miércoles, 15 de enero de 2014

Lazo invisible





--- Vete. Si te atrapan… no podré hacer nada –Sentenció nuevamente la chica a lo que él le soltó de la mano y salió corriendo del lugar. Dejando a la chica en aquel oscuro y frió lugar, dispuesto a no mirar atrás. 


* * * * * * * * * * * * * *


JaeHwan no dejaba de pensar en lo sucedido. Trató de buscar algo lógico pero aun así no obtenía nada.


             ¿Estaba siendo egoísta?


Claro que lo estaba siendo pues lo único que deseaba era salir de ese lugar. Que nadie detuviera su andar.  No encontrarse con seres como los que le habían acorralado minutos atrás.

Correría todo lo que pudiera dando por hecho que su vida dependía de ello. No se detendría por nada. No hasta que se sintiera a salvo.

Esos eran sus pensamientos, pero en determinado momento olvidó todo aquello y se detuvo. Recordó el rostro y el cuerpo herido de la chica haciéndole pensar en el dolor que tenía que soportar, sola, en un lugar tan hostil, propensa a que llegaran por ella y peor que morir, le capturaran.

Ella se había sacrificado por él, soportando hasta el último momento para que no le llevaran. Para que estuviese corriendo por esas desiertas calles en buscar de un lugar seguro, aun cuando ella misma sabía que si él no estaba, quedaría propensa a cualquier cosa, a esos seres. Aquella chica que se hizo llamar ‘Eresh’ jamás pensó en ella misma desde cualquier punto en el que analizaba la situación.

Iba a tres cuadras de distancia. Sus pulmones necesitaban recibir oxigeno adecuadamente, así como también necesitaba tiempo para dejar fluir sus sentimientos por encima de su ‘inteligencia’. Cayó de rodillas ante una sola idea:


                  ¿Estaba haciendo lo correcto por hacer caso  a las palabras de la chica?


No era inhumano. Aun con lo que había visto no podía permitir que la persona que le había salvado quedara a merced de morir en un lugar tan repugnante y mucho menos a que le encontraran.  Que le hicieran más daño del que nadie puede merecer en la vida.


                                ¿No era humana?                           
                                                                      …No importaba.


Se levantó poco a poco. Cerró sus puños y se echó a gritar con todas las fuerzas que le quedaban.  Dio media vuelta y con pasos temblorosos decidió que éstos le llevarían, nuevamente,  a aquel callejón sin salida.

Regresar podía significar su muerte o algo peor pero no se convertiría en alguien tan ruin como para dejarle sola en aquel lugar. Sus pasos, poco a poco, se hicieron más certeros. Tenía la esperanza que la chica estuviese con vida y que ambos salieran de aquello juntos.

Llegó con gran velocidad. Nunca en su vida había corrido de aquella forma, ni siquiera cuando se estaba marchando del lugar. Con la tenue luz que brindaba el lugar, observó aquel cuerpo pero no era lo único. A su lado se encontraba alguien más.

--- Aléjate –Pronunció dando a entender que estaba dispuesto a hacer todo para defender a la pelinegra. Había acabado con uno de los hombres con sólo toque y si era necesario, lo intentaría nuevamente. Se acercó poco a poco hasta toparse con una mujer. Algo en él se estremeció, como si existiera un gran lazo entre ellos, pero que impedía que confiara en ella.

--- Nos necesitamos el uno al otro –Contestó recostando el cuerpo de la chica en aquel frío lugar y así mismo poder encarar a Ken –Tú no podrás salir sin mi ayuda y yo no puedo hacer nada para salvarla, pero tú sí. Necesito llevarla a un lugar seguro y me ayudarás.

--- ¿Quién eres? –Preguntó como si el miedo fuese algo que no conocía. La mujer le miró con algo de repulsión. Aquel cabello, esos ojos, esa voz, ese todo… Tenía el arma más letal contra Eresh ahí mismo.

Podía sentir los dos seres en su interior. Uno estaba dormido, pero no duraría mucho en ese estado. Era irónico que JaeHwan fuera la única persona capaz de terminar con todos.

El silencio abundó. Aris deseaba despedazar a la persona que tenía enfrente. Terminar con las dos personas que más odiaba de un solo golpe, antes de que le fuera imposible, pero debía dejar sus sentimientos a un lado y seguir con el plan. Salvar a Eresh y que todo procediera como los excluidos y ella misma habían planeado.

--- ¿Ayudarás? –Ambos sentían algo en contra del otro pero teniendo de por medio aquel cuerpo casi inerte decidieron hacer lo mejor para ella. –Pierdo tiempo y su existencia está en peligro.

--- ¿Estará bien? –Preguntó mientras se acercaba a la pelinegra y la tomaba en sus manos. Quitó algunos mechones de su frente y trato de no lastimar aún más su herida.

Aris no supo qué hacer, cómo reaccionar. Aunque odiara a Ken, no podía negar que él existía más que el otro. No debía odiar a JaeHwan, quizás no tenía las razones suficientes… quizás podía pensar en otro fin a sus planes.

--- Estará bien sólo con tu ayuda, así que debes luchar con todas tus fuerzas –Ken no entendió esas palabras pero no quiso cuestionar nada más. Salieron de aquel lugar y subieron a un automóvil cercano. En segundos arrancaron, Viajando por calles totalmente transitadas.


--- ¿Cómo te llamas? –Preguntó Ken mientras sostenía a Eresh en sus manos, observando como aquel cuerpo estaba sangrando cada vez un poco más. Sus heridas eran muy profundas, pero eso no era lo que más le preocupaba, pues las convulsiones iban en aumento. Aris que iba de piloto observaba a aquellos dos, su vínculo no estaba roto y no lo estaría mientras estuvieran vivos.

--- Te han ensuciado –Dijo casi en un susurro, luego continúo hablando más alto–Aris. Ese es mi nombre… -Observó nuevamente a los amantes sin evitar que una lagrima recorriera su rostro. Recobró el aliento. Ken se veía demasiado asustado. –Ella no ha dejado de luchar y no se dará por vencida. Se está poniendo en trance, y estará de ese modo hasta que encontremos una forma de salvarla… No te preocupes por las convulsiones, son sólo un efecto del lugar en el que está, entre la vida y la muerte.


Ken seguía sin creer todo pero asintió.

--- Tus dudas serán aclaradas en su momento –Y fue lo último que hablaron aquellos dos. JaeHwan tocó la frente de la chica preguntándose que conllevaba, realmente, la lucha que estaba teniendo. Sujeto sus manos con sumo cuidado. Tratando de transmitir fuerza y hacerle saber que no estaba sola.

--- Vas a estar bien –Susurró a su oído para después plantarle un delicado beso en la mejilla.



Desviaron su viaje un par de veces hasta llegar a un barrio olvidado. La chica aparcó fuera de una casa desgastada y bajo. Abrió la puerta trasera para que bajara a la chica y después siguió los pasos de Aris dentro. Aquel hogar era su refugio.


--- Recuéstala ahí –Señaló una enorme cama con sábanas blancas. El deteriorado barrio y el exterior de la casa no tenían nada que ver con las lujosas habitaciones. El chico no supo que hacer después de recostar a Eresh. Miró alrededor, esperando por otra indicación.

Algo le decía que se fuera de ahí pero algo más le retenía. La sola idea de dejar nuevamente a la chica le aterraba. No confiaba en nadie. Tenía miedo que la atacaran. Ya no solo se trataba de él… algo le hacía unirse a la pelinegra.

--- Sé que no confías en mí y que hay algo que te hace aborrecerme, pero no estarás seguro en ningún otro lugar. Si te vas no tardarán en encontrarte y eso no sólo te pone en peligro a ti.

--- ¿Por qué me quieren?... Yo… Yo deshice a uno de ellos sin saber cómo.

--- Sólo ella te puede decir lo que sucede –Dijo mirando al chico, tratando de convencerse a sí misma que aquel que tenía enfrente era el mismo que había conocido años atrás. Reconocía que había tenido problemas con la chica que estaba recostada a su lado pero le apreciaba demasiado.

Además, no se trataba de ellas, se trataba de muchas más personas que estaban hartas de ese mundo y que estaban dispuestas a hacer lo posible para salir de él.

Los ángeles y demonios estaban tramando cosas grandes y los excluidos, como ella, no sabían de qué trataba, aunque algo si era seguro.  Aquellos seres que habían luchado uno contra otros por miles de años, estaban haciendo alianzas y de manera silenciosa, pensaban comenzar una guerra donde los protagonistas principales eran los mismos que tenía enfrente.



                                                  




Ken se quedó en la casa de Aris. La ropa y la comida provenían de personas que vivían en esa pequeña comunidad.

Siempre salía a tomar un poco de aire, notando que todos le miraban de manera extraña pero aun así siempre le daban una buena cara y eran educados con él. Era la primera vez, desde que tenía memoria, que le trataban tan bien.


El tiempo pasaba y él lograba entender muchas cosas más. Sabía que era un ser como ellos y con su ayuda, comenzaba a desarrollar sus poderes. Eso era nuevo para él, pero cada vez que veía entrar a más personas y tocar a la pelinegra algo en él se movía. No dejaba de pensar que alguno de ellos le dañaría, pero no lo permitiría.

Cada noche salía a escondidas de todos y ‘entrenaba’ por sí mismo. Estaba logrando grandes cosas. Lo que pareciera imposible, lo estaba logrando. Sentía como se volvía cada vez más fuerte y eficaz para cuidar de Eresh a pesar de no mostrarlo a nadie más, ni siquiera a Aris que resultó ser demasiado amable con él.


“Protectora” así llamaban a la pelinegra muchos de los que habían ido al lugar en busca de ayudarla. Siempre intentando de una y otra forma sanarle y sacarle del trance en el que había entrado, pero era inútil.

Las esperanzas se iban desvaneciendo poco a poco para ellos. Había paso un mes y no daba ninguna señal de despertar así que como última herramienta, era que cada uno de los que la visitaban le donaban un poco de su energía.


                       ‘No es suficiente, va a morir’


Odiaba esas palabras, que las dijeran. Odiaba que nadie tuviera el poder suficiente para hacerla despertar.


                    ¿Era idiota?


Claro que sí, porque no hay cosa más idiota que aferrarse tanto a alguien más. Por odiar la sola idea de no ver a esa persona, aun cuando esté postrada en una cama. No se puede ser más idiota que él por desear estar en el lugar de ella aun cuando no la ha conocido.



                       -ángeles –demonios-



Era difícil de entender todo lo que sucedía pero se esforzaba.

… Uno más de sus cansados días había terminado y aunque Aris no dijera nada, sabía que ella también se estaba desesperando de ver a la pelinegra en el mismo estado.

La noche llegó y después de  bañarse y cenar algo ligero, en presencia de algunos compañeros de Aris, se dirigió, como todas las noches a acompañar a Eresh…


Le acarició el cabello y se lo cepilló. Fue por algunas toallas húmedas y hasta donde se permitía, trataba de mantenerla limpia. Cambió las gasas de las heridas que seguían igual, o peor.

Le observó y se sintió impotente. Todos decían no poder hacer nada, pero… ¿Por qué?... Cada uno de los que iban al lugar eran personas que sabían dominar sus poderes ¿Por qué no podían?



Se alejó de la chica y tiró todo lo que encontró a su alcance. Sentía tanto coraje con todos, con él mismo… por no saber lo que esa chica despertaba en él. Se calmó y poco a poco se fue acercando a ella, enredando nuevamente sus dedos en la melena femenina.

--- No me gusta Eresh –Dijo como si fuera a recibir una respuesta –Hee Sook, así te llamaré en el futuro –No volvió a recibir respuesta y las lágrimas se iban acumulando en sus ojos –Vamos a descubrir cómo curarte –Le besó la frente y con una mano comenzó a tomarle las heridas descubiertas.

Una queja de dolor hubiese sido gratificante pero ni siquiera eso recibió de la chica.

Permaneció en esa posición unos momentos más, pero el cansancio le fue tomando poco a poco hasta que se recostó al lado de ella.

Tomándola entre sus brazos y durmiendo plácidamente. Olvidando todo lo que existía fuera de esa habitación.

6 comentarios:

  1. Lo primero que veo es que no debías de haber dicho el nombre de Aris, sí describirla físicamente y tal pero el nombre quedarlo hasta que alguno lo pronunciara. Así se mantiene la tensión del personaje hasta que él mismo decide desvelarlo.
    Mmm a lo que fallos se refiere no he visto ninguno aquí. Buena narrativa y muy fluida ^^
    Me ha gustado el misterio que se cierne alrededor de Aris y todo el mundo de Eresh. Y, sobretodo, tengo curiosidad por saber qué es Ken... sé que es algo poderoso pero tendré que esperar a los siguientes capítulos para saberlo ><
    Y no he visto nada más... este es mi comentario :D

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    1. No encontraba nombre para Aris, estaba con la esposa de un primo y le habló a su hermana [he ahí el nombre] y lo puse inmediatamente que tuve la computadora en mis manos ajjaja Aunque el nombre descubrí que es más significativo para hombre y bueno, sin querer ha descrito lo que quiero del personaje.

      Amo que me regales un poco de tu tiempo y que me digas las cosas como son ;)
      -- Y como siempre... <3

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  2. es impresionante :D me gustan mucho las historias de fantasia y esas cosas y lo estas haciendo muy bien, tengo muchisimas dudas!!!! esperare el siguiente capitulo con ansias, tanto misterio me da curiosidad :D

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    1. Ojalá no te decepciones con la historia, es la primera vez que intento algo de fantasía y estoy poniendo mucho de mí para que haya misterio y sobre todo para que les guste. También habrá mucho amor(? jeje :3

      Gracias por comentar :)

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  3. :') ya sabia que me harias algo jajajaja meeeentira, está hermoso, sólo eso puedo decir :') Me ha encantado, más que eso, lo amé y ya espero la siguiente parte porque ¿Habrá siguiente parte cierto? D: Si me dices que no, soy capaz de ir a tu casa a reclamar. Te comento desde aqui porque me da floera cambiar de cuenta :v shae <>

    Anónimo

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    1. Me he enamorado de está persona anónima, ¿Eso será malo?
      Jaja -ok no- y que bueno que te haya gustado :3 me estoy esforzando mucho en está historia porque deseo que te agrade mucho... sabes que lo hago con todo mi amor jejej Sh<>e chocolatita y sabes que eres una persona muy especial para mí... recuerda que soy muy antisocial jaja y que permarezcas ami lado es uabglwe iqwbgi wluek

      Eres una estupenda amiga.

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