaba.
---Debemos curarte. Eso puede causarte problemas después. –
Tomé su mano y caminé para salir de la azotea. Al principio no opuso resistencia,
pero después, cuando íbamos como a mitad del camino se detuvo. – Jong Hyun… - Entonces me atrajo hacia él y
me abrazó. - ¿Qué sucede? – Pregunté confundida.
---Lo siento. – Fueron las únicas palabras que salieron de
sus labios durante un buen rato.
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