sábado, 25 de enero de 2014

Ojitos… perdón




Narra Khiara.

No había pasado una buena noche. Recordar a aquel hombre tratando de tocarme me hizo perder mi consciencia y actuar de una manera inesperadamente loca. Cuando JunHong me abrazo, por un momento varios pensamientos inundaron mi mente.

“No es él” “No hay nada que temer” “JunHong no me hará daño”

Trate de creer cada una de esas cosas que me decía mentalmente pero no funciono. Inmediatamente que Kim Ah Ri se fue me sentí desprotegida, vulnerable… aquellos pensamientos reconfortantes que me hacía fueron sustituidos por imágenes de aquella noche. Deambule tanto en ellas que llegue a imaginarme más de lo sucedido.

Cuando abrí mis ojos me encontré con JunHong tirado a un lado mío, con dudas y sorpresa impregnadas en el rostro. Me di cuenta que la causa de ello había sido mi agresividad. Algo que desconocía de mi misma había actuado como autodefensa. Nos quedamos en el piso, yo de rodillas y él sentado, sigilosamente trato de acercarse a mí, pero nuevamente le arroje lejos.

No quería que nadie me tocara y a pesar de no querer actuar de aquella forma lo estaba haciendo. Era como si mi cuerpo no obedeciera a mi mente. Debí estar muy mal porque cuando llego DaeHyun corrió a donde estaba JunHong y luego fue directo a mí.

--- ¿Estás bien Khiara? –Al decir aquello pude observar que me miraba con una preocupación que desconocía pudiese obtener de él. Pero mi cuerpo otra vez me jugo mal… No podía dejar de pensar en aquel asqueroso hombre y la forma en la que trato de tocarme. A pesar de saber que Daehyun no me atacaría de esa forma, me sentía horrorizada por el tacto de cualquier persona. –Hey!! –Grito un poco más fuerte y me tomo por los hombros, sin embargo le lance lejos. El tacto era como fuego en mi piel.

Era ilógico lo que hacia mi cuerpo y mi mente conmigo. Una parte de mi pretendía aceptar al menos un abrazo y algunas palabras que me hicieran sentir mejor y a la vez protegida. Otra parte de mí no quería que nadie me tocara, tener una capa invisible que me protegiera de todo y de todos.

Cerré mis ojos con fuerza tratando de no pensar en el pasado. Ahora mismo no estaba en peligro y debía aceptar eso. Era un trabajo difícil y el cual fue interrumpido por los brazos de DaeHyun quien apenas y escuchaba, era como si estuviese a una gran distancia provocando ese sonido tan tenue que era su voz ante mis oídos. Me tomo por la cintura y después de poder levantarme por completo aun con mis forcejeos me llevo en su hombro al departamento de JunHong.

Más lágrimas se hicieron presentes en mi rostro. Tal vez mi actitud también se debía a lo sucedido con youngJae. Él no era así y mi corazón dolía de verle tan distinto. Desde ese viaje a Estados Unidos ya no era el mismo, podía notarlo muy a pesar de sus esfuerzos por querer verse igual.

Me llevaron hasta la habitación de JunHong, o eso creo pues caí en un lugar acolchonado (su cama) donde me hice bolita. Ya por cosas desconocidas, comencé a llorar. Solo me di cuenta de la presencia de Daehyun por un fuerte golpe en la puerta. Tal vez llorar me había hecho bien, ahora mismo me sentía un poco más tranquila y agotada por lo que no lucharía.

--- Toma. –Dijo extendiéndome un té, el cual al principio no quise aceptar, pero que al final lo hice.
--- Yo… N-no, no que-quería
--- Solo tómalo. –Se alejó un poco de mí mientras tomaba el té. Trataba de tranquilizarme y era obvio. Cuando termine todo el líquido puso aquella taza sobre un buró al lado de la cama. Él seguía alejado de mí, me sentía mal. Sentía como aquella distancia la hubiese creado yo, me sentía sola y ese horrible sentimiento me hizo derramar más lágrimas.

Él solo se acercó a mí, pero el primer intento por abrazarme fue en vano. Prácticamente se había abalanzado contra mí y debía tener los nervios a flor de piel. Noté su frustración y a decir verdad no le podía hacer sentir mejor. Posiblemente me encontraba peor.

--- ¿Qué ha pasado? Ojitos… Nunca vuelvas a actuar así, me ha causado horror el pensar que algo malo te pasaba cuando escuche tus gritos.
--- YoungJae, -Dije refiriéndome a lo que había sucedido con él -el hombre del parque… -Apenas y pude proseguir con mis palabras, después simplemente coloque mi cabeza sobre mis piernas.

A pesar de no ver, sentí como Daehyun se iba acercando poco a poco a mí. Esta vez (a diferencia de la primera) lo hacía de manera sigilosa. Me abrazo y a pesar de querer alejarme un poco él hizo que mi rostro quedara en su pecho. Acariciando mi pelo y tomándome con fuerza, pero al mismo tiempo con delicadeza, por fin soporte el tacto. Aquello que al principio parecía ser como el mismo fuego; ardiente y desgarrador, se había convertido en un calor reconfortante.

Su camisa comenzaba a empaparse por mis lágrimas que dejaron de cesar hasta el momento en que le escuche cantar. A diferencia de toda la tarde, esta vez lo hacía tranquilamente. Su voz era tan bella que me transporto a un mundo lleno de tranquilidad que pronto me hizo perderme a mí misma en un profundo y reconfortante sueño. Lo último recuerdo es que mientras sobaba mi espalda y cabellera, coloco sus labios cerca de mi oído haciendo que nuestras mejillas chocaran y pudiera sentir pequeñas gotitas salir de sus ojos mientras me decía. “Ojitos… perdón”



Cuando desperté Daehyun ya no se encontraba a mi lado, sino Kim Ah Ri quien dormía plácidamente. Trate de no hacer ruido ni moverla demasiado. Estaba descolocada, no sabía exactamente donde estaba hasta que en la sala de ese departamento vi a JunHong en uno de los sillones y a DaeHyun en otro.

Inconscientemente mis pasos me dirigieron al moreno quien tenía puestos unos mechones de su pelo en el rostro. Por un momento quise quitarlos de ese lugar, sin embargo no quería que despertara, mucho menos que me descubriera mientras le observaba.

Un “Gracias” salió de mi boca casi como en un susurro. Sonreí de lado cuando hacia pequeños pucheros mientras dormía hasta que escuche como el cuerpo del otro sofá se comenzaba a mover. Me aleje de Daehyun lo más rápido que pude y fui directo a la cocina tomando un vaso con agua para disimular lo que había estado momentos antes.

--- Hola. ¿Te encuentras mejor? –Era JunHong quien llegaba detrás de mí a aquel pequeño lugar.
--- Hola, ya estoy mejor. Perdón por todas las molestias que pude causar. –Dije mientras hacia una reverencia.
--- No te preocupes. Además ahora estás bien y es lo único que importa –Acto seguido de sus palabras me revolvió un poco el cabello y luego fue por un vaso de agua para él.
--- Aun así me siento muy avergonzada.
--- ¿Quieres tomar un poco de aire? –Me tomo por sorpresa su propuesta, de hecho era lo que buscaba, un poco de aire, algún buen lugar para poder pensar. Acepte su propuesta aun sin estar segura de querer ir con él. Cuando íbamos saliendo del departamento Daehyun se dirigía a la cocina, trate de desviar la mirada y deje que JunHong le dijera a dónde íbamos. Él no dijo nada y en su lugar entro como si nada.

Cuando llegamos a la azotea me quede observando un poco los lugares cercanos que podían percibirse desde ese lugar. Todo era tranquilo hasta que sentí a JunHong a un lado mío y con su mirada clavada en mí.

--- ¿Qué pasa? –Fue lo único que pude articular.
--- Eres muy bella, ¿Lo sabías?
--- Supongo que es la buena acción del día. Pero no me gusta que jueguen conmigo de esa manera JunHong–Dije lo más cortante que pude pero al mismo tiempo tratando de no ser tan brusca. Era verdad que no me gustaba que me hicieran ese tipo de cumplidos.
--- Dices eso para evitarme... –Ante aquello no contesté nada así que continuo -¿Habría diferencia si la persona que te lo dijera fuera mi hyung? –Su pregunta hizo que mis mejillas y mis orejas comenzarán a arder y seguramente que se tornarán totalmente rojas.
--- N-No, No sé de qué me hablas –Trate de desviarme e irme rápidamente al departamento para que dejará de decirme cosas como esa, sin embargo apenas había dado unos pasos cuando sentí mi muñeca ser sujetada con gran fuerza.
--- Claro que lo sabes. Él… si no quieres que tenga problemas y sufra, será mejor que te alejes un poco de él. Khiara, por favor, Aléjate de DaeHyun antes de que… -No termino la frase y ahora era él quien quería huir.
--- Antes de que?... –Dije ahora sujetándole yo, no con la misma fuerza que él, pero si con la suficiente para que se quedara.
--- Khiara –Me dijo posándose enfrente de mí pero no continuo, sus palabras fueron sustituidas por un fuerte abrazo el cual correspondí. Sentí como si estuviese sufriendo por algo y creí que un abrazo podría ayudarlo. Podría pensar que le gustaba en el pasado pero ahora no, era extraño, sentía como si me estuviera pidiendo perdón, como si no solo quisiera proteger a Dae, sino que también me quería proteger a mí, pero… ¿De qué?
--- JunHong. –Dije después de un no tan largo abrazo. Él se separó de mí, me miró fijamente haciéndome sentir ruin. Su mirada transmitía tanta tristeza y odio… me quede observándolo hasta que sus manos sobre mi rostro me hicieron estremecerme.
--- ¿Por qué no mejor me llamas Zelo“? –Dijo ya calmando el ambiente que por un momento se puso tenso debido a sus acciones y aquellas palabras.
--- Zelo? –Contesté.
--- Así es como me llaman en mi hogar… al menos cuando estemos solos desearía que me llamarás así…
--- Claro –Dije con una sutil sonrisa aún sin comprender totalmente lo que quería decirme. Él me correspondió de igual forma y me dio un cálido beso en la frente que duro solo unos segundos por Kim unnie nos habló a ambos haciéndonos separar.
--- Deberíamos irnos. –Dijo mirándonos fijamente- DaeHyun ya se ha marchado, deberíamos hacer lo mismo que él y dejar de darle molestias a JunHong.
--- ¿Se fue?... Y no son ninguna molestia.
--- Debo ir al trabajo. –Contesto de manera cortante mientras pasaba por la puerta que conectaba a la azotea con el piso donde vivíamos. Zelo, como le diría de ahora en adelante, hizo una mueca y fuimos detrás de ella.

Así como llegamos al departamento de Zelo, pronto nos dirigimos al auto de Kim unnie y el día transcurrió de lo más lento que podía esperar. Estuvimos viendo el mobiliario para mi departamento y el de Daehyun ya que dijo que no podría ir. Me sentía extraña, Dae contesto igual que Kim Ah Ri. De mnera fría y cortante.

Todo el día, a pesar de mis constantes juegos ella no sonreía demasiado. Era extraña su actitud y aunque trate de saber por qué ella simplemente no me dijo nada. Solo se limitaba a ayudarme con escoger cada uno de los muebles para ambos departamentos. Una vez que hicimos el pedido me llevo a mi casa para que ella fuera a su casa (por una ducha) y luego a su trabajo, pero antes de irse, me dio algo de ropa. Me explico su procedencia y una sonrisa salió de mis labios, DaeHyun ya cuidaba de mí y de una manera muy especial aun sin comenzar su trabajando.

Puse aquel vestuario sobre mi cama, lo perfume y luego fui directo al baño. Puse agua tibia en la bañera y tome unas cuantas fragancias en ella para darme un baño reconfortante. En todo un día no lo había hecho realmente y sentía que explotaría por ello. Cuando entre puse algo de música y me sumergí en mis pensamientos. Aun no hablaba con YoungJae por su actitud, pero esta vez exigía saber porque estaba así. Porque actuaba de esa forma y sobre todo quería saber si ocultaba algo.


Él debía confiar en mí… en estos momentos, realmente lo necesitaba. Si el confiaba en mí, yo podría confiar en él.


--- --- --- --- --- --- --- --- --- --- --- --- --- ---


Narra Kim Ah Ri:

Cuando vi a JunHong dándole un beso en la frente a Khiara no pude evitar enojarme un poco. Hablé intencionalmente para que se separaran y funcionó, sin embargo no estaba muy tranquila. No es que sea de mi incumbencia y eso tal vez era lo que aumentaba mi desagrado.

Todo el día me la pase pensando en lo sucedido y lo que provoco en mí, de hecho estuve algo cortante con Khiara y pude notar como se comenzó a entristecer, pero cuando no estoy en buen estado la verdad es que me es difícil comportarme bien con los demás.

Al final solo la lleve a su casa y luego fui a la mía para darme un baño y luego ir al trabajo. Cuando llegue, inmediatamente me llamaron para hacer una investigación con YoungJae. Cuando pedí saber más sobre el caso me di cuenta que era para buscar información sobre la banda de delincuentes que ya me había hablado él.

--- ¿Cuál es el objetivo principal de la misión? –Pregunte a YoungJae para romper el silencio incomodo que se había formado entre nosotros.
--- La persona que tenemos es uno de los líderes, pero al parecer hay más importantes que él. Necesitamos llegar a ellos y lo demás ya lo sabes.
--- Supongo que ya es más personal –Dije llamando su atención –YoungJae, debes hablar con Khiara… no sabes a lo que la expones si sigues ocultándole todo. Desde ese viaje ficticio a Estados unidos y a quienes atrapaste en ese entonces. Ella no solo está en peligro debido a Bang, ahora lo está por estos tipos.
--- No te metas en eso. –Dijo cortantemente. –Eres detective, solo ayúdame a atraparlos y todo estará bien.
--- También soy amiga de Khiara y tuya. No permitiré que esté en peligro por tus estupideces y si es necesario que yo le alerte al menos un poco, lo haré.
--- He dicho que no te metas! –Dijo gritándome y lanzándome contra la pared. Su actitud me molestaba demasiado.
--- ¿Qué has hecho con el YoungJae que solías ser? –Le quite las manos de mis hombros solo con la fuerza necesaria. –Debes regresarlo lo más pronto posible.
--- Soy un detective –Contesto cuando estaba a punto de salir de aquel pequeño cuarto donde nos encontrábamos.
--- Pero también eres humano. Por tu familia… por ti, has que ese YoungJae regrese. Te quiero mucho, por eso te digo que te estás alejando demasiado de todos tus seres queridos… al final, si sigues así solo sufrirás. Te harás daño tú mismo.

Una vez que dije aquello solo agacho la cabeza y salió. Me quede unos momentos en ese lugar hasta que escuche que tocaban en la puerta y deje que pasarán.

--- He oído que tienes un nuevo caso muy importante –Dijo Sukkie quien traía un café en cada mano, ofreciéndome uno. –Felicidades.
--- Así es. –Contesté un poco cortante. Fuera de aquel caso mi mente solo pensaba en “Si tan solo me atreviera a decirle que no le amaba”. Era una persona excelente, pero no llenaba mi corazón. Mirar la forma en la que me trataba me hacía sentir una persona ruin.
--- Te he extrañado. Ayer intente llamarte, pero creí que estarías ocupada. –Me brindo una sonrisa que reflejaba un poco de tristeza.
--- Sukkie… yo…
--- Me debes una cita. Así que por hoy no te puedes negar. –Dicho aquello me llevo casi a rastras al cine donde la mayoría de la película me la pase entre bostezos. Estaba demasiado agotada y el baño que me di no había sido muy satisfactorio. Ni siquiera pude comer muchas palomitas, solo desperté en una de las escenas finales, debido al fuerte sonido. Sukkie ni siquiera se había dado cuenta y en cierto modo lo agradecía. No quería hacerlo sentir mal.

Íbamos caminando por el centro comercial cuando él fue por un helado a pesar de la hora que era. Yo simplemente me dirigí a una de las bancas mirando como pasaban las personas enfrente de mí. Mi mirada no captaba nada en concreto, hasta que algo llamo mi atención, a lo lejos pude observar a un chico alto… él era… Zelo.

Traía una de esas máscara con dibujos de calaveras y además tenía puesto un gorro por lo que no pude verle el color de cabello, pero debía ser él. Algo me decía que era él.

Me levante de esa pequeña banca y le comencé a seguir. Una que otra vez chocaba con las personas, afortunadamente su altura me ayudaba para no perderlo de vista. No podía creer que hubiese tanta gente a esa hora de la noche. Trate de ir lo más rápido que podía hasta que note que sus direcciones, al igual que las mías cambiaban constantemente. Me di cuenta que seguía a alguien.

Así, de un lado a otro fue que salimos por una pequeña puertita al estacionamiento. Ahí comenzó a correr y vi como la persona que seguía también lo hizo. Pare unos segundos para tratar de identificarlos más. Fue en vano así que corrí lo más que pude para no perderlos de vista al mismo tiempo que sacaba mi arma y entonces me escabullí entre los autos intentando ser desapercibida.

“Observar y ser invisible” Era una de las acciones más concurrentes en mi trabajo.

Vi como uno el otro hombre se escondía entre unos automóviles así que era mi primera oportunidad. No la pude aprovechar ya que comenzaron a haber varios disparos.

Uno, Dos y tres, siete… así se fueron haciendo más constantes. Varias alarmas de los autos comenzaron a encenderse y algunos de ellos se encendían con personas a bordo. No tenía la seguridad de un chaleco antibalas, pero aun así no pude quedarme donde estaba. Ayude a algunas personas a esconderse y les di instrucciones de quedarse lo más pegados al piso que pudieran y además entre los autos. También les di instrucciones, para que en aquella posición salieran lo más rápido posible al centro comercial y que guardaran la calma.

“Llamaremos a la policía” se ofreció uno de ellos mientras tomaba su móvil.

Yo seguí mi camino y los disparos se hicieron más constantes. Noté como otros autos salían, pero podía distinguir fácilmente lo que era un escape por miedo y lo que era un escape de algún maleante.

Dispare en repetidas ocasiones a los neumáticos, pero ninguno de ellos dio donde debía. Desesperada salí de entre los autos para obtener un mejor ángulo y dar a mi objetivo pero antes de lograrlo escuche más disparos y un fuerte ardor en mi pierna y brazo. Caí debido a ello y entonces note que la bala de la pierna apenas y la había rozado, sin embargo mi brazo no tuvo la misma suerte.

Arrastrándome llegue a donde segundos antes estaba. Un poco protegida por esos autos, tuve tiempo de arrancar un pedazo de mi manga y enrollarla fuertemente donde tenía las heridas. Traté de llamar a la ambulancia pero mi celular no se encontraba por ninguna parte.

Debieron notar mi presencia cuando lo buscaba debajo de los autos y donde me habían disparado porque no tarde mucho en ser su punto principal de disparos. Aquel auto estaba recibiendo todo, cosa que agradecía.

Como pude me perdí de vista. Ya un poco alejada me apoye contra una de las paredes del estacionamiento.
“No hay escapatoria”, pensé.

Respire un par de veces y entonces tome con más fuerza mi arma para Salír nuevamente, tendría solo unos segundos para atacarlos. Antes de cumplir con esa hazaña, sentí como alguien me empujo fuertemente.

Cerré fuertemente mis ojos debido al golpe que recibió mi espalda al contacto con el piso al mismo tiempo que sentí como caía sobre mi rostro…. Sangre… la persona que me arrojo lejos… lo hizo para evitar que me dispararan.

Él …… estaba herido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Déjanos saber tu opinión...