lunes, 20 de enero de 2014

Under the Rain





Todos podrán pensar que una relación como la nuestra es imposible y tienen sus razones. Yo también lo creía. Él es un ídol y yo alguien común, una chica que no tiene nada en especial, pero a pesar de ello, DaeHyun me hizo comprender que en todo momento lo importante es el amor.                                                                                                                                                                  Cuando lo conocí, todo cambió para mí. El día era lluvioso lo cual no me permitía hacer muchas cosas y lo peor del caso es que no estaba preparada. Las noticias meteorológicas no lo tenían previsto así que sorprendió a media ciudad.                                                                                                                                                                                                                                                         Me encontraba en la parada del autobús esperando que este llegará lo más pronto posible pues no tenía nada con que protegerme. Era buena suerte, y no mala, lo que tenía ese día cuando sentí un brazo protegiéndome con una chaqueta.                                                                                                                                                                                                                                                      --- No es bueno que una chica se encuentre en esta situación- Esas fueron sus palabras antes de salir corriendo. Esa noche no me permitió ver su rostro o dar un gracias… simplemente dejó la chaqueta para que me protegiera de la lluvia y se fue.                                                                                                                                                                                                                        Agradezco que la lluvia llegara de improviso porque eso permitió que él también apareciera. En ese momento no lo sabíamos pero puedo decir que estábamos predestinados.              





Después de un tiempo de estar buscando un mejor trabajo, por fin lo había encontrado. Al parecer uno de los clientes de la estética en la que estaba trabajando era una persona importante en el medio artístico, el cual al ver mis habilidades, me ofreció trabajar con un mejor sueldo en su compañía.

El trabajo me venía perfecto pues me permitiría ganar más de dinero y los horarios que me ofrecían permitían que pudiese estar en la estética y la empresa. Al fin dejaría de sufrir por las rentas y los alimentos como lo había hecho al dejar la casa de mis padres.

Mi primer día de trabajo en la empresa llegó. TS Entertainment, ese era su nombre. Entré e inmediatamente noté que habían granes escenarios, luces, staff, etc, etc. Tal parecía que un grupo ídol gravaría un video y por ello necesitaban de mis servicios.

Me instalé en el lugar que me ofrecieron. Estuches de maquillaje, tenazas y  peines en una pequeña mesa. La chaqueta que traía puesta, la misma que aquel chico me dejó ese día, la coloqué en una silla, pues la había conservado como un amuleto de la suerte. No creía mucho en ese tipo de supersticiones pero a partir de tenerla me había ido mejor.

También me daba fuerza y confianza para aceptar una responsabilidad tan grande.

Así pues, teniendo la movilidad necesaria sin la chaqueta, arreglé a uno de los más chicos del grupo. Tenía una enorme sonrisa que logró dispersar mis nervios y terminarle más rápido de lo que pensé. Luego se colocó otro chico que me había sido asignado para peinar y maquilla, él era un poco más grande que yo y a decir verdad, cuando lo vi por primera vez me dio un poco de miedo pero pronto me di cuenta que su apariencia podía engañar a cualquiera pues estaba muy al pendiente del chico anterior y de otro que se encontraba jugando en una patineta. Él era el líder.

Cuando todos estuvieron listos, se dirigieron a sus posiciones para empezar a gravar el video. Lo que yo no esperaba en ese entonces era lo que sucedería unos momentos después.

Las primeras escenas fueron un éxito. Las grabaciones continuaría, así que todos fueron a hidratarse, descansar y sobre todo a que arregláramos nuevamente el maquillaje y peinado desalineados por sus feroces bailes.

Fui con los chicos que me habían asignado y las demás chicas fueron con los asignados a ellas. Interrumpiendo la tarea de una compañera, aquel chico se levantó de su asiento y se dirigió a mis cosas. En un principio no le tomé importancia, pero cuando pude ver que estaba tomando cosas de su lugar me molesté un poco. Era un ídol pero aquello no le permitía entrometerse en mis pertenencias. Ni siquiera trabajar para su empresa le daba el permiso.

--- ¿Hay algo que estés buscando? –dije sin más, pero el castaño me miró recriminatoriamente antes de mencionar una sola palabra.

--- Tú, ¿por qué tienes esto?, ¿Acaso lo has tomado de algún lugar?... ¿Acaso eres una ladrona?

--- ¿Disculpa? –No sé de qué me perdí. No entendía su actitud y mucho menos que me acusara de ser una ladrona. Era la primera vez lo veía y definitivamente no tenía el porte de ser el chico amable que había conocido –Sí, la tome en un día lluvioso, me cayó de la nada, así que suéltala.

--- ¿Estás loca?, está chaqueta es mía. – Ese chico realmente se molestó, no entendía, si esa era su chaqueta, entonces cómo es que llego a mis manos aquel día. No entendía nada en absoluto. Ni siquiera podía pensar, todas las personas del staff comenzaron a prestar su atención en aquella escena, hasta el momento en el que como un ángel llegó otro chico a salvarme.

--- La chaqueta la tome yo el día que comenzó a llover mucho, ese día se la di a una chica que estaba a punto de ser empapada por la lluvia, lo siento, esto es un error YoungJae. Yo la tomé sin tu permiso y de igual forma se la di a quien parece ser ella.



Aquel día YoungJae estaba demasiado molesto pero después de hablar un poco con el otro chico me pidió una disculpa. A pesar de ello, yo no me sentía bien. Me sentía culpable así que devolví la chaqueta y de igual manera me disculpe por aquello. Por la confusión que había surgido.

Después de ese día, con aquel chico que ahora ya tenía un nombre para mí, comencé a tener una muy buena relación. DaeHyun, era una persona muy carismática y alegre, quien a pesar de terminar con el trabajo como parte del staff para su MV, no perdió contacto conmigo. Sí, en ese entonces ya comenzaba a sentir algo más por él, pero mi dilema era “Qué pasa si él no siente lo mismo que yo”.

Nos veíamos cada que podíamos, pues él tenía una agenda muy apretada y eran pocas las veces que podíamos andar sin más por la calle debido a sus fans. La situación comenzó a cambiar, era como si nos estuviéramos escondiendo de todos. Cosa que en determinado momento me arto, yo estaba comenzando a amarlo y no quería provocarle problemas con su carrera así que decidí alejarme de él.

El tiempo paso así, ya no aceptaba salir con él, eran pocos los mensajes y llamadas las que le contestaba y si él iba a buscarme a mi trabajo yo simplemente me escondía y al final ponía cualquier excusa para no verle.


Todo eso hasta aquel día…


Salí del trabajo demasiado tarde y esta demás decir que el día fue bastante pesado.  Quise hacer el menor tiempo posible para tomar el autobús en el lugar de siempre.


“Aquí es donde te vi por primera vez, aún sin saber uno del otro”-Me dije a mi misma.

Me senté y recargue en aquel lugar, hasta que de pronto sentí como unas pequeñas gotas empezaban a caer en mis piernas, al igual que aquel día llovería, ¿Acaso algo estaba en contra de mí para hacerme llorar?

No podía más, yo realmente le amaba, no podía negarlo más. Pero al igual que sabía cuánto le amaba también sabía que lo nuestro no podría ser. Él era un ídol  y yo una chica cualquiera. Eso sería algo que nos separaría.

La lluvia se fue intensificando al igual que las lágrimas que caían por mis mejillas. Pero de pronto, sentí como con una chaqueta me cubrían, cuando volví mi mirada hacia aquella persona realmente era Daehyun.

Me sentía como una niña… comencé a llorar más escandalosamente, hasta que el dejo la chaqueta a un lado e hizo que después de limpiarme las lágrimas hundiera mi rostro en su pecho. Así permanecimos unos momentos más… y la lluvia seguía ahí siendo testigo de aquella escena.

Pronto  los dos nos encontrábamos empapados. Me tomó del brazo para pararme, me miró fijamente a los ojos y me beso. Esa noche bajo la lluvia él declaro los sentimientos que tenía por mí,  mismos que aseguro tener desde el primer día que nos vimos en ese mismo lugar.

Un sentido de protección y dulzura que le provocaba.

Esa noche me hizo saber que para el amor no existe nada como una clase social, un trabajo y mucho menos una barrera. Que cuando el amor es verdadero todo se puede. Que él me protegería de todo lo malo que estuviese a mí alrededor porque realmente me amaba.

Ahora sé que lo que dijo es verdad, el estar el uno con el otro es algo que nos hace felices, y aunque tenemos que protegernos de sus fans, ya sea para proteger su carrera (por mi parte) o como la forma en la que le me proteja a mí, cada uno de los momentos que compartimos son maravilloso, únicos porque son nuestros momentos.

 Los momentos de este amor que tenemos el  uno por el otro, después de que llegara a comprender que en todo momento lo importante es el amor.



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